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Hart señala que la eutrapelia significa un alejarse temporalmente de las graves preocupaciones y un prepararse para volver a ellas con renovada fuerza. «The concept of eutrapelia thus dissolves the apparent opposition in the familiar Horatian doctrine that poetry should be both pleasant and morally beneficial: poetry is beneficial because it gives pleasure» (Thomas R. Hart, Cervantes' Exemplary Fictions. A Study of the «Novelas ejemplares» [Lexington, Kentucky: The University Press of Kentucky, 1993]: 15-16). (N. del A.)

 

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Se identifican las citas del Quijote por parte y capítulo; no llevan identificación las subsiguientes citas en los mismos. (N. del A.)

 

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Lucas 14:11. Gaos erróneamente identifica el verso como el primero (I, 219, n. 36b). Estudiando la frase de Sancho «'vencedor de sí mismo'» (II: 72) quien se refiere a su amo, Fernando Romo Feito dice que «se trata de una venerable sentencia absolutamente seria inserta en un contexto cómico» (256), caso parecido a este que aquí se discute. (N. del A.)

 

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Hay que distinguir entre la «amorosa pestilencia» y el amor: «En el quijotismo, el amor es un aglutinante decisivo, pero es preciso probar su existencia. Quien no ama a su prójimo no es digno de la comunidad en que vive, porque esa comunidad ha sido formada por el esfuerzo de todos y para todos. Se excluye moralmente de ella quien no es capaz de permanecer fiel al bien común. El amor humano, al modo humano, es una vivencia individual. Mas el amor total es la exigencia constante de la solidaridad» (Ramiro León 90-91). (N. del A.)

 

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Don Quijote «sins because he ignores, and so violates, the virtue of Prudence; and he sins because he has been capitvated by Pride. And since Prudence is called by St. Thomas the Queen of the Virtues and since Pride is the very chief of the Sins, Don Quixote is a very great sinner indeed» (Singleton 198). Según el Manual de confeimagenores de Azpilcueta, la soberbia es la «reyna de todos los vicios capitales» (302), pero sería más preciso decir que Quijote peca por vanagloria, que «es vicio que inclina a amar [sic] deimagenordenado de gloria», y «por gloria entendemos tambien la fama y alabança», además por presunción, «vicio, que nos mueue a emprender obras que exceden a nueimagentras fuerças, y ambicion, vicio que nos inclina a deimagenordenado amor de honra» (304 y 305). (N. del A.)

 

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«El que una persona profese el catolicismo no significa que apruebe todo lo introducido en la realidad temporal de la Iglesia por el tiempo, la decadencia o la fragilidad de los hombres que la gobiernan»; Cervantes satiriza «el literalismo en la interpretación de los cánones y la consiguiente arbitrariedad de las excomuniones, que entonces tanto se prodigaban, como a costa suya sabía Cervantes» (Moreno Báez 249). (N. del A.)

 

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Para una comparación consúltese Eisenberg 144-51; sobre las ideas religiosas de Cervantes véase su n. 40, 13-15. (N. del A.)

 

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Porque insiste en el matrimonio, la canción revela uno de los conflictos entre la manera pastoril y la moralidad de la sociedad cristiana (Sieber 189). (N. del A.)

 

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«The pagan nature of pastoral vis-à-vis the Christian roles of monk and knight-errant is made even more explicit at the end of Don Quijote's discussion with Vivaldo. One of the 'caminantes' introduces a moral context: the worth of every man's life on earth is to be measured from the viewpoint of his death» (Sieber 190). (N. del A.)

 

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«No hay que olvidar que la verdadera religión del protagonista no es el catolicismo sino el caballerismo»; Quijote «rinde culto a los caballeros andantes y no a Cristo, y los imita como si fueran santos. Su Virgen es Dulcinea, a quien se encomienda, el que habla mal de ella es blasfemo, etc. Sus monólogos sobre el caballerismo (II-1, 6, 17) tienen carácter religioso» (Gitlitz 113 y n. 11). Bell contrasta esta escena con la más patente religiosidad del protagonista en la Segunda Parte: «The conversation with Vivaldo [...] epitomizes the way in which Quixote, while accepting the Christian standard, keeps it from the forefront of his consciousness. In the second part, however, the sense of a hierarchy emerges by which the religious values are supreme and chivalry is assimilated to Christian ideals». (337) (N. del A.)