Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
IndiceSiguiente


Abajo

Autoridad y autoridades en la «Oración Apologética» de Forner

Jesús Cañas Murillo


Universidad de Extremadura




ArribaAbajo1. Las autoridades de Forner

Para alcanzar su objetivo de efectuar, en su Oración apologética por la España y su mérito literario1, una magna defensa de la cultura española y de la aportación española a la cultura occidental, puestas en entredicho por algunos intelectuales y eruditos extranjeros, y especialmente por Nicolás Masson de Morvilliers en su artículo «España» (1783), publicado en el tomo primero dedicado a la geografía de la Enciclopedia metódica2, Forner utiliza, como no podía ser de otra manera, en repetidas ocasiones el criterio de autoridad. Realiza una recopilación de nombres y obras que defienden la ciencia española. Trae a la memoria un conjunto de textos y autores que ponen de relieve la verdadera importancia de esa ciencia española, y de manifiesto cuál fue la auténtica aportación de España y los españoles a Europa, a la cultura europea y occidental.

El número de autoridades, así en sentido amplio entendidas, mencionadas y utilizadas, de formas diversas, por Forner es tremendamente elevado. Queda con ello definido, y confirmado, nuestro polemista como uno de los intelectuales más cultos de su época. Muchos son los nombres, las obras y aportaciones del pasado, y del presente del autor, que se mencionan con el fin de alcanzar los confesos objetivos antes recordados. La lista se acrecienta si, como vamos a hacer nosotros, tomamos en consideración también su escrito de Contestación al Discurso CXIII del Censor, inserto igualmente en el volumen que contiene la edición primera de la Oración apologética3. El examen del apéndice incluido al final de este trabajo nuestro, en el que figura la relación e identificación de las mismas, da buena prueba de ello.




ArribaAbajo2. Unas propuestas de clasificación

Entre las menciones fornerianas se encuentran hombres de diversos países de Europa, de diferentes épocas, de distintas profesiones.

Por nacionalidades, separadas, individualizadas, claramente predominan las alusiones a personajes, y obras, españoles, que resultan el grupo mayoritario, aunque, confrontando España frente al resto del mundo, -esencialmente, por no decir únicamente, occidental-, como conjunto unitario, puedan, como lo hacen, sobresalir las referencias a aportaciones foráneas. No podía ser menos en un texto dedicado a reivindicar la cultura española y la aportación española a occidente. Su noción de España tiene un sentido amplio, integrador de las diferentes comunidades que históricamente convivieron en la Península Ibérica, y también de los distintos reinos que formaron en algún momento parte de las Españas. No es extraño, ante ello, que individuos nacidos en Portugal, en Al Ándalus o en la Hispania romana sean igualmente reivindicados como pertenecientes a la cultura española por Forner. En realidad, su unidad territorial convertida en marco de lo español coincide con la Hispania de la antigüedad clásica. Personajes, y obras, españoles mencionados son los siguientes:

I. Oración apologética

Alfonso de Alcalá; Alfonso X el Sabio; Nicolás Antonio; Arzobispo de Tarragona (Antonio Agustín); Domingo Báñez; El Brócense; Melchor Cano; Carlos III; Carlos V; Alfonso de Castro; Cervantes y Don Quijote; Pablo Coronel; Felipe IV; Fernando el Católico; el conde de Floridablanca; Fuero Juzgo; Fulgencio; Alfonso García Matamoros; Pedro Miguel de Heredia; Juan de Herrera; Isabel la Católica; San Isidoro; Jaime I el Conquistador; Juan Luis Vives; Juliano (San Julián de Toledo); San Leandro; López de Zúñiga; Raimundo Lulio; Juan Maldonado; Raimundo Martini; Luis Mercado; Nicolás Monardes; Bartolomé Esteban Murillo; Antonio de Nebrija; Hernán Núñez el Pinciano; San Raimundo de Peñafort; Pedro Ponce de León; José Ribera el Españoleto; Raimundo Sebunde; septentrionales (los godos); Domingo de Soto; Francisco Suárez; Samuel Tajón; Diego Velázquez; Francisco de Vergara; Francisco de Vitoria; Alfonso de Zamora.

II. Contestación al [...] Censor

Antonio Agustín; Felipe Antonio Alosa (y Exhortación); Juan Andrés; Nicolás Antonio (y Biblioteca); Arias Montano; Juan Ayala; Biblia Políglota Complutense); Cabanilles; Melchor Cano; Canónigo Navarrete (y Conservación de Monarquías); Cardenal Cisneros; Carlos II; Carlos V; Alfonso de Castro; El Censor (y Cartas Cosmosianas, y Discurso Censorio); Cervantes (y D. Quijote); Dávilas (San Juan de Ávila); Feijoo; Felipe II; Felipe III; Felipe V; Fernando el Católico; Vicente García de la Huerta; Juan Gómez Bravo; José Antonio González de Salas; Fray Luis de Granada; Juan Huarte de San Juan; Francisco Javier Lampillas; Fray Luis de León; Lisón de Biedma (y Discursos y Apuntamientos); Lupián Zapata; Juan Maldonado; Maluenda; Pedro Mantuano; Juan de Mariana; Vicente Mariner; Juan Francisco Masdeu; Sancho de Moncada (y Restauración política de España); Marqués de Mondejar; Bernabé Moreno de Vargas; Juan Eusebio Nieremberg; Hernán Núñez el Pinciano; José Pellicer; Gómez Pereira; Pedro Juan Perpiñá; Pinciano el Médico (Alonso López Pinciano); Alonso Rodríguez; Sánchez de las Brozas (el Brócense); Tomás Serrano; Pedro Valles; Francisco Valles; Juan Bautista Villalpando; Francisco de Vitoria; Juan Luis Vives.



Al lado de todos, aparecen en la Oración, aunque no en la Contestación, una serie de «españoles» oriundos del Al Ándalus medieval:

Abdrabboh; Almamón; Averroes; Ommiadas (Omeyas).



una serie de portugueses, también sólo en la Oración propiamente dicha:

Pedro Hispano -Juan XXI— (y Súmulas lógicas); Magallanes.



y, en ambos, un conjunto de hispano-romanos:

I. Oración apologética

Adriano; la familia Annea; Junio Moderato Columela; Higino (Gayo Julio Higinio); Marco Porcio Ladrón; Lucano (y Farsalia); Marcial; Pomponio Mela; Osio; Prudencio; Marco Fabio Quintiliano; Lucio Anneo Séneca; Marco Anneo Séneca; Trajano.

II. Contestación al [...] Censor

Adriano; Porcio Ladrón; Lucano; Marcial; Quintiliano; los Sénecas; Lucio Anneo Séneca.



sin olvidar una mención a los septentrionales, a los godos, o visigodos, en la Oración.

Junto a ellos se sitúan personajes, con sus obras, teorías y aportaciones, nacidos fuera de la Península Ibérica. Un grupo abundante lo forman los latinos de la época de Roma y su imperio:

I. Oración apologética

Antonino el Filósofo (Antonino Pío); Ático; Augusto; Calígula; (y Cayo); Celso; Cicerón; Claudio; Constantino; Craso; los Decemviros; Las Doce Tablas; los Flavios; Gregorio; Hércules; Hermógenes; Horacio; Hortensio; Labieno; la ley Cornelia; la ley Hortensia; Tito Livio; Lucrecio; Nerón; Numa Pompilio; los Proculeyanos; los Sabinianos; Tácito; Tarquino el Soberbio; Tiberio; Marco Terencio Varrón; Vespasiano; Virgilio.

