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  • Volume VIII, Number 1, Spring 1988
      • Edwin Williamson
        En este ensayo se analiza el desarrollo de la acción del Quijote, partiendo de unos postulados aristotélicos, para averiguar hasta qué punto la intención declaradamente cómica y paródica de Cervantes hubiera podido ser transformada por la invención del autor. Se intenta demostrar que Cervantes llega a crear una narrativa que, vista en su totalidad, incorpora algunos -pero no todos- los elementos principales de una acción trágica o épica según los criterios de Aristóteles. De ahi que la crítica moderna desde el Romanticismo haya encontrado efectos trágicos en la novela a pesar de que los contemporáneos de Cervantes no parecen haber considerado el Quijote como algo más que un libro burlesco. Sin embargo, estos elementos semi-trágicos no reflejan necesariamente una visión 'proto-moderna' del mundo sino que surgen gracias a una lógica estética condicionada por la peculiar locura de don Quijote y elaborada por la invención de Cervantes a lo largo de su narración.
      • Geoffrey Stagg
        Con el Viaje del Parnaso intenta Cervantes reivindicar su capacidad poética ante el mundo de las letras: la ficticia llamada al Parnaso por el mismo Apolo es réplica satírica al rechazo de los Argensolas. Pero Cervantes sabe muy bien que los elogios del autor prodigados por Mercurio y Apolo van a carecer en la realidad de toda validez. Por tanto pone en juego una maniobra ingeniosa calladamente, a lo largo de la narración, va creando para el autor-personaje una «persona» poética impresionante, conforme a los preceptos y criterios del Cisne de Apolo de Luis Alfonso de Carvallo: propaganda personal, por consiguiente, la cual, sin embargo, es también propaganda general en pro de «la divina poesía», de los valores morales y de la fe católica.
      • Linda Britt
        Las dos doncellas sirve como medio en el cual Cervantes presenta dos mujeres de diferentes tipos para entonces señalar la que él prefiere como heroína de su obra. Su preferencia se revela en la resolución de la novela, como sólo una de las mujeres alcanza su propósito verdadero. Dentro de las normas de su época, Cervantes permite que las mujeres sean «atrevidas» en su búsqueda para recuperar su honor lastimado. En esto, sigue modelos italianos y bizantinos. El autor deliberadamente desarrolla las complicaciones en la trama de la novela para crear un ambiente de confusión, pero nunca se pierde la idea central de que una de las mujeres es superior a la otra.
      • Carole Holdsworth
        El novelista norteamericano Thomas Pynchon escribió el cuento «Low-lands» (publicado 1960) cuando era estudiante en la universidad de Cornell. A mi parecer, hay marcadas resonancias de Cervantes en este cuento posiblemente influido por la interpretación del Quijote de V. Nabokov, uno de los profesores de Pynchon. Como don Quijote, el protagonista Flange decide buscar aventuras. Aburrido de su vida respetable y mal comprendido por su mujer, Flange sale de su casa acompañado del grosero marinero Pig Bodine, antiguo compañero suyo que se parece un poco a un Sancho degenerado. Una noche el soñador Flange obedece a la llamada de una hermosa «gitanilla» y desciende con ella a un basurero misterioso, para soñar despierto sus ensueños, como don Quijote en la cueva de Montesinos. En contraste, sin embargo, con el desenlace desengañado del Quijote, el joven Pynchon cierra su cuento con Flange perdido en un mundo fantástico, prefiriendo jugar a la vida con la pequeñita Nerissa.
      • Robert M. Flores
        Uno de los muchos elementos de carácter meramente tipográfico de los que se puede uno valer para delimitar las tareas de los cajistas que compusieron las primeras ediciones del Quijote (Madrid, Juan de la Cuesta, 1605 y 1615), es la incidencia de las variantes «» y «sl» en formas verbales terminadas en «s» con complemento enclítico directo o indirecto de tercera persona. Cada cajista tendía a usar ya fuera una o la otra variante, y esta costumbre no solamente apunta al cajista que compuso la lectura, sino que también ayuda a seleccionar la forma más adecuada de reunir en una línea toda lectura de este tipo que aparece dividida en dos líneas en las primeras ediciones del Quijote; por ejemplo, mandarnos | lo > mandarnolo > contaros | lo > contaroslo; verei | lo > vereislo.
      • Enrique Rodríguez-Cepeda
        During the period 1750-1782, Spain published more editions of Don Quixote than at any other time. A special type of Quixote, illustrated with woodcuts and very cheaply priced, was sold in the street; it was published by M. Martín between 1765 and 1782, in a total edition of approximately 30,000 copies (9 printings). Another Quixote, with plates and engravings, was published for middle-class professionals by A. Sancha and Ibarra, in a printing of 3,000 copies. Yet a third type, intended for the aristocracy and as official gifts of the govenrment, was published in 1780 in an edition of 1,000 copies by the Royal Academy. A particularly significant aspect of these newly compiled statistics is the light they shed on a previously unsuspected, or at least insufficiently appreciated, phenomenon: the extent to which this most intellectual of Spanish literary texts penetrated the popular culture of the period.