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Clausura y delimitación de la Judería de Valencia en 1390 a 1391

Francisco Danvila





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En mis apuntes históricos sobre el robo de la Judería de Valencia en 1391, insertos en el cuaderno V del tomo VIII del BOLETÍN de nuestra Real Academia, á propósito del perímetro que ocupaba el barrio judío decía: «Desde la puerta situada en la plaza de la Figuera corría el muro por la derecha de la calle de Avellanas y del Milagro hasta San Juan del Hospital, donde pasando por la pared exterior de esta iglesia salía al Trinquete de Caballeros ó introduciéndose en la Congregación iba á unirse con la puerta de la Exerea. Desde aquí seguía por la calle de la Cullereta, plaza de las Comedias y Universidad á la puerta de En Esplugues. Desde esta puerta continuaba por la calle Hospital de Pobres Estudiantes, Horno de las Ratas, plazuela del Patriarca, calle de Libreros, plaza de Villarasa, calle de Cardona y plaza y calle de Luís Vives hasta llegar á la plaza de la Figuera donde tenía su principal entrada.»

Esta delimitación, más ó menos circunstanciada la habían consignado en sus obras, impresas ó manuscritas1, cuantos escritores valencianos se ocuparon de la topografía antigua de la ciudad del Turia, pero sin cuidarse de justificar sus asertos. Al transcribirla en mi citado trabajo no lo hice sin el necesario estudio, el cual, si no tan concluyente como hubiera deseado, me   —143→   produjo la convicción de que los límites de la judería valenciana eran los que tradicionalmente venían designándose por aquellos escritores. Por ello me atreví á fijarlos en mi escrito, excusando entonces, por no embarazarlo con este accidente, probar el fundamento de mis aseveraciones. Hoy me parece que no ha de ser ocioso ocuparme de aquel particular con mayor detenimiento, aunque la escasez de datos documentales no permita grandes esclarecimientos.

Sabido es que durante la dominación árabe existió en Valencia una judería ó barrio separado de la población musulmana que habitaba la raza hebrea, constituída en aljama como existían ó habían existido en otros pueblos de España. En 1238 cuando Don Jaime I de Aragón efectuó su entrada triunfal en nuestra ciudad y mientras los vencidos musulmanes escondían su vergüenza ó su dolor en el fondo de sus viviendas, la aljama judía prestaba homenaje al vencedor presentándole sus rabinos la thora ó libro de la Ley2. Sea por esta razón ó lo que es más probable para recompensar los servicios que antes y durante la conquista le habían siempre prestado los hebreos, es lo cierto que no solo donó á los de Valencia en general un barrio, sino que lo hizo también en particular, á muchos de los que le acompañaban, ya como alfaquimes suyos ó del infante D. Fernando, ya como proveedores, abastecedores, prestamistas, etc., de las casas y campos que habían abandonado los moros y muchos de sus correligionarios comprometidos por la causa de los infieles al escapar con ellos del enojo del conquistador3 4. En varias de estas donaciones   —144→   se expresa que la propiedad se halla situada en el call de los judíos ó en la judería, lo cual no hubiera podido decirse á no existir aquella antes de la conquista.

El barrio asignado por D. Jaime I para vivienda de los hijos de Judá comprendía, según el texto de la donación, el espacio encerrado por una línea que comenzando en el adarve de Abíngeme y corriendo por el baño de Nalmelig á la puerta Exarca y de esta al horno de Albinnulliç, iba, tocando el adarve de Abrahim Alvalençí á terminar en el de Abíngeme, punto de partida. De estos límites solo pueden hoy comprobarse dos, el de la puerta Exarca ó Sharca y el del baño de Nalmelig.