II. Contestación al [...] Censor

San Agustín (y Ciudad de Dios); Augusto; Catón; Julio César; Cicerón; Horacio; Lactancio; Tito Livio; Nerón; Ovidio; Padres de la Iglesia; Salustio; el Cónsul Serviano; Suetonio; Tácito; Trajano; Claudio Tolomeo; Virgilio; Vopisco.



y los griegos, principalmente de la antigüedad:

I. Oración apologética

Aquiles; Aristóteles (y el Estagirita, y filósofo de Estagira); Carondas; Demetrio; Demócrito; Demóstenes; Dracón; los epicúreos; Epicuro; Esculapio; los estoicos (y Estoas); Eurípides; Hermodoro Efesio; Hipócrates; Homero; Jenofonte; Láscaris; Licurgo; Midas; Pericles; los peripatéticos; Píndaro; Pitágoras; los pitagóricos; Platón; los platónicos; Seleuco; Sócrates; los sofistas; Solón; Tucídides; Zenón.

II. Contestación al [...] Censor

Alejandro; Aristófanes; Aristóteles; Arquímedes; Diógenes; Diógenes Laercio; Epicuro; Flegón; Hesiodo; Hipócrates; Homero; Jenofonte; Padres de la Iglesia; Platón; Plutarco; Sexto Empírico; Sócrates; Trasón; Tucídides; Zenón.



Abundantes, aunque menos que los anteriores, son también los franceses:

I. Oración apologética

El abate de l'Epée; Abelardo; Almerico; Baile (Jean Syvain Bailly); Cario Magno (y Capitulares); Cartesio o Descartes (y máquina de los torbellinos, y Mundo; y torbellinos); Dinanto (David de Dinant); Guillermo Durando (o Durand de Saint Pourcain); Enciclopedia; Geofroi (Étienne Frangois Geoffroy); Helvecio (y Helvetius); Nicolás Masson; Montesquieu (y Espíritu de las leyes); Gilberto Porretano o Pictaviense (Gilberto de la Porree); Roscelino; Voltaire.

II. Contestación al [...] Censor

Henri Arnaud; Louis Bourdaloue; Corneille; Flechier; Fontenelle; Luis XIV; Nicolás Masson; Montesquieu; Antonio Pagi; Richelieu; Voltaire.



Y, en número inferior, los ingleses:

I. Oración apologética

Bacon (y Canciller de Inglaterra); Juan Duns Escoto; Halesio (Alexandro de Hales); Hume; Newton (y leyes de la gravitación); Okam (Guillermo de Ockham); Walpole.

II. Contestación al [...] Censor

George Ansón; Le-Land (Juan Leland); Newton.



los italianos:

I. Oración apologética

Andrea Alciato; los azonianos; Bettineli; Tiraboschi.

II. Contestación al [...] Censor

Baronio; Bettineli; Clemente VII (Julián de Médicis); Galileo Galilei; León X; Tiraboschi.



y los bizantinos:

Crisoloras; Gregorio; Hermógenes; Justiniano; Teodosio; Trapezuncio (Oración apologética).



Otros países obtienen una más escasa representación. Así, Alemania:

Leibniz; (y Harmonía preestablecida, y Optimismo) (Oración apologética).



los Paises Bajos:

I. Oración apologética

Espinosa; Hugo Grocio.

II. Contestación al [...] Censor

Hugo Grocio; A. Peregrino (Andreas Schott, o Schottus, o, como quiere Forner, Andrés Escoto); Perizonio.



Países Árabes:

Mahoma (y Alcorán); Ommiadas (Omeyas); Rasis (Oración apologética).



Suiza:

I. Oración apologética

Denina; Rousseau.

II. Contestación al [...] Censor

Carlos Denina; Rousseau.



Rusia:

Czar Pedro I el Grande (Oración apologética).



Polonia:

Copérnico (Contestación al [...] Censor).



Tierra Santa, la actual Israel:

I. Oración apologética

Jesucristo (y Hombre Dios, e Hijo de María); Moisés.

II. Contestación al [...] Censor

Jesucristo.



Mención aparte merecen las alusiones a Dios (llamado también Criador, Dador, Divinidad, Ente Supremo, Hacedor, Omnipotencia, Providencia), a la Escritura, al Evangelio o la Biblia, tomados todos como fuente de autoridad, que hallamos tanto en la Oración apologética en sí, como en la Contestación al [...] Censor.

Por procedencias, por naciones, digamos como conclusión, de entre todos los países no españoles, los griegos y latinos de la antigüedad clásica resultan claramente dominantes. Tras ellos se sitúan los franceses. Después, ya con diferencia, los ingleses. Pocas citas hay de italianos y bizantinos. Y, menos aún (tan sólo existen una o dos menciones), de alemanes, árabes, holandeses, suizos, rusos, polacos e israelitas (personajes bíblicos).

Por épocas, por cronología, las referencias a autores y creadores, con sus creaciones, del pasado predominan sobre las menciones de individuos coetáneos y contemporáneos a Forner. Como personajes, -y obras y aportaciones-, contemporáneos cita a:

I. Oración apologética

El abate de l'Epée; Baile (Jean Syvain Bailly); Bettineli; Carlos III; Denina; Enciclopedia; Fatalidad (fatalismo); el conde de Floridablanca; Geofroi; Helvecio (y Helvetius); Hume; Masson; Montesquieu y el Espíritu de las leyes; Czar Pedro I el Grande; Rousseau; Tiraboschi; Voltaire; Walpole.

II. Contestación al [...] Censor

Juan Andrés; Ansón; Bettineli; Cabanilles; Censor (y Cartas Cosmosianas; y Discurso Censorio; y Discursos); Carlos Denina; Feijoo; Felipe V; Fontenelle; Vicente García de la Huerta; Lampillas; Le-Land; Masdeu; Masson; Montesquieu; Rousseau; Serrano; Tiraboschi; Voltaire.



Más concurrida se halla la relación de individuos aludidos que vivieron en el Siglo de Oro, tanto en el periodo barroco:

I. Oración apologética

Nicolás Antonio; Bacon (y Canciller de Inglaterra); Cartesio (y Descartes; y máquina de los torbellinos; y Mundo; y torbellinos); Cervantes y el Quijote; Espinosa; Felipe IV; Grocio; Leibniz (y Harmonía preestablecida; y Optimismo); Heredia; Murillo; Newton y sus leyes de la gravitación; Ribera; Velázquez.

II. Contestación al [...] Censor

Felipe Antonio Alosa y su Exhortación; Nicolás Antonio (y su Biblioteca); Arnaud; Ayala; Bourdaloue; Carlos II; Cervantes y D. Quijote; Corneille; Felipe III; Flechier; Galilei; Gómez Bravo; José Antonio González de Salas; Grocio; Lisón de Biedma y sus Discursos y Apuntamientos; Luis XIV; Lupián Zapata; Pedro Mantuano; Mariner; Sancho de Moncada y su Restauración política de España; Marqués de Mondejar; Moreno de Vargas; Canónigo Navarrete y su Conservación de Monarquías; Newton; Nieremberg; Antonio Pagi; Pellicer; A. Peregrino (Andreas Schott, o Schottus, o, como quiere Forner, Andrés Escoto); Perizonio; Richelieu.



como en el Renacimiento:

I. Oración apologética

Alfonso de Alcalá; Alciato; Arzobispo de Tarragona (Antonio Agustín); Báñez; el Brócense; Melchor Cano; Carlos V; Castro; Coronel; Demetrio; Fernando el Católico; Alfonso García Matamoros; José Antonio González de Salas; Herrera; Isabel la Católica; Láscaris; Magallanes; Maldonado; Mercado; Monardes; Antonio de Nebrija; Hernán Núñez el Pinciano; Pedro Ponce de León; Soto; Suárez; Francisco de Vergara; Francisco de Vitoria; Juan Luis Vives; Alfonso de Zamora; López de Zúñiga.

