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Abajo

Candidito

Comedia en un acto, en verso

Enrique Gaspar



portada



  —4→  
PERSONAJES
 
ACTORES
 
PETRADOÑA JOSEFA HIJOSA
DOÑA DOLORES DOÑA FELIPA ORGAZ
CÁNDIDODON EMILIO MARIO
BARÓN DON ANTONIO VICO
DON ANICETOSR. ESTESO

La acción, 1862.



  —5→  

AL SEÑOR DON EMILIO MARIO.

Los buenos actores escaseáis.

Los malos autores abundamos.

Este juguete está escrito en ocho o diez horas.

Aunque otros digan que no, tú di que sí.

Consecuencia. A este pastel le falta tiempo.

Síntesis. El juguete es malo.

Razonamientos. El público sabe mucho. -El público le aplaudió. Pues los aplausos son tuyos, tuyos y exclusivamente tuyos.

Yo también te aplaudo desde el rincón de mi casa, y te mando una hojita de laurel, y en ella envuelta la amistad de tu

Enrique.





  —7→  

ArribaActo único

 

Sala decentemente amueblada. Puertas al foro y laterales. En un lienzo de pared un armario. En primer término de la derecha una mesa, escribanía con recado de escribir y demás accesorios.

 

Escena I

 

CÁNDIDO sentado a la escribanía sacando cuentas. DON ANICETO sentado enfrente de su hijo, revisando algunos documentos.

 
CÁNDIDO
Quince y nueve veinticuatro;
llevo dos y cuatro trece.
ANICETO
¡Candidito! ¡Candidito!
por la Virgen de las Nieves:
mira por Dios cómo sumas, 5
dos y cuatro no son trece.
CÁNDIDO
Si es que me turbo: ya sé
que dos y cuatro son nueve.

 (Sumando.) 

Diez y seis y siete, veinte.1
ANICETO
Vamos, estás insufrible: 10
no hay paciencia que tolere
tus enormes disparates
y tus continuas sandeces.
CÁNDIDO
No me riña usted, papá,
que va a darme el accidente. 15
ANICETO2
Por tu timidez maldita
—8→
todo el mundo te escarnece,
y estás siendo a todas horas
hazme reír de las gentes.
CÁNDIDO
Pero papá, ¿qué he de hacer? 20
Yo bien quisiera ser fuerte,
pero si hasta el que me miren
me da vergüenza.
ANICETO
¡Qué imbécil!
El hombre debe ser bruto.
Mira, yo lo he sido siempre. 25
Quiero decir, atrevido.
CÁNDIDO
Sí, señor; ya se comprende:
mas las razas degeneran.
Usted fue bruto y yo débil.
ANICETO
Vuelve a tu tía los ojos; 30
toma su ejemplo y aprende.
En los campos de la guerra
persiguiendo al pretendiente,
con patriotismo sufrió
ventiscas, lluvias y nieves; 35
abasteciendo al ejército
de tabaco y aguardiente.
Tu tío, cabo segundo,
liberal de los más fuertes,
de Valencia y Cataluña 40
honra y prez de los valientes,
en el puente de Luchana
le quiso premiar su jefe,
y le dio la alferecía.
CÁNDIDO
¿Murió?
ANICETO
Bruto, le hizo alférez.
45
Cuando acabó la campaña,
cansado de los retenes
y de guardias y ejercicios,
dijo: «En Madrid falta gente».
Se vino y puso una tienda 50
de velas, jabón y aceite:
murió al año; mas tu tía,
que es una mujer que huele
donde esconde un sacristán
la limosna de los fieles, 55
fue aumentando pian pianino
—9→
de un modo sus intereses
que a la vuelta de diez años
se consagró a los papeles
y yo a la Bolsa, en berlina 60
iba a cotizar los treses.
CÁNDIDO
Pues póngame usté una tienda
de velas, jabón y aceite,
y empezaré mi carrera.
ANICETO
¡Qué Cándido tan imbécil! 65
Lo que quiero es que te arrojes.
CÁNDIDO
¿Y si me lastimo?
ANICETO
Es fuerte
cosa que no has de entender
lo que decírtele quiero.
Vamos a ver. ¿Y tu prima? 70
¿Dejarás que te la pesquen?
CÁNDIDO
Que me pone usté encarnado.
Jesús María. ¿A qué viene?...
Y no crea usted, me gusta,
y como yo me atreviese... 75
¡pero qué vergüenza! No.
ANICETO
Yo no sé a quién te pareces.
Hombre, ¿quién tiene vergüenza
en el siglo diez y nueve?
Luego vendrá don Ginés, 80
con quien casarla pretenden,
porque es barón, porque es noble...
CÁNDIDO
¿Quién, el jorobado?
ANICETO
Sí, ese.
¿Qué dices?
CÁNDIDO
¿Qué he de decir?
ANICETO
Te la pesca.
CÁNDIDO
Que la pesque.
85
ANICETO
¡Tiene millones!
CÁNDIDO
Que tenga.
ANICETO
Será infeliz.
CÁNDIDO
Que lo fuere.
ANICETO
Ella te ama.
CÁNDIDO
Calle usted.
ANICETO
Declárate.
CÁNDIDO
Aunque me pelen.
ANICETO
La dices...
  —10→  
CÁNDIDO
Me da vergüenza.
90
ANICETO
Mira...
CÁNDIDO
Tendré el accidente.
ANICETO
Pero Cándido...
CÁNDIDO
Que lloro.
ANICETO
Anda con Dios.
 

