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1

La historia de los escritores valencianos forma tiempo ha el más completo artículo de la literaria de España. A los diligentes trabajos de Onofre Esquerdo y don Diego Vich en el siglo XVII; del P. José Rodríguez, autor de la Biblioteca Valentina (1731); de su continuador el P. Savalis (1747); de don Vicente Jimeno, que en sus Escritores del reino de Valencia (1747) refundió y aumentó las noticias reunidas por sus antecesores; de Lorga, los Mayans, Cerdá y algunos otros en el pasado siglo, y en el presente del curiosísimo Pastor Fuster, (Biblioteca Valentina, 1827), de don Vicente Salvá y don Vicente Boix, deben Valencia y España esta gloria, y esta ilustración la literatura.

 

2

Instalóse el día 4 de octubre de 1591, y duró hasta el 13 de abril de 1593. Se reunía todos los miércoles en casa de su presidente don Bernardo Cathalan de Valeriola, a quien por su ausencia sucedió el distinguido poeta don Gaspar Mercader, conde de Buñol. Los académicos adoptaban un nombre convencional abstracto con el cual eran designados y firmaban sus trabajos. Leíase en cada sesión un discurso en prosa, y se recitaban poesías sobre asuntos señalados en la anterior. Escribíanse estas composiciones formando colección, que, compuesta de tres tomos en folio, encuadernados en uno, y con el título de Noches valencianas (a cuyo principio van las Instituciones de la Academia y la lista de sus socios), existía en 1747, después de haber estado perdida largo tiempo, en poder del padre doctor Felipe Seguer, de la Congregación de san Felipe Neri; perteneció después a la Biblioteca Mayansiana, y de adquirida finalmente por don Vicente Salvá, en cuya preciosa librería particular la conserva su hijo en Valencia.

 

3

Para distinguirle de otros del mismo apellido, poetas contemporáneos: el licenciado Juan de Aguilar, antequerano, y don Francisco López de Aguilar, de Madrid, grande amigo de Lope.

 

4

Pedro de Aguilar le llama en el Viaje: tal vez es yerro de imprenta.

 

5

Epitalamio a las bodas de los señores duques de Candía: en metáfora de la fábula de Endimión y la Luna. -En quintillas.

El P. Rodríguez, que refiere el triste suceso de esta composición, poseía copia de ella.

 

6

Legó estos cuadros al monasterio de la Murta, de la villa de Alcira, el erudito comendador don Diego Vich, autor de unas curiosas Efemérides y de dos Discursos sobre las comedias, inédito el uno, el otro impreso. (Breve discurso en favor de las comedias y de su representación. -Valencia, 1650, fol.) «Hacíale notable diversión la pintura y después de haber conseguido copias de muchas imágenes santas, solicitó y hubo los originales de los más ilustres varones en todas ciencias y facultades de nuestra ciudad y reino, que hoy en efigies de medio cuerpo se conservan en el monasterio de la Murta, de san Gerónimo, del cual era patrono y a quien legó sus bienes».

Vich falleció retirado en este monasterio, del cual fueron extraídos los cuadros durante la dominación francesa, y por fortuna se han salvado.

 

7

De este título mismo tiene Lope una comedia, inserta en su Parte quince, que es ya de las impresas con su beneplácito y bajo su dirección; y otra don Agustín Moreto.

 

8

La del Mercader amante ya estaba reimpresa en el Tesoro del Teatro Español.

 

9

Publicó esta carta con varios fragmentos de otras de la colección del señor Durán, el diligente Schack, y yo la he insertado en mis Notas a la Vida de Cervantes.

 

10

Obras en prosa y verso de Salvador Jacinto Polo de Medina, 1664.