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101

Ésta y otras coplas han sido reproducidas en Caras y Caretas (n.º 1338, mayo de 1924), dándose como autor de ellas al señor Luis L. Franco. Trátase, sin embargo, de una simple copia, matizada con algunas variantes no muy felices. No merecería alusión este hecho, por lo ínfimo, pero no es lícito callar uno de tantos deslices que en estas tierras americanas delatan muchas veces una inmensa ignorancia sobre el sentido de la propiedad literaria. No es que tenga la pueril vanidad de reivindicar para mí, o para cualquiera, la gloria inefable de la primera publicación de una docena de coplas, pero es necesario decir sin reato de ninguna clase que aunque se trate de un material anónimo, nadie tiene el derecho de una apropiación vulgar y mal disimulada; pues va mucha distancia de una copia, deliberadamente o no mal hecha, a la construcción superior sobre un tema cualquiera. (N. del E.)

 

102

269 a. La colección de Cantares populares de Castilla, hecha por Narciso Alonso Cortés, loc. cit., n.º 4031, trae este texto de nuestro cantar:



Virgen de Begoña
dame otro marido;
que este que yo tengo
no duerme conmigo.

-Virgen de Begoña
digalá que miente,
que duermo con ella
y ella no me siente.


Como se ve, trátase del mismo cantar que en la versión argentina se modifica con términos locales. (N. del E.)

 

103

[«Y vi las más más ricas», corregido de la fe de erratas del original (N. del E.)]

 

104

He tomado esta composición, realmente hermosa, del trabajo citado por el señor Carlos B. Quiroga.

Como lo señalé en la nota pertinente del tomo anterior transcribí la siguiente composición del trabajo del señor Carlos B. Quiroga, publicado en La Prensa y después reimpreso en un volumen Alma popular, op. cit.:



Fui podador de esa viña,
bien la podé,
pero al ver rastro de ladrones,
la dejé.
En esa viña arreglada
yo entré,
y vi las más ricas uvas
reviente mi alma si las probé!


Posteriormente recogí una leyenda y una adivinanza: Un federal, durante la tiranía, era enemigo de su propio cuñado, unitario; éste, perseguido, se refugia en casa de su hermana, mujer del federal y en el momento de huir, el marido lo descubre, y, sin reconocerlo, abandona por ello a su esposa. Encuéntrase después de largo tiempo en una fiesta y la esposa dice, al final:


Viña fui, viña seré
a mí me dejaron
y no sé por qué.


Dice el marido:


Yo fui el dueño de la viña,
y yo la podé
yo vi rastro de ladrones
por eso dejé.


Concluyendo entonces el hermano o cuñado:


Yo fui el ladrón
yo fui el que entré,
ricas uvas vi
pero no las probé.


Con los tres acertijos -dice la leyenda- concluyó el engaño. Tal dice este relato recogido en Buenos Aires, con época determinada. En Catamarca también se lo recoge en esta forma: Un hombre cree que otro corteja a su mujer y la abandona. Se convence de que ello era error suyo, pide reunirse con los dos para reconciliarse y los versos se recitan lo mismo que en la versión anterior. ¿Por qué no sería ésta la primera versión de tales versos, siguiendo la insinuación lógica del comentario y de la fecha?

Me inclino a creer que sea así, pues la composición lírica, con ser muy hermosa, lleva el carácter incompleto de algo que no tiene su verdadera forma. (N. del E.)

 

105

En una composición de California que cita Eleanor Hague en su Spanish american folksongs, op. cit., página 106, número 92, forma la segunda estrofa esta misma copla que citamos. (N. del E.)

 

106

Véase número 28. (N. del E.)

 

107

Se intitula El joven en la transcripción del señor Quiroga (obra citada). (N. del E.)

 

108

Citada por el señor Julio V. González: Las fiestas patronales de Malligasta (La Nación, mayo 27 de 1923). (N. del E.)

 

109

Citada por Martiniano Leguizamón: Calandria. Costumbre campestres, páginas 158, Buenos Aires, 1898, y los números 392 y 393, en la página 152. (N. del E.)

 

110

Los versos antepenúltimo y penúltimo se cantan dos veces en esta estrofa del Palito, añadiendo el refrán: «Así nomás es» (N. del E.).

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