La puerta de la Exarca que en parte y tapiada existía aun en   —145→   1726 se derribó para edificar la iglesia de la Congregación del Oratorio, se hallaba situada junto á la puerta de la dicha iglesia en la que asentaba una de sus jambas, mirando á la calle del Fosar de Benimadet, hoy de la citada Congregación5. Su emplazamiento no podía ser otro siguiendo la dirección del muro antiguo de la ciudad que en aquel paraje corría en línea recta de N. á S. sobre la situación de la puerta de la Jarca, Exarca ó Sharca no existe discrepancia alguna entre los escritores valencianos. El baño de Nalmelig no debió hallarse lejos de aquel portal, y con efecto se halla en el Repartimiento de la ciudad hecho por el rey D. Jaime una donación de la casa de Fat Abenaya que enfrentaba con el baño de Aben-Melic y con la casa y calle de G. de Aguiló6   —146→   y como dichas casa y calle de Aguilons se hallaban en la plazuela hoy del Palau, extendiéndose hacia la calle del Almirante, resulta que dicho baño es el que luego se llamó de En Çanon ó de En Suan situado en la calle del Palau ó del palacio del Obispo. El susodicho baño subsiste aún en el día con el nombre del Almirante y conserva parte de fábrica morisca.

Del baño de Nalmelig no podía extenderse la línea hacia el N. por impedirlo casas ya donadas á cristianos, ni subir hacia O., donde hubiera encontrado el palacio obispal. Debía pues torcer hacia el S., necesariamente, por la calle de Avellanas pasando frente á la iglesia de Santo Tomás para llegar á la plaza de la Figuera, luego de Santa Tecla. La plaza de la Figuera con su açuchac que aún existe, se nombra en el Repartimiento7, y en ella hubo de existir la puerta principal de la Judería, puesto que así se cita en la relación de los sucesos de 1391 y no consta se edificase en la clausura de 1390. Ya en la plaza de la Figuera, el barrio judío no podía llegar á la prisión de San Vicente mártir, lugar muy venerado por los cristianos, sito en el solar donde luego se edificó Santa Tecla, y en su consecuencia hubo de limitarse por las calles de la Soledad, Luís Vives y Cardona (en la actualidad) hasta llegar á las casas de los Boils, Perellós, Caltellvins, etc., establecidas en lo que andando el tiempo debía ser plaza de Cardona, luego de Villarasa. De allí y no siendo posible bajar más al S. donde hubiera hallado á San Andrés, la Judería hubo de inclinarse hacia el E. en busca ya del muro, pasando por el antiquísimo Forn de les rates8, más alla de la puerta de Bebalvirach ó de En Esplugues que conducía al cementerio judío.

Estas conjeturas, porque no pasan de tales, cobran mayor verosimilitud teniendo en cuenta que así como en el resto de la ciudad se erigieron gran número de templos y capillas, en el extenso espacio delimitado no se conoció edificio alguno religioso hasta   —147→   que por efecto de la destrucción de la Judería en 1391 fué convertida la Sinagoga Mayor en Iglesia de San Cristóbal9. Aún hoy solo existe en el perímetro del antiguo call judaico el Colegio de Corpus Cristi, obra comenzada en 1586 sobre el solar de cuarenta y nueve casas y algunas calles compradas por el B. Patriarca Juan de Ribera.

Por otra parte es preciso tener en cuenta que desde el baño de Nalmelig á la plaza de la Figuera corrió el primitivo muro de Valencia romana ó visigoda, límite de la judería por el O. y que es en extremo probable que los adarves de Abingeme y de Abraim Alvalençí, que cita la donación de D. Jaime I sean de aquella parte del muro en donde apoyaran sus casas, ó que se hubieran anexionado dichos habitantes ó propietarios moros.

Tampoco es para olvidada la circunstancia de que la Sinagoga Mayor convertida en templo cristiano el año 1391, sustituído por una moderna manzana de casas, se hallará casi en el centro del circuito que llevo acotado. El Repartimiento incluye la donación hecha á Alaçar, judío oscense, de las casas de Mohamat Açaquem en el barrio de los judíos cerca de la mezquita (¿Sinagoga?) Dalgacha10 en el mercado y como el mercado hebreo era la antigua plaza dels cabrerots11, parte de la cual ocupan al presente   —148→   las plazuelas de Carn y Col y del Patriarca; viene á confirmarse que la judería debía extenderse hacia el S. y el O. por los términos que llevó indicados.

