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Búsqueda y hallazgo de «Philesbián de Candaria»

Daniel Eisenberg



Cubierta






- I -

Hasta ahora, la primera y única noticia que los hispanistas hemos tenido del libro de caballerías Philesbián de Candaria, cuyo título se cita en el Quijote de Avellaneda, se hallaba en el «Catálogo razonado de libros de caballerías» que Pascual de Gayangos antepuso al primer tomo de su proyectada serie de libros de caballerías en la BAE1. En dicho catálogo Gayangos señalaba que un ejemplar del libro se hallaba en la biblioteca de Sir Thomas Phillipps, bibliófilo inglés, pero que estaba falto de varias hojas y del colofón, por lo cual se ignoraba el lugar de impresión. Probablemente no le pareció Philesbián lo suficientemente interesante para detenerse en su lectura, y no nos facilitó otros datos2. Desde entonces acá, en ninguna bibliografía se hallan otros informes3.

Hace cuatro años comencé a seguir la pista de este ejemplar. Resulta que sobre Phillipps, figura fundamental de la bibliofilia inglesa, hay una bibliografía bastante grande. Después de su fallecimiento, su biblioteca, que consistía principalmente de manuscritos, había ocasionado grandes problemas a sus herederos; no se quería que se dispersara, pero Phillipps no había dejado en su testamento fondos para su cuidado, lo cual imponía a su yerno la obligación lastimosa de cobrar por usarla. La preservación del fuego y del robo de unos tesoros únicos eran motivos de preocupación. La única solución era la venta, pero el tamaño de la colección impedía que se comprara por entero -Harvard se negaba- y se ha ido vendiendo poco a poco.

Los libros de caballerías de Phillipps no se vendieron hasta 19464. Ni Sotheby's, el librero, ni A. N. L. Munby, el que más ha estudiado la colección Phillipps, me podían facilitar el nombre del comprador de Philesbián. Pero en un registro de ventas de libros valiosos, Book Auction Records, en que algunas veces, cuando el comprador no se opone, se apunta el apellido, lo hallé: Girondo, y en una ocasión, por errata, Gironde. Este señor compró la mayoría de los libros de caballerías de Phillipps5, y pagó por Philesbián el precio de 250 libras, entonces una cantidad considerable. Pero este apellido tampoco me ayudaba en mi búsqueda: no hallé rastro de él en ningún registro de bibliófilos o de libreros, no le conocían ni Clara Penney, ni F. J. Norton, ni Munby... Por fin, desesperando, puse lo que había averiguado en una nota a un trabajo sobre libros de caballerías, pidiendo ayuda de quien lo leyese6.

Ilustración del Libro primero del «Philesbián de Candaria»

Al regalar una copia de este trabajo a mi colega en esta misma universidad, Juan Bautista Avalle-Arce, quien ha vivido muchos años en la Argentina, éste me avisó que se trataba de un argentino. Con tal indicio pude comprobar que se trataba del bibliófilo bonaerense Oliverio Girondo, fallecido, cuya biblioteca se mantenía íntegra en manos de su viuda, Norah, a quien escribí sin recibir contestación. Entonces, por consejo del mismo Avalle-Arce, escribí a Gerardo Fernández Zanotti, de la librería Fernández Blanco, quien se ofreció amablemente a actuar como intermediario, y encontró un fotógrafo amigo de la familia que estaba dispuesto a llevar su equipo a la casa y hacer la reproducción. Cuando pasaban varios meses sin llegar al microfilme solicitado escribí a Ana María Barrenechea, quien halló otro intermediario en Beatriz Nóbile, autora de una tesis doctoral sobre Girondo en la Universidad de La Plata7. Pero aunque la señora Norah Girondo, de bastante edad y de no muy buena salud, no tenía inconveniente en que se sacara el microfilme, tampoco se entusiasmaba por el proyecto, y se resistía a precisar la fecha para que el fotógrafo visitase la casa8.

Cuando parecía que sería, en fin, imposible la consulta del libro, casi simultáneamente Avalle-Arce y Zanotti me avisaron del descubrimiento de un segundo ejemplar. Este ejemplar se hallaba en un catálogo del librero neoyorquino H. P. Kraus, y procedía de una biblioteca alemana y anteriormente de la casa Fúcar. Este ejemplar, que estaba en perfectas condiciones, se ofrecía a la venta al precio de 4.500 dólares, suma que era imposible reunir. Aunque tampoco era posible hacer una copia de este ejemplar, el librero amablemente puso el libro a mi disposición en sus galerías de Nueva York, donde tomé las notas que son base de lo que sigue9.




