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1

La presencia de una naturaleza salvaje en la literatura barroca no excluye la de los jardines, tan característicos de ese momento entre barroco y neoclásico que suele denominarse rococó. Sobre este tema vid. el interesante estudio de Emilio Orozco Díaz, Ruinas y jardines (Su significado y valor en la temática del barroco), Escorial, 35, 341 y sigts.

 

2

Vid. el cit. art. de Orozco Díaz.

 

3

Sobre la adjetivación romántica, vid. Graves Baxter Roberts, The Epithet in Spanish Poetry of the Romantic Period. Iowa. 1936.

 

4

Sobre la adjetivación esproncediana, vid. la cit. obra de Graves Baxter, en la cual su autor señala cómo Espronceda busca los modelos de su adjetivación en la lírica española renacentista y barroca. Vid. asimismo, sobre la expresión literaria esproncediana el interesante estudio de Manuel García Blanco, Espronceda o el énfasis, en Escorial, 34, págs. 185 y sigts.

Moreno Villa, en su ed. de Espronceda, de Clás. Cast., hace también algunas observaciones interesantes sobre la adjetivación esproncediana. (Vid. págs. 30-31 del tomo I).

 

5

R. de Mesonero Romanos, Escenas matritenses. Cuarta edición, Madrid, 1845, págs. 532-533.

 

6

Vid. el cit. estudio de García Blanco, pág. 198.

 

7

Un signo barroco poseen también las narraciones románticas de Alarcón de tema polar. Como en el Persiles cervantino, en esos relatos -salvadas todas las distancias-, encendidas pasiones meridionales vuelven a vibrar -en violento contraste- sobre un desolado paisaje de hielos. Las razones que movieron a Cervantes a servirse de tal paisaje para su gran novela bizantina y las que en el XIX empujaron a Alarcón a lo mismo podrán ser todo lo distintas que se quieran -como distintas son, en valor e intención, las obras de ese tema de uno y otro-, pero lo cierto es que, a despecho de todo, la coincidencia resulta bastate significativa.

 

8

Vid. art. cit. de García Blanco, págs. 199-200.

 

9

Se refiere a endecasílabos simétricos del tipo del gongorino Guerra al calor y resistencia al día o del esproncediano Hojas al bosque, flores al jardín, entre otros.

 

10

Art. cit. págs. 200-201.