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Cada cual con su razón

Comedia en tres actos y en verso

José Zorrilla



Aprobada para su representación por la Junta de Censura de los Teatros del Reino, en 14 de julio de 1849

PERSONAJES
 
ACTORES
 
EL REY DON FELIPE IV. DON JOSÉ GARCÍA LUNA.
EL MARQUÉS DE VÉLEZ. DON PEDRO LÓPEZ.
DON PEDRO. DON JUAN LOMBÍA.
DOÑA ELVIRA. DOÑA BÁRBARA LAMADRID.
INÉS. DOÑA JERÓNIMA LLORENTE.
EL CONDE DON GUILLÉN. DON N. LUMBRERAS.
UN ALCALDE DE CORTE.
Ronda.
Soldados.
 

La escena en Madrid. El acto primero en el jardín de DOÑA ELVIRA; el segundo y tercero en la antesala de su habitación. La acción empieza el 21 de septiembre de1..., á las once de la noche, y concluye al día siguiente á la misma hora.

 




ArribaAbajoActo I

 

Noche, y jardín de DOÑA ELVIRA. Á un lado un asiento de piedra. En el fondo la casa de DOÑA ELVIRA con rejas y balcones, y más á la derecha una puertecilla que da del jardín á la calle.

 

Escena I

 

DOÑA ELVIRA y DON PEDRO.