II. Contestación al [...] Censor

Antonio Agustín; Arias Montano; Baronio; el Brócense (y Sánchez de las Brozas); Melchor Cano; Carlos V; Alfonso de Castro; Cardenal Cisneros; Clemente VII (Julián de Médicis); Concilio de Trento; Copérnico; Dávilas (San Juan de Ávila); Felipe II; Fernando el Católico; Fray Luis de Granada; Huarte de San Juan; Fray Luis de León; León X; Maldonado; Maluenda; Mariana; Hernán Núñez el Pinciano; Pereyra; Perpiñá; Pinciano el Médico (Alonso López Pinciano); la Políglota; Alonso Rodríguez; Pedro Valles; Francisco Valles; Francisco de Vitoria; Juan Bautista Villalpando; Juan Luis Vives.



Abultada es la lista de medievales, aunque no figura ninguno en el texto de la Contestación al [...]Censor, sino tan sólo en el de la Oración apologética propiamente dicha:

Abdrabboh; Abelardo; Alfonso X el Sabio; Almamón; Almerico; Averroes; los azonianos; Carlomagno y sus Capitulares; Crisoloras; Dinanto; Juan Duns Escoto; Guillermo Durando (o Durand de Saint Pourcain); escolástica (y Escuela); escolasticismo; los escolásticos; Halesio (Alexandro de Hales); Jaime I el Conquistador; Juan XXI —Pedro Hispano- (y Súmula); Justiniano; Raimundo Lulio; los nominalistas; Okam; Ommiadas (Omeyas); Raimundo de Peñafort; Porretano; Rasis; los realistas; Roscelino; Raimundo Sebunde.



Más abundantes, no obstante, son los recuerdos de personajes de la antigüedad, bien sean latinos:

I. Oración apologética

Adriano; la casa Annea; Antonino el Filósofo; Ático; Augusto; Calígula; Celso; Cicerón; Claudio; Junio Moderato Columela; Constantino; Craso; los Decemviros; Las Doce Tablas; los Flavios; Higino; Horacio; Hortensio; Labieno; la ley Cornelia; la ley Hortensia; Tito Livio; Lucano y su Farsalia; Lucrecio; M. Porcio Ladrón; Marcial; Pomponio Mela; Nerón; Numa Pompilio; Osio; los Proculeyanos; Prudencio; Quintiliano; los Sabinianos; Lucio Anneo Séneca; Marco Anneo Séneca; Tácito; Tarquino el Soberbio; Tiberio; Trajano; Marco Terencio Varrón; Vespasiano; Virgilio.

II. Contestación al [...] Censor

Adriano; San Agustín y su Ciudad de Dios; Augusto; Catón; Julio César, Cicerón; Horacio; Lactancio; Porcio Ladrón; Livio; Lucano; Marcial; Nerón; Ovidio; Padres de la Iglesia; Quintiliano; Salustio; Lucio Anneo Séneca; los Sénecas; el Cónsul Serviano; Tácito; Trajano; Claudio Tolomeo; Virgilio; Vopisco.



griegos:

I. Oración apologética

Aristóteles (y filósofo de Estagira, y el Estagirita); Carondas; Demócrito; Demóstenes; Dracón; los epicúreos; Epicuro; Esculapio; los estoicos (y Estoas); Eurípides; Hermodoro Efesio; Hipócrates; Homero; Jenofonte; Licurgo; Midas; Pericles; los peripatéticos (y Peripato); Píndaro; Pitágoras; los pitagóricos; Platón; los platónicos; Seleuco; Sócrates; los sofistas; Solón; Tucídides; Zenón.

II. Contestación al [...] Censor

Alejandro; Aristófanes; Aristóteles; Arquírnedes; Diógenes; Diógenes Laercio; Epicuro; Flegón; Hesiodo; Hipócrates; Homero; Jenofonte; Padres de la Iglesia; Platón; Plutarco; Sexto Empírico; Sócrates; Suetonio; Trasón; Tucídides.



bizantinos:

Gregorio; Hermógenes; Teodosio (Oración apologética).



visigodos:

Fuero Juzgo; Fulgencio; Isidoro; Juliano; Leandro; los septentrionales (los godos); Tajón (Oración apologética).



o de otras procedencias:

I. Oración apologética; Escritura; Jesucristo (e Hijo de María; y Hombre Dios); Mahoma (y Mahomet; y Alcorán); Moisés.

II. Contestación al [...] Censor

Biblia; Escritura; Evangelio; Jesucristo.



Por épocas aisladas, predominan los recuerdos a individuos de dos momentos concretos de la historia, la antigüedad clásica y el Siglo de Oro español, —por ese orden en la Oración apologética, y en orden inverso, como si Forner pretendiera completar la relación anterior, en la Contestación al [...] Censor-. Y de estos, antigüedad clásica y Siglo de Oro, con preferencia para los latinos sobre los griegos, y de los renacentistas sobre los barrocos, aunque en la Contestación al [...] Censor se registran más alusiones, siendo las dos amplias, a barrocos que a renacentistas. Tras ellos las menciones a personajes, y obras, del medievo se sitúan, si bien sólo en la Oración apologética (la Contestación al [...] Censor carece, recordemos, de ellas). Menores son las citas a contemporáneos. Exiguos son los recuerdos de bizantinos, visigodos, árabes y judíos de la edad antigua.

En lo que a profesiones y campos de dedicación científica, artística y de creación se refiere, Forner ha procurado en todo momento diversificar. No obstante, hay ciertas materias de las que se ocupa con mayor insistencia. Así, la literatura y la creación literaria:

I. Oración apologética

Abdrabboh; Ático; Cervantes y el Quijote; Eurípides; Homero; Horacio; Lucano y la Farsalia; Lucrecio; Raimundo Lulio; Marcial; Píndaro; Prudencio; Rousseau; Séneca; Marco Terencio Varrón; Virgilio; Voltaire; Walpole.

II. Contestación al [...] Censor

Aristófanes; Cervantes y D. Quijote; Cicerón; Comedie; Diógenes Laercio; Fontenelle; Vicente García de la Huerta; Hesiodo; Homero; Horacio; Huarte de San Juan; Fray Luis de León; Lucano; Marcial; Ovidio; Plutarco; Rousseau; Lucio Anneo Séneca; los Sénecas (Marco y Lucio); Virgilio; Voltaire.



la medicina, la química y la farmacia:

I. Oración apologética

Averroes; Esculapio; Geofroi; Heredia; Hipócrates; Juan XXI (Pedro Hispano) y Súmula; Mercado; Monardes; Rasis.

