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Volumen 7 - carta nº 565

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Bruselas, 23 junio 1886

Mi querido amigo Menéndez: Sin carta de Vd. a que contestar, le escribo de nuevo, antes de que se vaya a Santander, para rogarle que dé o haga dar, de presente, los ejemplares del tomo de mis versos a las personas que ya le he indicado.

Por si olvidé algunos nombres, diré, aunque me repita, que dé sendos ejemplares o los envié a mi primo D. Joaquín Valera, al Sr. D. José Fernández, Deán de la Catedral de Sigüenza, a Clarín, al Marqués del Riscal y a Miss M. J. Sitgreaves, que vive en Wáshington, D. C. 1300 N. Street.

No dudo yo que Clarín hablará al público de mis versos. Hasta hoy ningún periódico de los que recibo ha dicho palabra, ni siquiera los ha anunciado.

No sé si he dicho a Vd. que una señora yankee, llamada Emma Thompson, me ha escrito desde Easton, Pennsylvania, pidiéndome autorización para traducir y publicar Pasarse de listo. He contestado que puede hacer lo que guste, pero que no puedo dar venia si no le aceptan la traducción los Sres. Appleton, con quien tengo trato. Esta Sra. Emma Thompson ha publicado un libro, en Boston y en Londres, titulado Wit and Wisdom of Don Quixote.

Sé por cartas de Nueva York que ya se está imprimiendo la Pepita Jiménez, de casa de los Appleton, y que saldrá, casi de seguro, a fines de julio.

He recibido de Bogotá unos Estudios críticos de un señor Rafael M. Merchán. No me parecen mal. Dígame Vd. si Vd. o alguien de la Academia también los ha recibido.

Me ha escrito además una larga carta un joven entusiasta de Santiago de Chile, donde han formado una asociación para el estudio, divulgación, etc., de nuestra literatura. Dicho joven me pide datos biográficos y bibliográficos sobre mí y sobre mis obras, de las cuales me forma lista de las que ha leído y hay allí y son todas menos Las ilusiones del Doctor Faustino y las traducciones de Dafnis y Cloe y de Schack.

Digo todo esto para confirmar mi opinión de que en América, por todas partes, desde el Niágara al Paraná, tenemos un público simpático, admiradores y un gran mercado que la torpeza de nuestros libros y editores y algo también de su codicia impiden que explotemos.

Para que nuestros libros se difundan bien por América toda, no hay, a mi ver, mejor centro de operaciones que Nueva York. Los editores de ahí debieran entenderse con un libreto español que allí hay llamado nada menos que Ponce de León y con D. José G. García, Director de Las Novedades , 23, Liberty Street P. O., Box 1231.

Hablo de esto por egoísmo mío y por amor propio singular y colectivo de toda España y por interés, pues quiero que se vendan nuestros libros y nos valgan más de lo que nos valen. Alarcón, Vd., Pérez Galdós, José Navarrete y aun Pereda serán muy leídos en América y muy comprados si van por allá sus libros. No diré tanto de los poetas, pues los poetas americanos son muchísimos y hacen competencia a los Núñez de Arce, Grilos y Velardes. Grilo, sobre todo, parece un americano de la América española, se entiende: la misma ensalada de frases huecas y de sensiblerías sin sentido.

Créame Vd. su afmo. y buen amigo

J. Valera

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 273-274.