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Bárbara Blomberg

Drama en cuatro actos, en verso

Patricio de la Escosura





PERSONAS
 
                                       El EMPERADOR DON CARLOS V.
D. LUIS QUIJADA, Señor de Villagarcía.
ROBERTO, caballero Alemán.
BLOMBERG, anciano.
FEDERICO, criado anciano.
LA DUQUESA DOÑA BLANCA.
BÁRBARA BLOMBERG.
Un PASTOR protestante.
Dos CONJURADOS que hablan.
Un PORTERO.
CABALLEROS; CONJURADOS; GUARDIA; PUEBLO.


La escena es Ratisbona y sus inmediaciones a mediados del siglo XVI.



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Acto primero

(Dividido en dos cuadros.)

 
 
PRIMER CUADRO
 
Salón regio. Mesa con papeles. Sillón.
 
 

Escena I

 
El EMPERADOR, sentado; QUIJADA.
 
EMPERADOR D. CARLOS V     (Leyendo)      
«El fuego de la herejía
se extiende con rapidez;
de Lutero la altivez
se acrecienta cada día.»
D. LUIS QUIJADA ¿Eso escribe el de Maguncia? 5
¿De Cleves con sus parciales
no dice...?
EMPERADOR D. CARLOS V                   Los desleales
que están en armas me anuncia.
D. LUIS QUIJADA Tal vez vuestra compasión
alienta al vil enemigo. 10
EMPERADOR D. CARLOS V Sólo difiero el castigo
para mejor ocasión.
Dejadme vos que yo acabe
de amansar bien al francés,
y no dejaré en un mes 15
quien de rebelde se alabe.
Con capa de religión
por Príncipes feudatarios
se han vuelto nuestros contrarios,
poniéndose en rebelión. 20
Si en el Duque de la Marca
han visto nuestra clemencia,
en Cleves la diferencia
verán del padre al Monarca.
D. LUIS QUIJADA Ese Duque, gran señor, 25
podrá servirles de ejemplo
a los que, huyendo del templo,
adoran a Belfegor.
EMPERADOR D. CARLOS V Tal vez le habrán destrozado
los tercios que allá envié. 30
D. LUIS QUIJADA Siendo así, la santa fe
un gran triunfo habrá ganado.
EMPERADOR D. CARLOS V En Francia, Quijada, está
la fuente de este veneno:
Francisco, y no el Sarraceno, 35
asolando a Hungría va;
Francisco mina el imperio,
armas da a la rebelión;
es Francisco, en conclusión,
el que incendia este hemisferio. 40
Concédame a mi la Dieta,
a que en tres días iré,
un subsidio; y por mi fe
que pondré la Europa quieta.
¿Vinieron nuevas de España? 45
D. LUIS QUIJADA Ya tal vez habrán venido.
EMPERADOR D. CARLOS V Idlo a ver.
D. LUIS QUIJADA                     Seréis servido.
No haberlas es cosa extraña. (Vase.)
 
 
Escena II
 
EMPERADOR D. CARLOS V Sí tres días nada más
y parto luego a la Dieta; 50
y tú, Alemania la inquieta,
tus crímenes pagarás.
Tú, mi Blanca, llorarás...
¡Qué! ¿A mil pueblos mandaré
y a mí solo no podré...? 55
Entrambos mundos temblarme,
y una mujer sujetarme...
bueno fuera por mi fe.
 
 
Escena III
 
El EMPERADOR. QUIJADA, con varios pliegos que pone en manos del EMPERADOR, quien abre algunos, y le da otros para que él los lea, lo que verifica.
 
