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La carcelera de sí misma (Comedia que escribió Dn Pedro Calderón de la Barca con el título de Peor está que estaba: refundida y puesta en cinco actos por D. M. B. de los Herreros) (1826); Ms. Bibl. Inst. del Teatro, Barcelona (n.º 67596).

No hay cosa como callar, comedia de D. Pedro Calderón de la Barca refundida y puesta en cinco actos por D. Manuel Bretón de los Herreros (año 1827). Ms. Bibl. Inst. del Teatro, Barcelona (n.º 67593).

Con quien vengo, vengo. Comedia de Dn Pedro Calderón de la Barca refundida y puesta en cinco actos por d.n M. B. de los Herreros. Ms. Bibl. Inst. del Teatro, Barcelona (n.º 67594). Una nota advierte: «Debajo de esto [el título] hay una nota taquigráfica que dice así, traducida a escritura corriente: Representada por la compañía de la Cruz en el teatro del Príncipe los días 18 y 19 de Junio de 1832».

 

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E. A. Peers, Historia del movimiento romántico español, Madrid, Gredos, 1954, T. I, p. 229, afirma que Peor está que estaba fue prohibida porque se vieron alusiones a Calomarde, así como lo fue Los Milagros del desprecio porque los milagros los hace sólo Dios, etc. (La información proviene de Hartzenbusch).

 

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En cambio, Bretón mantiene el error de Calderón, ya advertido por Luzán, de situar Verona a orillas del mar.

 

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También hay secreto en muger, comedia antigua de Calderón refundida por Gorostiza. Ms. Bibl. Municipal de Madrid (n.º 1-69-3). La comedia se representó cinco veces en 1821.

 

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La dama duende. Comedia en zinco actos, refundida de la que con el mismo título escribió don Pedro Calderón de la Barca. Por Don José Fernández Guerra, Málaga, Imprenta de Quinconzes, 1826.

El astrólogo fingido, comedia en cinco actos. Ms. Bibl. Inst. del Teatro, Barcelona (n.º 60267).

 

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Dice Fernández Guerra: «Arrastróla [la empresa de refundir la comedia] uno de nuestros primeros literatos; i esta preferencia concedida á La dama duende por un hombre que hasta ahora no ha tenido rival entre nosotros, acabó de confirmar la opinión favorable que siempre habia merezido esta pieza. Pero [...] la abandonó, dejando concluidas únicamente las dos primeras jornadas». Según Fernández Guerra, al parecer, no había otra refundición; por esto me parece que la alusión no pueda dirigirse a otra persona que a Solís, al cual, por otra parte, un serio estudioso, S. A. Stoudemire («Dionisio Solís’ refundiciones of Plays [1800-1834]»), en HR, VIII (1940), p. 308, no duda en atribuir la refundición de La dama duende que se representó el 7 de mayo de 1821. Tengo que añadir que no pude encontrar la obra de Solís en ninguna parte.

 

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Parecen atestiguarlo ciertas curiosas predilecciones gráficas de Fernández Guerra (i por y, z por c) que aparecen tanto en la dedicatoria como en el prefacio (que, sin embargo, lleva la firma de Antonio de Miguel).

 

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A estas consideraciones se añade un ataque a Francia, que, al contrario, «está infestando á la Europa con conposiziones mostruosas, contrarias á un mismo tienpo á las reglas del arte i á la razón».

 

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Se suprime también el paso en que Don Manuel discurre sobre el dilema que lo atormenta: «Si es hacerme traidor si la defiendo: / si la dejo, villano; / si la guardo, mal huésped», etc. Un verdadero debate interior en torno a esos sutiles problemas de honor que tanto sabor de la época tienen.

 

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Falta en el manuscrito la atribución a Solís. Stoudemire, op. cit., p. 307, trata de una refundición de Solís que se estrenó el 26 de noviembre de 1811 y que conoció mucho éxito, siendo repuesta 36 veces entre 1811 y 1832. Por otro lado, no consta la existencia de otra refundición.