Abril, 27 de 1835
Querido papá: son las siete de la mañana y salgo de Badajoz para Lisboa en posta; no tienen ustedes ni pueden formar una idea de cuántos obsequios y de qué especie he recibido en este pueblo; salgo agradecidísimo; ni en las fondas me han querido cobrar mi hospedaje. Llevo cartas para todas las autoridades y hasta los caballos de posta que llevo hasta Yelves es orden que ha dado el administrador poniéndolos a mi disposición.
Como me es imposible correr la posta con mi equipaje entero, hago devolver a Navalcarnero por la próxima mensajería el baulillo negro lleno de efectos; estén ustedes a la mira y paguen el porte si no va pagado.
Mañana duermo en Lisboa desde donde escribiré a ustedes, y pueden escribirme desde luego con sobre a D. Joaquín Campuzano, agregado en la Legación Española.
Hasta Lisboa Su amantísimo hijo
(Rúbrica)
Mil besos a mamá y millones de besos a mis
niños.
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