EMPERADOR D. CARLOS V Nada nuevo. Todo en paz
en Castilla: gloria a Dios. 60
¿Qué dicen esas, Quijada?
D. LUIS QUIJADA En la Cortes de Monzón
se ha jurado y proclamado
al Príncipe mi señor.
EMPERADOR D. CARLOS V ¿Acordaron los subsidios 65
que en mi nombre les pidió?
D. LUIS QUIJADA Cuanto pedisteis concede
la Corona de Aragón.
EMPERADOR D. CARLOS V De lealtad fue modelo
siempre mi pueblo Español: 70
trocara por su corona
cuantas el Cielo me dio.
Seré dichoso, Quijada,
lo aseguro por mi honor,
si depuesta la diadema 75
tengo en España un rincón.
D. LUIS QUIJADA ¿Y qué fuera de la Europa,
si la abandonarais vos?
EMPERADOR D. CARLOS V Francisco se la tragara,
y por eso no me voy. 80
Mas vendrá un día, lo espero,
en que cese ese temor;
y entonces..., acaso sueño,
pero ensancho el corazón:
Entonces, sin otra corte, 85
que algún pajecillo y vos,
sin cuidarme de otro asunto
que del Cielo y la oración,
descargado de este peso
de que ya abrumado estoy, 90
esperaré en el retiro
que me llame a cuentas Dios.
D. LUIS QUIJADA La vida de un ermitaño
vuestra majestad pintó.
EMPERADOR D. CARLOS V Trocar la lanza, Quijada, 95
que a cien pueblos sometió
por un rosario; y dos mundos
por estrecha religión:
dejar de grado riquezas,
gloria, renombre, esplendor 100
y trono, cuando su ceño
nunca el hado me mostró.
Tal vez sería el primero
que lo hiciera sin dolor.
D. LUIS QUIJADA Aquel en cuyos dominios 105
no se pone nunca el sol...
EMPERADOR D. CARLOS V Mira en la celda de un fraile
el término a su ambición.
Veinte años hace que esclavo
en dorados grillos soy; 110
cuando en paz con los extraños
los propios en rebelión;
y cuando quietos mis pueblos
de ajena guerra el horror.
¡Cuántos colmé de favores 115
que después... Vos sólo sois,
acaso, a quien puedo amigo
llamar y no adulador.
D. LUIS QUIJADA Curará vuestra pintura
la más inmensa ambición. 120
EMPERADOR D. CARLOS V Sois muy honrado, Quijada:
del que ambicioso nació,
ni la experiencia consigue
calmar el loco furor.
Ved si Bárbara ha venido. 125
D. LUIS QUIJADA Esperando está.
EMPERADOR D. CARLOS V                               Pues vos
decidle que venga al punto.
D. LUIS QUIJADA (Aparte.)
¡Loco está con su pasión! (Vase.)
 
 
Escena IV
 
EMPERADOR D. CARLOS V Hasta a su mejor amigo
engaña un Emperador. 130
Los que en los otros deslices,
en un Rey crímenes son.
 
(BÁRBARA seguida por un criado con un arpa que deja en la escena, retirándose inmediatamente.)
 
 
Escena V
 
El EMPERADOR. BÁRBARA.
 
EMPERADOR D. CARLOS V Muy triste, Bárbara, estáis.
BÁRBARA BLOMBERG Como siempre, mi señor.
EMPERADOR D. CARLOS V ¿Qué tenéis? ¿Qué ambicionáis? 135
Hablad, no tengáis temor:
concedo cuanto pidáis.
BÁRBARA BLOMBERG No tengo yo que pediros.
Contenta estoy con mi suerte.
EMPERADOR D. CARLOS V ¿Y a qué son esos suspiros? 140
¿Esa palidez de muerte?
BÁRBARA BLOMBERG (Desentendiéndose.)
Blanca me envía a deciros
que ha menester veros hoy.
EMPERADOR D. CARLOS V ¿Hoy no más? Por verla a ella
yo siempre anhelando estoy. 145
¿Qué quiere mi Blanca bella?
BÁRBARA BLOMBERG (Sacando un billete.)
Un billete a daros voy
que tal vez explicará
lo que yo decir no sé.
EMPERADOR D. CARLOS V (Tomando el billete.)
El papel me lo dirá. (Lee.) 150
Esta noche a verla iré
y todo se arreglará.
Bárbara, el arpa tomad
con que prodigios hacéis.
Tomadla, os ruego, y cantad: 155
mis penas aliviaréis.
BÁRBARA BLOMBERG (Tomando el arpa.)
¿Qué quiere su Majestad?
EMPERADOR D. CARLOS V (Sentándose)
Una canción amorosa,
cualquiera, la del bajel
cantadme que es primorosa. 160
BÁRBARA BLOMBERG Está bien. (Aparte.) ¡Suerte cruel!
No me faltaba otra cosa.
 
