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ArribaAbajoHomenaje a doña Ofelia Kovacci. Presentación de la 22.ª edición del Diccionario de la Lengua Española29


ArribaAbajo Palabras de apertura

Pedro Luis Barcia



Academia Argentina de Letras

Señor Ministro de Cultura, Turismo y Deporte de la Nación

Señor Secretario de Comunicación de la Nación

Señor Director de la Real Academia Española

Señores representantes de Academias hispanoamericanas

Señores Presidentes de las Academias Nacionales

Señores Académicos de nuestra Corporación

Señores Embajadores

Autoridades civiles, políticas, eclesiásticas y militares

Señoras y señores:

Agradecemos la presencia de todos ustedes en este acto de honda significación, de muy particular manera quiero subrayar el gratísimo acompañamiento del Director de la Real Academia Española de la Lengua y Presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española don Víctor García de la Concha y de los señores académicos don Alfredo Matus Olivier, Director de la Academia Chilena de la Lengua, don Carlos Jones, Secretario de la Academia Nacional de Letras del Uruguay y don José Moreno de Alba, de la Academia Mexicana de la Lengua, que son, además de representantes de sus   —308→   propias Corporaciones, una tríada simbólica de la presencia de todas las academias hermanas en este acto. Los cuatro ilustres visitantes obran a la vez como embajadores de las distintas latitudes del país común de la lengua castellana.

Este acto fue adquiriendo, con el correr de los días y de los acontecimientos, una trascendencia creciente. Al comienzo, habíamos organizado, con la hospitalaria y siempre colaboradora editorial Espasa la presentación de la nueva edición del Diccionario de la lengua, en una suerte de lance al alimón. Cuando ocurrió la desgraciada desaparición de nuestra respetada y querida presidenta, doctora Ofelia Kovacci, el Cuerpo decidió incluir en este acto el merecido homenaje a quien supo presidimos con altura ética e intelectual. Al enterarse de la infausta nueva, con una presta decisión que lo honra y define, el Director de la Real Academia, quiso estar presente aquí y ahora, para rendir homenaje a la memoria de quien fuera nuestra predecesora. Al tiempo, los miembros de la Asociación de Academias, manifestaron su deseo en igual sentido y los tres académicos hispanoamericanos presentes, allegados cordial y amicalmente a la doctora Kovacci a lo largo de una labor compartida por años, se sumaron a este homenaje que además importa el reconocimiento del aporte de nuestra Academia Argentina de Letras a las diversas tareas de la Asociación de Academias.

A la vez, concluido el II Congreso Internacional de la Lengua Española, nuestro Presidente ofreció como sede la República Argentina para el III Congreso, ofrecimiento bien acogido por todos. Y se ha visto esta ocasión como la adecuada y oportuna para que nuestro gobierno adelante algunas de las proyecciones que está diseñando -y algunas realidades ya muy concretas- referidas a la organización de dicho Congreso.

Este acto nos congrega, con valor convocante como de campana y de fuego gratificante, en torno a cuatro realidades que se abren a lo simbólico general humano: la memoria de una vida proyectada y cumplida con estoicismo ejemplar, lección viva de trabajo y competencia aunados, en la figura de Ofelia Kovacci; el reconocimiento, siempre alentador para todos los integrantes de nuestra Casa, de la labor cumplida por nuestra pequeña comunidad académica, al menos, con aplicación   —309→   sostenida; un libro modelo, que se constituye en la concreción de un proyecto renovado que se abre a una siempre perfectible tarea de reelaboración y, finalmente, el lanzamiento de un proyecto abierto hacia el futuro con el desafío que ello supone a nuestro trabajo y a nuestra creatividad.

Agradezco, una vez más, en nombre de todos los miembros de nuestra Corporación, el acompañamiento cordial e intelectual y la presencia de los cuatro académicos que nos prestigian con su visita. El dolor es más llevadero y el gozo es más pleno si se dan en fraterna compañía. Gracias.