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Acto tercero



(Salen BORJA y DON GASPAR de camino.)

          
 
BORJA   Ya, don Gaspar, a Dios gracias,
el fin de nuestra venida
se cumple, pues que de Roma
la fábrica se divisa.
DON GASPAR ¿Y adónde vueselencia 5
apearse determina?
BORJA Aunque el pontífice sacro
en su palacio convida
mi indignidad con posada,
don Gaspar, ya es bien que os diga 10
el fin a que Dios me trae
y el rumbo a que me destina,
con cargo de que guardéis
el secreto que se os fía.
Sabed que mi pretensión 15
es huir de las mentiras
del mundo, de sus engaños,
de las pompas a que aspiran
con tantas ansias los hombres.
Desde que vide marchita 20
de la hermosa Emperatriz
la beldad y bizarría,
hice a Dios promesa y voto,
que si alcanzaba de días
a la duquesa mi esposa, 25
luego al punto dejaría
el mar crespo de este mundo,
adonde tantos peligran,
donde se salvan tan pocos,
donde entre las ondas grifas 30
de sus engaños naufragan
cuantos de sus fementidas
aguas quisieron sondar
la corriente fugitiva.
Murió mí esposa Leonor 35
de una enfermedad prolija;
dejó mi casa llorosa,
solos sus hijos e hijas,
sin compañía mi viudez,
y sin consuelo a Gandía. 40
Traté de la ejecución
de mí intento. Dios me inspira
que la religión, que quiere
que elija es la Compañía
de Jesús, a donde Ignacio, 45
que largas edades viva,
ennobleciendo a Cantabria,
a nuestra España autoriza.
Escribíle, respondióme
con favores y caricias; 50
alcanzo dispensación
para que profese y viva
en mi estado algunos años,
por ver que así lo pedía
de mi obligación forzosa 55
la disposición precisa.
Vime ya desahogado;
vengo a Roma; en mi partida
dejo por gobernador
a don Carlos, Dios permita 60
hacerlo duque cristiano.
Ahora, amigo, por mi vida,
habéis de tomar trabajo
de partiros, porque insta
a ver al Emperador 65
con aquestas letras mías,
donde le pido licencia
de renunciar a Gandía
y mis estados en Carlos,
y después que esté obtenida, 70
me la llevaréis a Oñate,
donde Ignacio determina
que tenga mi noviciado.
DON GASPAR Mi obediencia solicita
obedecer tu mandato, 75
cuya ejecución me obliga
a que me calce de plumas. (Vase.)
BORJA El cielo sea vuestra guía.
Náufrago pensamiento, [67]
que conducto a solas 75
a tormentosas olas
del proceloso viento,
entre borrascas subes
a acreditarte pájaro en las nubes.
 
Si el mar se vuelve adentro, 80
cortado y dividido,
bajel serás hundido
a quien sepulte el centro,
donde nadando apenas
surques, más que las aguas, las arenas. 85
 
Si es nave el devaneo
que habita ardiente esfera,
sus jarcias son de cera,
y al subir el deseo
será Faetón volcado 90
quien Ícaro subió tan emplumado.
 
Si es bajel la hermosura,
de ricas banderolas,
abordo está en las olas
su misma sepultura, 95
pues va, si se derrumba,
peinando el mar un dedo de su tumba.
 
Pues, pensamiento mío,
recoge ya las velas,
no sea, si libre vuelas, 100
que encuentres un bajío,
y seas en el abismo
el escarmiento solo de ti mismo.
 
Oh, navega de suerte
que el mar vayas cortando 105
y siempre contemplando
los surcos de la muerte,
pues cuando al mar te entregas,
ella sea cerca cuanto tú navegas. (Vase.)
 

(Sale SAN IGNACIO DE LOYOLA, el RECTOR DE OÑATE y el HERMANO MARCOS.)