- II -

Descripción bibliográfica:

[Florón] Libro primero del muy noble y eƒforça- | do cauallero don Phileƒbian de candaria: | hijo del noble rey dõ Felinis de vngria &10 de | la Reyna Floriƒena: el qual libro cuenta to- | das las hazañas y auenturas que acabo el | rey Felinis ƒu padre. : .M.D.xlij.

Encima un grabado; en primer plano un caballero con lanza venciendo a otro, que cae de su caballo. Una espada rota, escudo, y otras armas por el suelo. Al fondo, a la derecha, un caballero «taja una peña» y sale un monstruo. A la izquierda, un escudo con banderolas diversas. La portada, a dos tintas. Sello ilegible en la portada.

119 + 3 fols., con la tabla en dos de los folios sin numerar. Foliación: a-m8 o4. Folio gótico a dos columnas, menos el prólogo. 46 líneas por columna. Encuadernación en pergamino de la época.

Colofón (fol. 110v): Acaboƒe el primero libro del muy eƒforça|do e inuictiƒƒimo cauallero don Phileƒbian de Candaria | hijo del muy no|ble y eƒforçado cauallero don Felinis de vngria | y dela reyna Floriƒena| princeƒa de Macedonia. Que eneƒte primero libro ƒe cuentan las | grandes cauallerias que hizo el rey Felinis ƒu padre. Impreƒ- | ƒo enla muy noble villa de Medina del campo: en caƒa de | Pedro de castro impreƒƒor de libros. A coƒta de Juā pe|dro muƒƒeti mercader de libros. A.xxvij. dias del | mes de Julio. Año de. M.D.y.xlij.años.

Los folios303132333435363738394041
están numerados313233343536373839404142
424344454647484950etc.85868788899091
434445464749505152etc.878899100101102103
9293949596979899100101102103104105
104105106107108101111112102113114117118119




Notas literarias

En vez de dar un resumen detallado del libro, lo cual me sería imposible sin más tiempo para su lectura, transcribo más abajo, con ortografía parcialmente modernizada, la tabla, además del prólogo. El libro es anónimo, y no lleva dedicatoria. El estilo varía bastante; en los pasajes narrativos, el autor apenas consigue un estilo correcto, como se nota en el prólogo, pero el diálogo es vivo y tiene el aire de la conversación de la época. Resulta para el lector moderno menos pesado que otros libros caballerías en los que un estilo monótono se alterna con diálogos túrgidos.

Se ve que es uno de esos libros en los que el interés principal del autor se centra en la narración de combates. Como tal, pertenece, igual que Belianís de Grecia, al grupo más tradicional de los libros de caballerías11. El autor tenía una concepción bastante amplia de la obra que elaboraba, ya que no sólo Philesbián, el protagonista, apenas si aparece porque el autor tiene que narrar las hazañas de su padre, sino que al final del libro, se ofrece un sumario de lo que queda para el libro siguiente.

Acaso el aspecto más interesante, y que revela más la necesidad de un estudio detenido y serio, es el hecho de que Cervantes conociera esta obra. En el trabajo mencionado en la nota 6, supra, señalé (n. 4 de aquel trabajo) que ni Clemencín -ni Bowle, de quien copia tácitamente- podían identificar al Caballero del Grifo a quien alude Don Quijote, cuando discute la costumbre de los caballeros andantes de tomar nombres tales como el Caballero de la Triste Figura (I, 19). Ni Bowle ni Clemencín conocían a Philesbián. Sin embargo, el Caballero del Grifo es el nombre que toma Felinís, el padre de Philesbián, en el capítulo 29. Además, aparece en el libro un Caballero de los Leones (capítulo 41), aunque Clemencín, en su nota 26 a Don Quijote, II, 17, había señalado algunos Caballeros de los Leones en otros libros de caballerías.

En el primer capítulo del Quijote de Avellaneda se menciona a Philesbián, elogiándole por la calidad de sus combates. Se cita el libro con numerosos errores, no sólo equivocando el título («Florisbrán» y «Florisbián»), sino llamando a Armirán de Suecia, Almiral de Çuazia, a Bastrodas, Blastrodas, y a Zulbaya y Dayfalea, Zuldasa y Dalphadea. ¿Equivocaciones conscientes o inconscientes? Vuelve el autor a mencionar el libro en el tercer capítulo, llamándolo «no menos necio que impertinente». Posiblemente con una confrontación de las dos obras se hallarían otras alusiones.