 
DON PEDRO
    Decidme al menos su nombre.
DOÑA ELVIRA
No le debéis conocer.
DON PEDRO
Y eso, ¿no es darme á entender
que amáis, Elvira, á ese hombre?
DOÑA ELVIRA
Ya dije que es un secreto. 5
DON PEDRO
Mas si el secreto no sé,
¿cómo de él me fiaré?
DOÑA ELVIRA
Por mi palabra sujeto.
Yo os amo, don Pedro, á vos;
mas creedme, y no os asombre, 10
os juro á Dios que de ese hombre
necesitamos los dos.
DON PEDRO
No lo comprendo, señora;
quién soy yo, dónde he nacido,
quiénes mis padres han sido, 15
estoy ignorando ahora.
Vivo desde que nací
acaso á merced ajena,
sin que pudiera mi pena
llegar á costumbre en mí. 20
Siempre (¡inocente quizás!),
tan negro destino lloro,
mas cuando sé que os adoro
no necesito yo más.
DOÑA ELVIRA
Don Pedro, sin freno vais 25
buscando mi perdición.
DON PEDRO
Me haréis perder la razón.
DOÑA ELVIRA
Nada de ese hombre temáis.
DON PEDRO
¿Que nada tema decís
de un hombre que os enamora, 30
cuando estoy viendo, señora,
que favores le admitís?
DOÑA ELVIRA
¡Hay, don Pedro, tal afán!
Pues ¿yo misma no os lo digo?
Puede ese hombre ser mi amigo; 35
pero nunca mi galán.
DON PEDRO
Y ¿cómo creeros puedo
si sé que os habla de amor?
No dudo de vuestro honor,
mas tengo á su audacia miedo. 40
Cuando os contemplo con él,
Elvira, en conversación,
me rebosa el corazón
en lugar de sangre, hiel.
Vos me lo habéis suplicado 45
ante mí puesta de hinojos,
y aunque es para darme enojos,
con causa os habréis hallado.
Pues tan liviana no os creo
que para mentir mejor 50
hicierais mi propio amor
segundo con tal devaneo.
Obedezco, lloro, y callo
sentencias de vuestra boca,
porque al fin sólo le toca 55
obedecer al vasallo.
Mas en causa tan sagrada,
aun isiendo mi propio hermano,
echara menos la mano
el gavilán de mi espada. 60
DOÑA ELVIRA
Por medio, don Pedro, estoy
en tan espinoso asunto,
y os ruego que en él, ni un punto
os olvidéis de quién soy.
DON PEDRO
Eso solo me contiene, 65
y si es fuerza que os lo diga,
eso tan sólo me obliga
á respetar al que viene.
Que os juro que de otro modo,
si en mi razón me fiara, 70
en la calle le esperara
atropellando por todo.
DOÑA ELVIRA
Bien; pues os vuelvo á advertir
que en paz á ese hombre dejéis,
y no más me preguntéis, 75
que no os puedo más decir.
DON PEDRO
No más os preguntaré
pues tal es vuestra sentencia,
mas si podrá mi paciencia
tener á raya, no sé. 80
DOÑA ELVIRA
Cómo la tenéis mirad,
que porque me importa mucho,
al preveníroslo lucho
con mi propia voluntad.
Mandároslo no quisiera, 85
mas á faltarme él ó vos,
don Pedro, de entre los dos
yo no sé á cuál eligiera.
DON PEDRO
¡Loco me habéis de volver!
¡No es, decís, vuestro galán, 90
y evitáis con tanto afán
cuanto le puede ofender!
Que me adoráis me decís,
y á vuestro amor siendo fiel,
comparándome con él, 95
que dudáis me prevenís.
Decidme si podéis, pues,
¿es vuestro padre, señora?
DOÑA ELVIRA
No, por cierto.
DON PEDRO
¿Es en mal hora
hermano?
DOÑA ELVIRA
No.
DON PEDRO
Pues ¿quién es?
100
¿Debéisle tantos favores,
vida, hacienda, honor quizás?...
DOÑA ELVIRA
No le debo á ese hombre más
que penas y sinsabores.
DON PEDRO
¿Y le amáis?
DOÑA ELVIRA
No, le respeto.
105
DON PEDRO
¿Y el respeto solamente
puede en vos...
DOÑA ELVIRA
Andad prudente,
que tocáis en mi secreto.
DON PEDRO
¡Oh! Por cuanto sois y amáis,
fiad el secreto en mí, 110
que al depositarlo aquí,
en un pozo lo enterráis.
DOÑA ELVIRA
Díjeos, don Pedro, que no.
DON PEDRO
¡Morir de celos me haréis!
DOÑA ELVIRA
De celos no os acordéis 115
mientras os los guarde yo.
DON PEDRO
Mas ved que es duro castigo
para un amante, señora,
ser, por secretos que ignora,
de ajenas dichas testigo. 120
Pensad lo cruel del tormento
de esperar puesto en un potro,
sabiendo que tiene otro
entrada en vuestro aposento.
DOÑA ELVIRA
¿En mi aposento? Eso no; 125
reparad que jardín es.
DON PEDRO
Para estar á vuestros pies
por igual lo tengo yo.
Y aun es peor, en verdad,
que un techo de roble ó piedra, 130
un banco de verde hiedra
y un techo de obscuridad.
DOÑA ELVIRA
Callad ya, que me ofendéis;
pues ¿con sospecha tan ruin
á solas en mi jardín, 135
que estáis conmigo no veis?
Y si soy quien soy con vos,
con quien á casarme voy,
¿dejaré de ser quien soy
con quien odiamos los dos? 140
Don Pedro, pensadlo bien,
y no así, de celos loco,
tengáis á una dama en poco
sin razón y sin por quién.
DON PEDRO
¿Sin por quién? Pues ¿y ese hombre 145
a quien vais á recibir?
DOÑA ELVIRA
Necio andáis en insistir,
que nunca os dirá su nombre.
Y escuchadme en conclusión,
don Pedro, porque á fe mía 150
que es ya larga esta porfía
tenga ó no tenga razón.
Yo os amo. ¿Qué más queréis?
No hubo jamás hombre alguno
que no me fuera importuno 155
desque vos me conocéis.
Si cansado de mi amor
me dejarais inconstante,
no fuera un claustro bastante
para enterrar mi dolor. 160
Por ello en el alma herida,
olvidando al mismo cielo,
osara en mi desconsuelo
atentar contra mi vida.
Mas es, don Pedro, preciso 165
que á ese hombre reciba aquí,
y ha de ser, don Pedro, así
aunque importe el Paraíso.
Mirad si causa tendré
cuando así ante vos me humillo. 170
DON PEDRO
Asombrado estoy de oillo,
y aun no lo comprendo, á fe.
¿Que murierais me decís
si yo os dejara de amar;
eso debéis esperar, 175
y sin embargo, insistís?
DOÑA ELVIRA
Eso esperar no debía;
mas ya que desde hoy lo espero,
espero en Dios, caballero,
que os arrepintáis un día. 180
DON PEDRO
¡Mas lloráis!... Decidme al fin
el secreto, y concluyamos.
DOÑA ELVIRA
Mirad, don Pedro, que estamos
á solas en el jardín.
DON PEDRO
¡Oh, tanto dudar me ofende! 185
¿No puedo ayudaros yo
en ese secreto?
DOÑA ELVIRA
No,
que si se aclara se vende.
DON PEDRO
¡Señora!
DOÑA ELVIRA
Que desconfío
de vos nunca imaginéis; 190
quien le venda no seréis,
seré yo, porque no es mío.
DON PEDRO
Una palabra no más,
y perdonádmela, Elvira:
¿desconfianza os inspira 195
mi nacimiento quizás?
DOÑA ELVIRA
Don Pedro, yo en vos no amé
la cuna en que habéis nacido;
hidalgo os he conocido,
siempre hidalgo os amaré. 200
Cuando en mi antigua aflicción
me hallasteis, de amor ajena,
vos consolabais mi pena
sin preguntar la razón.
Nada vos sabéis de mí, 205
ni de vos nada sé yo;
puesto que no nos pesó,
sigamos, don Pedro, así
y retiraos.
DON PEDRO
Adiós,
señora, y ved lo que hacéis. 210
DOÑA ELVIRA
Lo que he resuelto sabéis.
DON PEDRO
Dios os guarde.
DOÑA ELVIRA
Va con vos.
Inés, á don Pedro guía
y cierra luego el portal.
(Secreto triste y fatal 215
que me pone en la agonía.)
 