II. Contestación al [...] Censor

Hipócrates; Huarte de San Juan; Pereyra; Pinciano el Médico (Alonso López Pinciano); Francisco Valles.



el derecho, la legislación, la jurispericia y jurisprudencia:

I. Oración apologética

Alciato; Alfonso X; los azonianos; Carlomagno y sus Capitulares; Carondas; Constantino; los Decemviros; Las Doce Tablas; Dracón; Fuero Juzgo; Gregorio; Grocio; Hermógenes; Jaime I el Conquistador; Justiniano; la ley Cornelia; la ley Hortensia; Licurgo; la opinión común; Pandectas; Raimundo de Peñafort; los Proculeyanos; los Sabinianos; Seleuco; Solón; Suárez; Teodosio; Trajano.

II. Contestación al [...] Censor

Antonio Agustín; Hugo Grocio.



la filosofía y el pensamiento general:

I. Oración apologética

Abelardo; Almerico; la familia Annea; Aristóteles (y el Estagirita. y filósofo de Estagira); átomos; Averroes; Bacon (y Canciller de Inglaterra); Cartesio, y Descartes (y máquina de los torbellinos; y Mundo; y torbellinos); Demócrito; Dinanto; Juan Duns Escoto; Guillermo Durando (o Durand de Saint Pourcain); los epicúreos; Epicuro; la escolástica, el escolasticismo; los escolásticos; la Escuela; Espinosa; estoicos; (y Estoas; y el Pórtico); Fatalidad (fatalismo); Alexandro de Hales; Helvecio (y Helvetius); Hermodoro Efesio; Hume; Leibniz (y la Harmonía preestablecida, y el Optimismo); Lucrecio; Lulio; mecanismo; ménades; Montesquieu y el Espíritu de las leyes; Newton y las leyes de la gravitación; los nominalistas; Okam; los peripatéticos (y Peripato); Pitágoras; los pitagóricos; Platón; los platónicos; los realistas; Roscelino; Rousseau; Raimundo Sebunde; Séneca (y el estoico cordobés); Sócrates; los sofistas; Juan Luis Vives; Voltaire; Zenón.

II. Contestación al [...] Censor

Felipe Antonio de Alosa y su Exhortación; Aristóteles; Diógenes; Epicuro; Montesquieu; Newton; Platón; Lucio Anneo Séneca; los Sénecas; Sexto Empírico; Sócrates; Vives; Voltaire; Zenón.



cristianismo, teología, pensamiento religioso:

I. Oración apologética

Báñez; Melchor Cano; Castro; Escritura; Mahoma y el Alcorán (y Mahomet); Leandro; Maldonado; Moisés; Osio; Porretano; Soto; Suárez; Tajón; Francisco de Vitoria.

II. Contestación al [...] Censor

San Agustín y su Ciudad de Dios; Ayala; Biblia Políglota Complutense; Melchor Cano; Alfonso de Castro; Concilio de Trento; Dávilas (San Juan de Ávila); Escritura; Biblia; Evangelio; Fray Luis de Granada; Lactancio; Le-Land; Fray Luis de León; Maldonado; Maluenda; Mariana; Nieremberg; Padres de la Iglesia; Alonso Rodríguez; Francisco de Vitoria; Juan Bautista Villalpando.



la ciencia política:

I. Oración apologética Montesquieu y el Espíritu de las leyes.

II. Contestación al [...] Censor

Felipe Antonio Alosa y su Exhortación; Lisón de Biedma y sus Discursos y Apuntamientos; Sancho de Moncada y su Restauración política de España; Montesquieu; Canónigo Navarrete y su Conservación de Monarquías.



la oratoria y la retórica:

I. Oración apologética

la casa Annea; Cicerón; Demóstenes; Hortensio; Labieno; M. Porcio Ladrón; Quintiliano; Marco Anneo Séneca.

II. Contestación al [...] Censor

Bourdaloue; Cicerón; Flechier; Porcio Ladrón; Quintiliano; los Sénecas.



la enciclopedia, el saber universal:

I. Oración apologética

Abdrabboh; Alfonso X el Sabio; Enciclopedia; San Isidoro.

II. Contestación al [...] Censor

Arquímedes; Catón.



la historiografía (general, cultural, literaria), las crónicas:

I. Oración apologética

Ático; Alfonso García Matamoros; Jenofonte; Tito Livio; Tácito; Tiraboschi; Tucídides.

II. Contestación al [...] Censor

Baronio; Julio César; Flegón; Gómez Bravo; Hubero; Jenofonte; Tito Livio; Lupián Zapata; Pedro Mantuano; Mariana; Marqués de Mondejar; Moreno de Vargas; Antonio Pagi; Pellicer; Perizonio; Salustio; Suetonio; Tácito; Tiraboschi; Tucídides; Pedro Valles; Vopisco.



la filología, la lingüística, la gramática:

I. Oración apologética

Alfonso de Alcalá; el Brócense; Pablo Coronel; Demetrio; Láscaris; López de Zúñiga; Antonio de Nebrija; el Pinciano (Hernán Núñez); Vergara; Alfonso de Zamora.

II. Contestación al [...] Censor

Hernán Núñez el Pinciano; Sánchez de las Brozas (el Brócense).



el lenguaje de los sordo-mudos:

El abate de l'Epée; Pedro Ponce de León (Oración apologética).



la erudición, el humanismo:

I. Oración apologética

Alfonso X el Sabio; Nicolás Antonio; Arzobispo de Tarragona (Antonio Agustín); Bettineli; el Brócense; Celso; Junio Modéralo Columela; Crisoloras; Denina; Alfonso García Matamoros; Higino; Isidoro; Juliano; Raimundo Lulio; Pinciano (Hernán Núñez); Tiraboschi; Juan Luis Vives.

II. Contestación al [...] Censor

Antonio Agustín; Juan Andrés; Nicolás Antonio (y Biblioteca); Arias Montano; Bettineli; el Brócense (y Sánchez de las Brozas); Carlos Denina; Feijoo; Flechier; Fontenelle; Gómez Bravo; José Antonio González de Salas; Lampillas; Mariner; Masdeu; Núñez Pinciano; A. Peregrino (Andreas Schott, o Schottus, o, como quiere Forner, Andrés Escoto); Perpiñá; Pinciano el Médico (Alonso López Pinciano); Serrano.



la geografía:

I. Oración apologética Masson; Mela.

II. Contestación al [...] Censor Masson; Claudio Tolomeo.



la astronomía:

Copérnico; Galileo Galilei (Contestación al [...] Censor).



la botánica:

I. Oración apologética Monardes.

II. Contestación al [...] Censor Cabanilles.



la arquitectura:

Juan de Herrera (Oración apologética).



la pintura:

Murillo; Ribera; Velázquez (Oración apologética).



Junto a todo identificamos a personajes que pertenecen al mundo de la política (gobernantes):

I. Oración apologética

Adriano; Alfonso X; Almamón; Antonino el Filósofo; Augusto; Baile; Calígula; Cario Magno; Carlos III; Carlos V; Claudio; Constantino; Craso; Felipe IV; Fernando el Católico; los Flavios; el conde de Floridablanca; Isabel la Católica; Jaime I el Conquistador; Nerón; Numa Pompilio; Ommiadas (Omeyas); Czar Pedro I; Péneles; Tarquino; Teodosio; Tiberio; Trajano; Vespasiano.

II. Contestación al [...] Censor

Adriano; Alejandro; Augusto; Carlos II; Carlos V; Julio César; Cardenal Cisneros; Clemente VII (Julián de Médicis); Felipe II; Felipe III; Felipe V; Fernando el Católico; Luis XIV; Nerón; Richelieu; Serviano (Cónsul); Trajano.



de la religión, principalmente católica:

I. Oración apologética

Arzobispo de Tarragona (Antonio Agustín); Dios; Fulgencio; San Isidoro; Jesucristo; Leandro; Mahoma; Osio; Tajón.