 (Se va.) 

CÁNDIDO
¡Si soy débil!


Escena II

 

CÁNDIDO y PETRA.

 
CÁNDIDO
Mi papá tiene el prurito
de hacerme siempre rabiar. 95
No lo puedo remediar,
me pongo coloradito.
Y por más que se me anima,
no hay nada que me convenza
Vamos, si me da vergüenza 100
hasta el mirar a mi prima.
Conozco que la idolatro.
Se acerca. Soy un cobarde.

 (Se pone a sacar cuentas.) 

PETRA
Buenos días.
CÁNDIDO
Dios te guarde.
Quince y nueve, veinte y cuatro, 105
veinte y cuatro y nueve, treinta.
PETRA
(Su timidez no comprendo.)
Cándido, ¿qué estás haciendo?
CÁNDIDO
Mira, sacando una cuenta.
PETRA

 (Tomándole una mano.) 

¿Tiemblas?
CÁNDIDO
(Su mano. Y se atreve...
110
¡Ay! De vergüenza me muero).
Llevo seis y dejo cero.
Seis y cinco, veinte y nueve.
PETRA
Deja por fin los guarismos
y oye si no soy molesta 115
CÁNDIDO
(Pues señor, bien: esta fiesta
me va a costar sinapismos).
PETRA
Sin el más leve destello
de amor que pueda alentarme,
—11→
mi mamá quiere entregarme 120
a una especie de camello.
No ve que la paz me roba:
mi llanto no es testimonio,
y concierta el matrimonio
con un barón con joroba. 125
De mi vida el arrecife
se va en monte a convertir,
y al fin me tendré que unir
al pico de Tenerife.
Sus medidas arbitrarias, 130
¿no rechazas como un yerro?
CÁNDIDO
Sí, me parece un destierro
para las islas Canarias.
PETRA
¿Tú me quieres?
CÁNDIDO
¿Si... te quiero?
¿Cómo no, siendo mi prima? 135
(¡Dios mío! ¡Cómo se arrima!)

 (Dirigiéndose a la mesa.) 

Llevo seis, y dejo cero.
PETRA
Tú eres mi primo, y al cabo
la sangre te debe hablar.
CÁNDIDO
De fijo que debo estar 140
más encendido que un pavo.
PETRA
No has llegado a comprender
nunca el tesoro que encierra,
cuánto embellece la tierra
la pasión de una mujer. 145
Ver la límpida laguna
donde su faz se retrata
y entre sus hondas de plata
bañarse la blanca luna;
la carrera de la liebre, 150
de la ovejuela el balido
y a lo lejos el mugido
de la vaca en su pesebre;
y entre tanto que ella incauta
se reclina entre las flores, 155
él la canta sus amores
con el rabel o la flauta;
tener su choza en un monte
en donde el águila inverne
—12→
y ver al sol que se cierne 160
sobre aquel vasto horizonte.
CÁNDIDO
(Me electriza esta mujer:
siento un fuego que me abrasa...)
PETRA
¿Qué me dices? ¿Qué te pasa?
CÁNDIDO
(Pues yo me voy a atrever...) 165
Yo digo... que tú ya ves...
que sí... que no... que hay momentos...
y después... los sentimientos...
¿A cómo estamos del mes?
PETRA
Y hay mujeres tan dichosas... 170
CÁNDIDO
(Los sesos se me barajan.
Luego siento que me bajan
y me suben unas cosas...)
PETRA
(Si no es tonto este muchacho,
le falta poco a mi ver). 175
CÁNDIDO
(¿Y qué es ella? Una mujer
como todas. Fuera empacho).
Eso del monte y la liebre
y la oveja... y la laguna...
y los cuernos de la luna... 180
y el porvenir del pesebre
disipa mi duda acerba,
y tan bello se me ofrece
que oyéndote me parece
que ya estoy comiendo yerba. 185
PETRA
Conque al fin has comprendido...
CÁNDIDO
(¡Ay, que me coge la mano!)
PETRA
Y luego el monte y el llano...
CÁNDIDO
(Tengo en la cabeza un ruido...)
PETRA
Ese amor tan placentero... 190
CÁNDIDO
Dale, dale, que se arrima.

 (Lloroso.) 

