Las alumbradas de la Encarnación Benita fue estrenada por Ensayo 100 el 13 de mayo de 1986. Las brujas de Barahona, por Teatro de Hoy en el Teatro Central, de Sevilla, el 27 de agosto de 1992. Aurora, por la compañía de Manuel Canseco en el teatro Galileo, de Madrid, el 27 de diciembre de 2002.

Fue una producción de Fuegos Fatuos/Zascandil estrenada el 22 de abril de 1987.

El rechazo a los autores españoles vivos por parte de otros profesionales de la escena no cesó. Con motivo de una incursión en el mundo del teatro del director de cine Jaime Chavarri alegó para justificar que hubiera elegido una obra extranjera que no había obras de calidad entre los autores españoles. A la pregunta formulada a la empresaria y actriz Julieta Serrano de si era necesario recurrir a obras escritas cien años antes, como La profesión de la señora Barren, de Bernard Shaw, para retratar la sociedad española de hoy, respondió que, aunque la hubiera gustado, no había encontrado ninguna obra española contemporánea que lo hiciera. En parecidos términos se expresó el director Jaroslaw Bielsky, quién decidió abordar la escritura de una obra ante la imposibilidad de encontrar textos que tratasen problemas actuales. La actriz Amparo Valle, por su parte, explicaba que había escogido una obra sin traducir de un autor francés desconocido porque, a pesar de quería una pieza de autor español, no había encontrado nada que se adaptara a su edad y a su forma de ser. (López Mozo, 1997a) y (López Mozo, 2003: 134, 135).

La compañía representó Te quiero, zorra (1988), No es verdad (1988) y Corazón de arpía (1989) en el Círculo de Bellas Artes, Coliseo Carlos III de El Escorial, Sala Olimpia y otros escenarios similares.

El primer equipo de Pentación, S.A. estaba integrado por José Luís Alonso de Santos, Gerardo Maya, Rafael Álvarez «El Brujo», Jesús Cimarro y Tato Cabal. En cuanto a Elmuro Producciones Teatrales, creada por Robert Muro, gestiona los espectáculos creados por Paloma Pedrero con su compañía Teatro del Alma.

Desde el año 2000 han estrenado con cierta regularidad, entre otros: Ernesto Caballero (Un busto al cuerpo, Te quiero, muñeca y Tierra de por medio, amén de un espectáculo sobre textos de Alberti titulado He visto al cometa Halley), Paloma Pedrero (La llamada de Lauren y Noches de amor efímero), José Luís Alonso de Santos (La comedia de Carla y Luisa y la versión de la novela Yo, Claudio) e Ignacio Amestoy (Cierra bien la puerta, De Jerusalen a Jericó y Rondó para dos mujeres y dos hombres) Hay que añadir a Fernando Fernán Gómez, del que, además de la reposición de Las bicicletas son para el verano, se han estrenado Defensa de Sancho Panza y Vivir loco, morir cuerdo.

Carlos Marqueríe, nacido en 1954, creó en 1977 Tartana Teatro y, en 1990, formó parte del equipo que abrió la sala Pradillo, como espacio experimental. Posteriormente fundo la compañía Lucas Cranach. Es autor de Otoño, El rey de los animales es idiota y Lucrecia y el escarabajo disidente, entre otras obras.

Antonio Fernández Lera nació en 1952. De 1982 a 1988 fue miembro de la compañía Espacio Cero. Posteriormente colaboró con diversos grupos, entre ellos Cambaleo Teatro y La Tartana Teatro. Actualmente dirige su propia compañía, llamada Magrinyana. Es autor de las siguientes obras, de Proyecto Van Gogh: entre los Paisajes, Los hombres de piedra, Muerte de Ayax, El hundimiento del Titanic (en colaboración con Carlos Marqueríe), Historia de un árbol, Dónde está la noche, Plomo caliente y Monos locos y otras crónicas.

El premio fue creado en 1984 por el Instituto de la Juventud, del Ministerio de Asuntos Sociales, por iniciativa de Jesús Cracio, entonces Director Técnico del Área Teatral. Tras el breve paréntesis de 1994, en que no fue convocado, desapareció definitivamente en 1996. Los ganadores fueron Sergi Belbel, con G/VW. Caleidoscopios y faros de hoy (1985); Alfonso Plou, con Laberinto de cristal (1986); Rafael González y Francisco Sanguino, con 013 Varios: informe prisión (1987); Íñigo Reyzabal, con Le petit negre (1988); Maxi Rodríguez, con El color del agua (1989); Pablo Ley, con Paisaje sin casas (1990); Antonio Álamo, con La oreja izquierda de Van Gogh (1991); Juan García Larrondo, con Mariquita aparece ahogada (1992); Elio Palencia, con Escindida (1993); y Borja Ortiz de Gondra, con Dedos (1995). Entre los finalista figuran Antonio Onetti, Rodrigo García, Margarita Sánchez, Juan Mayorga, Adrián Daumás, Francisco Ortuño, Yolanda Pallín y Rafael González.

Alberto Miralles se refirió a esta generación con el nombre de «Alternativa» en alusión a dos esfuerzos, el de las salas marginales y el de los autores que estrenan en ellas. Consideraba que es un calificativo fácil de usar, aunque también creía correctos los términos «Marginal», «Nuevo», «Fronterizo», «Garaje», «Cochera», «Underground», «Vanguardista», «De Alcantarilla» y «Off Madrid o Barcelona». Más precisa le parecía «Generación democrática de los ochenta» (Miralles: 16).