 
IGNACIO Hoy entra el duque en Roma, 110
y toda la sagrada corte toma
por asunto en su intento
hacerle general recibimiento.
RECTOR Son los aplausos tales
que fue el Colegio de los Cardenales 115
fuera de la ciudad a recibirle.
Y el pontífice sacro envió a decirle
que luego que llegase
en su palacio mismo se hospedase,
pero él, con humildad y cortesía, 120
respondió que era ya la Compañía
la morada y el nido
que buscando hasta Roma había venido.
IGNACIO Confieso que me humilla
ver de esta suerte un grande de Castilla 125
dejar tantas grandezas,
renunciar las riquezas,
burlar la pompa vana,
la vanidad tirana,
dejar cargos y oficios, 130
abatiéndose a humildes ejercicios,
amortajarse en vida de su grado,
quien hecho estaba a desflorar brocado,
obedecer cual súbdito rendido,
quien siempre cual señor era servido. 135
No viene tanto, padres, a estimarse
que el que humilde nació sepa humillarse,
que como no gozó silla encumbrada,
aunque se abata más, no baja nada;
mas quien obtuvo tronos en el mundo, 140
que los trueque en el puesto más profundo,
viniendo su humildad a la vileza,
tiene más que bajar en su grandeza.
HERMANO MARCO Padre, Borja ha llegado
sin poderlo sentir nuestro cuidado. 145
 

(Sale BORJA, DON JUAN su hijo y SANSÓN.)

 
BORJA Ignacio, a quien venero
 
(De rodillas.)
 
como a prelado, y a tus pies, espero
tu bendición.
IGNACIO                      Levante vueselencia.
BORJA Ya, padre, para mí no hay excelencia
más que ser hijo tuyo. 150
IGNACIO Pues como a tal a vueselencia arguyo
que será inobedencia
estar arrodillado en mi presencia.
Traslade ya a los brazos
en mutua caridad estrechos lazos. 155
BORJA Que será, padre mío,
indisoluble el lazo en Dios, confío.
DON JUAN También yo, padre, pido
que me deis vuestra mano. [68]
BORJA                                             Aquí he traído
a mi hijo don Juan por compañero. 160
IGNACIO Don Juan, en Dios espero
que oirá mis peticiones
coronándoos de largas bendiciones.
SANSÓN Padre, también mi afecto solicita
que le dé a este lacayo la bendita 165
mano a besarla.
IGNACIO                           Dios os haga bueno.
SANSÓN Aunque de serlo estaba tan ajeno,
mas, alumbrado con tu luz y rayos,
protobueno seré de los lacayos,
pues si ninguno ha habido, considero 170
que si en ser bueno doy, seré el primero.
IGNACIO ¿Y a qué tu llamamiento se destina?
SANSÓN Yo me inclino a servir en la cocina
o en la despensa, porque soy muy dado
a la santa humildad, Dios sea loado, 175
o en ejercicios santos y divinos
el oficio tendré de catavinos.
IGNACIO Vueselencia se siente
y en suma de esta vocación me cuente
el origen y causa de este empleo 180
que de saberla tengo gran deseo.
 

(Siéntase.)