PROLOGO EN EL LIBRO DEL MUY ESFORÇADO CAVALLERO DON PHILESBIAN DE CANDARIA, HIJO DEL REY FELINIS DE UNGRIA E DE LA REINA FLORISENA, EN LA PRIMERA PARTE DE SU HISTORIA.

La summa e gran magestad del poderoso Señor Dios nuestro, después de aver acabado hazer todas las cosas criadas a nuestra manera de entender por succession hasta el quinto dia, segun en el libro primero de la ley lo hallamos, al sexto dia crio y firmo al hombre. Tanto mas mayor quanto mas señor de lo que hecho avia le constituyo, e semejante a El fue hecho. E poniendo todas las cosas a su subjecion y obediencia, constituido en el paraiso terrestre, guarda del le hizo ser, haziendole otro menor mundo, pues todas las cosas en el participantes se hallan. Y como su libertad le dexasse, para mas poder merescer e le agradar, guardando su precepto, persuadido de la muger e su consentimiento, traspassando de alli, no con poco dolor y espanto, hechado fue con su compañera causadora de su destierro, donde varias y diversas casas conoscio en diversos tiempos y mudaciones, conosciendo ser la vida del hombre una guerreada e combatida peregrinacion de grandes males. Por donde, movido de compassion y verdadera piedad Aquel que de arriba nos visito nasciendo, le dio juizio, entendimiento y voluntad, para que a sus alternadas passiones, enojos, affliciones y continua guerra y contrariedad que en si hallava, aunque todo merescia e por si lo cobro, su vida mejor passasse, e para que en desesperacion no viniesse, y perpetuarse quasi el mundo pudiesse por su generacion. E assi, a unos puso en voluntad al labrar la tierra se afficionassen, otros a la caça sus afficiones pusiessen, unos a los ganados, otros a la musica, como aquel Tubal, inventor primero de la harpa y organo, e Tubalcaim, hazedor de qualquier obra y forma de hierro, figura y labor, e para las mugeres no menos exercicios, como Noemma, hermana deste, que obras de lana, de quien inventora fue, demostrando por esto ser necessario para nuestra via y camino passar de que la muerte a largas nos pone, y en nosotros mesmos hallando tanta diversidad, assi en lo corporal y espiritual como en nuestras disposiciones, salidos de los elementos, de que nuestra composicion primer origen tenia, e nos fuerçan aver de tener necessidad de uno y de otro, porque vivir por vida natural sin comer (dexando lo espiritual, y por virtud divina), notoria cosa es ser impossible, ni poder tanto en la vida contemplativa hazer curso que sin la activa del espíritu, sin los adminiculos del cuerpo passemos, no lo suffre nuestro creer puro hombre. E assi aquel gran sabio Salomon, esto considerando, dixo todas las cosas tener su tiempo, e por sus espacios passar alternando todas las cosas que debaxo del sol se obran y hallan. Y como a los religiosos y personas astraidos de la conversación mundana, se les den muchas y sanctas occupaciones en que esta vida passen, porque segun su estado, a aquello les deven, conforman, e a la arte militar e a los virtuosos cavalleros y personas seculares allegados a seguir la justicia y conservar la paz e tranquilidad de la república, y assi la universidad de la hermandad que de nuestra sanctissima fe se deve, e de otros que a ello, siendo mancebos, les anvela sus animos. Pues no es menos de loar su estado, y necessario, y obrando lo que son obligados que el otro, como el cuerpo, que para verdadera perfecion todos los miembros que le convienen ha de tener sanos y perfectos, y faltando alguno, seria detrimento. Paresciome, como creo a qualquiera que assi lo mirare parescera, que no menos para esta intencion devria ser loado, pues buena, cualquier libro que de tal manera tractasse que otros, no comparandolo a ninguna de la sancta doctrina (porque esto no es mi intencion dezir), mas aviendo de passar los hombres, como lo vemos, en ocio continuo, el qual uno de los males que mas mal trae y acarrea suele ser y es. E assi, no me hallando tan digno que algo de la sanctissima doctrina escrevir pudiesse, pues me bastava algo sentir della, esta obra trasladar o traduzir de griego en aleman, y de ay en nuestro español leng[u]aje e dezir quise, para que queriendo alguno ser no tan ocioso ni dexar de saber lo que por en la virtuosa obrar militar se alcança, allende de la perpetua vida, que por cierto, se tiene a quien bien la obra y en ella passa su vida aca sepa aver de recibir el fructo censsitivo y ciento doblado galardon del affan que se padesce. Y por enxemplo, deste famoso cavallero don Philesbian de Candaria y su padre, que de cavalleros andantes, el uno rey de Macedonia y Ungria, e el otro emperador de Alemaña alcançaron ser, procure cada uno usar la bondad, mesura y criança, deshaziendo los agravios e ayundando [sic] a los pobres, y castigando los sobervios. E si a alguno o algunos paresciere aver errado, pues ninguno ay perfecto en esta vida, ni yo conosco poder averlo, pues mi intencion es sana, sometiendome sub correotione sancte matris ecclesie e fidei catholice. Vale lector.

