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Volumen 6 - carta nº 399

De EMILIA PARDO BAZÁN
E
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

23 julio 1884

Mi inolvidable y querido Marcelino: llevo dos meses de pensar en V. con agudos remordimientos. Me ha enviado V. el libro más hermoso (en mi humilde opinión) de cuantos ha producido ese primoroso y bendito ingenio, y yo, deseando consagrarle un artículo, que bien se merece y de atrás vengo debiendo á V., no pude, ni tuve cuando hacerlo. Contrariedades y disgustos; trabajos emprendidos; polémicas simples y que solo habrán producido el fruto de esparcir mi espíritu un poco, en el calor de la contienda: he aquí todo cuanto me vedó cumplir mi gran deseo de dar á V. gracias á la faz del público, dando á este la nueva de que se ha publicado un libro digno, á la vez, de la pluma de Sainte Beuve y de la de Villemain.

Digo la nueva, porque aquí, loado sea Dios, todo el mundo sabe lo que dijeron en el Congreso los charladores, y nadie se entera de lo que escriben los doctos. Se me figura, mi dulce amigo, que cada día se lee menos y se leen peores cosas. Caminamos al beocismo y aunque hable contra mí, declaro que me indigna ver que solo hay público para las novelas.

¡Y si todas fuesen como las de nuestro Pereda, a las cuales ha puesto V. tan hermosa portada. Pero Su Alteza el amor , tiene, de fijo más lectores, aun en España.

Por algunas líneas de la bella portada a que me refiero, tengo que dar á V. muy cariñosas gracias. Quedan dadas, y conste que me ruborizo de que la amistad —pues la crítica no puede ser— me ponga por encima de Zola, al cual, como á Heine, acabará V. por hacer cumplida justicia — que no? ya lo veremos. No hay cosa que más tiranice á un hombre que su propio y claro criterio. Este podrá más que V. al fin y al cabo.

Regresando á sus hermosos Estudios de V. le diré que á algunos los considero tan acabados, delicados y perfectos, que no conozco, en castellano, trabajo de alta critica que se les pueda comparar. Lo de Martinez de la Rosa es un primor; lo de Nuñez de Arce, una joya. Ve V., ve V. como sabia hacer cosas bonitas, sentidas, penetradas del sentimiento de admiracion inteligente y amorosa, firme y dúctil a la vez, que distingue a aquel mago de la crítica, á Sainte Beuve? Eso es reunir arte y ciencia en la más apetecible conjuncion: eso es criticar, saber y escribir y enseñar y todo lo bueno.

Vamos, tengo unos deseos de apretarle á V. la mano, que no lo sabe V. bien. ¡Qué magnífica Historia de la literatura puede V. hacer y hará! ¡Es V. tan jóven aun, ha dado V. tanto de sí y puede producir tantísimo!

¿Me permite V. que le haga una consulta tonta? Aquí como en todas partes hay gente que pregunta cosas semejantes á las que suelen preguntar los niños, dejando á los grandes perplejos.

Una persona cuyo apellido empieza con Ll desea saber si para poner su cifra en el puño de un bastón debe usar la letra Ll entera ó solo la L y si se escribe L grande y l chica, ó dos LL grandes, ó una L. sola.

Yo le dije que tratándose del puño de un bastón bastaba la L sola, apoyandome en que un hombre que se llame Chaves, v.g., no pone una Ch, sinó solo una C. No se conforma y quiere que un académico decida. Conque sáquenos V. de tan grave compromiso.

Adios, mi insigne amigo. Este año, si el cólera no lo impide, tendremos ocasión de volvernos á ver en Madrid allá hacia el mes de Octubre. Mucho lo desea su perenne amiga y admiradora q.b.s.m.

Emilia Pardo Bazán

 

Menéndez Pelayo, varias cartas , p. 131-133.