 
BORJA Obedecerte, padre,
es justo que a tu súbdito le cuadre.
Navegaba en la corte mar bonanza,
viento en popa el bajel de mi esperanza, 185
tranquilidad infausta en su presagio,
que parece bonanza y es naufragio.
En este tiempo mismo
surcaba el propio lisonjero abismo
nave majestuosa, 190
tan rica y adornada como hermosa,
la Emperatriz, con tanta bizarría,
que lisonja del tiempo parecía.
Era su compostura
el esmero mayor de la hermosura, 195
las maderas costeras nieve y plata,
los paveses de grana y escarlata,
tocado y martinetes,
trémulos la formaban gallardetes,
sesga las ondas, peina, 200
como nave, que, al fin, del mundo es reina,
y en sus sacros blasones
del mundo se bebió las atenciones.
Estando surto el viento a su paseo,
gozando su cristal dulce escarceo, 205
de repente las aguas se turbaron,
las olas se escamaron,
ya grifas se encapillan, ya deshechas,
el tiempo las rompió marinas brechas
con mortal accidente, 210
herido el cuerpo, el pulso intercadente,
y de una fiebre rígidos influjos,
avivando los flujos y reflujos,
crecientes y menguantes,
con hervores tronantes 215
que incendio ardiente fulminó en su fragua,
la muerte atropelló montañas de agua.
Perdió la nave el rumbo,
alijóse de carga y de balumbo,
pues desnudando gala y lozanía 220
como nave alijada parecía.
Clamaba, entre el turbión confuso y ciego:
«Que me anego en el golfo, que me anego.»
Perdió la medicina su destino,
formó la calentura un remolino 225
que entre giros y esguazos
el hermoso bajel hizo pedazos,
sepultando en sus olas
árbol, paveses, jarcia y banderolas,
quedando su hermosura en este trueque 230
desmenuzada de la popa al beque
y de la cortupción a las riberas,
astilladas en piezas las maderas,
pues por más que era fuerte,
la estrelló en un ribazo de la muerte. 235
Murió la Emperatriz, y en tanto ruido,
dio un vaivén mi bajel al estallido,
no sé si fue temor o si fue pena,
mas escarmiento fue en cabeza ajena.
Quedaron sobre aguados 240
los cascos destrozados:
mandóme Carlos Quinto sepultarlos,
y en túmulo decente colocarlos.
Llevélos a Granada,
y vide al entregarlos tan mudada 245
aquella cara hermosa,
que era ceniza la que puse rosa.
Vi su aliento deshecho,
y un vuelco de repente me dio el pecho;
a donde Dios me inflama, 250
y me alumbra a su llama
con un conocimiento
que el mundo todo es viento,
que todo al fin expira,
que la pompa es mentira, 255 [69]
y aunque ofrezca sufragios,
es mar traidor y ciertos sus naufragios.
Allí a mi Dios me vuelvo,
y con protesta y voto me resuelvo,
que alcanzado de días a la duquesa, 260
con la posible priesa
en una religión me encerraría.
Por mi dicha escogí tu Compañía;
cual sabes he enviudado,
del piélago del mundo me he escapado. 265
Mi discurso se cierra
buscando puerto, y descubriendo tierra;
la tierra me ha de dar la sepultura,
la Compañía el puerto me asegura:
bajel soy del naufragio escarmentado, 270
que a tu casa he llegado.
Ignacio, Ignacio, un pecador recibe,
que quiere el cielo que a tu puerto arribe.
IGNACIO Otra vez vueselencia ha de abrazarme.
BORJA Y a mí, padre, licencia has de otorgarme 275
para besar el pie al sacro vicario
de Cristo.
IGNACIO                 Es un respeto necesario.
BORJA En breve he de cumplir obligaciones
que me embargan, pasar las probaciones
que usa la Compañía, 280
que ya se me hace un siglo cada día.
IGNACIO Que con el padre maestro de novicios
que está presente, tendrá los ejercicios
en Oñate, le he escrito a vueselencia.
BORJA Con temor le he mirado, y reverencia. 285
SANSÓN Voto a tal que parece recoleto.
BORJA Cualquier prelado da interior respeto.
SANSÓN Yo, padre, que también soy medio esquife,
que me descalabré en un arrecife,
pretendo ser novicio y religioso 290
huyendo del abismo proceloso.
IGNACIO Entrad en probación porque veamos
si a propósito sois.
BORJA                                 Pues, padre, vamos.
 

(Vanse todos y queda SANSÓN solo.)

