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111

También el cuerpo está presente en el soneto 5, de la mano de los castigos corporales de la legislación de los Austrias. En el soneto 6 el cuerpo está relacionado con las heridas de la vida de rufián: «su cuerpo más arpado que un harnero» (v. 9) señala a un cuerpo rasgado y roto.

 

112

Así lo edita A. Morel-Fatio («Poésies burlesques et satiriques inédites de Diego Hurtado de Mendoza». Jahrbuch für romanische und englische Sprache und Literatur II (1875): 204).

 

113

Para un estudio del motivo en la literatura española, E. M. Wilson y A. L-F. Askins, «History of a refrain: 'De la dulce mi enemiga'», MLN 85 (1970): 138-156.

 

114

Sobre la fortuna en España del verso de Serafino Aquilano, cf. A. Morel-Fatio, «La fortune en Espagne d'un vers italien», RFE 3 (1916): 63-66; E. Díez-Canedo, «Fortuna española de un verso italiano», RFE 3 (1916): 168-170; A. Reyes, «Fortuna española de un verso italiano (per troppo variar natura è bella)», RFE 4 (1917): 208; W. L. Fichter, ed. Lope de Vega, El sembrar en buena tierra (Oxford University Press, 1944), pp. 162-163; J. G. Fucilla, Estudios sobre el petrarquismo en España, Madrid: CSIC, 1960, pp. 168-170; F. Rico, ed. Mateo Alemán, Guzmán de Alfarache (Barcelona: Planeta, 1983), p. 489n (con más bibliografía).

 

115

A. Castro expresa la opinión de que el Quijote surgió como reacción contra el Guzmán: Cervantes y los casticismos españoles (Madrid: Alianza, 1974), pp. 62-68; con él coinciden G. A. Alfaro, «Cervantes y la novela picaresca», ACerv 10 (1971): 23-31, y F. Márquez Villanueva, «La interacción Alemán-Cervantes», en Trabajos y días cervantinos (Alcalá de Henares: Centro de Estudios Cervantinos, 1995) p. 244 n. 8 (con más bibliografía).

 

116

J. B. Avalle-Arce, Nuevos deslindes cervantinos (Barcelona: Ariel, 1975), pp. 117-152, y H.-J. Neuschäfer, «'El curioso impertinente' y el sentido del Quijote», Anthropos 98 / 99 (1989): 104-107 y «El curioso impertinente y la tradición de la novelística europea», NRFH 38 (1990): 605-620; A. A. Sicroff, «Tres calas en el arte de interpolar cuentos: Alemán Avellaneda y Cervantes», Actas III Coloquio Intern. de la Asoc. de Cervantistas (Barcelona: Anthropos, 1993), pp. 483-485; sólo para citar algunas aportaciones recientes.

 

117

Especialmente Schlegel (1799) y Tieck. Cf. en la bibliografía L. Rius, pp. 221-224, y R. L. Immerwahr, pp. 121-125.

 

118

La actitud de Cervantes guarda cierta similitud con la mantenida por Alessandro Manzoni en la última redacción de I promessi sposi, en la que es patente un esfuerzo de depuración del estilo, que se traduce en la contención y en la renuncia de digresiones como la historia de la monaca di Monza.

 

119

En el Persiles, Cervantes parece dar un salto atrás en el uso de las digresiones; pero esta «incoherencia» puede justificarse porque, para su autor, el Persiles pertenecía a un género sustancialmente distinto, como ha observado E. C. Riley, «'Romance' y novela en Cervantes», en Cervantes: su obra y su mundo (Madrid: Edi-6, 1981), pp. 5-13.

 

120

Cfr. M. FRENK, «Lectores y oidores. La difusión oral de la literatura en el Siglo de Oro», Actas del VII Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas (Roma: Bulzoni, 1982), pp. 101-123, [p. 109].