(Siéntase en el banco ocultando el rostro con sus manos con profunda agitación, mientras en el lado opuesto pasa aparte la segunda escena.)

 


Escena II

 

DOÑA ELVIRA. DON PEDRO. Después INÉS.

 
DON PEDRO
    ¡Tan rara contradicción
no es posible comprender!
Razón deberá tener,
y muy grande, en mi opinión. 220
Mas yo sabré la razón
antes de salir de aquí,
y ambos cumplimos así,
pues tengo que en tal aprieto
no vende Elvira un secreto 225
que sólo yo sorprendí.
INÉS

 (Con luz.) 

Cuando gustéis.
DON PEDRO
Bien está.
(El osado siempre acierta.)

 (Á INÉS aparte, tomándola por la mano.)  

Oye, en llegando á la puerta
con brío un portazo da. 230
Despídeme en voz tan alta
que se oiga aquí.
INÉS
¿Para qué?
DON PEDRO
De esta casa no saldré.
INÉS
¿Eso más?
DON PEDRO
Aun hago falta.
INÉS
Es imposible, por Dios. 235
DON PEDRO

 (Mostrando la daga, llevándola aparte.) 

Dos recompensas, Inés,
de oro y hierro; elige, pues,
la que quieras de las dos.
INÉS
Más...
DON PEDRO
¡Silencio!
INÉS
Luego...
DON PEDRO
Elige.
Si salgo, volveré á entrar. 240
INÉS
Pues mirad que, á mi pesar,
la necesidad lo exige.
DON PEDRO
No temas: desde esa reja
quiero escuchar solamente.
INÉS
¿No más?
DON PEDRO
No.
INÉS
¿Seréis prudente?
245
DON PEDRO
Mi razón me lo aconseja.
INÉS
Pues vamos.
DON PEDRO
Salgamos, pues,
que es á mi impaciencia tarde.
 

(Vanse.)

 
INÉS

 (Dentro y alto.) 

Buenas noches. Dios os guarde.
DON PEDRO

 (Dentro y alto.) 

Buenas las tengas, Inés. 250
 

(Óyese un portazo.)

 


Escena III

 

Vuelve INÉS al jardín, y al mismo, tiempo asoma DON PEDRO por la ventana del fondo.

 
INÉS

 (Aparte.) 

    (Grande empeño acometí;
con bien me saquen los cielos.)
DON PEDRO

 (En la reja.) 

(De mi honor y de mis celos
pongo la atalaya aquí.)
DOÑA ELVIRA
¿Le seguiste?
INÉS
Sí, señora.
255
DOÑA ELVIRA
¿Le conociste?
INÉS
No sé.
Mas lo que he visto diré,
que más no puedo.
DOÑA ELVIRA
En buen hora.
INÉS
Ya de Santiago á la puerta
os aguardaba, á mi ver, 260
con el otro.
DOÑA ELVIRA
Puede ser.
INÉS
Siempre la cara encubierta.
Paréme como esperando,
vióme, miréle, miró,
y al punto me conoció, 265
Mas siguió disimulando.
Vínose á poco hacia mí,
gané la vuelta á una esquina,
y él porfiado, y yo ladina,
rogó, negué, dió y cedí. 270
Díjele que en vuestra casa
yo no estoy, pero que en ella
tengo amiga la doncella,
quien me cuenta lo que pasa.
Que atropellando por todo, 275
si aquí esta noche venía,
que os hablara dispondría,
tomando á mi cuenta el modo.
DOÑA ELVIRA
Y ¿le esperas?
INÉS
Sí, en verdad.
DON PEDRO

 (En la reja.) 

