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Volumen 5 - carta nº 357

De MARIANO CATALINA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Vitoria, sábado 9 [septiembre 1882?]

Mi querido Marcelino: Llegó su deseada carta y me alegro que hiciera aquellas ligerísimas correcciones: eran muy tolerables los descuidos pero saltaban a la vista en tan hermosa composicion, á mi juicio superior a las demás y una de las mejores que se han escrito en lengua castellana.

No uno, sino varios pliegos hay ya tirados ó por mejor decir á estas horas estaran ya todos; pero debo advertirle que con las 120 páginas que da el original que ha entregado hasta ahora no se puede hacer tomo aunque la introduccion sea muy larga y no contando con que he mandado que las estrofas de las últimas composiciones no vayan en columna cerrada sino con espacios. Es pues preciso que saque V. fuerzas de flaqueza y haga nuevas composiciones aunque sean traducidas; por que el tomo tiene que pasar de 300 páginas si ha de cumplir su misión. Y esta exigencia mia no es caprichosa, pues ademas de que todos los de nuestra coleccion pasan de ese número de páginas, en el de que se trata hay que tener en cuenta que es el primero de sus obras completas, que no es parte de obra que conste de varios tomos, que ha de llevar el retrato y por consiguiente que no se puede dar comienzo á la publicacion de sus escritos por un tomo raquítico y enteco, ni tampoco por uno demasiado voluminoso. Ya se yo que en el curso de la publicacion vendran tomos gruesos y delgados; pero esto que siempre debe evitarse ahora es a mi juicio necesario que no suceda. Para V. es facil coger á uno ó varios clásicos griegos ó latinos y enjaretar en pocos dias el original que falte con lo cual tendrá una novedad mas el lector y eso mas que admirar los literatos.

Como V. del 15 al 20 regresare yo á Madrid, aunque de aquí saldré el próximo Martes. Allí nos veremos y se comenzara enseguida á imprimir la estética para ponerla a la venta entre las poesias y Calderon. Si a V. le ocurre algo de por aquí ó de Zaragoza aun puede escribirme á vuelta de correo; sino hasta Madrid se despide su compañero y buen amigo

M. Catalina