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Volumen 5 - carta nº 98

De ENRIQUE LLISTAR. (A Madrid)
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Barcelona, 10 junio 1881

Mi antiguo condiscípulo y distinguido compañero; no pudiendo resistir mas á la tentacion, rompo hoy el silencio que mi cortedad me habia impuesto en diferentes ocasiones al tratar de dirijirme á V. para recordarle mi humilde amistad y declararme entusiasta partidario de sus sanas y sublimes doctrinas.

Siempre he reconocido el privilegiado talento que el Hacedor le concedió, siendo pruebas fehacientes las culminantes notas que ha conquistado V. en su gloriosa y rápida carrera, alcanzando, ya en la prensa como en la cátedra, ya en la Academia como en el campo de la Religión, los laureados plácemes de la Ciencia; pero hoy que, con el arrojo del pecho católico español, enardecido con justo orgullo al contacto de recuerdos sacrosantos, ha echado el reto á los sectarios del intolerante escepticismo, confundiendo y avergonzando á los adalides del mas repugnante sensualismo, no hé resistido, repito, á la tentacion de hacer llegar mi apagada voz, hasta las gradas del sapiéntisimo joven Menendez, felicitándole cordialísimamente y enorgulleciéndome por haber sido su compañero de aula.

Dígnese pues, admitir el testimonio de admiracion con que siempre he oido y leído cuanto V. ha producido, antes, en y despues de nuestros estudios en la Universidad de la Condal Ciudad, en cuya tiene el honor de ofrecerle su casa, Pelayo 52; y si mi adhesion merece su aprecio, será el mas honroso timbre con que se engalanará, quien ningun título alegar puede para ello.

Su mas att. o aff.º s.s. q.b.s.m.

Enrique Llistar