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Carta de Rufino Blanco Fombona a Manuel Ugarte. Amsterdam, 11 de noviembre de 1907

Rufino Blanco Fombona





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173 [Neteringsehaus]

Amsterdam, 11.11.1907

Mi querido Ugarte:

He recibido su postal y el libro. Ese delicioso volumen de finas gemas líricas me ha hecho pasar inolvidables horas de goce espiritual. Gracias por el envío.

A propósito de libros, le voy a pedir a usted un servicio. Sé la importancia que tiene para la Casa Garnier tanto las obras de usted como usted mismo. Así, pues, ¿querría usted proponerles un volumen mío para este invierno, en las mismas condiciones que la Casa toma los de usted?

Puedo ofrecerles:

1.º Un volumen de versos, en español y francés (como el último de L. Díaz y para ser publicado en ambas lenguas y ofrecido a ambos públicos. Traducción de Raisin).

2.° Un volumen de crítica de autores y libros de Hispanoamérica.

3.° Un volumen, entreverado, de críticas o impresiones de autores americanos y europeos.

4.° Un libro de notículas: impresiones de viaje, de vida, lecturas, etc.

Cada uno de estos volúmenes puede ser de 250 o 300 páginas, a voluntad.

Espero su respuesta sobre el asunto.

Ahora pasemos a otra cosa. Su artículo publicado en La Revue y que leo traducido al español en el periódico que usted me envía, me parece admirable; y me prueba, porque [...] advertí allí mis propias ideas sobre letras y cosas de nuestro continente: vea como entre su artículo de La Revue y mi estudio sobre Díaz hay correlación. Me place por otra parte el que usted piense así, porque en la Argentina es usted solo en tales ideas. Es doloroso ver que en este país se tiende poco al hispano-americanismo, y que allí todo el mundo se acantona en el orgullo nacional. De esto tiene un poco la culpa el Gral. Mitre.

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Argentina es un gran país, el más grande y simpático de Hispanoamérica; y es la flor y el orgullo de nuestro continente; y de ese pueblo nos enorgullecemos todos. Pero querer independizarse de las tendencias americanas generales, y de las simpatías continentales -porque vende más carneros que Uruguay o tiene más ferrocarriles que Perú- me parece absurdo, antipolítico y antifraternal. Argentina, aunque muy valiosa como nación americana y cabeza de civilización occidental, si quiere jugar papel por sí misma y no como parte de nuestra gran patria continental en vez de crecer se empequeñece. Vendría a ser como Portugal, como Bélgica, y aún menos quizás, porque no posee imperio colonial, como estos países. Repito que me parece que de todo esto tiene en parte la culpa, en su origen histórico, el Gral. Mitre. Él se puso a sembrar rivalidades, en vez de apartar motivos de desavenencias estúpidas, que no son sino piedras y obstáculos a nuestras mutuas simpatías y a nuestros intereses. En los últimos años de su vida quizá se amplió el criterio de ese patricio benemérito; y me fundo para creerlo en cierta carta suya que recibí poco antes de que él muriera, y en donde me hablaba de la historia americana. Pero ciertas ideas, las ideas de usted y las mías respecto de América, las profesan desgraciadamente pocos, sólo las más altas frentes. Por eso me encantó su artículo. Respecto a lo que para mí tiene de benevolente y personal es afecto suyo. He escrito muy largo. Un abrazo,

R. Blanco Fombona





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