PETRA
Responde.
CÁNDIDO
Déjame prima.

 (Sentándose lloroso a la mesa.)  

Llevo seis y dejo cero.


Escena III

 

DICHOS y el BARÓN.

 
BARÓN
A los pies de usted, Petrita.
—13→
Está usted encantadora. 195
PETRA
Mil gracias, señor barón:
lo acepto como lisonja.
(Que rabie, ya que conmigo
de esa manera se porta).
BARÓN
Vengo de probar un tronco... 200
¡qué yeguas tan deliciosas,
pelo alazán, raza inglesa
de pura sangre y redondas!
PETRA
(Y Cándido está lloroso).
CÁNDIDO
(¡Mi prima cómo se goza!) 205
Llevo seis y dejo cero.
BARÓN
¡Tan ingrata como hermosa!
PETRA
Voy a avisar a mamá.
BARÓN
Pues más a tiempo... Señora...


Escena IV

 

DICHOS y DOLORES.

 
DOLORES
Muy buenos días, Barón. 210
Siéntese usted con franqueza.
Candidito, ¿qué haces, hijo?
CÁNDIDO
Estoy sacando una cuenta.
Llevo seis.
DOLORES
Pues mira, toma,
vete a aceptar esta letra, 215
y mira si ya ha llegado
el correo de Valencia.
Saluda al señor Barón.
CÁNDIDO
Si él no me ha dicho siquiera
buenos días al entrar. 220
BARÓN
Es verdad: mi inadvertencia...
me pesa, amigo, esta falta.
CÁNDIDO
(La sobra es lo que le pesa).
BARÓN
Reconózcame usted siempre
como un amigo. En cualquiera 225
situación en que me encuentre
mande con toda franqueza.
CÁNDIDO
Bueno... usted sabe... la tía...
Señores, hasta la vuelta.

 (Vase.) 


  —14→  

Escena V

 

DICHOS, menos CÁNDIDO.

 
DOLORES
Perdónele usted, Barón. 230
El pobre chico es tan bestia.
¿Me entiende usted?
BARÓN
Sí, señora.
DOLORES
¿Pero tú qué tienes, Petra?
No puede usted figurarse
cómo reniego con ella. 235
Desde que sabe que usted
la solicita y la obsequia,
no se le puede aguantar.
¿Me entiende usted? No hay paciencia.
PETRA
Si es que mi carácter tétrico 240
me sume en esta tristeza.
BARÓN
No alcanzo que a mis amores
pueda oponer resistencia.
Si mis prendas personales
no lograsen convencerla, 245
mis títulos, mis blasones,
mis tesoros, mis haciendas,
seis caballos de montar,
dos breks, una carretela,
la berlina, la victoria, 250
diez criados con librea,
principal en el Oriente
y en Variedades platea,
viaje a París en invierno
y a Suiza en primavera, 255
mesa italiana, soarés,
y lacayos de Guinea,
son títulos suficientes
si mi chic se tiene en cuenta,
para hacer la apología 260
del Barón de la Modestia.
DOLORES
Pues por más que la predico
no consigo convencerla.
Y esto me irrita, me aburre,
¿me entiende usted? Me exaspera. 265
—15→
Porque es lo que yo digo:
cásate pronto. ¿En qué piensas?
Esto son habas contadas,
y yo como ya soy vieja,
¿me entiende usted? Con los años 270
me ha enseñado la experiencia.
No hay que temer que el Barón
vaya a oponer resistencia,
pues conoce tus virtudes
y a tus abuelos venera. 275
Mi papá era comerciante,
que allá en tiempo de la guerra
se encargó del suministro
de las tropas de la reina.
Tu padre segundo cabo, 280
y si es tu tío Perera,
aun cuando dicen que fue
zapatero, malas lenguas,
es que el año veintitrés
se fue emigrado a Inglaterra, 285
y allí por necesidad
aprendió a machacar suela;
que era jefe de brigada,
y cuando volvió a su tierra,
¿me entiende usted? Se metió 290
no me acuerdo en qué refriega;
pero por causas políticas
lo fusilaron en Béjar.
BARÓN
Me lo echo todo a la espalda.
PETRA
Yo lo creo. ¡Así está ella! 295
BARÓN
Pero, Petrita, por Dios,
conmigo es usted de piedra.
PETRA
Barón, dispénseme usted,
tengo un dolor de cabeza...
BARÓN
Pues me retiro.
DOLORES
No tal.
300
El diantre de la muñeca...
BARÓN
Lola, no la riña usted.
Un asunto que me apremia
a retirarme me obliga.
A los pies de ustedes.
DOLORES
(¡Petra!...)
305
  —16→  
PETRA
¡Barón!

 (Saludando.) 

DOLORES
Beso a usted la mano.
BARÓN
(No me gusta lo de Béjar).

 (Vase.) 



