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Carta de Esteban Echeverría a Andrés Lamas (17-5-1844)1

Esteban Echeverría

Leonor Fleming (ed. lit.)





Mayo 17, 1844

Señor don Andrés Lamas:

Prevalido del aprecio que usted se digna dispensarme voy a manifestarle francamente la nueva que tuve al hacerle la insinuación de mi carta anterior.

Soy secuaz de ideas, no de hombres. Para mí los hombres en revolución no valen sino como instrumentos para realizar ideas. Cuando sólo he visto hombres en la palestra me he embozado en mi yo, y he reído o llorado. Ahora que percibo una idea quiero servirla. Esto es todo.

Pienso que el Estado Oriental ha conquistado de hecho la iniciativa de la Revolución del Plata; y que ustedes, que están al frente de ella, no desecharán la oportunidad gloriosa de secundarla a todo trance.

Colocados en esta posición alta, presumo comprenden muy bien en que la Revolución actual y la de Mayo son unas, solidarias, y que iluminando y propagando el pensamiento de Mayo, se trabaja por la Revolución.

Ahora bien, yo me proponía hablar el día dela festividad de Mayo con dos fines: 1.º, porque creo que el culto que se ha dado hasta aquí a Mayo ha sido más material que moral, y que pocos son los hombres que comprenden lo que Mayo significa. ¿Y no sería bello, sublime, solemnizarlo interpretando su pensamiento, aquí, en el teatro mismo donde se combate a muerte por sostener su bandera? La poesía no basta para un pueblo como el nuestro porque ella nada explica y habla solamente el entusiamos. Esto importará un adelanto en el modo de concebir y celebrar a Mayo.

El 2.º motivo que me movía era el que al enconmendarme a usted la redacción de la obra de enseñanza primaria se imaginarán generlamente que sólo se trata de un catecismo común, y no de iniciar una verdadera revolución moral introduciendo por primera vez en la educación el principio democrático. Pensamiento que yo hubiera puesto en transparencia.

Por el discurso de Bello, además, habrá usted notado lo atrasado que están en Chile en el modo de concebir la educación adecuada a la América y nos honraría sin duda mucho el que a pesar de la guerra que nos depedaza, apareciesen en el Plata concepciones más altas y positivas sobre el punto en que a mi ver está vinculado el porvenir y el verdadero y completo triunfo de la Revolución americana.

La ocasión me parecía excelente. Con motivo del nombramiento yo hubiera tomado la palabra y diestramente habría entrado en materia a fin de que no causase extrañeza la innovación.

Voy a escribir lo que pudiera haber dicho. Si usted quisiera darme un momento en su casa o en la Policía mañana, vería mi idea desarrollada; y al mismo tiempo acordaríamos algunas bases de la obra, cuya redacción tengo ánimo de empezar pronto.

Soy como siempre de usted, afectísimo servidor que besa su mano.

E. Echevería.





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