(BÁRBARA se dispone a tocar. QUIJADA entra.)
 
 
Escena VI
 
DICHOS, y D. LUIS QUIJADA.
D. LUIS QUIJADA Perdone su Majestad
si le vengo a interrumpir.
Son de Maguncia...
EMPERADOR D. CARLOS V                                   ¿Pues cómo 165
si ha un instante recibí...
D. LUIS QUIJADA Hora ha llegado un correo.
EMPERADOR D. CARLOS V Es fuerza oíros, en fin.
Vos, Bárbara, aquí esperadme,
y vos, Quijada, venid. 170
 
 
Escena VII
 
BÁRBARA BLOMBERG ¡Un correo de Maguncia!
¿Qué nuevas pudo traer?
Sin poderlo comprender
algo funesto me anuncia.
Si el de Cleves no renuncia 175
a su loca pretensión
es cierta la perdición
de entrambos, ¡ah, Dios eterno,
un preludio del infierno
es mi triste condición! 180
 
(Apóyase en el arpa, y quédase como absorta.)
 
 
Escena VIII
 
BÁRBARA. ROBERTO.
 
(Éste aparece en la puerta introduciéndose furtivamente en la estancia, que examina con la vista para asegurarse de que BÁRBARA se halla sola.)
 
ROBERTO (En la puerta.)
Es ella...; ¡perjura! No hay nadie con ella.
 
(Llégase a BÁRBARA y la ase del brazo.)
 
BÁRBARA BLOMBERG ¡Roberto! ¡Dios mío!
ROBERTO                                     Salgamos de aquí.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Quién hasta palacio te trajo?
ROBERTO                                                   Mi estrella.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Qué buscas?
ROBERTO                         Lo mío.
BÁRBARA BLOMBERG                                        ¿Qué quieres?
ROBERTO                                                                  A ti.
BÁRBARA BLOMBERG ¿No sabes que el César está en Ratisbona? 185
¿Ignoras que es esta...
ROBERTO                                      Su estancia: lo sé.
Aquí sus hazañas, su gloria corona,
robando a un proscrito, malvada, tu fe.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Roberto, qué dices? ¿Yo serte traidora!
ROBERTO ¿Negarlo pretendes y viéndolo estoy! 190
BÁRBARA BLOMBERG ¡Si vienen...
ROBERTO                      ¡Qué importa! Tú sígueme ahora,
infiel, o lo juro, de aquí no me voy.
BÁRBARA BLOMBERG Vete: de tu hermana te ampara. Te sigo:
en breve a tu lado, mi bien estará.
ROBERTO Bárbara, yo salgo o muerto, o contigo. 195
BÁRBARA BLOMBERG Al César espero.
ROBERTO                              También le veré.
BÁRBARA BLOMBERG ¡Tú verle, insensato! ¡Tú verle, proscrito!
Roberto, al verdugo tu cuello darás.
ROBERTO Ya tú me vendiste.
BÁRBARA BLOMBERG                                  Que no, te repito.
ROBERTO ¡Pues qué...!
BÁRBARA BLOMBERG                       Te lo juro.
ROBERTO                                          ¿Qué pruebas me das? 200
BÁRBARA BLOMBERG Mil: las que tú quieras; mas hora imposible
será que te diga... primero es huir.
Tu vida, Roberto, en riesgo terrible
está: no descanso sin verte salir.
ROBERTO En vano me arguyes: o muerto, o contigo, 205
lo sabes, es vano conmigo luchar.
Podrá aniquilarme destino enemigo,
mas nunca mi frente soberbia humillar.
 
(Siéntase en el sillón del emperador.)
 
¿Me ves que tranquilo? Pues sé que esta silla
se puede en cadalso tal vez convertir. 210
 
(Pone la mano de BÁRBARA sobre su corazón.)
 