(¿Á qué ya aguardar el resto? 280
¡Voto á Dios, que más es esto
que inconstancia, liviandad!)
DOÑA ELVIRA
Y ¿estás segura que es él?
INÉS
Gran respeto le mostraba
su compañero, y llevaba 285
lacayo, paje y doncel.
¡Oh! Rico y gallardo mozo
es á fe, que se le vía
una cruz de pedrería
por debajo del embozo. 290
DOÑA ELVIRA

 (Aparte.) 

(¡El paje..., el doncel..., la cruz!...
Leales son mis recelos;
prestadme esta noche, cielos,
tiento al labio, al alma luz.)
¿Dístele la llave, Inés? 295
INÉS
Sí, señora.
DOÑA ELVIRA
Y ¿no vendrá
solo?
INÉS
A fe que tal no hará
si es hidalgo.
DOÑA ELVIRA
Vete, pues.
INÉS

 (Aparte y marchándose.) 

(Al miedo en esta ocasión
debe el tener un testigo.) 300
DON PEDRO

 (Aparte.) 

(Lo que no oí como amigo,
oiré como ladrón.)


Escena IV

 

DON PEDRO, en la reja. DOÑA ELVIRA, en el jardín.

 
DOÑA ELVIRA
    Mi don Pedro, perdón si misteriosa
dando á un santo deber rostro liviano,
amiga infiel y amante mentirosa, 305
tu limpio amor al parecer profano.
Si ora verme pudieras y escucharme,
¡oh! con harta razón me detestaras;
mas cuanta más hallaras para odiarme,
mayor razón para quererme hallaras. 310
Tú me creyeras á tu amor perjura,
y nunca en tu cariño más constante,
en las tinieblas de la noche obscura
cuanto muestro liviana, guardo amante.
No lo alcanzas, lo sé; mas siempre ignora 315
este secreto que mi honor no infama,
siempre mi firme corazón te adora,
segura amante ó sospechosa dama.
DON PEDRO

 (En la reja.) 

¿A qué para venderme, misteriosa,
dar á esotra pasión rostro liviano? 320
¿Por qué si no me amas, mentirosa,
tu amor me velas á mi amor profano?
¡Oh, si pudieras verme y escucharme,
cómo mi atrevimiento detestaras!
¡Mas si razón tenías para odiarme, 325
medio mejor de despedirme hallaras!
No así liviana y á tu amor perjura,
acudiendo á misterios de constante,
en el isilencio de la noche obscura
vendieras al galán con el amante. 330
¡Ése el secreto fué, que ya no ignora
mi alma ofendida y que tu honor infama!
Perdióte al fin mi amor pero aun te adora
segura amante ó sospechosa dama.
DOÑA ELVIRA
Siento pasos.
DON PEDRO
Sin duda de esa puerta
335
dióle las llaves.
DOÑA ELVIRA
¡Ayudadme, cielos,
que mi inocencia veis!
DON PEDRO
¡Celos, alerta,
que pues sueños no son, ya no sois celos!


Escena V

 

DON PEDRO, en la reja; DOÑA ELVIRA, en el jardín; El REY y el CONDE DON GUILLÉN, por la puertecilla del fondo. El REY se adelanta, y el CONDE queda guardándole la espalda casi en el centro del teatro.

 
REY

 (Á DON GUILLÉN.) 

    ¿Es aquí?
DON GUILLÉN

 (Al REY.) 

Sin duda alguna.
REY

 (Á DON GUILLÉN.) 

Llamaremos.
DOÑA ELVIRA

 (Aparte.) 

Ellos son.
340
REY

 (Á DON GUILLÉN.) 

Tantas venturas adunas,
que aun no creo en mi fortuna.
DON PEDRO

 (Aparte.) 

Dios me alumbre la razón.
DOÑA ELVIRA

 (Al REY.) 