Capitulo primero. En el qual e cuenta el nascimiento del principe Felinis de Ungria, padre de don Philesbian de Candaria1
Cap. II. De como el principe Felinis de Ungria e la infanta Lecifa su cormana fueron llevados del reino de Ungria por una extraña aventura.4
Cap. III. Como Galameres de Baimes llevo las nuevas de la perdida de los principes al rey Corcindo su señor. E lo que despues avino.6
Cap. IV. Como el principe Felinis e la hermosa infanta Lecifa su cormana fueron llevados a la isla de Sapha, que de la sabia duquesa Almidana era, e de lo que ay vieron.9
Cap. V. Como la duquesa Almidana de Sapha mostro al principe Felinis e a la hermosa Lecifa la su sala Phileria, e les declaro quien [sic] eran los cavalleros que les traxeran, e la causa porque alli les hizo venir.10
Cap. VI. Como la duquesa Almidana de Sapha embio sus mensajeros por muchas partes para quien quiera que quisiesse aver cumplimiento de su desseo e lo alcançar, viniesse al castillo del grifo, al Passo de Aleda, a justar con dos cavalleros que le guardavan, e de las aventuras que ay vinieron.12
Cap. VII. Como Perindeo de la Roca se combatio con Castelmambra de Corintho y sus cormanos e lo que ay avino. 14
Cap. VIII. Como la donzella de Macedonia hallo por medio de Alniba al jayan Poderon del Valle Escuro, e le prometio hazer cumplir su demanda contra los cavalleros del Passo de Aleda.15
Cap. IX. Como el jayan Poderon del Valle Escuro se combatio con los dos cormanos que aguardavan el Passo de Aleda cabe el castillo del grifo, e de lo que ay acaescio.17
Cap. X. Como la duquesa Almidana de Sapha se fue con todos aquellos cavalleros e infantes e compaña que al Passo de Aleda fueran al su castillo del lago, e de la batalla que ovo el jayan Poderon del Valle Escuro con Licedo principe de Panonia, e de las aventuras que ay despues acaescieron.19
Cap. XI. Como la duquesa Almidana dio el cumplimiento de sus desseos a todos los cavalleros y donzellas que al su castillo del lago fueron, e de los desposorios que ay ovo.22
Cap. XII. Como el principe Armiran de Suecia y Perindeo de la Roca se partieron para Suecia con todas las donzellas extrañas que ay eran, e de lo que en el camino les acaescio.24
Cap. XIII. De la extraña aventura que al jayan Maleorte de Bradança le avino con las dos infantas, e como fueron libradas por el jayan Poderon del Valle Escuro de la prision en que eran.26
Cap. XIV. De la batalla que el jayan Poderon ovo con Odorpo de la Delfa e Eliber de Bradança, e como llevo las infantas a Sapha.27
Cap. XV. Como Armiran de Suecia e Pernideo [sic] de la Roca fueron encantados en el castillo de la assa feroz por las dos magas Zulbaya y Dayfalea moras, e de lo que en el vieron.29
Cap. XVI. Como los jayanes Maleorte de Bradança e Bramafeo el fuerte se juntaron con el rey Hermior de Panonia para ir encontra de los que fueron en la muerte del principe Licedo de Panonia su hijo, e lo que desto avino.32
Cap. XVII. Como el principe Felinis de Ungria e el jayan Poderon del Valle Escuro e Polibio se partieron de Sapha para Macedonia, e como vieron a la muy hermosa princesa de aquel reino Florisena, e lo que de su vista se causo.34