 
SANSÓN No lo dije por tanto.
¿Quién vio ningún lacayo dar en santo? 295
¿He de poder sufrir yo la molestia
de traer siempre los ojos con modestia
en el suelo fijados,
los pasos muy mirlados,
los labios muy fruncidos, 300
los brazos recogidos,
el semblante del rostro medio absorto,
el bonete derecho, el collo torto
y lo que más me aflige, me sentencio
a lo que no pensé, a guardar silencio? 305
¿Yo callar? ¡Qué terrible
congoja! Vive Dios, que es imposible,
mas probaré el camino, y si no es ancho,
Sansón, y llevadero, zafarrancho.
Adiós, mundillo mío; 310
adiós, libre albedrío;
adiós, taberna; adiós, tragos franchotes;
adiós, capa; adiós, gorra; adiós, bigotes. (Vase.)
 
(Sale el EMPERADOR y FELIPE SEGUNDO.)
 
CARLOS Salíos todos allá fuera;
sentaos ahora, Felipe. 315
Cubríos.
 

(Cúbrese y siéntase.)

 
FELIPE (Aparte.) Todos son misterios
cuantos el César conmigo
ha mostrado aquestos días.
CARLOS Bien sabéis, amado hijo, 320
(guárdeos Dios felices años)
lo que siempre os he querido.
FELIPE Siempre vuestra Majestad
con amor y beneficios
ha mostrado ser mi padre. 325
CARLOS Bien me lo habéis merecido,
que vuestras prendas me roban
de modo que os certifico
que aunque mi hijo dichoso
no fuerais, fuera lo mismo. 330
Ahora os tengo de dar
de mi amor último indicio
en lo que pretendo hacer
y de que secreto os pido.
Hasta que la coyuntura 335
ejecute mis designios,
y esto que quiero trataros,
sé que a ninguno lo he dicho [70]
sino es a Borja, a quien siempre
tuve y traté como amigo, 340
y porque en él conocí
tan iguales a los míos
los deseos que los dos,
como en el cielo confío,
hemos de burlar al mundo, 345
y hollar su esplendor altivo,
que al fin todo es vanidad,
todo un ciego laberinto,
gusto con muchas zozobras,
golfo con muchos bajíos, 350
lustre con muchos quebrantos,
vida con muchos martirios,
honra con muchas pensiones,
quietud con mucho peligro,
sueño con mucho desvelo, 355
gloria con mucho fastidio,
paz con mucho sobresalto,
bocado con mucho grito.
Yo me siento muy cansado
con el quebranto prolijo 360
de un gobierno tan cargoso,
de tan ásperos caminos,
de tantas navegaciones,
tanto ejercitar los filos
de la espada en las batallas, 365
ya sufriendo del estío
los encendidos bochornos,
ya pasando sin abrigo
más que de solas las armas,
en las campañas los fríos, 370
secando en el cuerpo al sol,
y a los vientos los vestidos
que en las lluvias tormentosas
se mojaron; mas deciros
de mi vida los trabajos 375
en período sucinto,
fuera abreviar en un punto,
y reducir a un guarismo
los átomos que en el aire
forma el sol; los areniscos 380
granos que arrambla en su playa
el salobre y fugitivo
elemento, por ser tantos,
que yo, que yo estoy ambiguo
si los crea, pues sobrepujan 385
casi en exceso infinito
la capacidad de un hombre.
Ya me confieso rendido,
ya, hijo, no puedo más,
ya con el quebranto gimo, 390
ya con el imperio lucho,
ya con la vida peligro,
ya en los cuidados naufrago,
