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ArribaAbajoPresentación de la Dra. Susana Martorell de Laconi en su incorporación a la Academia Argentina de Letras como Correspondiente por Salta

César Eduardo Quiroga Salcedo


En octubre de 2002, el Pleno de la Academia Argentina de Letras decidió designar Correspondiente por Salta a la Dra. Susana Martorell de Laconi. Celebro la decisión por certera. Es de particular relevancia su designación por cuanto la nueva Correspondiente cubrirá necesidades reales y urgentes, por un lado, y, por otro, aspiraciones del actual período que vive la hispanoamericanidad (si es que se puede desgranar aquí un neologismo que nos permita denominar nuestro ámbito de desarrollo cultural).

Día a día se hace más necesario atender a los múltiples requerimientos lingüísticos, en particular, gramaticales, que promueven los hablantes de nuestro país, a la enorme cantidad de dudas que la Academia debe salvar a un público heterogéneo y de todos los niveles. Cuantos pudiéramos acudir a mensurar estas exigencias seremos pocos para salvar las inseguridades que resultan de un debilitamiento de la escuela tradicional argentina. De aquella que, impulsada por mentes con propósitos claros y altruistas, pudo canalizar desde la educación, proyectos culturales de sólido nivel. Es preciso mencionar aquí los nombres de educadores y académicos, como Juan P. Ramos (tucumano), Berta Elena Vidal de Battini (puntana), Enrique Banchs, María Rosa Lida, Ofelia Kovacci (porteños), entre otros.

Compartimos la nostalgia con aquellos que rememoran la escuela argentina de los maestros Láinez, que enseñaron a leer y escribir -hoy diríamos, a expresarse oral y gráficamente-, a ejercitar la memoria con buenos versos, y que por esa senda abrieron el camino de escritores y poetas, pero, a la vez, de amantes de la lectura como actitud de vida y modo de acercarse a los que hacían punta en la cultura.

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El nutrido currículum de Martorell de Laconi pone de relieve su incansable amor por el conocimiento. Es licenciada en Letras y doctora por la Universidad Nacional de Tucumán. Tiene veintiséis libros editados y una tesis de filigrana, con certera cala crítica. Ha asistido a cincuenta y siete congresos con buenos y originales trabajos, como nos consta en muchos casos. Pero los currículum suelen ser como los nombres de las calles, muy complicados para quienes conocen la ciudad por primera vez, abstrusos cuando están en una lengua desconocida, y muy nítidos, y a veces innecesarios, para el nativo que domina su espacio como la palma de la mano.

El currículum científico de Susana Martorell es abundante, pero deseo destacar algunos aspectos que aquí nos parecen imprescindibles. La nueva Correspondiente es profesora secundaria y maestra bachiller, de donde emana su profunda vocación de educadora, su capacidad de organización, su pasión por los temas salteños, el conocimiento de sus realidades, el amor a sus poetas y escritores.

La nueva Correspondiente se destaca por su generosidad y por ejercitar la sabiduría de no despreciar las oportunidades que le ha dado la vida para realizar obras de peso, como fundar un colegio secundario y crear el Instituto de Investigaciones Dialectológicas Berta Elena Vidal de Battini, de frutos concretos, como lo son sus seminarios y publicaciones. Hemos compartido largos e imborrables viajes de estudio, congresos y diálogos edificantes de los que siempre he salido ganancioso con sus apreciaciones, deudor de sus puntos de vista y enriquecido con sus inquisiciones.

Llegado a este punto, casi me avergüenzo de venir de tan lejos nada menos que a presentar a una persona auténtica y estudiosa de valía. Pasa por mi mente un aspecto de aquel artificio de Unamuno, en Niebla, cuando, en 1914, su personaje reflexiona sobre los niveles de los que deben presentar a un creador. Víctor Goti considera que «la costumbre es que sean los escritores más conocidos los que hagan en los prólogos la presentación de aquellos otros que lo sean menos». De manera que, como poco conocido, debo presentar a la colega y amiga, crítica aventajada, lingüista consistente.

Martorell de Laconi ha dedicado sus mayores esfuerzos a los temas regionales. En el estudio de las características de la lengua oral de Salta, especialmente de los niveles cultos, no podemos obviar sus análisis sobre los aspectos y norma de este español mediterráneo.   —95→   Destacamos su intento de poner en perspectiva ingredientes del uso salteño, como es la expansión de los lunfardismos rioplatenses y la permanencia de los quichuismos presentes en un corte contemporáneo. Pero hablar de región no implica hablar de lo periférico y fronterizo, como se pretende desde un punto de mira centralista y cenacular. Bien lo dijo Aráoz Anzoátegui: «Si bien existen regiones, lo que tiende a llamarse regionalismo no hace sino limitar su proyección», y lo importante en la región es destacar lo que es general, clásico y definitivo.

Susana Martorell es persona dedicada a lo fundamental: a la crítica de autores y temas regionales, a escudriñar el habla de los salteños y a la educación, como los buenos maestros. Como los excelentes que tuvimos en nuestras universidades y en la Academia. Sus cuadernillos de estudio sobre Historia de la Lengua Española son permanentemente usados por nuestros alumnos en la Universidad Nacional de San Juan.

De manera que la Academia Argentina de Letras será nuevamente recompensada en este impulso federalista, como lo había sido con sus miembros Juan Carlos Dávalos, Carlos Ibarguren, Roberto García Pinto, Carlos Hugo Aparicio y Raúl Aráoz Anzoátegui.

Y la provincia de Salta hará llegar su voz a ámbitos culturales de excelencia, a través de su Correspondiente, íntimamente nutrida de sus raíces e historia. Muchas gracias.