En resumen, por los indicios que en la actualidad puede reunirse, el cercado de los judíos debió probablemente ocupar hasta 1390 la indicada situación, que es con escasa diferencia la misma que se trazó á consecuencia del acto en Cortes dado en Monzon el año 1389. Otras consideraciones vendrán muy luego á robustecer este juicio.


¿Y el mencionado barrio de los judíos constituyó durante casi los dos primeros siglos de la reconquista de Valencia un gheto é call, esto es, un barrio cerrado y separado del resto de la población cristiana? Conviene mucho averiguarlo antes de ocuparnos del cierre de 1390.

Los dos incendios que sufrió el palacio municipal de Valencia en 1423 y 1586 nos han privado de muchos de los documentos originales que pudieran haber esclarecido este punto; mas no puede dudarse de la clausura del barrio judío mucho antes de 1390 como hubo de existir en tiempo de los moros. En primer lugar tenemos como prueba la ordenación para que se observen los días festivos publicada por los Justicias, Jurados y Consejo de la ciudad de Valencia en 16 de Septiembre de 1326, la cual en sus items VI y VIII dispone que «ningun judio ó judia no se atreva á estar ó habitar fuera de las puertas de la judería» y que «ningun judío se atreva á habitar ó comer en posada ó casa de cristiano en la ciudad antes sean obligados á comer y dormir en la judería»12 creo que el texto es bastante explícito para convenir en que el barrio judío de Valencia existía cerrado ya por lo   —149→   menos en el primer tercio del siglo XIV. Y si no existiese tal ordenación acudiríamos para justificarlo al fuero del rey D. Pedro de Aragón dado en 1370 y ratificado en el siguiente año para que los judíos no estuvieran ni habitaran fuera de la clausura de la juderia antigua, fuero cuya importancia no puede desconocerse en el presente caso13.

Existía pues el cercado de la Judería si bien como demuestra el antedicho fuero la población israelita había rebasado sus límites, y su aislamiento no era absoluto, puesto que una de las quejas formuladas en 1391 cuando la última delimitación del gueto era que se había interrumpido el tráfico y paso por sus calles y plazas14. Por otra parte si no hubiera existido ya aquel cierre en el mayor parte, era imposible que se hubiera efectuado con la exigua cantidad de 808 libras valencianas 8 sueldos 6 dineros15 cuando la línea del muro medía más de 1.200 m. de circuito. Esta consideración sobre la existencia de un cierre anterior es por otro concepto prueba de que el emplazamiento de la judería de Valencia fue siempre el mismo.


Con estas indispensables aclaraciones hemos llegado ya al punto de examinar si por el cierre de 1390-91 el call de Valencia se hallaba dentro de los límites que han indicado los escritores valencianos y que yo acepté como fundados y ciertos.

Ante todo hagamos historia.

Continuo y empeñado era el deseo de los valencianos de aislarse   —150→   completamente de la raza hebrea, como se habrá comprendido por los documentos ya citados, y así no es de extrañar que en 1389 se pidiese á D. Juan I en las Cortes de Monzón que se delimitase y cerrase la judería y que el monarca lo mandara por fuero en 1.º de Diciembre de dicho año16, nombrando por su parte para entender en el caso á mosén Francés d'Aranda y al baile de aquella judería que resultó ser micer Miguel de Piera.

Reunido dicho baile, pues el de Aranda se hallaba ausente, con los jurados en Johán Fabra, doncel, y en Leonardo Marrades ciudadano, acordaron y convinieron la forma de cumplimentar el fuero y dieron cuenta de sus trabajos al Consejo en 19 de Febrero de 1390, que los aprobó y les continuó sus poderes para que pudiesen entender en la obra17. Encargóse de administrarla   —151→   como obrero mayor, el notario Luís da Menarques, el cual comenzó á cumplir su encargo derribando en 8 de Marzo del citado año la puerta de En Esplugues18.

