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ArribaAbajo Johnson, Carroll B. Cervantes and the Material World

Urbana and Chicago: University of Illinois Press, 2000. 339 pp.


David R. Castillo



University of Oregon

Cervantes and the Material World propone una recontextualización de la narrativa cervantina -especialmente Don Quijote y las Novelas ejemplares- en función de la compleja realidad socioeconómica en que se halla inmerso el mundo mediterráneo de fines del siglo XVI y principios del XVII. En concreto, Carroll Johnson presta especial atención a la dinámica de cambio introducida por la expansión del comercio a gran escala y de los mercados financieros, sin por ello perder de vista las diferentes formas de reacción del viejo orden precapitalista. Empleando un método de análisis que podríamos emparentar con el materialismo cultural, Johnson establece una serie de conexiones directas entre el nivel estructural en que se estaban librando las batallas estrictamente económicas y la superestructura cultural. Johnson subraya este aspecto al afirmar que una de las características distintivas de la obra cervantina es la presencia efectiva de la infraestructura socioeconómica que estaría al servicio de la construcción de la ficción narrativa llegando a convertirse en el motor mismo de la acción: «The economic infrastructure is placed at the service of the construction of the narrative fiction, as a powerful engine of characterization and plot» (10).

Insistiendo en el terreno de la metodología y en el capítulo de influencias, Johnson destaca los estudios de Américo Castro, Fernand Braudel y José Antonio Maravall, figuras señeras que habrían pasado prácticamente desapercibidas dentro del cervantismo estadounidense al no haber definido ni siquiera afectado el curso de los estudios cervantinos en este país (3). Johnson se lamenta de esta situación: «This is a pity and a disservice to scholarship, because their workplaces us in a position to identify the themes Cervantes deals with in terms of their relation to the socioeconomic and political problematics of his time» (3).

Como discípulo del departamento que publicaba la serie Ideologies and Literature y que ahora produce Hispanic Issues, me cuesta creer que la ausencia de estos «pensadores seminales» pueda ser afirmada de forma tan categórica, aunque es muy posible que Johnson tenga razón por lo que se refiere a buena parte del cervantismo norteamericano de élite, lo que él llama «mainstream Cervantes studies in the United States» (3). Lo cierto es que, viniendo del actual presidente de la Cervantes Society of America, esta llamada de atención sobre las posibles carencias de los estudios cervantinos en Estados Unidos podría entenderse como una especie de giro institucional.

Johnson se hace eco del pensamiento de Castro, y sobre todo del de Maravall y Braudel, con el objetivo de explicar el notable papel de prácticas y mecanismos económicos en la obra de Cervantes. Su libro está estructurado en torno a tres temas centrales: 1) la coexistencia del modo capitalista de producción con las viejas estructuras feudales, 2) los conflictos de género sexual, clase social y modos de producción y 3) la paradójica relación que mantienen, a comienzos del siglo XVII, los mecanismos ideológicos del estado y los resortes del comercio internacional.

La primera parte comienza con un estudio detallado del peliagudo asunto del salario de Sancho como signo del problema estructural que supone el choque entre   —173→   los principios feudales de vasallaje y servicio y el principio moderno del trabajo remunerado (capítulo primero). Siguen una interpretación de «Rinconete y Cortadillo» como una crítica velada de las prácticas del monopolio sevillano (capítulo segundo) y un análisis del personaje de Ricote (Don Quijote II, 63) que, como víctima de la política racial y económica de la España contrarreformista, se erigiría en símbolo de la tragedia histórica de los moriscos (capítulo tercero).

La segunda parte -que a mi modo de ver es especialmente sugerente- propone lecturas revisionistas de la «Historia del cautivo» (capítulo cuarto) y de «La gitanilla» (capítulo quinto), a partir del estudio de los personajes femeninos. Johnson destaca el hecho de que las protagonistas Zoraida y Preciosa representan mujeres fuertes, dinámicas y emprendedoras hasta el momento mismo de su integración en el orden imperante, una integración que las debilita hasta cosificarlas y callarlas. Esta situación nos obliga a revaluar el «final feliz» que sirve de colofón a ambas historias. Desde el punto de vista de la evolución de los personajes femeninos, se hace francamente difícil sostener la noción del final feliz. Al contrario, los paradójicos desenlaces nos permiten vislumbrar otro nivel de significado mucho menos comprometido con la ideología contrarreformista. Johnson nos invita a contemplar la conclusión de «La gitanilla» -y por extensión de la «Historia del cautivo»- como una reflexión irónica de tintes trágicos en torno a la posición de la mujer en la sociedad señorial: «an ironic meditation on women's place in the patriarchal-aristocratic order that approaches tragedy» (114).

