Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


 

21

Me he referido a la evolución de mi teatro durante los últimos años en: López Mozo, 2001a.

 

22

Hay excepciones, como la de Josep María Benet i Jornet, que en estos años ha escrito y estrenado las obras Olors (Olores), Testament (Testamento), Eso, a un hijo, no se le hace y El gos del tinent (el perro del teniente). Sin embargo, hay que advertir que, al margen de la indudable calidad de su teatro, la mayor facilidad para acceder a los escenarios debe mucho a la política teatral que se sigue en Cataluña en apoyo de sus autores.

 

23

Entre las pioneras están Tábano, Los Goliardos, TEI, Akelarre, Bululú, Cátaro, Els Joglars, Els Comedians, Ditirambo, Tabanque, Esperpento, El Teatro de Cámara de Zaragoza, el Teatro Universitario de Murcia, La Carátula, El Candil, Pigmalión, Caterva, Margen y un largo etcétera.

 

24

La relación es muy extensa en el apartado de los actores. En el de los directores, entre los casos más significativos, están los de José Carlos Plaza, que fue director del CDN; José Manuel Garrido, nombrado Director General de Teatro; y Luís María Iturri, que estuvo al frente del teatro Arriaga, de Bilbao. Hubo excepciones, de las que cabe destacar a Juan Margallo, Petra Martínez, Ángel Facio y Antonio Malonda, que intentaron prolongar la vida del teatro independiente y, ya fuera de él, conservaron vivo su espíritu.

 

25

Entre los ejemplos más conocidos están Els Joglars, Els Comedians y Dagoll Dagom.

 

26

Algunos fueron alumnos de William Layton.

 

27

Nacido en 1934, Domingo Miras escribió su primera obra, titulada Una familia normal, en 1970 y estrenó por vez primera en 1975. Lo hizo con una refundición de cuatro entremeses del Siglo de Oro titulada Por orden del señor alcalde. La puesta en escena fue del Teatro Universitario de Murcia, que al año siguiente daría a conocer La venta del ahorcado.

Ese parece ser el caso de Concha Romero, cuya primera obra conocida, Un olor a ámbar, fue escrita en 1980, a los treinta y dos años de edad.

Aparentemente, la vocación teatral Alfonso Vallejo también es tardía. Nacido en 1943, escribió Fly-By en 1973. Sin embargo, entre 1962 y esa fecha había alumbrado trece obras, que no considera válidas, aunque dos de ellas llegaron a ser representadas. La primera, Cycle, escrita en francés, en el Instituto Francés, de Madrid, en 1962. Otra, titulada La sal de la tierra, en montaje del TEU de Medicina, que dirigía el propio autor, en el Teatro Beatriz, de Madrid, en 1963, en sesión única, en el marco del VIII Certamen Nacional de Teatro Universitario.

 

28

Fernando Fernán Gómez gozaba de enorme popularidad como actor y director de cine y teatro cuando, en 1978, escribió La bicicletas son para el verano, aunque, como autor, se diera a conocer con Los domingos, bacanal, estrenada en 1980. La primera obra de Ignacio Amestoy es Mañana, aquí, a la misma hora, fechada en 1979, pero su vinculación con el teatro es muy anterior. Siendo estudiante, se ocupó del Aula de Teatro de su Facultad y, ya en Madrid, cursó estudios de dirección en el TEM y trabajó en el departamento de dramáticos de Televisión Española como regidor y adaptador de textos. José Luís Alonso de Santos fue miembro activo del Teatro Independiente desde 1964, año en el que se incorporó al TEM (Teatro Estudio de Madrid). Después formaría parte de Tábano y TEI, hasta que en 1971 creo su propio grupo, Teatro Libre, para el que escribiría en 1975 ¡Viva el Duque, nuestro dueño!, que inauguraría su larga carrera de autor. También Fermín Cabal procede del Teatro Independiente. Estuvo integrado en grupos como Goliardos, Tábano y Monumental de las Ventas, en las que además de desempeñar diversas actividades, colaboró muy activamente en la redacción de los textos colectivos que representaban. Tú estás loco, Briones, que estrenó el último grupo citado, en 1978, fue la primera obra que firmó en solitario. Enseguida vendría Fuiste a ver a la abuela???, a la que seguirían nuevos títulos y numerosas adaptaciones.

 

29

José Sanchis Sinisterra es un claro ejemplo. Siempre compatibilizó su condición de profesor de lengua y literatura con su vocación teatral, a la que dedicó casi todo su tiempo, abarcando numerosas facetas, entre ellas la de dramaturgista. Fue, además, creador del Aula de Teatro de la Universidad de Valencia y promotor de premios como el Ciudad de Teruel. Su reconocimiento como autor se produjo tras el estreno, en 1980, de Ñaque o de piojos y actores. Sin embargo, para entonces ya había escrito casi una decena de obras, algunas de las cuales serían dadas a conocer años después. Algunos títulos de ese período son: Tú, no importa quién (1962), Midas (1963), Demasiado frío (1965), Prometeo no (1970), Algo así como Hamlet (1970), Testigo de poco (1973) y Tendenciosa manipulación de 'La Celestina' de Fernando de Rojas (1974).

En cuanto a Francisco Nieva, muy pocos sabían que su vinculación al teatro iba más allá de su actividad como escenógrafo, en la que desarrollo una importantísima labor tras su regreso a España a finales de los años sesenta, tras residir cerca de dos décadas en Francia e Italia. Como anécdota que demuestra la discreción que mantenía sobre su condición de autor puedo contar la sorpresa con la que un grupo de autores que nos reuníamos en casa de José Ruibal a principios de los setenta escuchamos la lectura que Nieva nos hizo de una de sus obras. Para entonces, ya había escrito total o parcialmente obras como Maldita sean Coronada y sus hijas (¡1949!), El rayo colgado (1952) o El combate de Ópalos y Tasia (1953). Precisamente con está última accedió por primera vez a un escenario comercial. Fue en 1976, en el teatro Fígaro, de Madrid, en el que también se representó La carroza de plomo candente, pieza más reciente.

 

30

En una entrevista, Moisés Pérez Coterillo preguntó a Nuria Espert la razón por la que, con la excepción de Genet y Espriu, no se interesaba por los textos de dramaturgos vivos, cuando seguramente se trataba de la actriz a la que más obras habían dedicado los autores. Su respuesta fue que no se los habían enviado, para, acto seguido, añadir que, con alguna rara excepción, la había costado mucho encontrar textos de autores españoles contemporáneos que la gustasen. Ante la insistencia del entrevistador, que le recordó algunos nombres y títulos que estaban vivos y por estrenar, reconoció que, tal vez, no había sabido encontrarlos entre lo que caía en sus manos, admitiendo que, en todo caso, sólo le gustaba lo que ya había tenido éxito y envidiaba la suerte y la intuición de Margarita Xirgu para descubrir a su lado autores como Valle, Lorca o Alberti. (Pérez Coterillo: 11) Nuria Espert había dirigido el CDN, junto a José Luís Gómez y Ramón Tamayo, desde 1979 a 1981.

Por su parte, Ángel Facio, fundador de Los Goliardos y hombre fundamental en el Teatro Independiente, tras señalar que los clásicos eran los únicos autores vivos que conocía, afirmaba: «Los autores contemporáneos me parece que son muy malos, que escriben muy mal. Hasta hace un par de años yo era un lector empedernido de todo lo que se hacía, y te aseguro que se me caía de las manos a los cinco folios. Ahora, lo poco que leo no tiene sentido». (Vicente Mosquete: 13)

Indice