Escena VI

 

DOÑA DOLORES y PETRA, a poco CÁNDIDO.

 
DOLORES
¿Lo ves, indina, lo ves?
¿Qué mereces, buena pieza?
PETRA
¡Pero, mamá, si parece 310
Peñón de la Gomera!
DOLORES
Mira que desde el Peñón
se ve muy clarito Ceuta.
Tú desbarata mis planes.
Yo pensaba que se hicieran 315
las dos bodas en un día.
PETRA
¿Cómo las dos?
CÁNDIDO
Esta letra,
que es corriente.
PETRA
¿Qué dos bodas?
DOLORES
Vete dentro, bachillera.
PETRA
Explíqueme usted...
DOLORES
Más tarde.
320
Márchate, que estorbas, necia.
PETRA
(No me mira ni una vez).

 (Vase.) 

CÁNDIDO
Llevo seis...

 (A la mesa.) 

DOLORES
(Estoy resuelta).


Escena VII

 

DOÑA DOLORES y CÁNDIDO.

 
DOLORES3
Siéntate, Cándido, aquí
y escucha con atención. 325
Acércate más, bribón.
¿Me entiendes?
CÁNDIDO
Sí, tía, sí.
DOLORES
Tu timidez me interesa,
y el verte el alma me parte.
Cándido, vengo a arrancarte 330
el pelo de la dehesa.
La inquietud que te devora
—17→
calma, que no es oportuna.
Quiero labrar tu fortuna.
¿Tú me entiendes?
CÁNDIDO
No, señora.
335
DOLORES
Cansada ya del negocio,
libre, rica y no tan vieja,
la razón ya me aconseja
que me procure otro socio;
socio que al velar por sí, 340
tenga por mí que velar.
En fin, me quiero casar.
¿Me entiendes?
CÁNDIDO
Sí, tía, sí.
DOLORES
Quiero saber tu opinión
con referencia a este asunto. 345
Por lo tanto yo hago punto.
Habla tú sin dilación.
CÁNDIDO
¿Yo qué quiere usted que diga?
DOLORES
Una razón que convenza.
CÁNDIDO
Tía, si me da vergüenza. 350
DOLORES4
Si estás hablando a tu amiga.
El resistirte es en vano,
pon a tu rubor ya tasa.

 (Cogiéndole la mano.)  

CÁNDIDO
(¡Vamos, hoy en esta casa
todos me toman la mano!) 355
DOLORES
Solos estamos aquí
como dos buenos amigos.
Puedes hablar sin testigos.
¿Me entiendes?
CÁNDIDO
Sí, tía, sí.
Diré, ya que usted se afana 360
en que la preste mi ayuda,
que usted se casa sin duda
porque le da a usted la gana;
y extraño que usted se atasque
hasta ver si es de mi gusto, 365
puesto que nada es más justo
que al que le pique se rasque.
Y en uso de tal derecho
yo aquí soy una pared;
señora, cásese usted, 370
—18→
y que le haga buen provecho.
DOLORES
¿Y en tu corazón no labra
ningún nombre mi pasión?
CÁNDIDO
No, tía, mi corazón
no me dice una palabra. 375
DOLORES
Mírame ya sin enojos:
escucha mi voz remisa.
¿Qué te dice mi sonrisa?
¿Qué te revelan mis ojos?
CÁNDIDO
Veré cuando me desvíe. 380

 (Retirando la silla y mirándola con timidez.) 

Dos pulmones que respiran,
unos ojos que me miran
y una boca que se ríe.
DOLORES
Y al ver mi sonrisa incierta,
¿por qué, ingrato, no te vences? 385
Cándido, no me avergüences.
CÁNDIDO
(Yo voy a tomar la puerta).
DOLORES
¿No te está diciendo a voces
que su perfume te envía?
CÁNDIDO
Por Dios, cállese usted, tía, 390
que eso es darme un par de coces.
DOLORES
Ya mi ciego frenesí,
Cándido, en nada repara.
Yo no me pinto la cara.
¿Me entiendes?
CÁNDIDO
Sí, tía, sí.
395
DOLORES
Te ofrezco un amor sincero.
¿Lloras?
CÁNDIDO
Sí, Cándido llora
porque usted quiere, señora,
convertirme en archivero.
DOLORES
Oye.
CÁNDIDO
Me voy a morir.
400
DOLORES
No grites.
CÁNDIDO
Sí gritaré.
DOLORES
¿Por qué lloras?
CÁNDIDO
Porque usted
me ha venido a seducir.
DOLORES
Mi amor es dulce corriente
que al paraíso te lleva 405
CÁNDIDO
Tía, yo peco por Eva,
—19→
pero no por la serpiente.
Yo me pongo malo.
DOLORES
No,
que alguien viene.
CÁNDIDO
Ya me acosa.
Tía, que me da la cosa. 410
¡Ay que me da! ¡Que me dio!