A pesar de la tumultosa oposición de los vecinos del barrio de la Exarca y de los P. P. Predicadores del convento de Santo Domingo19 cuya comunicación con la ciudad se dificultaba continuaron los obras aunque con bastante lentitud hasta los primeros días de Julio de 1391, es decir hasta las vísperas de ser la judería robada y destruída para siempre.

Es de suponer que micer Miguel de Piera y los jurados Fabra y Marrades no se limitarían á dar cuenta de sus proyectos de palabra, ni que el Consejo los aprobase sin consignarlos por escrito, ni que la crida ó pregón hecho sobre el caso á son de trompetas y timbales por Anton Artús en 25 de Febrero de dicho año 139020 dejará de minutarse, como era de costumbre, pero es lo cierto que ningún documento existe en el Archivo municipal que á dichos actos se refiera. Si á consecuencia del hecho indisculpable de 1391 hubo interés en que desaparecieran todos los comprobantes legales de la delimitación de la judería ó si le ha habido después por otros fines, cosa es que se ignora; pero no deja de ser extraña la falta de todos aquellos datos. Lo único que nos resta para alcanzar alguna luz en el asunto de la cuenta de la obra de la clausura de la judería administrada por Luís de Menarques, notario21.

Forma la mencionada cuenta una carpeta encuadernada en pergamino con ataduras de aluda, folio partido, con 83 fojas útiles, perteneciente á la Sotsobreria de murs e valls años 1390 á 91, que se guarda bajo el núm. 3 del inventario del Archivo municipal de Valencia. En ella por orden de fechas algunas veces y otras sin el, se anotan principalmente los nombres de los   —152→   trabajadores, sus salarios, y el importe de los materiales é indemnizaciones etc., indicando al paso algunos de los trabajos que se ejecutaban; pero esto, que fuera lo más interesante á mi propósito, con un laconismo y vaguedad que desesperan. No obstante, como sus indicaciones son las únicas directas que se encuentran, es de necesidad utilizarlas, apoyándolas en otras que se relacionan con ellas, y fundamentando su estudio en el del plano de Valencia levantado por el P. Fray Thomas Vicente Tosca en 1704 que es el más antiguo, original, que se conoce.

Por lo que se desprende de los apuntes del notario Menarques, fuera de algunos derribos efectuados para aislar la judería y del cierre de puertas y ventanas, las obras principales se emprendieron en tres ó cuatro puntos solamente, como en las puertas de En Esplugues y la de Exarca, el Fosar (cementerio de San Juan del Hospital), casa de mosen Pedro Boil y acaso en la calle de Cardona. Para ordenar, pues, algún tanto los estudios, conviene, tomando un punto de partida, ir recorriendo el recinto, no siempre murado, determinándole por aquellos puntos que pueden justificarse ó colegirse.

Comenzemos por donde empezó la obra; por la puerta de En Esplugues.

Esta puerta que los moros llamaron de Bebalvirach ó Bebalovirach, que de ambos modos la nombra el Repartimiento, se hallaba vía recta yendo hacia el S. desde la puerta de la Exarca, pues hacia el N. se encontraba la puerta de Bebaçachar que luego se llamó del Temple, como expresa muy bien dicho Repartimiento22. Pero ¿en que parte del antiguo muro se hallaba la mencionada puerta? El ilustrado autor del Nomenclator de Valencia23 opina que al extremo de la hoy calle de la Universidad y   —153→   entonces en parte de En Esplugues, y acepta este parecer el de la Guía Urbana de Valencia. Los apuntes de la cuenta enumeran las obras que hubieran de hacerse en el Valladar para sustentar el muro de cierre y como el valladar ó vall-vell ó vall-cubert pasaba por bajo esta puerta, viniendo, como se sabe, desde la plazuela hoy del Patriarca en dirección á la plaza de las Barcas, es claro que la puerta derribada, la cual hubo de tener su puente como dice la cuenta, se hallaba en el indicado paraje. He tenido el gusto además de hallar otra indicación más precisa. En la fundación por testamento de una administración perpetua, hecha por Pedro de Esplugues, tesorero de la Iglesia de Valencia á 11 de Mayo de 1337 ante Arnaldo Ferrán notario24, se inventarían unas casas espaldas al Vall-vell esquina al portell dels Juheus con puertas á la calle del dicho Esplugues. El solar de estas casas resultaría hoy entre las calles de Barcelona y de las Barcas y el Portell del Juheus, después de En Esplugues debió estar donde opinaba Carboneres, esto es, enfrente de la calle de Barcelona. La denominación de portell ó portillo hubo de cuadrarle bien, porque segun la cuenta, se derribó atando cuerdas á su arco de indudable forma morisca.

