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ArribaAbajoVI. Ruinas romanas en la Torre, lugar del partido de Ávila

Francisco González Rojas


Tengo el honor de participar á la Academia el descubrimiento de varias antigüedades romanas en el término del lugar de la Torre, distante cuatro leguas al Sudoeste de la ciudad de Ávila, su cabeza de partido, sobre el camino real que por el valle llamado de Amblés se dirige á Extremadura pasando por Piedrahita. En una dehesa que llevan en arrendamiento los vecinos de la Torre, propiedad del Sr. Marqués de Villaviciosa y que tiene el nombre de Soto de Herrero ó Herreros, hay varios sitios, en los cuales se han encontrado diversidad de objetos de origen indudablemente romano.

Estos sitios son conocidos en el país con la denominación de barranco de los Hoyos y de las Zorrillas, Negrillas, tierras de los Tejares, etc.; y en ellos el arado ha descubierto fragmentos de fina cerámica romana, paredes de sepultura, puesto que dentro del espacio cuadrado que cerraban han aparecido huesos humanos, monedas de cobre y plata, vasijas de barro saguntino, muelas de piedra, y una saeta cuyos colores azul y verde indican que es de cobre. Y además de todo esto y de varios fragmentos de finas vasijas adornadas con figuras polícromas, y que conjeturo que sean de loza ítalo-griega, se ha encontrado también un pedacito de barro saguntino que tenía dibujada un águila perfectamente hecha.

Una feliz casualidad hizo, hace pocos días, que vinieran á mis manos cuatro monedas encontradas en los sitios descritos, tres   —309→   de cobre del emperador Constantino y una de plata de Tiberio; las cuales pongo á disposición de la Academia por si se digna aceptarlas, no tanto por lo que valen en sí puesto que son sobrado comunes, cuanto por el dato que suministran para ulteriores exploraciones arqueológicas á que se presta aquella localidad, hasta ahora (que yo sepa) desconocida en el mapa de la España romana. Alentado con tan feliz encuentro, no titubeé en dirigirme acto seguido al ilustrado párroco del lugar, D. Braulio Marazuela, que hoy desempeña el mismo ministerio en Diego Álvaro; y él, que puede decirse que es el único que hasta ahora ha dado á aquellos lugares la importancia que merecen, me comunicó en atenta carta del 17 del corriente los datos arqueológicos que al principio de este breve informe he tenido el honor de exponer á la Academia.

Madrid, 29 de Setiembre de 1888.

FRANCISCO GONZÁLEZ ROJAS.



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