¿Quién va allá?
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

¿Sois vos, señora?
DOÑA ELVIRA
Y el de Santiago, ¿sois vos? 345
REY
¿Llego, tal vez, en mal hora?
DOÑA ELVIRA
No, por cierto.; ésta es la hora.
REY
Obscura noche, ¡por Dios!
DOÑA ELVIRA
¿Qué le hace la obscuridad?

 (Se sienta en el banco.)  

REY
Para sentiros y hablaros, 350
nada; mas hace, en verdad,
para veros y adoraros.
DOÑA ELVIRA
Esquiva tengo la faz.
REY
Hermosa como un lucero
os la he visto.
DOÑA ELVIRA
¿Dónde?
REY
En misa.
355
Y con más espacio infiero
que he de verla.

 (Acercándose con audacia.)  

DOÑA ELVIRA
¡Caballero!
REY
¿Qué?
DOÑA ELVIRA
Que amáis con mucha prisa.
REY
¿Cómo?
DOÑA ELVIRA
Aun no sabéis quién soy,
ni yo vos, y ya queréis 360
exigir...
REY

 (Reportándose.) 

No; sólo voy
á pediros que os nombréis
por conoceros desde hoy.
DOÑA ELVIRA

 (Con indiferencia.) 

Llámome Rita Aguilera.
DON PEDRO

 (Aparte en la reja.) 

¿Habrá desvergüenza tal? 365
REY
Pues, Rita, ¡sois hechicera!
DOÑA ELVIRA
Yo vuestro nombre os pidiera
si no lo hubiérais á mal.
REY

 (Con indiferencia.) 

Llámanme Juan Benavente,
hijo de opulento hidalgo 370
de Segovia.
DOÑA ELVIRA

 (Aparte.) 

¡Bien lo miente!
REY
Hay quien me llama el valiente,
mas poco en el mundo valgo.
DOÑA ELVIRA
¡Oh! No he pensado yo así
al veros.
REY
Y ¿dónde?
DOÑA ELVIRA
En misa;
375
noble y valiente os creí,
que por eso os elegí...
REY

 (Interrumpiéndola.) 

También vos amáis de prisa.
DOÑA ELVIRA
Hablé con el corazón,
algo indiscreta tal vez; 380
perdonad...
REY
No hallo razón;
palabras sencillas son,
y es la virtud sencillez.
Por una mujer sencilla
anduve loco poco ha. 385
Lo sabe toda Castilla...
DOÑA ELVIRA

 (Interrumpiéndole.) 

¿Qué habéis hecho en vuestra villa
que tanto os conocen ya?
REY

 (Aparte.) 

¡Tiene la memoria fiel!

 (Alto.)  

¡Qué queréiís! ¡Era mi novia! 390
DON PEDRO

 (Aparte.) 

¡No estudió mal su papel!
DOÑA ELVIRA
Conque ¿fuisteis en Segovia
los amantes de Teruel?
Y ¿es muy antigua esa historia?
REY
No tengo exacta memoria. 395
DOÑA ELVIRA
¡Hermosa sería ella!
REY
No os igualaba en lo bella.
DOÑA ELVIRA
Dios os la tenga en la gloria.
REY
Mas ¿qué nos importa ya?
Eso, á más, os probará 400
que sé amar.
DOÑA ELVIRA
Y eso, igualmente,
prenda para mí será,
señor don Juan Benavente.
 

(DOÑA ELVIRA deja caer un guante. El REY se baja á recogerle y la da un beso en la mano.)

 
REY
¿Qué fué?
DOÑA ELVIRA
Dejadlo, es el guante.
REY
Permitid que le levante, 405
y en vuestra mano primero
dulce señal...

 (La besa.)  

DOÑA ELVIRA
¡Caballero!
REY

 (Con autoridad.) 