ya en su inconstancia vacilo,
ya tengo el agua a la boca, 395
y, en fin, ya tengo los bríos
tan marchitos, tan exhaustos,
tan prostrados, tan carpidos,
que con no pasar mis años
de solos cincuenta y cinco, 400
(breve espacio a tantas glorias,
corto tiempo a tantos giros,
chica cifra a tanta empresa,
poco espejo a tanto viso,
leve edad a tanta hazaña, 405
débil vaso a tanto abismo),
estoy como si cerraran
mis años vejez de un siglo.
Por tanto, Felipe amado,
salir del mar determino; 410
sacudir de mí la carga,
y seguir desnudo a Cristo,
renunciando la corona
con cuyo peso me oprimo,
a vuestras dichosas sienes, 415
que la gocen muchos siglos.
A Yuste he de recogerme
a llorar lo que he vivido
enfrascado en vanidades
y olvidado de mí mismo. 420
Allí prevendré a la muerte
los últimos paroxismos;
allí en ejercicios santos
cual fénix haré mi nido,
confeccionando de aromas 425
la tumba a que ya camino.
De esta suerte me aseguro,
burlo al mundo, al cielo aspiro,
la corona honro con vos,
yo del quebranto me eximo, 430
y en fin, con lo que desprecio
a mí y a vos autorizo.
FELIPE Sacra imperial Majestad,
a cuyas plantas rendido,
de mi amor hago oblaciones, 435
de mi afecto sacrificios,
¿por qué nos queréis dejar?
¿Por qué, señor, queréis iros,
privando el imperio todo
de vuestro influjo divino, 440
quitando a mi juventud
vuestro soberano arrimo?
¿Por qué anticipa su ocaso
vuestro sol a este retiro,
dejando el reino en tinieblas? 445
¿Por qué os mostráis tan esquivo
con los vuestros, mi señor?
¿Tan mal os hemos servido [71]
que siquiera no alcanzaran
por premio nuestros servicios 450
en esta postrera edad
vuestra protección y abrigo?
Mi pecho condenaréis
a unos perpetuos suspiros,
mis ojos a un llanto eterno, 455
viendo que no he merecido
servir vuestra ancianidad
como criado, o como hijo
que tan de veras os ama.
Ya me dejó a los principios 460
la Emperatriz mi señora;
que está en el cielo, bien niño,
y ahora, señor, ¿queréis
faltarme vos? Si ha valido
algo con vos ella y yo, 465
por ella y por mí os suplico
que revoquéis, si es posible,
este enojoso destino.
También serviréis a Dios
manejando el cetro impíreo 470
que Él os puso por cayado
para regir sus apriscos.
CARLOS Filipo, en vano os cansáis;
ya yo lo tengo bien visto.
FELIPE Por lo menos es crueldad 475
que queriendo sacudiros
de una carga tan pesada,
la echéis a los hombros míos,
que si vos no le bastáis,
menos yo.
CARLOS                  De vos confío 480
que habéis de ser muy buen rey,
y que el reino agradecido
me ha de echar mil bendiciones,
pues en vos les anticipo
la dicha de tal monarca. 485
(Aparte.) En vano el dolor resisto.
FELIPE Resistir no puedo el llanto.
CARLOS Todo el aliento he perdido.
FELIPE El corazón me ha faltado,
CARLOS Turbado se han los sentidos. 490
FELIPE Ámole como a mi padre.
CARLOS Quiérole como a mi hijo.
FELIPE Siento en el alma el perderle.
CARLOS Dejarle siento infinito.
 