 (Se deja caer en los brazos de su tía con un ataque convulsivo.) 



Escena VIII

 

DICHOS y DON ANICETO.

 
DOLORES
Aniceto, corre, ven.
ANICETO
¿Qué te pasa? ¿Qué sucede?
DOLORES
¿Qué ha de pasar? Candidito
que está con el accidente. 415
ANICETO
¡Hijo mío! ¿No te pasa?
DOLORES
(¡Dios mío! ¡Estoy en un brete!)
ANICETO
Ya vuelve en sí, se rebulle.
¿Candidito, qué te duele?
CÁNDIDO
La cabeza, las espaldas, 420
los pies, las manos y el vientre.
DOLORES
Le haré una taza de té.

 (Aparte a él.) 

Si no te callas, me pierdes.
CÁNDIDO
Si no se marcha usted pronto,
me repite el accidente. 425


Escena IX5

 

DON ANICETO y CÁNDIDO.

 
ANICETO
Pero di, ¿qué te ha pasado
que te ha puesto de esa suerte?
CÁNDIDO
Papá, ni las siete plagas,
si las plagas fueron siete;
ni un divieso en las narices, 430
ni un médico sin clientes,
ni un brasero en el verano,
ni el retraso de los trenes,
—20→
fuéranme a mí tan molestos
como lo que me sucede. 435
ANICETO
Pues di presto lo que ocurre.
CÁNDIDO
Que se me nombra conserje
de monumentos humanos
de antigüedades célebres.
Que la tía, que sin duda 440
debe de almorzar muy fuerte,
recordando aquellos himnos
de Riego y las habas verdes,
y el alepín y las galgas,
y los calzones con pliegues, 445
así a lo cabo segundo,
sin más dimes ni diretes,
me ha dicho: «Quiero casarme:
no me importa que revientes.
Yo soy vieja, tú eres joven: 450
mira, chico, me convienes».
ANICETO
¿Y tú qué le has respondido
al escuchar sus sandeces?
CÁNDIDO
Toma, yo me he puesto blanco,
amarillo, rojo, verde; 455
parecía un arco iris,
un pisto.
ANICETO
¡Qué feliz eres!
CÁNDIDO
Pues cásese usted con ella,
ya que envidia usted mi suerte.
ANICETO
Cándido, si desperdicias 460
la ocasión que te se ofrece,
te califico de burro.
CÁNDIDO
Pues cómpreme usté el pesebre,
que primero que casarme
me resigno a comer verde. 465
ANICETO
Pero es fuerte cosa, Cándido,
¿que nunca has de comprenderme?
¿A ti te gusta la prima?
CÁNDIDO
Me da vergüenza...
ANICETO
Me enciendes.
La vergüenza me figuro 470
que te la quito a cachetes.
Di. ¿Te gusta?
CÁNDIDO
Más que usted.
  —21→  
ANICETO
Gracias. Pues ella te quiere.
La conducta de tu tía
contigo la compromete 475
La vas a hacer la forzoza,
oblígale.
CÁNDIDO
Me parece
que habla usted a un picador,
que se está poniendo en suerte.
¿Y el Barón?
ANICETO
No te dé pena.
480
Le desprecia, le aborrece.
CÁNDIDO
Papá, que soy pusilánime,
papá, que yo soy muy débil,
papá, que me faltan fuerzas,
papá, usted me compromete. 485
ANICETO
Hijo, que tiene millones;
hijo, Petra te conviene;
hijo, ¡no seas tan bruto!
CÁNDIDO
Usté es mi padre.
ANICETO
Corriente.

 (DON ANICETO saca del armario una botella con vino y una copa.)  

Con auxilio de este néctar 490
el Cid venció a los infieles.
CÁNDIDO
Papá, si en tiempo del Cid
aún no había pajarete.
ANICETO
Bebe.
CÁNDIDO
Me emborracharé.
ANICETO
Aunque te emborraches, bebe. 495

 (CÁNDIDO apura una copa.)  

¿Te encuentras con más valor?
CÁNDIDO
Lo que me encuentro es caliente.
ANICETO
Así que venga tu prima
con resolución la emprendes.
Tú te declaras, te mira, 500
os abrazáis, y te absuelve.
CÁNDIDO
Lo que es abrazarla, no.
¡Sentir yo que se me acerque
y que a mi cuello sus brazos
toquen, y de mí se cuelgue? 505
¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza!
ANICETO
¡Qué vergüenza! ¡Pajarete!
—22→

 (Le sirve otra copa, que apura CÁNDIDO.)  

CÁNDIDO
Papá.
ANICETO
Pajarete y calla.
CÁNDIDO
Otra y me limpias.
ANICETO
¿Quién viene?
Es ella. Solo te dejo. 510
CÁNDIDO
¿Papá, se va usted?
ANICETO
No tiembles.
La botella en esta mano;

 (Ejecuta lo que dice.) 

la copa en esta. Valiente.
Cuando notes que el valor
te falta, que desfalleces, 515
que te acosa el enemigo,
ya lo sabes...
CÁNDIDO
¡Pajarete!