Cap. XVIII. Como la princesa Florisena de Macedonia conto a Leonisa de Frigia el sueño de admiracion que soñara, e como fue admiracion que soñara [sic], que como fue armado cavallero el principe Felinis ante ella, dandole ella de su mano el espada.36
Cap. XIX. De las aventuras que al principe Felinis le avinieron llamandose el Cavallero de los Coraçones, despues que fue armado cavallero ante la muy hermosa princesa de Macedonia.38
Cap. XX. Como el Cavallero de los Coraçones e el jayan Poderon e Belescindo el hermoso fueron al reino de Suecia, e de las aventuras que ay les acaescieron.40
Cap. XXI. De las victorias que el principe Felinis, que el Cavallero de los Coraçones era, con sus compañeros Poderon e Belescindo contra la gente de los jayanes [tuvo], e como ovieron en su compañia al esforçado Dorian de las Quiebras.42
Cap. XXII. Felinis, que el Cavallero de los Coraçones [era], y su compaña se vieron con el marques Origel de la Roca, e de lo que determinaron hazer encontra de la gente de los jayanes e del rey Hermior de Panonia.44
Cap. XXIII. Como los jayanes hablaron con el rey Hermior sobre el desafio que se hiziesse contra el Cavallero de los Coraçones, e como fue otorgada la batalla por el y cinco cavalleros encontra de los jayanes e iiii. cavalleros de su linaje.45
Cap. XXIV. De la batalla que el principe Felinis de Ungria e sus cinco compañeros ovieron con el rey Hermior e los jayanes e lo que en ella acaescio.47
Cap. XXV. Como el rey Hermior de Panonia cumplio lo que prometiera antes de la batalla hazer, e se fue a su reino, e de lo que el principe Felinis hizo con aquellos cavalleros que con el fueran en la batalla.49
Cap. XXVI. Como el Cavallero de los Coraçones se partio para la corte de la reina Sibalunda de Suecia, e de lo que ay acaescio. 50
Cap. XXVII. Como la infanta Dolobela de Suecia hablo al Cavallero de los Coraçones e la reina su madre, e le pidio un don, el qual le otorgo.51
Cap. XXVIII. Como el principe Felinis de Ungria se partio del reino de Suecia en busca de Armiran de Suecia e Perindeo de la Roca, que encantados eran.53
Cap. XXIX. Como el principe Felinis de Ungria, que el Cavallero del Grifo se llamo, e Melianes de la Selva se encontraron con los dos cavalleros de las flores provados en el castillo de la assa feroz, e se apartaron de en uno por una aventura.55
Cap. XXX. Como el principe Felinis de Ungria, que el Cavallero del Grifo se llamava, se partio de los dos cormanos a desencantar a Armiaan [sic] e Perindeo, e de la batalla e aventura que ovo con el Cavallero de las Dos Hermanas.57
Cap. XXXI. Como el principe Felinis saco del encantamiento [en] que eran Armiran de Suecia e Perindeo de la Roca los dos cormanos, e los llevo al castillo del grifo, al ducado de Sapha.59
Cap. XXXII. Como el principe Felinis se combacio con el cavallero negro e se conoscieron e se fueron todos juntos todos a Sapha.61
Cap. XXXIII. De lo que las magas Zulbaya y Dayphalea hizieron despues que supieron ser desencantados Armiran [y] Perindeo por el principe Felines.64



