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Volumen 6 - carta nº 426

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Cataratas del Niágara, 27 septiembre 1884

Mi querido Menéndez: Sólo para que vea Vd. que le recuerdo al contemplar estas magnificencias de Dios en sus obras, le escribo á escape desde aquí y bastante cansado de subir y bajar, andar y ver cosas.

Esto es estupendo, y, aunque yo soy más psicólogo que físico y más místico que teósofo, y allá en lo profundo del alma admiro siempre más sublimidades de fuerza y de extensión que en todo el universo-mundo, todavía estoy encantado de esto y contento de haberlo visto, a pesar de lo caro que cuesta, pues tanto del lado americano como del lado del Canadá le saquean a uno del modo más extraordinario. Todo cuesta dinero: bajar á lo hondo de la catarata, ver el torbellino rápido, visitar el manantial ardiente, pasar por los puentes y recorrer las islas. Mi sobrino Juanito Mesía me acompaña en esta expedición. Hemos estado en muchas partes: en Filadelfia en Nueva York, en Newport, que es mejor que Biarritz, en Saratoga, que es el Vichy de aquí, donde paré en un hotel enorme en que se alojaban 1.400 personas, y en Boston, donde me obsequió mucho el Sr. Bradford, nuestro correspondiente de Academia, que me pareció muy amable y excelente gentleman.

Pasado mañana, ó antes, volveré á Wáshington, de donde he estado ausente un mes y desde donde escribiré á Vd. con más reposo, contestando á la última amable carta de Vd. que recibí en Newport.

Dé Vd. de parte mía mil cariñosas expresiones á nuestro Aureliano, á Tamayo y Cañete, y créame su afmo. y buen amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 208-209.