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Volumen 8 - carta nº 457

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A   JUAN VALERA

Santander, 14 julio 1887

Mi muy querido amigo D. Juan: He recibido sus dos últimas muy gratas (la última del día 9), a las cuales he tardo algo en contestar por lo muy enfrascado que estoy en la continuación de mi libro de Estética.

Todavía no he visto el tomo de los Apuntes porque no estaba acabado de imprimir cuando salí de Madrid a fines del mes pasado. Creo, como Vd., que Catalina ha hecho muy mal en retrasar la publicación hasta el verano, porque en verano no queda en Madrid nadie que compre libros.

El tal Catalina parece reñido con sus propios intereses, y no me extraña oírle quejarse de que vende poco. Lo admirable es que venda nada en semejantes condiciones y sin anuncio ni bombo alguno en la Prensa.

También la Revista de España anda buena. No ha publicado número alguno en más de medio mes. Así es que estoy lleno de curiosidad por leer los dos artículos que Vd. ha dedicado a la Pardo Bazán y a Fastenrath. Supongo que el libro francés de éste será una especie de Walhalla, es decir, una nueva simpleza. El tal Fastenrath ha encontrado el secreto de ser un tonto políglota, un tonto de la torre de Babel.

Tenemos desgracia los españoles con estos críticos y admiradores de nuestras cosas contemporáneas que nos salen por ahí. Dígolo porque he leído el insulso artículo que, con la mejor voluntad del mundo, dedica a sus versos de Vd. el ruso Boris de Tannenberg. ¡Qué pobreza de ideas, de recursos y de todo! Da lástima que tan buen papel y tan buena impresión se gasten en estampar semejantes ñoñeces.

Conocí a Boris cuando estuvo en Madrid y me pareció un excelente muchacho, que hablaba el castellano con una limpieza extraordinaria, pero que tenía ideas muy confusas y superficiales de todo. Témome que si no aprende más y se deja de mirar como oráculo a la Pardo Bazán, ha de valer poco el libro que escriba sobre la España contemporánea.

No debe Vd. interrumpir la serie de las cartas sobre el budismo. No venga a suceder con ellas lo que con tantos otros trabajos de Vd. y lo que probablemente hubiera sucedido con los Apuntes si yo no hubiera insistido con Vd. para que los acabase, como ahora insisto respecto del budismo, creyéndome con algún derecho a ello, puesto que los artículos están dedicados a mí.

Al fin, me mandaron de la secretaría del Estado el libro aquel yankee Wit and wisdom of D. Quixote. Anduvo perdido más de un año.

¿Recibió Vd. La Ciencia Española (tomo 1.º)? No acabo de creer que se haya extraviado, porque la mandé certificada desde la librería de Murillo. Sáqueme Vd. de la duda para mandar otro ejemplar si el primero ha naufragado.

Veo con íntimo regocijo que las novelas de Vd. se van abriendo ancho camino por todo el mundo culto, alcanzando en todas partes la altísima estimación que merecen. Dígame Vd. qué le parece la traducción alemana del Doctor Faustino. Creo que hace Vd. bien en conceder a todo editor extranjero licencia y facultad para imprimir traducido cualquiera de sus libros. Si de todas maneras lo han de hacer, vale más que sea con noticia y algún provecho del autor.

Sin duda que le probará a Vd. muy bien la temporada de Spa, teniendo tan buena compañía como la de Mme. Bauer, a quien saludará Vd., en mi nombre, con el mayor cariño, porque realmente la quiero muy de veras.

Escríbame a menudo y téngame siempre por su mejor amigo

M. Menéndéz y Pelayo

 

Valera-Menéndez Pelayo , p . 392-394.