(Este capítulo contiene el único poema que noté en mi rápida examinación del libro, un epitafio:


Tu que buscas la aventura
contempla y mira mi suerte
que amor y hermosura
me causaron esta muerte
yazer nesta sepultura.)



Cap. XXXIV. Como Ariel de la Roca e Galerindos de Argoya ovieron batalla con Atroin de la Rierta e Bastrodas de la Torre, e lo que despues acontescio.64
Cap. XXXV. De las aventuras que a los dos cormanos con sus donzellas les avinieron yendo a Sapha. E como Carinda fue libre del cavallero que en prision llevar[la] queria por otro cavallero que hallo en la floresta, que de su señora la reina Sireda era, e lo que sobre esto avino.61
Cap. XXXVI. Como Ariel de la Roca e Galerindos de Argoya e Balmar de Ungria fueron presos por Limparo de la Sierra e Landayo de Norla en el castillo de la glaça. E de lo que el principe Felines hablo con Astileo de Candaria, yendose Armiran e Perindeo con sus dueñas en Suecia.67
Cap. XXXVII. Como el principe Felinis se partio del castillo de las quiebras para ir en Macedonia en busca de Artilio de Brigel su amo, e de las aventuras que le acaescieron.69
Cap. XXXVIII. Como el principe Felinis saco de la prision en que estavan Garnestes de Dilcidia e Polibio e Eliber, e determino ir al castillo de la glaça, de donde saco a Galerindos e Ariel, e hallo los que tanto desseava.71
Cap. XXXIX. Como el principe Felinis de Ungria se combatio con Limparo de la Sierra e sus cavalleros, e saco de prision a todos los que ay en prision eran, aviendo gran plazer con Artilio de Brigel su amo, e los que ay estavan.72
Cap. XL. Como el principe Felinis, por le aver suelto el don que le pediera Limparo de la Sierra, le dexo encantado en la prision con sus cavalleros que tuviera a Artilio de Brigel, su amo, e lo que despues acaescio. 75
Cap. XLI. Como el Cavallero del Grifo se fue con la donzella Gramayda de Macedonia a servir a su señora la muy hermosa princesa Florisena, e de la batalla que ovo en el camino con el Cavallero de los Leones, e quien era.77
Cap. XLII. Como el principe Felinis de Ungria e don Floridior de Dalmacia se fueron encontra do a Sariastris, rey de Armenia, era. E de la aventura que les acaesció en aquel camino.80
Cap. XLIII. De la batalla que el principe Felinis e don Floridior hizieron con Membrun de Arcadia e el rey Sariastris su cormano, e despues desto lo que les avino.80
Cap. XLIV. Como el principe Felinis e don Floridior fueron a hablar a la muy hermosa princesa Florisena e Leonisa de Frigia su cormana, por medio de Furiel de la Gruta, al qual despues armo cavallero.82
Cap. XLV. Como don Felinis e don Floridior se fueron a la hueste del rey Sariastris de Armenia e la desbarataron, e se vinieron a la ciudad de Atria, donde sus amadas señoras eran.85
Cap. LXVI [sic]. Como estando el principe Felinis e don Floridior en la corte de la reina Aliastra, se supo claramente quien eran, e se trataron los casamientos con ellos e la hermosa princesa Florisena e Leonisa, e de la aventura que a Felinis ay avino.37
[i.e., 87]
Cap. LXVI [sic]. De como la duquesa Almidana de Sapha entro en los palacios de la reina Aliastra de Macedonia, e de las cosas que ay hizo de concierto para en la gran ciudad suya de Arialia, e de lo que ay hablo sobre el nascimiento del noble cavallero don Philesbian de Candaria, hijo del principe Felinis e de la princesa Florisena.99
Cap. XLVIII. Como Madanida de Çindara encontro al bravo jayan Telagro de Oricia, e desbarato sus cavalleros que con ella ivan, queriendola llevar. E de la aventura que a ella y despues al principe don Philesbian de Candaria le acaescio llevandolo a criar a Çindara, e como Madanida, andando por la espesura de la floresta, la ventura la guio a la casa deleitosa del buen cavallero viejo Fulcrano.101
Cap. XLIX. De lo que Astileo de Candaria hizo con su amada la infanta Dolobela en Suecia. E de la aventura que le acaescio al principe don Felinis viniendo con la hermosa princesa Florisena su esposa e compaña a Sapha.106
Cap. L. Como el cavallero novel se combatio con el principe don Felinis de Ungria, el qual el cavallero Argifo llamarse quiso. Como fueron apartados por la señora de las altas cumbres, e despues se conoscio con Astileo de Candaria.106
Cap. LI. Como el cavallero Argifo fizo saber quien era, e de los principes y grandes señores que a las fiestas de Sapha vinieron, e las condiciones que pusieron se avian de guardar en los torneos fuessen.118
Cap. LII. Como don Feliciniso de Sama e Astileo de Candaria determinaron de ir a las fiestas de Sapha ascondidos. E de la aventura que les acaescio en el camino con el Cavallero de las Coronas, e se fueron juntos.101
Cap. LIII. Como entraron en el torneo los cavalleros que para el primero dia estava ordenado entrassen. E lo que hizieron los tres cavalleros compañeros, que los de las Rosas llamamos. E de las joyas que alli se dieron.103
Cap. LIV. De lo que se hizo en el segundo e tercero torneos, e de las joyas que ay se ganaron, con la aventura que en las fiestas acaescio a la noble reina Aliastra de Macedonia. 113
Cap. LV. Como la duquesa Almidana hablo muchas cosas que avian de venir, e algunas que se vieron. E consolo a la reina Florisena sobre la perdida de su madre. E de la partida de Sapha de todos aquellos grandes señores para sus tierras.115







 
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