Tended la mano adelante.
DOÑA ELVIRA
No será.
REY
Os le he de poner,
ó con él me he de quedar. 410
DOÑA ELVIRA
Vos veréis lo que ha de ser,
mas mucho os vais á obligar
si eso os atrevéis á hacer.
REY
No hay obligación penosa
que yo no emprenda por vos, 415
DOÑA ELVIRA
Vedlo bien.
REY
Sois muy hermosa,
y negaros cualquier cosa
me fuera en mengua, ¡por Dios!
DOÑA ELVIRA
¿Lo prometéis?
REY
Lo prometo.
Ved que es muy noble el sujeto. 420
REY
Pues ¿qué habrá que hacer con él?
DOÑA ELVIRA
Nada; firmar un papel
y guardar ambos secreto.
REY
Mas ¿á qué mi firma aquí?
Si es que os estorba un galán, 425
¿no basta, Rita, que así
me lo encomendéis á mí?
DOÑA ELVIRA
No me basta.
REY
¡Hay tal afán!
Si es que os importa que muera
nombradle, que morirá. 430
DOÑA ELVIRA
¡Morir! ¡Oh! ¡Dios no lo quiera!
¡Por la suya el alma diera!
REY
¿Sólo un destierro será?
DOÑA ELVIRA
Mientras sepa que está aquí,
ni respiro ni sosiego. 435
REY
¿Le teméis?
DOÑA ELVIRA
No.
REY
¿Le amáis?
DOÑA ELVIRA
Sí.
REY
Y ¿queréis que á vuestro ruego...
DOÑA ELVIRA
Su amor no os estorba en mí.
REY
¿A dos amáis? Es traición.
DOÑA ELVIRA
No os dé pena esa pasión, 440
que al nacer ya la tenía.
DON PEDRO

 (Aparte en la reja.) 

¡Que tan negra alevosía
cupiera en su corazón!
REY
Mas mi firma, ¿de qué os vale?
DOÑA ELVIRA
Si la ponéis toda entera, 445
sé que á mi deseo iguale;
con ella de Madrid sale,
y ésa nuestra dicha fuera.
DON PEDRO

 (Aparte.) 

¡Oh! Sí, de Madrid saldré,
mas de tu amor satisfecho, 450
vengado á la par me iré.
¡Tanta cólera no sé
cómo me cabe en el pecho!
REY
Mas tal porfía en firmar
es inútil.
DOÑA ELVIRA
Pues el guante
455
volvedme, ó voy á llamar,
y podéis, don Juan, temblar
que mi gente se levante.
Prenda por prenda en buen hora:
por ese guante, un papel. 460
REY

 (Aparte.) 

(Sin duda que la traidora
me conoce...) Mas, señora,
¿qué queréis hacer con él?
DOÑA ELVIRA
Y ¿qué queréis hacer vos
del guante?
REY
Llevar conmigo
465
una prenda por testigo
de nuestro amor.
DOÑA ELVIRA
¿De los dos?
Ved que yo á nada me obligo.
REY
Mas ¿pagaréis igualmente
con el vuestro mi favor? 470
DOÑA ELVIRA
Viviréis eternamente
en mi memoria, señor.
REY
Sois, como bella, indulgente.
Conmigo le llevaré;
recuerdo de mi fortuna, 475
estará donde yo esté.
DOÑA ELVIRA
Yo el papel reclamaré
en hora más oportuna.
REY
Doquier que le reclaméis,
os juro que le obtendréis, 480
mas ved que á cambio de amor.
DOÑA ELVIRA
No habéis cumplido, señor,
¿y ya que cumpla queréis?
Sois injusto.
REY
Amante soy,
y los favores que os pido, 485
en devolveros estoy;
que lo que os exijo mido
tan sólo por lo que os doy.
Noble nací, y os adoro;
cuanto soy, Rita, os ofrezco; 490
cuanto tengo, espada y oro,
que aunque tanto no merezco,
desde mi nada os imploro.
DOÑA ELVIRA
¡Galán estáis por demás!
REY
No es, á fe, galantería, 495
sino amor, Rita.
DOÑA ELVIRA
¿Eso más?
REY
¿Esto os ofende quizás?
¡Por Dios, que lo sentiría!
Mas ya que tanto me honráis,
un favor, además, Rita, 500
es fuerza me concedáis.
DOÑA ELVIRA
Decid lo que deseáis.
REY
Repetiros la visita.
DOÑA ELVIRA
Para firmar el papel,
cuando gustareis venid, 505
mas no cual galán infiel
que teme que den tras él
las hablillas de Madrid.
Venid con la luz del sol,
sin reserva, en claro día, 510
y no á la luz de un farol,
que eso no arguye hidalguía
en un galán español.
REY
Así lo haré, descuidad.
DON GUILLÉN

 (Aparte.) 

Tan poca dificultad... 515
Pronto rindió su albedrío.
DON PEDRO

 (Aparte en la reja.) 

Nunca creyera, Dios mío,
tan torpe infidelidad.
REY
Del guante...
DOÑA ELVIRA
Dejadlo así,
que prenda al cabo será 520
del papel; mas ¡ay de mí!
 