(Entra un PAJE.)
 
FELIPE Don Gaspar de Villalonio, 495
criado de Borja, ha venido,
y dice que quiere hablarte.
CARLOS Decid que entre, que recibo
gusto en las cosas del duque
a quien en el alma estimo. 500
 
(Sale DON GASPAR.)
 
DON GASPAR Dame tus cesáreas plantas,
del mundo monarca invicto.
CARLOS Alzad del suelo y decidme
cómo queda don Francisco.
DON GASPAR En Roma, señor, ha estado 505
con ocasión del santísimo
jubileo que Julio Tercio
a la Iglesia ha concedido.
CARLOS ¿Cómo le va en sus estados
después que enviudó?
DON GASPAR                                    Imagino 510
que es en el mundo notoria
su santidad.
CARLOS                    Ya he sabido
que profesa en las grandezas
religiosos ejercicios.
DON GASPAR Según lo que yo barrunto 515
el duque Borja ha salido
con fin de no volver más
a su estado, pues ha escrito
aquésta a tu Majestad,
pidiéndote que benigno 520
le otorgues grata licencia
de renunciarlo en su hijo.
Pienso que en la Compañía
de Jesús elección hizo
para entrarse religioso. 525
CARLOS (Aparte.) Primero que yo ha cumplido
lo que me dijo en Monzón,
cuando las cortes tuvimos,
que allí me mostró el deseo
de aquel impulso divino 530
que a la religión le lleva,
y allí le dije que el mismo
era mi intento. Ya el cielo
sus peticiones ha oído,
y a mí me da en sus ejemplos 535
estímulos de seguirlo.
DON GASPAR Ya vendrá de vuelta a Oñate
a donde, según me dijo,
va a tener el noviciado
y primeros ejercicios. 540
CARLOS Vamos, y os daré respuesta.
FELIPE El duque a tiempo ha sabido
buscar el puerto seguro.
CARLOS Bien sabe Dios que lo envidio. [72]
 
(Vanse y sale FLORA.)
 
FLORA Desde la corte romana 545
dicen que a Oñate ha venido
Borja, donde me ha traído
su condición inhumana.
Vive el cielo que ha de ver
lo que puede una osadía, 550
y si vence la porfía
de una constante mujer.
 
¿Si es de Borja aquel papel,
o si hay en aquesto engaño?
Mucho temo un desengaño, 555
pero yo lo sabré de él.
 
Mi afición está dudosa
entre esperanza y desdén,
si atrevida alcanza el bien,
o le pierde temerosa. 560
 
juzga por atrevimiento
emprender un imposible,
y ya haciéndole posible
no recela un escarmiento.
 
Con todo si confiada 565
tal vez le quiere alcanzar,
se oprime por no pasar
vergüenzas de escarmentada.
 
Y viene a ser que en su trato
hace disimulación, 570
lo que en callar la pasión
es más temor que recato.
 
Ni es este mal muy penoso,
que el bien, aunque no alcanzado,
tanto tiene de esperado 575
cuanto tarda en ser dudoso.
 
Por esto no he dejar
ni el esperar, ni el temer,
que si hay peligro en perder,
hay esperanza en dudar. 580
 
(Sale BELISA disfrazada de paje.)
 
BELISA ¿A qué habrá venido a Oñate
Borja? Bien saben los cielos
que me asaltan mil recelos
hasta que él me los desate.
 
Fluctuando, mi deseo 585
teme si engañarse pudo,
que hay alivio en lo que dudo,
y peligro en lo que veo.
 
No acierto a poner en fiel
su constancia y mi inquietud, 590
que me niega su virtud
lo que me dice el papel.
 
Con todo escoge mi amor
más confiar que temer,
porque me inclino a creer 595
lo que me ha de estar mejor.
 
Cuando ambigua la razón
en dudas viene a perderse,
es porque quiere ponerse
de parte de la opinión. 600
 
Luego si los fines muda
de temor, en confianza
le da tanto a la esperanza
cuando le niega a la duda.
 
Según esto, es sinrazón 605
irme tras un desengaño,
que le dé más fuerza al daño
y enflaquezca la ambición.
 
Pues más quiero confïando,
y a mi esperanza creyendo, 610
vivir siempre apeteciendo
que morir desesperando.
FLORA Ésta es mi competidora.
BELISA Mi opositora es aquésta.
FLORA Creo que sin fruto se resta. 615
BELISA Pienso que en vano se azora.
FLORA Oye, paje.
BELISA Oye, señora.
FLORA Que mude intento le ruego.
BELISA Que le mude, desde luego,
le pido por quien adora. 620
FLORA Busque otro blanco a sus flechas,
o al rostro le tornarán.
BELISA Mude el suyo, o volverán
a quien las tira derechas.
FLORA Yo sé que prenden las mías. 625
BELISA Yo sé que las mías prenden;
sé que mis ansías se atienden.
FLORA Sé que se oyen mis porfías.
BELISA Mas con todo no desista
su ambición de pretender, 630
que es la gloria del vencer
lo mejor de la conquista.
 
