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131

Elie L. G. den Dooren de Jong, «Quixote, nombre significativo», Universidad. Revista de cultura y vida universitaria (Zaragoza), 43 (1966), 89-96, en pp. 89-90.

 

132

«El nombre de Don Quijote», Anales Cervantinos, 2 (1952), 361-64.

 

133

Dictionnaire des noms des personnages du Don Quichotte de Cervantès, suivi d'une analyse structurale et linguistique (París: Éditions Hispaniques, 1980), p. 125.

 

134

Juan de Ávila, Obras completas, ed. de Luis Sala Balust (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1953), II, 212: «Cuando sale cojo de un muslo, cosqueará con los vicios de la carne», pues quien «no sabe orar no sabrá ser casto»; y p. 465: «No fué menester que dijese que no fuesen lujuriosos, sino, dándoles la Ley, quedó mortificada la carne, como el ángel que hirió el muslo a Jacob». Pedro de Ribadeneyra, «Vida de San Ignacio de Loyola», en Historias de la Contrarreforma, ed. de Eusebio Rey (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1945), p. 45: «tendido en una cama herido de Dios, que por esta vía le quería sanar, y cojo como otro Jacob»; Lope de Vega, «Del beato Ignacio de Loyola, cuando colgó la espada en Monserrate», Obras poéticas, ed. de José Manuel Blecua (Barcelona: Planeta, 1989), p. 508, v. 46: «el Jacob, a quien servís».

 

135

Pedro de Ribadeneyra («Vida de San Ignacio», pp. 54-55) y Pedro Leturia, El gentilhombre Íñigo López de Loyola (Barcelona: Labor, 1941), pp. 131-60 y 240-59 recalcan las facetas caballerescas del biografiado. Pero es Unamuno, en su «Vida de Don Quijote y Sancho», Obras completas (Madrid: Afrodisio Aguado, 1951-63), IV, 127, quien relaciona la vela de armas de Don Quijote con la de Ignacio de Loyola en Monserrat, del 24 al 25 de Marzo de 1522, a imitación de Esplandián (Amadís de Gaula, Libro IV, Cap. 133). José Mª Pemán, «La 'armazón de cauallería' de Don Quijote: Apuntes sobre el capítulo III de la Primera Parte», Boletín de la Real Academia Española, 27 (1947-48), 7-19.

 

136

La búsqueda del Grial (Barcelona: Anthropos, 1988), pp. 186-189; véase «La Tierra Yerma», pp. 206-228.

 

137

Federico Sánchez Escribano, «Del posible sentido paródico de La Mancha en el Quijote», Anales Cervantinos, 8 (1959-60), 365-66: «frente a una insinuante, florida y floreciente vista en los libros de caballerías, se levanta la aridez de La Mancha en el Quijote, en función de parodia» (p. 366). Sobre el «origen del nombre de la región de La Mancha», Corominas aduce que ya en el siglo XIV «se empleaba Manxa como nombre propio y que era conocida por su sequedad» (Diccionario, s. v. Mancha, nota 3).

 

138

Obras completas, I. 'Don Quijote de la Mancha', seguido del 'Quijote' de Avellaneda, ed. de Martín de Riquer (Barcelona: Planeta, 1968), I, 11-12. En adelante, todas las citas del Quijote remitirán a esta edición.

 

139

Poesía erótica del Siglo de Oro, ed. de Pierre Alzieu, Robert Jammes e Yvan Lissorgues (Barcelona: Crítica, 1984), p. 351.

 

140

Cela (Diccionario, II, 60-94, s. v.) atestigua una clara etimología.