 (Vase D. ANICETO.)  



Escena X

 

CÁNDIDO, con la botella en la mano y la copa en la otra, y PETRA.

 
PETRA
¿Qué es eso?... Estampa más bella...
CÁNDIDO
(Debo estar hecho una sopa).
Esto, prima, es una copa 520
y esto otro es una botella.
PETRA
Fácilmente se columbra;
mas si no das otras luces...
CÁNDIDO
Pues mira, no te hagas cruces,
que esto, aunque no es luz, alumbra. 525
PETRA
(Si este chico no promete.
No quiero pensar en ello).
CÁNDIDO
(¿Se marcha? Ya me entra aquello.
Contra miedo pajarete).

 (Bebe.) 

¿Petra?
PETRA
¿Me llamabas?
CÁNDIDO
Sí.
530
PETRA
¿Qué quieres? Tengo que hacer.
Que no te marches, mujer,
mujer, que te estés aquí.
PETRA
¿Y qué hemos de hacer?
CÁNDIDO
Hablar.
—23→
de tu novio y de tu suegro. 535
¿Conque te casas? Me alegro.
Dedícate a viajar;
pon en el itinerario
Jerusalem, que es muy sana,
y no alquiles caravana6 540
que ya llevas dromedario.
Y es muy cómodo por cierto,
pues si tú el ingenio aguzas
hasta duermes, mientras cruzas
las arenas del desierto. 545
PETRA
Cándido, vas abusando
de mi triste situación,
y estás en mi corazón
un puñal atravesando.
Contempla, primo, el afán 550
que ese porvenir me ofrece.
CÁNDIDO
Si le miro y me parece
que tiene en la espalda un pan.
PETRA
Deja a mi futuro y toma
de ti mismo dura queja. 555
Si con él me caso, deja
que con su pan se lo coma.
CÁNDIDO
¿Y vas a llevar a efecto
un matrimonio tan duro?
Si el Barón es tu futuro 560
es un futuro imperfecto.
PETRA
Tú calmas ya mis desvelos.
Ya nada me importa el mundo,
que en tu lenguaje iracundo
conozco que tienes celos. 565
Mas no me culpes de ingrata,
que en ti solo ha consistido
Cándido, porque has tenido
la inteligencia muy chata.
CÁNDIDO
(Esta es hija de su madre). 570
PETRA
Permíteme que te arguya.
¿Dónde has visto liebre que huya
como el perro no le ladre?
Fuiste a mi pasión, creada
por la lumbre de tus ojos, 575
como esos matices rojos
—24→
que respira la alborada.
Puro y misterioso arcano,
como la virtud risueño,
y tan dulce como el sueño 580
de una noche de verano.
Yo te vi en la selva oscura
sentado junto a una fuente,
posando tu tersa frente
en tu mano blanca y pura. 585
Tu voz, que el alma penetra,
«Petra» sin cesar decía.
Luego el viento repetía:
«Petra, Petra, Petra, Petra».
Todo a tu voz se somete: 590
sientes un ruido cercano;
me ves, me coges la mano...
CÁNDIDO
¡Pajarete, pajarete!

 (Bebe.) 

¿Te la cogí?

 (La coge la mano.) 

PETRA
En un acceso
de tu espíritu amoroso 595
de La noche en el reposo,
sonó en el espacio un beso.
CÁNDIDO
¿Es decir que la besé?

 (La besa la mano.) 

PETRA
Tus brazos luego se alzaron
y en mi cuello descansaron. 600
CÁNDIDO
¿Conque tan bien te abracé?

 (La abraza.) 

PETRA
Pero, Cándido... ¿Qué hacemos?
Suéltame ya por favor.
CÁNDIDO
¿Qué te suelte? No señor.
Pues si los dos nos queremos, 605
ya no hay nada que me inquiete
como cariño me jures.
PETRA
Tengo miedo.
CÁNDIDO
No te apures.
Toma, toma pajarete.
PETRA
Tú calmas mis agonías, 610
oponerme fuera en vano.
CÁNDIDO
¡Ay! ¡Qué deliciosa mano!

 (Se la besa.) 


  —25→  

Escena XI

 

DICHOS y el BARÓN.

 
 

(El BARÓN los pilla y le da una palmada en el hombro a CÁNDIDO.)

 
BARÓN
¡Caballero!
CÁNDIDO
¡Buenos días!
PETRA
¡El Barón!
CÁNDIDO
¿Qué quiere usted?
BARÓN
Lo que de pasar acaba... 615
Usted su mano besaba.
CÁNDIDO
Conque la besaba... ¿y qué?
BARÓN
No sé cómo me contengo.
¿Conque tiene usted valor
de besarla?
CÁNDIDO
Sí señor,
620
mire usted como lo tengo.