II. Contestación al [...] Censor

Arnaud; Clemente VII (Julián de Médicis); Dios; Jesucristo; León X.



de la mitología:

I. Oración apologética

Aquiles; Hércules (columnas de Hércules); Manes; Marte; Midas; Minerva; Musas; Príapo.

II. Contestación al [...] Censor

Trasón.



de la navegación y los descubrimientos:

I. Oración apologética

Magallanes.

II. Contestación al [...] Censor

Ansón.



del periodismo:

Censor y Cartas Cosmosianas; y Discurso Censorio; y Discursos (Contestación al [...] Censor).



De todos ellos, los filósofos y pensadores son sin duda los autores más recordados.

Les sigue el mundo del derecho y la legislación, de la teología y el pensamiento religioso, de la erudición, el humanismo, la enciclopedia y el saber universal, de la política y el gobierno, de la literatura y la creación literaria, de la filología, la lingüística y la gramática, de la historiografía, de la medicina, la química y la farmacia, de la oratoria y la retórica, de la religión, de la mitología. Son minoritarias las menciones de pintores, geógrafos, astrónomos, inventores de un lenguaje para sordo-mudos, tratadistas políticos -especialmente en la Oración apologética; menos, en la Contestación al [...] Censor-;, botánicos, arquitectos, descubridores, periodistas. Forner se va extendiendo, como sucedía en los casos anteriores (nacionalidades, épocas), especialmente en los campos que más le preocupan y que conoce mejor.

El tratamiento que se proporciona a las autoridades citadas, la valoración que se les da, es divergente. Unos reciben un enfoque positivo: su figura y su obra, y sus aportaciones a la humanidad, son presentadas como dignas de elogio, de ensalzamiento:

I. Oración apologética

Abdrabboh; Adriano; Alfonso de Alcalá; Alciato; Alfonso X el Sabio; Almamón; la casa Annea; Nicolás Antonio; Arzobispo de Tarragona (Antonio Agustín); Augusto; Averroes; los azonianos; Bacon (y Canciller de Inglaterra); Domingo Báñez; el Brócense (Francisco Sánchez de las Brozas); Melchor Cano; Cario Magno y sus Capitulares; Carlos III; Carlos V; Carondas; Cartesio4 (Descartes); Alfonso de Castro; Cervantes; Cicerón; Lucio Columela (Lucio Junio Moderato Columela); Pablo Coronel; Craso; el Criador, el Dador, la Divinidad, el Ente Supremo, el Hacedor, la Omnipotencia, Providencia, Dios; Manuel Crisoloras (o Chryzoloras); Demetrio; Demócrito; Demóstenes; Denina; Las Doce Tablas; Dracón; Enciclopedia; Eneida; el escolasticismo en la Teología (aportación española); los escolásticos españoles; Escritura; Esculapio; Estagirita (y el filósofo de Estagira); Eurípides; Farsalia; el conde de Floridablanca; Fuero Juzgo; Fulgencio; Alfonso García Matamoros; Teodoro Gaza; Étienne François Geoffroy; Gregorio; Hugo Grocio; Pedro Miguel de Heredia; Hermodoro Efesio (Hermodoro de Efeso); Hermógenes; Juan de Herrera; Gayo Julio Higinio; Hijo de María, Hombre Dios, Jesucristo; Hipócrates; Homero; Quinto Hortensio Hortalo; Isabel la Católica; San Isidoro de Sevilla; Jaime I el Conquistador; Jenofonte; Juan XXI (Pedro Juliano, llamado Pedro Hispano); San Julián de Toledo; Justiniano; Constantino Láscaris; San Leandro; ley Cornelia; ley Hortensia; Licurgo; Tito Livio; Lucano; Lucrecio; Raimundo Lulio; Marco Porcio Latro (Ladrón); Fernando de Magallanes; Juan Maldonado; Manes; Marcial; Raimundo Martini; mecanismo (Mecanicismo); Pomponio Mela; Luis Mercado; Midas; Minerva; de Francisco Sánchez de las Brozas; Nicolás Monardes; Murillo; Antonio de Nebrija; Newton; Numa Pompilio; Hernán Núñez, llamado el Pinciano; opinión común; Osio; Pandectas; Czar Pedro I el Grande; San Raimundo de Peñafort; Pericles; Píndaro de Tebas; Pitágoras; los pitagóricos; Pedro Ponce de León; Aurelio Prudencio Clemente; el Quijote; Marco Fabio Quintiliano; Rasis; José Ribera, llamado el Españoleto; Raimundo Sebunde; Seleuco; Lucio Anneo Séneca (el estoico cordobés); Marco Anneo Séneca; Sócrates; Solón; Domingo de Soto; Francisco Suárez; Súmulas lógicas, obra de Petrus Hispanus; Publio Cornelio Tácito; Samuel Tajón; Teodosio; Trajano; Trapezuncio; Tucídides; Marco Terencio Varrón; Velázquez; Francisco de Vergara; Vespasiano; Francisco de Vitoria; Virgilio; Juan Luis Vives; Horace Walpole; Alfonso de Zamora; López de Zúñiga.

II. Contestación al [...] Censor

Adriano; Antonio Agustín; San Agustín y su Ciudad de Dios; Felipe Antonio Alosa; Juan Andrés; Nicolás Antonio y sus Bibliotecas; Arias Montano; Aristófanes; Arquímedes; Juan Ayala; Biblia Políglota Complutense; el Brócense (Sánchez de las Brozas); Antonio José Cabanilles; Melchor Cano; Alfonso de Castro; Marco Porcio Catón; Cervantes y D. Quijote; Julio César; Cicerón; Cardenal Cisneros; Concilio de Trento; Nicolás Copérnico; Pierre Corneille; Dávilas (San Juan de Ávila); Carlos Denina; Diógenes Laercio; Dios, Divinidad; Epicuro; Escritura; Euclides; Evangelio; Feijoo; Felipe V; Pedro Fernández Navarrete (el Canónigo Navarrete) y su Conservación de Monarquías; Fernando el Católico; Esprit Flechier; Fontenelle; Galileo Galilei; Juan Gómez Bravo; José Antonio González de Salas; Fray Luis de Granada; Grocio; Hipócrates"; Homero; Horacio; Juan Huarte de San Juan; Hubero; Jenofonte; Jesucristo; Lactancio; Porcio Ladrón; Francisco Javier Lampillas; Le-Land (Juan Leland); Fray Luis de León; Mateo de Lisón y Viedma; Tito Livio; Lucano; Antonio de Lupián Zapata; Maldonado; Maluenda; Pedro Mantuano; Marcial; Juan de Mariana; Vicente Mariner; Juan Francisco Masdeu; Sancho de Moncada y su Restauración política de España; Marqués de Mondejar; Montesquieu; Bernabé Moreno de Vargas; Nieremberg; Hernán Núñez el Pinciano; Los Padres de la Iglesia; Antonio Pagi; José Pellicer y Tovar; A. Peregrino (Andreas Schott, o Schottus, o, como quiere Forner, Andrés Escoto); Gómez Pereira; Perizonio; Pedro Juan Perpiñá; Pinciano el Médico (Alonso López Pinciano); Platón; Plutarco; Quintiliano; Alonso Rodríguez; Cayo Salustio Crispo; los Sénecas; Lucio Anneo Séneca; Tomás Serrano; Sexto Empírico; Sócrates; Cayo Suetonio Tranquilo; Tácito; Claudio Tolomeo; Trajano; Tucídides; Pedro Valles; Francisco Valles; Van-Dale; Francisco de Vitoria; Juan Bautista Villalpando; Virgilio; Juan Luis Vives; Flavio Vopisco Siracusio.