Mira: no palpita, y está la cuchilla
pendiente de un hilo. ¿Me quieres seguir?
BÁRBARA BLOMBERG ¡Ah, calla! Te gozas en darme tormento.
ROBERTO Escucha primero, y escoge después.
Mi riesgo en quedarme, lo miro y lo siento... 215
BÁRBARA BLOMBERG Huye, desdichado, puesto que lo ves.
ROBERTO (Desentendiéndose.)
Carlos ha vencido: rebeldes nos llama.
Venciendo, mi nombre se hiciera inmortal:
vencido me aguardan el hierro y la llama:
mas verte traidora será mayor mal. 220
Allá en los combates, tu nombre querido,
en sueños, despierto, contino decía:
y nunca, lo juro, temí de tu olvido:
tan pura tu llama juzgué cual la mía.
Y cuando en el campo miré a mil valientes 225
en vanos esfuerzos ¡ay Dios!, perecer...
BÁRBARA BLOMBERG ¡Oh Cielos, mi padre!
ROBERTO                                       Ya tú lo presientes.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Murió?
ROBERTO                Más valiera: le he visto prender.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Y dónde se encuentra? ¿Qué es de él? ¿Qué le hicieron?
ROBERTO Lo ignoro: mas debe vivir en prisión. 230
Muy pocos conmigo salvarse pudieron...
BÁRBARA BLOMBERG ¿Y quieres muriendo doblar mi aflicción!
ROBERTO Pues vente conmigo.
BÁRBARA BLOMBERG                                    Mi padre, Roberto...
ROBERTO El Cielo conoce si lloro por él.
BÁRBARA BLOMBERG Yo quiero salvarlo, si acaso no es muerto. 235
ROBERTO ¿Y cómo?
BÁRBARA BLOMBERG                  Rogando; que el Rey no es cruel.
Perdón a mi padre dará generoso.
ROBERTO ¡Ingrata!, y olvidas en tanto mi afán.
BÁRBARA BLOMBERG No vete, y te juro por Dios poderoso,
 
(Ruido de pasos: el EMPERADOR y QUIJADA aparecen en la puerta del foro. ROBERTO se retira tranquilamente a un lado del proscenio.)
 
mañana... ya es tarde; Roberto, aquí están. 240
 
 
Escena IX
 
El EMPERADOR, QUIJADA, BÁRBARA y ROBERTO.
 
EMPERADOR D. CARLOS V (A QUIJADA en la puerta.)
Derrotado está el de Cleves,
Quijada, con sus parciales:
han de probar mi justicia,
pues burlaron mis piedades.
Las causas de los herejes 245
al Arzobispo se pasen;
las de los otros rebeldes
que hoy se vean, y hoy se fallen.
 

(El EMPERADOR se adelanta, QUIJADA permanece en la puerta como esperando sus últimas órdenes.)

 
(A BÁRBARA.)
Preparar podéis el arpa
para cantar...¡qué semblante! 250
(Reparando en ROBERTO.)
¿Qué tenéis?... ¿Y vos quién sois,
que entráis donde no entra nadie?
BÁRBARA BLOMBERG (Aterrada.)
Señor...
EMPERADOR D. CARLOS V               A vos no pregunto.
(A ROBERTO.)
Decid quién sois al instante.
ROBERTO Soy rebelde y luterano. 255
EMPERADOR D. CARLOS V ¡Y aquí venís a insultarme!
D. LUIS QUIJADA (Desde la puerta.)
¡Ola! ¡La guarda! Venid
Pesarale del alarde.
EMPERADOR D. CARLOS V (A QUIJADA.)
¡Por qué así llamar la guarda?
¿No basto yo a castigarle? 260
D. LUIS QUIJADA Mi obligación, gran señor...
(La guarda entra en la escena.)
EMPERADOR D. CARLOS V Era callar. Ya llevadle.
D. LUIS QUIJADA (A la guardia.)
Desarmad a ese rebelde
y en la torre se le guarde.
 