 (Le besa la mano a PETRA.)  

BARÓN
Ya pasa con demasía
los límites del deber.
Respete usté a mi mujer.
CÁNDIDO
No: respete usted a la mía. 625
BARÓN
Estoy tocando el ridículo,
pues mal conmigo se aviene
el pobre diablo que tiene
en la mano ese adminículo.

 (Por la botella.) 

CÁNDIDO
Suplico a usted que se aparte, 630
pues si conmigo7 se excede,
este adminículo puede
que lo ponga en otra parte.

 (Amenazándole con ella.) 

PETRA
Pero, ¡por Dios!
CÁNDIDO
Ni un abismo
me hiciera retroceder. 635
Quita; le voy a romper,
solo por gusto, el bautismo.
Usté es un melón sin ciencia
que ignora, estando en Madrid,
que con esto logró el Cid 640
—26→
la conquista de Valencia.
Venga usted tirando coces,
Cuasimodo, vil moluco.
BARÓN
¡Armas! ¡Armas!
CÁNDIDO
El trabuco.


Escena XII

 

DICHOS, DOÑA DOLORES, DON ANICETO.

 
DOLORES
¡Pero qué gritos!
ANICETO
¡Qué voces!
645
(¡Adiós! ¡Este se achispó!)
DOLORES
¿Pero qué pasa, señores?
CÁNDIDO
Calle usted, tía Dolores,
que lo quiero explicar yo.
DOLORES
Habla, pues, sin dilación. 650
ANICETO
(Este de una coz nos balda).
CÁNDIDO
Contemple usted esta espalda
y después la del Barón.
DOLORES
¡Cándido!
CÁNDIDO
Al pie de la letra.
No hay más remedio, señora; 655
yo la adoro, ella me adora:
quiero casarme con Petra.
DOLORES
Se está burlando.
BARÓN
¿Y la fe?
¡Mis títulos, mi hidalguía!...
CÁNDIDO
¡Hombre, si mi baronía 660
vale más que la de usted!
DOLORES
Pues quiero tener tesón,
y por más que se me arguya,
lo que es mi niña no es suya,
se casa con el Barón. 665
PETRA
Pues yo con él no apechugo.
BARÓN
Recuerde usted mi nobleza.
CÁNDIDO
Yo le rompo la cabeza.
ANICETO
Pues qué, ¿es hijo del verdugo?
BARÓN
Mire usted que se desdora.8 670
DOLORES
Pues lo quiero, y se ha de hacer.
CÁNDIDO
Calle usted, buena mujer.
DOLORES
Que yo soy una señora.
—27→
Mi nombre está en el registro
de agentes capitalistas, 675
desciendo de los Aristas
y mi suegro fue ministro.
Que fui, sabe todo el mundo,
mujer de un segundo cabo.
CÁNDIDO
Principie usté por el rabo. 680
Solo fue cabo segundo.
ANICETO
(¡Aprieta, hijo mío, aprieta!)
BARÓN
(¡Qué escucho!)
PETRA
Por Dios, no más.
CÁNDIDO
¿Y cuándo iba usted detrás
del farol de la retreta! 685
¿Cuándo lavaba usted ropa
y recogiendo colillas
fabricaba cajetillas
para vender a la tropa?
¡Y hoy el piano... la etiqueta!... 690
¡Qué lástima de sal prúsica!
Si usted no sabe más música
que los toques de corneta.
Qué ministro, ni qué Arista.
Si usted batió al Pretendiente, 695
y contestaba «¡presente!»
cuando se pasaba lista.
DOLORES
Calla, Cándido infernal.
¿Quién sufre injuria tan fiera?
¡Barón!
BARÓN
(¡Una cantinera!)
700
DOLORES

  (Aparte a CÁNDIDO.)  

(¡Verdugo! ¡Infame!)
CÁNDIDO

 (Aparte a su padre.) 

¿Qué tal?
DOLORES

  (Aparte a CÁNDIDO.) 

(¡Traidor, yo voy a morirme!)
CÁNDIDO

  (Aparte a DOÑA DOLORES.)  

(O me otorga usted su mano
o cuento al género humano
que usted vino a seducirme). 705
ANICETO

  (Aparte a CÁNDIDO.) 

(Chico, has empinado el codo).
BARÓN

  (A DOÑA DOLORES.)  

—28→
Con lo que acabo de ver
ya podrá usted comprender
que me retracto de todo.
DOLORES

 (Aparte a CÁNDIDO.) 

(¡Qué afrenta! ¡No te conmueve! 710
¡Ay! Por Dios, líbrame de ella
aunque te cases con ella
y que el demonio se os lleve).
BARÓN
Aunque ofende a mi nobleza9
su debilidad respeto. 715
Abur.
CÁNDIDO
Ya logré mi objeto.
Venga usté acá, buena pieza.
BARÓN
Ese lenguaje...
CÁNDIDO

 (Aparte a su tía.) 

