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Volumen 8 - carta nº 365

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Bruselas, 3 mayo 1887

Mi querido amigo Menéndez: Ya habrá Vd. recibido mi primera carta sobre El budismo esotérico. En seguida habrá Vd. comprendido que el tal budismo va a servirme de ocasión, pretexto y adorno para discurrir como racionalista, pero como racionalista juicioso, escéptico y amigo de la fe y de la imaginación, sobre lo natural y sobrenatural y sobre lo milagroso, así en el arte como en la vida.

Digo escéptico y subrayo para que Vd. entienda que hablo del buen escepticismo que no niega las cosas, y menos aún su posibilidad, sin buenas y poderosas razones, y dista infinito del furor negativo de los positivistas y materialistas,

que pagarán el pato si atino a decir lo que quiero decir. Lo que importa ahora es saber si mis cartas saldrán amenas y divertidas. Lo primero es divertir. Si no, no se enseña nada. La gente no quiere aprender lo que primero no la divierte.

Los Appleton dicen que no han vendido sino 6.000 ejemplares, no completos, de Pepita Jiménez en inglés. Como yo no debía percibir el 10 por 100 sino desde 2.000 en adelante, apenas he recibido 4.000 rs. En fin, sea como sea, esto me hallo. En los Estados Unidos no hay tratado que garantice nuestra propiedad literaria.

Los Appleton acaban de hacer, sin pedirme venia ni nada, una edición de Pepita Jiménez en castellano. Hoy he recibido seis ejemplares con mi retrato y láminas y adornos intercalados en el texto.

Anuncian que seguirán imprimiendo libros en español, sin decir cuáles, y que darán derechos de autor sin decir cuánto. Siempre será un 10 por 100 y luego harán la cuenta que quieran. Los Appleton, si siguen por este camino, podrán quitarnos mucho de nuestro mercado de libros de América, con harto poco provecho de los autores, pues nos armarán la cuenta que se les antoje.

Claro está que ya que los Appleton han publicado Pepita Jiménez en español, me alegraré de que vendan mucho, de que confiesen que han vendido seis u ocho mil ejemplares y de que me den un par de miles de pesetas dentro de un año, porque tardan en hacer cuentas; pero no quiero que sus libros entren en España. A esto deben oponerse ahí y considerar su introducción como contrabando. Nuestros editores deben poner atención; moverse más para que los yankees no nos quiten el mercado de la América española, y desdeñar menos que Catalina los anuncios periodísticos: No hay refrán más falso que el que dice: el buen paño en el arca se vende. El buen paño, si se queda en el arca, en el arca se queda; y se vende el malo, anunciado y celebrado.

Adiós. Créame su cariñoso amigo

J. Valera

 

Valera-Menéndez Pelayo , p. 373-374.