Este portillo se hallaba próximo al cementerio de los judíos, situado en la extensa rambla, donde luego se levantó el actual monasterio de Santa Catalina de Sena, y era indispensable para el entierro de los individuos de aquella raza, que no se hubiera atrevido á efectuarlos á través de la ciudad ó de los arrabales cristianos.

De la puerta de En Esplugues á la de Exarca el cierre lo debió formar el antiguo muro de Valencia que había servido de tal hasta 1356 en que se construyó el nuevo más apartado hacia el SE.

Este trayecto describe casi una recta con la puerta de Exarca y tapiada esta el muro de clausura formando un ángulo recto buscó la calle ó callizo de En Cristóbal Soler cuya acera derecha era sin duda la tapia del cementerio ó fosar de San Juan del Hospital. La Cuenta nos dice en sus apuntes que en la esquina de aquel   —154→   callizo se construyó un portal25 especificando que dicho portal se hallaba en la esquirla, de la plaza de la puerta Exarca26, con cuyas noticias queda bien determinado el sitio de semejante fábrica, correspondiente al grueso de la pared que divide en nuestros días la casa propiedad de la familia Lesús, del huertecillo, antiguo cementerio de San Juan del Hospital. Esta salida venía á sustituir para los judíos la de la Exarca ya medio derribada antes, y tapiada lo restante con motivo del cierre, y para demostrar que tal barrio judío pertenecía al dominio Real se pusieron sobre la mencionada puerta llamada Portal nou de la juhería los blasones de los monarcas reynantes D. Juan I y doña Violante su esposa27. Desde el Portal nou y rodeando la iglesia de San Juan del Hospital por alguno de los muchos açusahs que existían á sus espaldas hubo de subir la cerca hacia el S. siguiendo la línea donde existe la calle del Milagro28 por cerca del baño de Nalmelig hasta frente á Santo Tomás29. Un acuerdo del Consejo señala este límite que es la esquina de la calle de Avellanas.

El otro punto bien determinado es el de la puerta principal de la judería situada en la plaza de la Figuera30 á la entrada de la   —155→   calle del Mar. Basta echar una mirada sobre el plano de Valencia para convenir en que el muro de clausura, ó dicho con más propiedad, la línea de circunvalación del gueto, debió dirigirse siguiendo la acera izquierda de la calle de Avellanas desde la antigua iglesia de Santo Tomás á la puerta de la Figuera. Al llegar á este paraje y hallarse con la prisión del Santo Mártir titular del Reyno31 el cierre era preciso que costeara, como sucedió antes, el sagrado edificio, y así acontecía dirigiéndose siempre hacia el S. buscando la calle de Scribans donde se hallaba la casa de na Scribana32 señora de la ilustre familia que tenía en dicha calle su casa solar, según indica la citada cuenta. Tambien este documento nos dice que el cercado corría por la cercana calle de Cardona que aún subsiste con tal nombre y en la cual hacia su mitad vivieron los caballeros de aquel apellido.