(Valor).
DOLORES

 (Ídem a CÁNDIDO.) 

(¿Qué?)
CÁNDIDO

 (Sigue el aparte.) 

(La quiero a usté salvar).
He querido averiguar 720
los límites de su amor.
Todo, por fin, se concilia.
BARÓN
Es una evasiva.
CÁNDIDO
No.
¿Le parece a usted que yo
deshonrara a mi familia? 725
Usted se forjó su historia,
vino a Petra con ficciones,
para dar con sus millones
charol a la ejecutoria.
Como el amor no le inspira, 730
yo el telón he descorrido,
para lo cual me he valido
de tan enorme mentira.
La que tiene en su presencia
viene en línea diagonal 735
del que fundó el cabañal
en el reino de Valencia.
Junto a su solar se escapa
manso el Tíber que le inunda,
y es también prima segunda 740
de un secretario del papa.
Ninguno su frente humilla
—29→
que es nuera de un intendente
y nieta de un asistente...
del siglo quince en Sevilla. 745
Ladrón es aunque no roba.
Y en fin, tenga usté entendido,
que en su trono nunca ha habido
rama alguna con joroba.
(Vamos, que ya lo arreglé). 750

  (Aparte a DOÑA DOLORES.)  

DOLORES
Descubierto está el arcano.
Barón, beso a usted la mano.
BARÓN
Señora, a los pies de usted.
DOLORES
No lo tome usted a mal.
BARÓN
Nada de eso. (Estoy corrido. 755
Tonto, pudiendo haber sido
sobrino de un cardenal).

 (Vase.) 



Escena XIII

 

DICHOS, menos el BARÓN.

 
CÁNDIDO
Tía...
PETRA
Mamá...
ANICETO
Tu perdón...
DOLORES
Callad, que si una lo piensa...
Quiero a tan pública ofensa 760
pública satisfacción.

 (Por el público.) 

¿Qué habrán dicho los señores
al ver tu comportamiento?
Pregúntaselo al momento
CÁNDIDO
No por Dios, tía Dolores. 765
DOLORES
No hay nada que me convenza.
Solamente de ese modo,
¿me entiendes? Accedo a todo.
CÁNDIDO
Si me vuelve la vergüenza.
DOLORES
¡Ah, bribón! ¿Y la has tenido 770
para armarme una querella?
ANICETO
Chico, toma la botella.

 (Examinándola.) 

¡Demonio! La has escurrido.
CÁNDIDO
Me va a dar la convulsión.
ANICETO
¿Traigo vino?
  —30→  
CÁNDIDO
¿Para qué?
775
Deje usted, papá, yo haré
de las tripas corazón.

 (Al público.) 

    Como eres indulgente
    nada me arredra,
que ya de tu cariño 780
    me diste pruebas.
    Tu venia tengo.
Ya que cuento con ella;
    vaya de cuento.
Se da por muy seguro 785
    que en un principio,
tanto el perro y el gato
    fueron amigos,
    que hasta comiendo
por equidad pesaban 790
    el alimento.
Una noche, por señas
    era de viernes,
hicieron un orondo
    pastel de liebre. 795
    Según se cuenta
tocó por turno al gato
    servir la cena.
Por desgracia aquel plato
    tan escogido 800
era de las dos castas
    el favorito.
    Por fin le abrieron.
Bufó el gato entre dientes
    y ladró el perro. 805
Su parte notó el gato
    mejor provista,
y la mano a la aguja
    llevó en seguida,
    con cuyo fraude 1 810
no dejó a la balanza
    que se inclinase.
El otro pobre, el hecho
    viendo tan claro,
no pudo contenerse 1 815
—31→
    y alzó su rabo.
    Pegó un ladrido
y al tuno en el cogote
    le dio un mordisco.
Desde entonces perdidas 820
    las amistades,
el partido tomaron
    de separarse.
Bien hecho entonces;
    pero con lo que viene 825
    no estoy conforme.
Los dos al matrimonio
    se consagraron,
y sucesión tuvieron
    también entrambos; 830
    pero al nutrirlos
los rencores de padres
    mamaban hijos.
Crecieron, y a sus odios
    acostumbrados, 835
por traición los vemos
    seguirse odiando.
    Y no hay razones
para que paguen justos
    por pecadores. 840
Por eso el autor dice
    que si el juguete
ni aplauso, ni indulgencia
    de ti merece,
    si lo repruebas, 845
    no paguemos nosotros
    culpas ajenas10.




 
 
FIN DE LA COMEDIA
 
 


Habiendo examinado esta comedia, no hallo inconveniente en que su representación sea autorizada.

Madrid 16 de Enero de 1863.

El censor de Teatros,

ANTONIO FERRER DEL RÍO.



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