(La guardia rodea a ROBERTO que se deja desarmar impasible.)
 
BÁRBARA BLOMBERG (Saliendo tras de los que se llevan a ROBERTO.)
Señor, que es deudo de Blanca. 165
EMPERADOR D. CARLOS V (Cuando ya BÁRBARA se fue.)
Su nombre basta salvarle.
 
(El EMPERADOR echa a andar detrás de la guardia que ya ha salido de la escena.)
 
 
SEGUNDO CUADRO
 
Oratorio de la DUQUESA DOÑA BLANCA. Altar o mesa con crucifijo. Reclinatorio.
 
 
Escena I
 
BLANCA de rodillas en el reclinatorio.
 
DUQUESA DOÑA BLANCA En ti , Divino Señor,
que en esa cruz enclavado
como viste mi pecado
miras, también, mi dolor: 170
en ti espero, en ti confío;
si débil fui, me arrepiento,
borre el error de un momento
el acerbo llanto mío.
Perdona a una desdichada 175
débil mujer su delito,
pues ya el ánimo contrito
la ves a tus pies postrada. (Breve pausa.)
(Levántase y se sienta.)
Sí, Carlos, la vez postrera
esta noche me verás: 180
en vano me rogarás:
encontrárasme severa.
No seré pura, inocente,
como lo fui hasta aquel día,
en que por desdicha mía... 185
Pero seré penitente.
 
 
Escena II
 
BLANCA, BÁRBARA desencajada.
 
