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Volumen 16 - carta nº 704

De ADOLFO BONILLA Y SAN MARTÍN
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

[Madrid], 19 enero 1903

Mi muy querido maestro: Anoche recibí su cariñoso telegrama, que le agradezco muy de véras. Estuve anteayer en su casa de Vd., creyendo, por la noticia de un amigo, que habia Vd. venido ya, pero me dijo Julio que hasta fin de més no llegaría Vd.

Todavía me va a dar algo que hacer el Vives. Resulta que el Secretario de la Academia es un Sr. de los de: I, lictor, colliga manus, caput obnudito, etc., y lleva las cosas á punta de lanza. Según me dijo el Oficial de Secretaría, no se permiten más que correcciones de estilo, pero es el caso que yo quisiera introducir pequeñísimas, aunque algunas, variantes. Por añadidura suprimí las notas de la mayor parte de los capítulos, y, si no las pongo, aparecerán sin comprobante afirmaciones estupendas. Además, quisiera que al frente del libro fuese una fototipia de cierta colosal tabla con el retrato de Vives que posee el Marqués de Santillana (le ruego á Vd. que nada diga de esta procedencia). Y, por ultimo, el papel amarillento que usa la Academia en sus Memorias me llena de lúgubre desconsuelo, y quisiera un papel blanco. Comuniqué estas enormes exigencias al Oficial de Secretaría, no atreviéndome á exponérselas yo mismo al terrible Secretario perpétuo, y resultó: que lo del color del papel podrá arreglarse, á riesgo de que le dé un accidente al Sr. Barzanallana cuando tenga en sus manos la Memoria; que la fototipia la habré de pagar yo; que las correcciones se habrán de hacer en las galeradas, y que en la vida podré yo volver á ver el original. Y lo raro es que la opinión particular de los Académicos á quienes he visto (Azcárate, Costa, Villaverde) es que puedo reformar como me parezca el trabajo (con tal que no introduzca grandes variaciones), pero sin duda no son hombres de órden. De todo lo cual infiero que va á ser preciso que yo considere detestable mi estilo, á fin de corregirlo extraordinariamente.

Fitzmaurice-Kelly me ha preguntado si estaba Vd. ya en Madrid, para enviarle cierto folleto ( Lope de Vega and the spanish drama; Glasgow, 1902) que contiene una conferencia dada por él en Oxford. Le he dicho que hasta fin de més no vendría Vd. y que se lo puede mandar á Santander.

La impresión de los Anales mios va con harta lentitud. Van tirados los pliegos que contienen el artículo sobre la Celestina, el de los fragmentos del Tristán del siglo XIV (con dos fototipias) y el de los romances viejos, pero falta muchísimo más. He sabido que se ha descubierto algo muy importante sobre la Celestina en el extranjero. Fitzmaurice lo sabe, pero el secreto no es suyo y no me lo ha podido decir. Sospecho que es cosa de Foulché y le he escrito rogándole que me comunique si esos hallazgos echarán por tierra lo que digo en el artículo (que le comuniqué en resúmen). Me ha contestado que esté tranquilo, que lo nuevo no viene a comprobar sino que Rojas era un poco mentiroso. Y no sé más.

Yá tendrá Vd. noticia de la desdichada muerte del pobre Serra. Yo creo que si no llega á editar la Hostería, no se muere. El periódico modernista Vida nueva ha vomitado unas cuantas descortesías con motivo de aquel libro; dice que lo ha escrito el de la calle del Príncipe (el óptico Bonilla) tras de sus antiparras.

Estuve en casa de Bailly-Bailliere. Me manifestó Enrique que piensa continuar con la Biblioteca, pero que necesita quien sustituya á Serra. Se inclina á proponer el negocio á Ciro Bayo. Yo le insté á que lo hiciese así, porque Bayo me parece excelente sugeto. Le dije que muy pronto le daría yo el original para el 1. er tomo de mis Caballerías, despues de que Vd. viniera.

Y, a propósito de estas Caballerias, debe meditarse algo por ahí fuera con motivo del Palmerín de Inglaterra. Fitzmaurice me avisa que un tal Purser, irlandés, está haciendo un libro monumental sobre este Palmerín; Foulché me escribe; ¡ojo con el Palmerín!; y la Sra. Michaelis de Vasconcellos me dice también: ¡mucho cuidado con el Palmerín! - Pero ninguno me da noticia concreta.

He tenido un disgustazo con el Conde de las Navas en la Biblioteca de Palacio, llegando á comprender lo que debía haber visto antes: que esa Biblioteca está cerrada para mí. Figúrese Vd. que hacía cuatro días que estaba describiendo dos Cancioneros conocidísimos y de muy poca importancia, utilizados por el Marqués de Pidal (Canc. de Baena), por Amador de los Rios (Obras de Santillana ) y por Cotarelo (p. XXV del Canc. de Montoro), cuando me preguntó el Conde con formas poco corteses, que: cual era mi intención al examinar esos manuscritos, porque si pensaba publicar algo inédito de ellos, debía tener en cuenta que esto correspondería mejor al Catálogo, que M. Pidal está encargado de hacer. Le contesté indignado que esto me parecia una impertinencia, sobre todo después de llevar cuatro días trabajando en ellos con su autorización; que el mismo M. Pidal había estado junto á mí viéndome describir y dándole yo noticia de mis propósitos; que Cotarelo había copiado de esos Cancioneros 41 composiciones inéditas de Montoro; que extrangeros como el norteamericano Pitzele han venido á copiar íntegros algunos mss. á esa Biblioteca; y en fin, que todas las leyes divinas y humanas me daban derecho á quejarme. He recurrido al Intendente; iré á los periódicos, publicaré la historia, y haré lo indecible, porque no me explico la extrañísima conducta que conmigo se sigue allí. Ya fuí otra vez, para ver qué ediciones había de libros de caballerias y me dijo el Conde que no podian verse, porque estaban muy ocupados los Bibliotecarios. Voy á titular mis artículos sobre esta cuestión: De gallinas (y sus concomitancias).

Y aquí hago punto, que ya le he hecho á Vd. perder bastante tiempo en leer mis tonterias. Disponga siempre de su afectísimo amigo q.s.m.b.

A. Bonilla y Sn. Martín

P.D. No anuncio su clase de Vd. en el Ateneo hasta que Vd. venga. Quizá conviniera que diese Vd. por lo menos una ó dos conferencias.

¿Ha visto Vd. el asunto Cotarelo? ¡Qué cosa más triste! En el Ateneo nos ha creado una situación gravísima, a mí se debe el que no haya ocurrido algo de trascendencia en la Junta general de Enero. Ya se lo contaré á Vd.