La tercera parte del libro es quizá la sección más informativa. Esta parte consta de capítulos dedicados al estudio de «El amante liberal» (capítulo sexto) y «La española inglesa» (capítulo séptimo), obras que, junto con Persiles, se encuentran entre las menos apreciadas por la crítica. Johnson se distancia de la lectura tradicional de ambas novelas ejemplares para reinterpretarlas desde un punto de vista materialista. Su conclusión es que bajo su apariencia idealizante de resonancias bizantinas, «El amante liberal» y sobre todo «La española inglesa» emiten juicios críticos acerca de los problemas socioeconómicos y culturales más acuciantes de la Europa de fines del siglo XVI y principios del XVII: «In fact, like all the other texts we have examined, this story [«La española inglesa»] is immediately and profoundly concerned with real, historical, socialand economic issues. It constitutes perhaps Cervantes's clearest statement of the dialectic of aristocratic and bourgeois values» (153). Esta afirmación supone un giro de ciento ochenta grados con respecto a la visión tradicional de «La española inglesa» como una novela bizantina en miniatura, tal como mantienen Rafael Lapesa y Stanislav Zimic, por ejemplo.

El libro se cierra con una llamada al cultivo de los estudios materialistas («materialist studies») que habrían de ayudarnos a construir una imagen más completa del contexto de producción de la obra de Cervantes, y al mismo tiempo nos permitirían abordar asuntos de candente actualidad. De hecho Johnson dedica las últimas palabras de su ensayo a subrayar este importante aspecto de la labor del crítico: «historicizing Cervantes's texts within their own socio-economic context has the potential to illuminate questions of compelling interest within our   —174→   own time and place» (200). En este sentido, cabe pensar que Cervantes and the Material World se mueve hacia la superación del impás historiográfico de los últimos años. Me refiero sobre todo a la brecha que se ha ido abriendo entre el cervantismo clásico de raíces humanistas y las nuevas corrientes postestructuralistas. Frente a la sintomática pregunta que planteara hace un par de años George Mariscal, «¿Qué tipo de Cervantes queremos o necesitamos?», Johnson ofrece una respuesta inequívoca: «un Cervantes mejor contextualizado históricamente», siempre a partir de una más amplia comprensión de la presencia de la infraestructura socioeconómica en la obra cervantina.

Al margen de su aportación en el terreno de la metodología, el libro de Johnson ofrece una gama de interpretaciones textuales de una solidez y originalidad incuestionables. Mi impresión es que Cervantes and the Material World contribuye de manera decisiva a revitalizar el estudio de las «obras menores» de Cervantes llevando a cabo una reapertura de las novelas ejemplares comparable a la que con respecto a Persiles produjeron en su día las lecturas ya clásicas de Ruth El Saffar y Diana de Armas Wilson. Por otro lado, si se trata de trazar líneas de filiación más allá de los mencionados Castro, Braudel y Maravall, habría que referirse a críticos contemporáneos como Michael Gerli, Georges Güntert, Anthony Cascardi y Francisco Sánchez. Como señala el mismo Johnson, estos críticos -especialmente los tres últimos- atribuyen a los textos cervantinos dos niveles distintos de significación. De un lado nos encontraríamos con un nivel superficial de significación que habría de satisfacer las expectativas (y exigencias) de la mayoría; de otro, existiría un nivel más profundo al que podrían acceder los lectores avisados: «Guntert, Cascardi, and Sánchez all posit an official discourse directed to the unaware reader, in harmony with society's norms and expectations, and a simultaneous subversive discourse directed at the morewith -it reader that criticizes those norms and expectations» (126).

De esta forma- y pensando en términos afines a los de la perspectiva renacentista- cabría atribuir al artificio cervantino una estructura anamórfica definida por la presencia de dos puntos de vista simultáneos: una imagen frontal relacionable con el nivel superficial en el que se movería la cultura oficial, y un punto de vista oblicuo que desvelaría la futilidad de esa misma imagen. Estoy convencido de que esta línea de investigación ha de resultar sumamente útil a la hora de afrontar tanto el problema de la relevancia de la obra de Cervantes en el presente contexto sociocultural, como la cuestión de la historicidad de los estudios cervantinos.



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