(Ruido en la puerta del jardín.)

 
REY
¿Qué tenéis?
DOÑA ELVIRA
Si mal no oí...
REY
Pesárame asaz...
 

(El MARQUÉS entra embozado por la puerta falsa. El CONDE, al sentirle, dice:)

 
DON GUILLÉN
¿Quién va?


Escena VI

 

Dichos y el MARQUÉS, que al entrar, da con DON GUILLÉN y se detiene á su voz.

 
MARQUÉS

 (Aparte.) 

    ¡Dios me valga! Traición es.
¿Habránme visto salir? 525
DON PEDRO

 (Aparte, quitándose de la ventana.) 

(¡Por Cristo, que ya son tres,
y tanto no he de sufrir!)
DON GUILLÉN

 (Al MARQUÉS.) 

¿Quién va?
MARQUÉS

 (Volviéndose.) 

Volveréme, pues.
 

(DON PEDRO, al salir á la escena, gana la puerta del jardín, interponiéndose al MARQUÉS.)

 
DOÑA ELVIRA

 (Al REY.) 

Sin duda os han descubierto.
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

Retiraos vos.
 

(Vase DOÑA ELVIRA.)

 
DON PEDRO

 (Al MARQUÉS.) 

¿Quién va?
530
MARQUÉS

 (Aparte.) 

(¡Por Dios, que el jardín abierto
á nuestra deshonra está!)
DON PEDRO

 (Al MARQUÉS.) 

Responda quién va ó es muerto.
MARQUÉS

 (Á DON PEDRO.) 

Tened, que sólo sois vos
quien aquí ha de responder. 535
DON PEDRO
Os tengo de conocer
mas que os pese, ¡voto á Dios!
REY

 (Llegando.) 

Ved de qué manera, pues,
que si no, yo estoy de más.
DON PEDRO

 (Poniendo mano á la espada.) 

Echaos todos atrás, 540
ú os acuchillo á los tres.
REY

 (Adelantándose.) 

Pues que, estoy de sobra dije
á mi vez, ¡atrás, amigo!
DON PEDRO

 (Con ironía.) 

Que sois peor enemigo
que galán, bien se colige. 545
No hay otro medio, señores,

 (Sacando la espada.)  

en las manos los aceros.
Reñid como caballeros
ó morís como traidores.
 

(Viénese DON PEDRO á ellos, y el REY se pone en guardia.)

 
REY
¡Adelante!
DON PEDRO
Hais de decir
550
quién sois y á qué habéis entrado,
ó ¡por Dios crucificado,
que no volvéis á salir!
REY
Caballeros como yo
no ceden á ningún hombre. 555
DON PEDRO
Quien no dió á mi voz su nombre,
el alma á mi estoque dió.
 

(Riñen.)

 
MARQUÉS

 (Aparte.) 

Terrible apuro, por cierto:
si les descubro quién soy,
mi vida al verdugo doy; 560
si callo, acaso soy muerto...
Riñamos, que es lo mejor.

 (Se mete á estocadas.)  



Escena VII

 

El REY, el MARQUÉS, DON PEDRO y DON GUILLÉN, riñendo. DOÑA ELVIRA y criados, con luces. Todos recatan el rostro.

 
DON PEDRO

 (Furioso.) 

    ¡Aquí luces!
REY

 (Á DON PEDRO.) 

¡Mentecato!
¿Vais con tan necio arrebato
á atropellar por su honor? 565
DOÑA ELVIRA

 (Llegando.) 

¿Tanto tumulto en mi casa?
DON PEDRO
Aquí...
REY

 (Á DON PEDRO.) 

¡Callaos ahora!

 (Á DOÑA ELVIRA.)  

Vos perdonadnos, señora,
si esto sin disculpa pasa.
Por caso afuera reñimos 570
mal pensando unos de otros,
la ronda dió con nosotros
y en el jardín nos metimos.
La puerta estaba entornada,
y aquí cada cual resuelto 575
á recatarse, hemos vuelto
á la pendencia empezada.
DON GUILLÉN

 (Aparte.) 

¡Bien las urde el Benavente!
DOÑA ELVIRA

 (Aparte.) 

¡Esa mentira me salva!
DON PEDRO

 (Aparte.) 

Razón tiene; ya es el alba, 580
y aun en la calle no hay gente.
REY

 (Á DON PEDRO.) 