Otros son vistos negativamente, considerados merecedores de rechazo, de vituperación:

I. Oración apologética

Pedro Abelardo; Almerico; Aristóteles; Ático; Averroes; Baile (Jean Syvain Bailly); Saverio Bettinelli; Calígula; Cartesio -y Descartes- (y la máquina de los torbellinos, y Mundo, y torbellinos); Claudio; los Decemviros; Dinanto (David de Dinant); Juan Duns Escoto; Guillermo Durando (o Durand de Saint Pourcain); El abate de l'Epée; los epicúreos; Epicuro; escolástica (y la Escuela), escolasticismo, los escolásticos (extranjeros); Espinosa (Baruch Spinoza); Estoas; los estoicos; Fatalidad; Alexandro de Hales; Helvecio (y Helvetius); Tito Labieno; Leibniz y la Harmonía preestablecida, y el Optimismo; Mahoma y Alcorán; Masson; mónades; Montesquieu; Musas; Nerón; Newton y sus leyes de la gravitación; nominalistas; Guillermo de Ockham; Ommiadas (Omeyas); los peripatéticos; Peripato y el falso Peripato, fundado por los ingleses; los números pitagóricos; Platón; Gilberto Porretano; Príapo; Proculeyanos; realistas; Roscelino; Jean Jacques Rousseau; Sabinianos; septentrionales (los godos); sofistas; Tarquino el Soberbio; Tiberio; Gerolamo Tiraboschi; Voltaire; Zenón.

II. Contestación al [...] Censor

Alejandro; Saverio Bettineli; Carlos II; Carlos V; Censor, y Cartas Cosmosianas; y Discurso; y Discurso Censorio; Diógenes el Cínico; Felipe II; Figaró; Vicente García de la Huerta; Masson; Nerón; Newton; Richelieu; Rousseau; Tiraboschi; Trasón.



Otros, en fin, son enfocados desde una óptica indiferente, no son vistos ni positiva ni negativamente, son objeto de menciones o alusiones, o convertidos en referentes de diverso tipo (temporales -se habla de la época de Augusto, de Claudio, del tiempo de Felipe IV...-, culturales -los peripatéticos-, geográficos -las columnas de Hércules-...):

I. Oración apologética

Antonino el Filósofo; Aquiles; los átomos; Cartesio (Decartes); Celso; Claudio; Constantino; el Espíritu de las leyes, de Montesquieu; Felipe IV; Fernando el Católico; los Flavios; Hércules (columnas de Hércules); David Hume; Marte; Moisés; los peripatéticos; Pitágoras; el Pórtico; Tiberio; Vespasiano; Virgilio.

II. Contestación al [...] Censor

George Anson; Henri Arnaud; Augusto; Baronio; Louis Bourdaloue; Clemente VII (Julián de Médicis); Felipe II; Felipe III; Flegón; Hesiodo; Homero; León X; Luis XIV; Montesquieu; Ovidio; el Cónsul Serviano; Voltaire; Zenón.



De toda esta última serie de autores, la relación más amplia está formada, y con gran diferencia, -pese a lo que podría pensarse si nos dejásemos llevar por la fama de intelectual bronco y negativo, azote de sus enemigos, contrarios y contradictores, más dado a ver los errores de los demás que las aportaciones realizadas, que ha perseguido tradicionalmente a Forner-, por la lista de personajes que reciben una valoración positiva. Los individuos reprobados son mucho, infinitamente en el caso de la Contestación al [...] Censor, menos abundantes. Incluso hay que destacar que tal valoración negativa no supone en casi ningún caso ensañamiento. La excepción más notable tal vez pueda ser el Censor en la parte dedicada a la Contestación al Discurso CXIII, o en la Oración apologética propiamente dicha las referencias a la familia imperial romana Claudia (no Augusto; sí Tiberio, Calígula, Claudio, y Nerón), o, de inferior crudeza, a los escolásticos medievales europeos. Pero en el resto de los casos, es muy normal, incluso a veces lo más general, que no hallemos más que simple menosprecio, o ironía. Sería en muchas ocasiones como decir que nos encontramos ante seres que son muy admirados, y que, en realidad, no son tan superiores, que es posible identificar, especialmente en la cultura española, otros tan importantes, -o más-, como ellos.

El grupo menos concurrido de los tres que por valoraciones hemos escindido, está integrado por el tercero que hemos realizado, el de las citas indiferentes, que no reciben valoración, que constituyen referentes, o referencias, menciones simples, menciones de autoridad, términos de comparación, o alusiones específicas. Incluso muchos de los nombres que se integran en este último grupo son individuos que en otras ocasiones habían sido objeto de una alabanza (Vespasiano, Virgilio, por ejemplo), o de un rechazo (el Pórtico, Tiberio). En este sentido, podemos constatar la existencia de una fluctuación en determinados casos: un mismo autor podría ser defendido, atacado o simplemente nombrado. Tal acontece con Zenón, con Voltaire, con Tiberio o con Montesquieu, que aparecen como negativos o como indiferentes; con Virgilio, con Homero o con Augusto, que aparecen como positivos y como indiferentes...

La valoración que se proporciona a las autoridades no es, pues, en todo momento inmutable. Hay personas que figuran en varias clasificaciones a la vez. Forner las ataca o las defiende, o simplemente las menciona, según sea el contexto, el pasaje, en el que inserta la alusión. Incluso hay casos de autores que o son citados como simples referentes de prestigio, para a continuación decir que otro individuo, generalmente español, es tan bueno como él, -o más-; o pueden ser ensalzados con una cierta ironía, lo cual explica que en otros pasajes de la Oración, o la Contestación, puedan ser vituperados, recibir el varapalo correspondiente. El caso de Descartes es una buena muestra de este último supuesto.




ArribaAbajo3. Forner intelectual ilustrado

El número de personajes, obras, corrientes de pensamiento, y aportaciones en general, citados en la Oración apologética es elevado. Ya lo anunciábamos al principio. Ya lo hemos ido comprobando a lo largo de estas páginas. Otro problema se puede plantear. Se trata de la procedencia de todas esas noticias.

Sabemos que Forner utilizó para componer su Apología de la literatura y artes de España, que está en la base de la Oración apologética definitiva5, la importante y nutrida biblioteca de su tío Andrés Piquer6. Sabemos también que algunas de las creaciones y autores que cita formaban parte de su propia biblioteca particular. Si comparamos la relación de personas que nosotros hemos confeccionado con los nombres que figuran en la relación titulada «La librería de Forner en el Cuaderno de Grinda», recogida por María Jiménez Salas en su trabajo clásico Vida y obras de Juan Pablo Forner y Segarra7, encontramos diferentes coincidencias. Entre los «Libros prestados a Dn. Maní. Arjona»8, se citan

«Zúñiga. Anales de Sevilla, 1 fol.»

«Chefs-de-oeuvres de Corneille, dos tomos 8.»

«un tomo de Platón en qe está el Timeo»

«Coloma traduccn, de Tacito. 3 tomos»

«Rousseau, el primer tomo».

