141
No mentía la escritora, porque en el momento que hablaba ya no se trataba de casamiento.
142
Sabido es que la notable poetisa se casó dos veces: una con don Pedro Sabater, jefe político de Madrid, y otra con el coronel de artillería don Domingo Verdugo.
143
No llegó a realizarse tal proyecto.
144
La oda titulada El Escorial, escrita a petición del citado Infante, estando con la poetisa en aquel real sitio.
145
Contesta la señorita Avellaneda a las observaciones que debió hacerle el señor Cepeda a esta frase contenida en su carta anterior: «Todos, hasta tú mismo, han tenido una gota de hiel que dejar en mis recuerdos.»
146
Es la única carta de todas las publicadas que lleva firma entera y que no está escrita de puño y letra de su autora. Tal vez influyera en esos detalles la proximidad de su casamiento, de cuyo suceso daba cuenta al señor Cepeda el 12 de mayo en estos términos: «Cumplo un grato deber participándote mi enlace con don Pedro Sabater, Secretario de S. M. y Jefe Superior Político de esta provincia... Ambos esposos nos ofrecemos a ti en nuestro nuevo estado», etc., etc.
147
Su primer marido don Pedro Sabater, que había fallecido en Burdeos el 10 de agosto del año anterior al en que se escribía esta carta.
148
Véase la nota de la carta anterior.
149
Véase nota a la carta segunda de esta colección.
150
Don Felipe y don Emilio Escalada, hermanos de madre de la Avellaneda. Las demás personas ya las conoce el lector.