Luego podremos reñir.
DOÑA ELVIRA
Si no era más, id con Dios.
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

Perdonad la ofensa vos,
y que la faz descubrir 585
ninguno hayamos osado,
puesto que el rostro enseñar,
satisfacción era dar
á quien lo hemos recatado.
DOÑA ELVIRA
Vais con perdón y salid. 590
MARQUÉS

 (Que se ha mantenido siempre tras de todos.) 

¡Bien con la sombra libré!
REY

 (Á DOÑA ELVIRA.) 

Quién la puerta abrió y á qué
no sabrá nadie en Madrid.


Escena VIII

 

Decoración de calle figurando el exterior de la puerta del jardín de DOÑA ELVIRA, y amanece.

 
 

El REY, el MARQUÉS, DON PEDRO y DON GUILLÉN, saliendo.

 
DON PEDRO
    En la calle estamos ya,
y ó quiénes sois me decís, 595
ó aquí conmigo reñís.
REY
Mirad vos cómo será.
DON PEDRO
Espada y daga conmigo,

 (Desenvaina ambas.)  

campo con los tres haré.
MARQUÉS

 (Poniéndose al lado de DON PEDRO.) 

Dos á dos, con vos seré, 600
y después vuestro enemigo.
REY

 (Desenvainando.) 

Sea, y partida la calle,
la espada una vez desnuda,
brazo audaz y lengua muda,
por sí cada cual batalle. 605
 

(Sacan las espadas y riñen, el REY y DON GUILLÉN de un lado, el MARQUÉS y DON PEDRO de otro.)

 


Escena IX

 

Dichos. Un ALCALDE DE CORTE con ronda y soldados.

 
ALCALDE
    Ténganse al Rey, caballeros.
DON PEDRO
En mal hora habéis llegado.
ALCALDE
Dense al Rey.
REY

 (Á DON PEDRO.) 

Dese el menguado,
que al Rey no llegan aceros.

 (Al ALCALDE.)  

Ésa es mi espada, tomad. 610
DON PEDRO

 (Al REY.) 

Entregáisla de cobarde.
REY

 (Á DON PEDRO.) 

Volveremos, que no es tarde.
DON PEDRO
¡Sí, por Dios!
REY
No en la ciudad.
DON PEDRO
Hoy mismo.
ALCALDE

 (Mirando la espada del REY.) 

Mas este sello...
¿Quién sois?
REY

 (Desembozándose.) 

Un hidalgo aquí.
615
ALCALDE
¡El Rey!
 

(TODOS de rodillas menos el MARQUÉS y DON PEDRO.)

 
TODOS
¡El Rey!
 

(El MARQUÉS, que se ha mantenido embozado, al oir nombrar al REY vuelve la espalda; algunos alguaciles le siguen.)

 
MARQUÉS
¡Ay de mí!

 (Vase.)  

ALCALDE
¡Perdonad, señor!
REY
En ello
cumplís vuestra obligación.
DON PEDRO
¡Vive Dios!
REY

 (Á DON PEDRO.) 

¿Qué murmuráis?
DON PEDRO
Me pesa que el Rey seáis, 620
que reñía con razón.
ALGUACIL

 (Trayendo al MARQUÉS, siempre embozado.) 

Este hombre riñó con vos,
al conoceros dió á huir.
REY

 (Con nobleza.) 

Dejadle, señores, ir,
que pues no pudo ¡por Dios! 625
desembozarle mi espada,
que muestre la faz no es ley
quien riñó contra su rey
por conservarla tapada.
 

(Vase el MARQUÉS.)

 
Decid que acerquen mi coche: 630

 (Á unos:)  

y yo os aconsejaría

 (Á todos:)  

que no contarais de día
lo que habéis visto de noche.
 

(Vase el REY, y todos le siguen con el sombrero en la mano.)

 


Escena X

 

DON GUILLÉN. DON PEDRO.

 
 

(DON GUILLÉN lleva á DON PEDRO á un lado, y le dice con aire triunfante:)

 
DON GUILLÉN
    Nadie á su rey puede osar
á quien su altura no asombre. 635
 

(Vase DON GUILLÉN, y antes que salga de la escena le toma del brazo DON PEDRO, y llevándole aparte le dice con desprecio:)

 
DON PEDRO
Como él bajara á ser hombre,
yo le saliera á esperar.



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