«Mariana. Hist.ª de España, 1 tomo fol.»

«La Poética del Pinciano»

«el primer tomo de Montesquieu»



Entre los «Libros prestados por mí a otros»9,

«A Dn. Manuel Arjona»: «Zúñiga, Anales, un tomo de la crítica de Ricardo Suior conde Sevilla»

«A Dupín» «Chefs de oeuvres de Corneille 2 tom.s»

«A Sotelo. -dos Discursos de Lisón de Biedma. = un tom. de Van Dale 8.º, Pufendorf y otro de Grocio = Un tomo de Fra Paolo = La Hist.ª del Concil.º, Juan Jacobo tom. 1.º-Historia de Carlos V de Trento, del mismo en francés. 3 tomos 4.º Sandoval 2 tom.s Historia Tucidides en italiano»

«Angel Maria de Guzman -El Tacito»

«A Sancho Buendia = Discurso de Piquer sobre el Mecanismo»

«Sotelo. Van Dale. De oraculis». «Un tomo de Grocio francés». «Tucidides en italiano». «Rousseau el 2.° tomo»



Por otro lado, tenemos constancia de que varios de los temas que nuestro polemista trata en su creación que comentamos, eran perfectamente conocidos por él por otros caminos, y no sólo porque los hubiese trabajado para la propia Oración apologética. Eran asuntos que no le resultaban en absoluto ajenos, que formaban parte de su magna cultura y de algunas de sus preocupaciones esenciales. De algunos se fue ocupando en diferentes momentos de su existencia, fueron abordados por él en otros de sus escritos. Así sucede con los contenidos filosóficos. Su preocupación por la filosofía le hace escribir, más tarde, los Discursos filosóficos sobre el hombre (1787), como es bien sabido. Pero también en el «Inventario de los papeles de Don Juan Pablo Forner que posee Don Juan Grinda y Saavedra», igualmente recogido por María Jiménez Salas10, en el legajo 4 bis, que incluye «Fragmentos filosóficos» y «Esbozos y fragmentos de varias obras filosóficas de Forner», se encuentran escritos como

«Discrepancias entre la Revelación y el Optimismo»

«Sobre los estoicos» («Optimismo de los estoicos», «Los estoicos y el fatalismo»...)

«Sobre la Filosofía del siglo XVIII» («Uno de sus problemas: el Optimismo»; «El Optimismo: definición, historia y crítica que de él hace Voltaire», «El optimismo de los platónicos»...)

«Sobre el poema de Voltaire "La Ley Natural"»

«Contra el materialismo de Bayle»»

«Sobre Newton»

«De las Causas de la Corrupción de la Filosofía en España»

«Del uso de la Filosofía en la Rethorica»

«Plan de una obra sobre la Filosofía y su relación con la Jurisprudencia»

«Alma. Voltaire, Locke y Condillac»

«Sobre San Agustín y los platónicos y sobre Tertuliano»

«(un sobre) Citas de Wolf, Locke, Leibnitz, Vives, Pereira y Aristóteles»

«Citas de G. Pereira, Leibnitz, Actuario y Vallés»

«Citas de Baronio, en latín, sobre los orígenes del Cristianismo»

«Cita de Aristóteles. De Mundo»

«Platón in Timeo y Plutarco»

«Sobre los estoicos»

«Sobre los escolásticos»

«Citas de Vives»

«Feijoo»...



Son todos asuntos, personajes... que igualmente hallamos incluidos, en diferentes momentos, tanto en el texto de la Oración apologética propiamente dicha, como en el de la Contestación al [...] Censor. Lo mismo acontece con otros temas asimismo recogidos en el volumen que transmite la Oración. Así, en el «Inventario de los papeles [...] que posee Don Juan Grinda», en el «Legajo 4»11, se menciona un fragmento de una obra histórica con el título «Décadas de T. Tibio»«, una "Nota sobre los misterios órficos», un escrito sobre «¿Qué debe Francia a sus Filósofos del siglo XVIII?»...

Todo ello sitúa a Forner en su auténtica dimensión como intelectual. Todo ello nos ayuda a efectuar una correcta valoración de su obra y de su aportación a la historiografía de la cultura española. Todo ello nos facilita la tarea de averiguar cuál es su formación y su verdadero sistema de trabajo. Todo no hace sino evidenciar que las citas hechas por nuestro polemista proceden del conocimiento directo de los individuos y los escritos mencionados que poseía, y de los asuntos específicos que abarca y aborda. Muchos de los libros que contenían los conocimientos que se reflejan en la Oración apologética se contaban, insistimos, entre los fondos de la biblioteca personal de nuestro escritor. Otros habían sido manejados en bibliotecas ajenas que estaban a su alcance. Todos le proporcionaron la densa formación que refleja en sus escritos y que le permiten afrontar los más diversos contenidos con autoridad. Todo, en fin, no hace sino corroborar que Forner era uno de los hombres más cultos de su tiempo, un erudito, un enciclopedista, un digno representante de la época de la Ilustración.

El criterio de autoridad hace acto de presencia en la Oración apologética, como vamos comprobando. Forner acude a menciones de personajes y obras de diversas épocas y diferentes profesiones para documentar sus afirmaciones y probar sus asertos. La forma de utilizar ese criterio de autoridad tiene rasgos de peculiaridad. En su escrito tiende a resumir posturas, a recopilar menciones, a enumerar nombres y creaciones. Con ellos pretende rechazar figuras de la cultura, en sentido amplio, occidental que son generalmente respetadas y tenidas por fundamentales para la misma, pero que a nuestro polemista no le parecen demasiado encomiables, o no tan principales como se ha mantenido. Con ellos pretende ensalzar a otras personalidades, especialmente españolas, que muestran, y prueban, cuál ha sido la auténtica aportación de su país a occidente, a la ciencia, también en sentido amplio entendida, occidental. De todos apenas si existen citas directas. Hay alguna, y recordemos el fragmento de Alfonso García Matamoros, que encabeza el escrito. Pero constituye la auténtica excepción. De hecho, en el propio texto de la Oración es un sistema que se suele rehuir, si no evitar completamente12. Sí hay alusiones a posturas concretas mantenidas por diversos individuos, pero no tanto sus palabras directas específicas y literales. Forner tiende a elaborar relaciones, a enumerar nombres y obras que prueban la aportación hispánica a occidente. Tiende a convertir la autoridad en simple prueba, pues es esa prueba lo que realmente le interesa. En este sentido se puede decir que en la Oración apologética encontramos más autoridades (enumeraciones, nombres, referencias, obras, aportaciones) que autoridad ajena. La autoridad auténtica, verdadera, es la propia del autor, es el mismo Forner que presenta las pruebas y se había encargado antes de recopilarlas.

Una de las ideas que generalmente más se repiten, incluso en estudios específicos y especializados, cuando se pretende enjuiciar los escritos de Forner en general, y en particular la Oración apologética, es la pretendida xenofobia y el supuesto antigalicismo, y antieuropeísmo incluso, de nuestro polemista. Si analizamos más pormenorizadamente su producción, muchos de los tópicos que se han transmitido tradicionalmente se diluyen de inmediato ante la contundencia de. los datos. Es lo que acontece con la Oración apologética.