BÁRBARA BLOMBERG Blanca, Blanca, ruega a Dios
por tu cuñado y mi padre.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¡Virgen pura de Dios madre!
BÁRBARA BLOMBERG Hoy van a morir los dos. 190
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Qué dices, Bárbara mía!
¿Tu padre a morir? ¿Roberto...
BÁRBARA BLOMBERG Puedes llorarlo por muerto.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¡Mal haya mi suerte impía!
BÁRBARA BLOMBERG Mal haya, amén, tu flaqueza, 195
tu ciego, tu torpe amor.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Tú también de mi dolor
acrecientas la crudeza?
BÁRBARA BLOMBERG ¿De dolor me hablas a mí!
¡A mí, que vivo penando! 200
¡A mí, por dama pasando
del César sólo por ti!
Blanca, Blanca, me has perdido;
y a Roberto, y a mi bien,
tú le has perdido también: 205
por ti a la muerte ha venido.
DUQUESA DOÑA BLANCA (Con despecho.)
Yo he sido quien le llevó
a ser rebelde con Cleves.
BÁRBARA BLOMBERG (Indignada.)
¡Cómo! ¡A acusarle te atreves?
DUQUESA DOÑA BLANCA Tu saña me provocó. 210
BÁRBARA BLOMBERG Pues bien; por ti solamente
a palacio, Blanca, voy:
si a Roberto hallaron hoy...
DUQUESA DOÑA BLANCA ¡Hay hombre más imprudente!
BÁRBARA BLOMBERG ¿Prudencia a un enamorado, 215
y celoso pedir quieres?
Nuestro yerros de mujeres
a muerte le han condenado.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Vive aún?
BÁRBARA BLOMBERG                      Si no le han muerto
los celos que le devoran. 220
DUQUESA DOÑA BLANCA Si la sentencia demoran,
yo respondo de Roberto.
¿El César qué respondió?
BÁRBARA BLOMBERG Que esta noche se le aguarde.
DUQUESA DOÑA BLANCA Pues entonces...
BÁRBARA BLOMBERG                            Será tarde; 225
porque él mismo le prendió.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Pues tan presto...
BÁRBARA BLOMBERG                                Va a morir.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Al menos no le oirán?
BÁRBARA BLOMBERG Por demás le escucharán
si le dejaren decir. 230
El alma que allí se encierra,
tú, Blanca, no la conoces:
al César le dirá a voces
que quiere hacerle la guerra.
«Soy rebelde y luterano», 235
al preguntarle quien era
respondió...
DUQUESA DOÑA BLANCA                      De esa manera
no hay para él recurso humano.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Y así con estéril llanto
le abandonas a su suerte? 240
¿Así al mísero a la muerte...
DUQUESA DOÑA BLANCA ¡Pues qué he de hacer, Cielo Santo?
BÁRBARA BLOMBERG ¿Qué has de hacer? Ir y arrojarte
de tu Monarca a los pies;
y sin que segura estés 245
de allí no has de levantarte.
Decirle: te di mi honra,
con ella mi corazón,
pues hora dame un perdón,
en precio de mi deshonra. 250
DUQUESA DOÑA BLANCA Recuerda que soy casada;
y aunque está mi esposo ausente
no ha de faltar quien le cuente
una nueva desdichada.
Ir a palacio de día 255
es publicar mis amores;
darles peso a los rumores
que hay tal vez en contra mía.
Será imposible que venza
mi rubor de aquese modo: 260
pedírmelo puedes todo,
no que muera de vergüenza.
BÁRBARA BLOMBERG (Arrebatada.)
No te detuvo al ceder
a tu ciega impura llama:
¿hoy que una vida te clama 265
te puede así detener?
DUQUESA DOÑA BLANCA (Traspasada de dolor.)
Tú mi amiga y compañera;
tú tan querida de mí:
¡me tratas, Bárbara, así!,
¡me ultrajas de esa manera! 270
BÁRBARA BLOMBERG (Arrepentida.)
Yo, Blanca, no sé qué digo,
por padre y amante temo:
tal vez severa en extremo
me pude mostrar contigo.
Olvida ya mi furor, 275
te lo ruego aquí a tus pies:
por ti propia, Blanca, ves
a cuanto arrastra el amor.
DUQUESA DOÑA BLANCA (Abrazándola.)
Ves aquí, Bárbara mía,
ven aquí sobre mi seno: 280
en que Dios inmenso y bueno
ha de salvarnos confía.
BÁRBARA BLOMBERG Amiga, al César implora
y salvarasle la vida.
¿Qué negará a su querida, 285
si a sus pies la ve que llora?
DUQUESA DOÑA BLANCA Esta noche.
BÁRBARA BLOMBERG                       ¿Y si antes muere?
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Quieres que vaya a decir
mi flaqueza...
BÁRBARA BLOMBERG                        ¿Y escribir
sin que nadie lo supiere? 290
DUQUESA DOÑA BLANCA (Breve pausa.)
Escribe y yo firmaré,
por más que hacerlo me cueste:
en un momento como este
por todo atropellaré.
BÁRBARA BLOMBERG Aquí me espera un instante 295
en tanto que a escribir voy.
DUQUESA DOÑA BLANCA Temblando, Bárbara, estoy
por la suerte de tu amante.
 
 
Escena III
 
DUQUESA DOÑA BLANCA Desdichada la mujer
que, llegándose a olvidar 300
de lo que juró guardar,
traspasare su deber.
Humillada se ha de ver
por cuanto en torno tuviere,
por lo que ella más quisiere, 305
como a mí me sucedió.
La que de sí se olvidó
vivir en paz nunca espere.
 
 
Escena IV
 
BLANCA, ROBERTO.
 