Desde el extremo de la calle de Cardona no se encuentra en los apuntes del notario Menarques otras indicaciones que las referentes á las casas de mosén Pedro Boil, de mosén Luís de Calatayud y á la plazuela del Flaquer. Trátase de D. Pedro Boil de Vives, vizconde, barón ó señor de Betera, cuya casa solariega aún se levanta formando esquina á la calle de Libreros, frente á la del Torno de San Cristóbal. El cierre de la judería por lo mismo contorneando siempre la acera izquierda en dirección ya al E. cruzaba la plaza hoy de Villarasa, que entonces no existía, hasta enfrente de la casa de D. Pedro Boil. Aquí era preciso detenerse porque pegada á dicha casa y ocupando en parte las calles de Libreros y de las Damas existía la vivienda de mosén Luís de   —156→   Calatayud, cuyas espaldas recaían á la plazuela del Flaquer habitada en parte por judíos. Las notas de la Cuenta hacen comprender que para seguir la valla de clausura fué necesario derribar la casa de Calatayud por cuyo derribo flaqueó la esquina de la de Boil y ocupar media plazuela del Flaquer derribando la casa de un judío á peligro de que se hundiese la de un tal Ferrera33. Con estas obras que fueron las más costosas del cierre, el muro debió llegar á la plazuela del Patriarca y no teniendo ya otro punto bien comprobado que la puerta de En Esplugues es natural que la cerca subiera por la calle del Forn de les Rates34 (que yo sospecho fuese el de Abinnulliç, citado por D. Jayme) existente aún y formando ángulo á juntarse por la calle, en la actualidad de Pobres estudiantes, con la puerta de En Esplugues, cabeza de donde había partido.

Ahora, resumiendo lo dicho, se puede afirmar con algún mayor fundamento, que el ámbito de la judería de Valencia fué casi siempre ó con escasa diferencia el mismo, es decir, el que ya indiqué en mi trabajo sobre el robo de aquella en 1391. Verdad, y no   —157→   hay por qué ocultarlo, que para llenar los trayectos que median entre los puntos mencionados por la cuenta, he acudido á conjeturas, pero estas son tan sencillas y naturales que difícilmente podrán hallarse más satisfactorias. De cualquier modo el ámbito del gueto de Valencia á fines del siglo XIV puede señalarse desde ahora, si no con aquella precisión topográfica que fuera de desear, con toda la aproximación que sufren los escasos documentos encontrados por mi diligencia y se aumentan las probabilidades de que tal ámbito sea el mismo indicado en la donación del rey don Jayme I de Aragón á la aljama valenciana.

De esperar es que otras más afortunadas ó más discretas investigaciones rectifiquen, amplíen ó completen estos breves apuntes.





Valencia, 12 de Diciembre de 1890.



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Explicación de las cifras del plano


I. Colegio de Santo Tomás.

II. Manzana de casas que no existían en 1390.

III. Casas de En Esplugues.

IV. Puerta de En Esplugues ó Bebalvirach.

V. Calle de En Esplugues.

VI. Calle de la Cullereta.

VII. Puerta Exarca ó del Pagador.

VIII. Congregación de San Felipe Neri.

IX. Portal nuevo de la Judería.

X. Callejón de En Cristóbal Soler.

XI. Calle del Milagro ó nueva de Santo Tomas.

XII. Iglesia de Santo Tomás (no existe).

XIII. Calle de Avellanas.

XIV. Puerta principal de la Judería.

XV. Plaza de la Figuera.

XVI. Santa Tecla (no existe).

XVII. Calle de Scribans.

XVIII. Casa de na Scribana.

XIX. Calle de Cardona.

XX. Calle de ?

XXI. Casa de mosén Pedro Boil.

XXII. Lisa de mosén Loys de Calatayud.

XXIII. Plazuela del Flaquer.

XXIV. Calle del Forn de les Rates.

XXV. Calle de Pobres Estudiantes.

XXVI. Cruz nueva.-Sinagoga menor.

XXVII. Convento de San Cristóbal.- Sinagoga mayor.

XXVIII. Plaza dels Cabrerots.- Mercado judío (no existe).

XXIX. Plaza del Vall-vell.

XXX. Baños de Nalmelig-del Almirante.

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