En la Oración es cierto que hay una gran exaltación de las personalidades, y las aportaciones, españolas frente a las foráneas. No podía ser menos en un texto que no es sino una apología, no lo olvidemos, de la cultura y la ciencia hispanas. Es verdad que a veces los extranjeros de prestigio no son usados sino como término de comparación con autores españoles, y para manifestar que éstos últimos no solamente fueron capaces de igualar a aquéllos, sino, incluso, de superarlos en muchas ocasiones. En otros casos se desea constatar que metas logradas por foráneos con el reconocimiento general, ya habían sido antes alcanzadas en España. Tal acontece con la invención de un lenguaje para los sordo-mudos, atribuida al francés abate de L'Epée (1712-1789), cuando ya antes, en el siglo XVI, había sido una aportación a la humanidad del español Ponce de León. Pero todo ello no implica menosprecio sistemático por lo exterior.

Si reexaminamos la relación de autores, obras, corrientes de pensamiento... considerados positivos y la relación de negativos, que antes incluíamos, comprobamos la veracidad de tal afirmación. Entre las menciones positivas hallamos, es obvio e innegable, una gran mayoría de hispanos. Es, insistimos, una apología de lo español. Pero, junto a ellos, aparecen el franco Carlomagno, el parisino Étienne Franeois Geoffroy, los también franceses Corneille, Flechier y Fontenelle, el holandés Hugo Grocio, los ingleses Horace Walpole, Isaac Newton, Juan Leland, el italiano Galileo, el suizo Denina, el ruso Pedro I el Grande, los griegos Dracón, Demóstenes, Demócrito, Homero, Hipócrates, Jenofonte...; y aportaciones como la Enciclopedia francesa, la Ley de las Doce Tablas, la ley Hortensia, la ley Cornelia romanas, las Capitulares de Carlomagno... Incluso a veces los extranjeros constituyen un mero referente, recordemos, que no recibe ninguna valoración. No parece ello, todo, corroborar la existencia de un antieuropeísmo y un antigalicismo sistemático. Es cierto que en la lista de vituperados predominan los extranjeros. Pero no son todos de la misma nacionalidad. Encontramos latinos (Calígula, Claudio, Nerón, los Decemviros...), italianos (Bettinelli, Tiraboschi), griegos (Zenón, Platón, Epicuro), alemanes (Leibnitz), ingleses (Alejandro de Hales), franceses (Helvecio, Voltaire, Masson, Montesquieu), suizos (Rousseau)...

En realidad la razón última de los ataques de Forner no parece ser la nacionalidad de los autores mencionados. Hay europeos defendidos y europeos vituperados que proceden del mismo país (franceses elogiados y franceses atacados; ingleses elogiados e ingleses atacados...). Incluso, como advertimos, un mismo individuo puede ser valorado de una forma o de otra según el contexto en el que sea citado. La explicación se encuentra más bien en los campos de dedicación y en la postura, si procede, que han mantenido con respecto a España, los españoles y la aportación hispana a la cultura occidental. Negativos son, pues, sistemáticamente los detractores de España, sean del país que fueren. Así, los Tiraboschi o Bettinelli italianos. Así, los Voltaire o Masson franceses. Así, el propio Censor español, que, a la sazón, es objeto de las diatribas más virulentas, más fuertes, incluso, que las que dedica a los franceses, y al resto de los detractores europeos, tal vez porque a nuestro polemista no le quepa en la cabeza que nada menos que un español se dedique a atacar a su propio país, a la cultura de su misma nación...

Negativos son los que mantienen determinadas pautas de comportamiento, como los gobernantes tiranos de todas las épocas. O los que se dedican a diversas profesiones o defienden determinadas corrientes de pensamiento. En términos generales no son muy bien considerados los filósofos. La filosofía era un campo del saber que preocupaba e interesaba a Forner. Lo hemos comprobado en la relación de pensadores que se mencionan antes incluida. Pero no todo el trabajo de los filósofos le parece digno de encomio. Sus aportaciones, en ocasiones, le resultan inútiles, estériles, sin valor.

Defiende algunas corrientes de pensamiento. Es el caso del escolasticismo español del Siglo de Oro, aplicado fundamentalmente a la teología. Y a algunos autores, como Sócrates o Pitágoras. Pero se muestra muy crítico en general. Especialmente con Aristóteles y sus seguidores antiguos y medievales. Aunque tampoco otros pensadores de la antigüedad, como Platón, Zenón o Epicuro, o de épocas más recientes, como Descartes o Espinoza, dejan de ser blanco de sus diatribas.

Tópico también fue considerar a Forner un intelectual negativo, más dado a mostrar los hechos rechazables que a ensalzar doctrinas positivas, a enumerar autores reprobables que a ensalzar a determinados individuos. Es idea que igualmente se desploma al examinar la Oración apologética. Ya antes lo poníamos de manifiesto. Si observamos las tres listas que antes hemos incluido, la de autoridades defendidas, la de autoridades rechazadas y la de autoridades convertidas en referentes u objeto de simple mención, observamos que la relación más amplia, con mucho, es la de alusiones positivas, tanto en el texto de la Oración apologética en sí, como en la Contestación al [...] Censor. Lo destacamos en su momento. La razón de todo ello se halla en los objetivos últimos que nuestro polemista pretende alcanzar. No quiere solamente arremeter contra los detractores de España. Quiere ante todo demostrar, con apasionamiento, evidentemente, que su país realizó una gran aportación a la cultura occidental. Para ello elabora una larga lista de autoridades hispanas, prueba de sus asertos. En él, por tanto, la defensa, la apología, predomina sobre el ataque, la actitud positiva predomina sobre la negativa.

Ante toda esta situación, el mito del negativismo y del nacionalismo exacerbado y conservador de Forner se cae un tanto por su base. No nos hallamos ante un autor que sistemáticamente ataque, y ataque lo foráneo, como vemos. Tampoco, ante un escritor que sin ninguna excepción defienda lo español por el mero hecho de serlo. La actitud predominante es la defensa de lo hispánico. Pero junto a ello podemos encontrar ciertas posturas críticas frente a la historia de su país. Tales posturas le llevan a atacar, por ejemplo, a algunos de los monarcas españoles del Siglo de Oro, de la dinastía de los Austrias, por actos o actitudes suyas de gobierno. Tal acontece con Carlos I, con Felipe II o con Carlos II.

Y es que, en realidad, la postura adoptada por Forner frente a España y lo español, es la misma que encontramos en otros de sus escritos. Nuestro polemista no es un ultraconservador, nacionalista a ultranza, como a veces se ha querido hacer ver. Es un reformista, que busca el perfeccionamiento de su nación. Se identifica con las reformas emprendidas por los Borbones españoles, monarcas que son sistemáticamente alabados, especialmente Carlos III. Se alinea junte a los reformistas dieciochescos como el Conde de Floridablanca. Pero no cree que, para efectuar las reformas, sea preciso renunciar a toda la tradición anterior del país. Quiere innovar, pero desde la tradición, sin renunciar a ella, aprovechando, incluso, las buenas aportaciones que en ella se pueden rastrear. En este sentido es representante de una corriente de pensamiento, de una visión de la realidad, bastante extendida en los años que le tocaron vivir, la de los reformistas moderados. Quiere perfeccionar el presente sin abjurar del pasado, aprendiendo, incluso, del pasado, rescatando de él todo aquello positivo que pueda contener. Es una postura que comparte con otros intelectuales del periodo, incluso algunos, como Vicente García de la Huerta, que, por otros motivos, estuvieron tremendamente enfrentados, enemistados, con él.



IndiceSiguiente