ROBERTO Blanca, tus brazos me da.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Libre estás, hermano mío! 310
ROBERTO Cuando ya morir pensaba.
Milagro fue del destino.
DUQUESA DOÑA BLANCA Que ventura, mi Roberto:
gracias al Cielo benigno.
¿Mas qué tienes? ¿Qué te aqueja? 315
ROBERTO No sé, Blanca. El hado esquivo
con tal seña me persigue...
DUQUESA DOÑA BLANCA Hoy te ha salvado propicio.
ROBERTO Hasta en eso hay confusiones...
Mandarme a mí el César mismo 320
de su palacio a una torres,
de hierros cargarme y grillos;
y apenas paso allí un hora
abiertas las puertas miro...
¡Qué es esto, Blanca? ¿Qué es esto? 325
¿Quién ha obrado este prodigio?
DUQUESA DOÑA BLANCA (Aparte.)
¡Si llegará a sospechar...!
ROBERTO Respondes con un suspiro...
¿No te atreves a mirarme?
Pues ya el misterio adivino. 330
DUQUESA DOÑA BLANCA (Aterrada.)
Roberto, ten compasión...
ROBERTO ¿Y quién de mí la ha tenido?
¿Esa, Bárbara, por quien
tal vez yo sólo respiro?
DUQUESA DOÑA BLANCA (Aparte.)
¡Ah!, no sospecha de mí. 335
ROBERTO Ella en tanto que el destino
me aleja a mí de la Patria,
me convierte en un bandido,
olvidando mis amores,
que tiene un padre proscrito: 340
padre, amante y honra ofrece
al tirano en sacrificio.
DUQUESA DOÑA BLANCA Detén la lengua, Roberto.
¿Dónde vas con tu delirio?
Nunca, Bárbara, en verdad, 345
más que a ti solo ha querido.
ROBERTO Las voces de Ratisbona
no han llegado a tu retiro.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Bastan las voces del pueblo
para probar un delito? 350
Yo te afirmo su inocencia.
ROBERTO Si con mis ojos la he visto
en palacio...¿me dirás
que mis ojos me han mentido?
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Y no puede, di, a palacio 355
llevarla honesto motivo?
Tú sabes cuán dulcemente
canta Bárbara: un prodigio
es con el arpa; y el César,
que no sé quien se lo dijo, 360
quiso oírla y la llamó.
¿Fuera cuerdo resistirlo?
En esto soy la culpada,
que ella negársele quiso.
ROBERTO Blanca ¿es cierto?, ¿no me engañas? 365
DUQUESA DOÑA BLANCA De ello el Cielo me es testigo.
ROBERTO Te debo más que la vida.
DUQUESA DOÑA BLANCA Injusto con ella has sido.
 
 
Escena V
 
BLANCA, ROBERTO. BÁRBARA con un papel en la mano.
 
BÁRBARA BLOMBERG ¡Roberto! ¿No es ilusión?
ROBERTO No te engañas, prenda mía. 370
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Ves como bien presentía,
amiga, mi corazón?
ROBERTO Estás, Bárbara, llorosa,
desencajado el semblante.
DUQUESA DOÑA BLANCA Mil veces vio que a su amante 375
le daban muerte afrentosa.
ROBERTO Libre estoy: como no sé,
temer amada es en vano.
DUQUESA DOÑA BLANCA ¿Nada dices a mi hermano?
Mas, solos os dejaré. 380
BÁRBARA BLOMBERG ¿Por qué marcharte?
DUQUESA DOÑA BLANCA                                     Un tercero
entre amantes no está bien.
Un dulce perdón prevén,
amiga, a tu caballero. (Vase.)
 
 
Escena VI
 
BÁRBARA, ROBERTO.
 
ROBERTO ¿Qué es esto, señora mía? 385
¿Tan silenciosa conmigo?
Si es el desdén por castigo,
estáis por demás impía.
Culpada acaso os creí
por engañosa apariencia: 390
de mi estrella la influencia
acusad; pero no a mí.
En sí el delito la pena,
Bárbara hermosa, llevó:
más que vos padecí yo 395
imaginándoos ajena.
BÁRBARA BLOMBERG ¡Más que yo, cruel Roberto,
más que yo a quien vida y fama...
ROBERTO ¿Y de mis celos la llama
no me hubiera también muerto? 400
¡Oh!, deja ya los enojos,
muéstrame grato el semblante:
antes de partir tu amante
su gracia lea en tus ojos.
BÁRBARA BLOMBERG ¡Partir! ¿Y a dónde? ¿Por qué? 405
¿Tanto tiempo aquí has estado?
ROBERTO El César me ha desterrado.
A dónde voy no lo sé.
BÁRBARA BLOMBERG ¿A dónde? A nuevos combates;
a peligros, a morir: 410
yo no podré resistir
de mi suerte a los embates.
ROBERTO ¿Por qué te afliges, mi bien?
Tras de las horas de afán
serenos días vendrán 415
y de ventura también.
Si cesa tu ceño adusto,
si es mío tu corazón...
BÁRBARA BLOMBERG En dudar de mi pasión,
Roberto, ¿no eres injusto? 420
ROBERTO Pues en teniéndote a ti
y a mi buena y fiel espada,
no le pido al Cielo nada:
feliz soy, Bárbara, sí.
Mañana donde quisieres 425
nos iremos a ocultar,
si esta noche en el altar
unirte conmigo quieres.
En cualquier rincón del mundo
felices los dos seremos. 430
BÁRBARA BLOMBERG ¡Ay que ya no lo podemos!
Media un abismo profundo...
ROBERTO Y bien, yo quiero salvarlo.
¿Qué riesgo, qué inconveniente?
Dímelo tú solamente... 435
BÁRBARA BLOMBERG ¿Cómo puedes ignorarlo?
Soy católica, Roberto:
católica moriré;
y tú abjurando tu fe
a entrambos a dos has muerto. 440
ROBERTO ¿Qué importa esa diferencia?
Los dos a un Dios adoramos.
BÁRBARA BLOMBERG Pero sujetos estamos
a muy distinta influencia.
ROBERTO No, Bárbara; no lo digas: 445
tú eres mía, lo has de ser.
BÁRBARA BLOMBERG No lo consiente el deber.
En vano ya te fatigas.
No puedo dejar de amarte,
mas amo sin esperanza. 450
ROBERTO ¿Lo que padezco no alcanza,
mi Bárbara, a desarmarte?
Si el lazo que une a los dos
así rompes, despiadada,
¿a quién, mujer desdichada, 455
unirte podrás?
BÁRBARA BLOMBERG                          A Dios.
ROBERTO A Dios tu labio perjuro
hará un falso juramento:
que siempre en tu pensamiento
ha de estar, ten por seguro. 460
Querrás olvidarme en vano
aún después que fuere muerto,
la sombre de tu Roberto
vendrá a pedirte esa mano...
 

(Toma la mano de BÁRBARA en que ésta conserva arrugado y oculto el papel y pasa del amor a la desconfianza; después de haberlo leído, rabia concentrada.)

 
BÁRBARA BLOMBERG (Con angustia.)
Roberto, no me condenes. 465
ROBERTO Hipócrita despreciable,
fementida, miserable,
¿de mirarme valor tienes!
BÁRBARA BLOMBERG Inocente estoy.
ROBERTO                           Es cierto.
La prueba la tengo aquí. 470
(Vuelve a leer.)
...Y pide gracia por mí.
Más valiera haberme muerto.
BÁRBARA BLOMBERG ¿Está firmado el papel?
ROBERTO De tu mano escrito está.
BÁRBARA BLOMBERG No en mi nombre.
ROBERTO                                 Probará, 475
si la dejo, que me es fiel.
BÁRBARA BLOMBERG Por el divino Señor
que aquí nos está mirando...
ROBERTO Mujer, estás blasfemando,
no provoques mi furor. 480
BÁRBARA BLOMBERG Ese papel está escrito
de mi mano; pero no...
ROBERTO Pues dime quien lo dictó,
que saberlo necesito.
BÁRBARA BLOMBERG No me preguntes, te ruego. 485
ROBERTO No hay secretos para mí:
si tú no, Blanca...
BÁRBARA BLOMBERG (Después de vacilar un momento.)
                                Yo fui.
Culpada soy no lo niego.
ROBERTO Si la esposa de mi hermano
culpada fuera por suerte, 490
supiera darle la muerte
con aquesta propia mano.
BÁRBARA BLOMBERG No, que Blanca es inocente;
yo sola soy criminal.
ROBERTO (Sacando la daga y amenazándola.)
Quien lo hizo pague el mal. 495
BÁRBARA BLOMBERG (Amparándose en el altar.)
Tú me ampara, Dios clemente.
ROBERTO (Reportándose.)
En esa sangre traidora
no debo el hierro manchar.
Vivirás para penar,
te lo juro, engañadora. 500
 
FIN DEL ACTO PRIMERO

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