En ver mi suerte lograda,
no me creeré tan dichosa [73]
como después de celosa, 635
verla corrida y burlada.
FLORA Ni de mí tan estimada
ha de ser la posesión,
como ver su pretensión
burlada y desengañada. 640
BELISA Pues venza quien más pudiere.
FLORA Triunfe quien más alcanzare.
BELISA La palma a quien la ganare.
FLORA La victoria a quien venciere.
BELISA (Aparte.) Fuera menos confiada 645
ésta, si mi papel viera.
FLORA (Aparte.) Si ésta mi papel leyera
fuera más desesperada.
 
(Sale SANSÓN con sotana parda de novicio y una vinajera.)
 
SANSÓN Vos sois el rector de Oñate,
a mí se me acaba el juicio 650
con que le mande a un novicio
semejante disparate.
 
¿Que un rector no considera
que en traer agua me hago rajas
a llenar cinco tinajas 655
con sola una vinajera?
 
Como quiera me embaraza
el puesto, a que voy por ella,
pues que tengo de traella
de la pila de la plaza. 660
 
Pues no menos que el rector
el cocinero examina,
pues le barro la cocina,
y es la escoba un asador.
 
Mucho ejercita a un cristiano 665
esta santa religión;
paciencia, hermano Sansón,
que a esto obliga el ser hermano.
BELISA Éste es Sansón, el criado
de Borja.
FLORA               Sansón es éste. 670
BELISA Quien dijera que en aquéste
cupiera tan santo estado.
FLORA Hablarle me determino
a Sansón.
BELISA                 Sansón.
SANSÓN                               Deo gracias
líbreme Dios de falacias. 675
El espíritu divino
os acompañe, señoras.
¿Qué mandáis?
BELISA                           ¿A qué ha venido
Borja a Oñate?
FLORA Di, ¿qué ha sido? 680
SANSÓN ¿Eso os da pena a estas horas?
A ganar un jubileo.
BELISA Pues ¿cómo este traje tienes?
SANSÓN ¿Cómo? ¿Aqueso a dudar vienes?
Vistiéndolo.
BELISA                      Yo lo creo. 685
FLORA ¿Dónde vas?
SANSÓN                        Voy muy de prisa.
BELISA ¿Para qué es la vinajera?
SANSÓN Para el cura que me espera
y voy a ayudarle a misa.
BELISA Pues dime ¿qué hay en aquello? 690
FLORA ¿Qué hay en aquello, Sansón?
SANSÓN ¡Qué desedificación!
Venid mañana a sabello.
BELISA ¿A dónde?
SANSÓN                   A la portería.
BELISA No me engañes. 695
SANSÓN No te engaño. (Vase.)
FLORA Veré si es cierto mi daño.
BELISA Yo, si vence mi porfía.
 
(Vanse. Salen el RECTOR y BORJA y el HERMANO MARCOS y DON JUAN.)
 
RECTOR Pues vueselencia ha venido,
señor, para ejercitarse 700
en probación de humildad,
el hermano Marcos sabe
el ejercicio en que Dios
ahora quiere ocuparle.
Él sabe que me enternezco 705
de ver de esta suerte un grande,
sujeto a mi ordenación,
siendo su sacro linaje
tanto superior al mío. (Vase.)
BORJA El hermano Marcos mande, 710
porque será obedecido
de este pecador.
MARCOS                           Aguarde
vueselencia, y le traeré
una espuerta con que cargue
arena para la obra 715 [74]
que en el colegio se hace. (Vase.)
BORJA Soy contento del oficio.
DON JUAN Señor duque, amado padre,
¿es posible que se olvida
vueselencia de su sangre, 720
que venga a una ocupación
que tuviera por ultraje
admitirla un azacán?
Casi imposible se hace.
¡Cómo! ¿A un duque de Gandía 725
de casa real, de partes
tan célebres en el mundo
como el mismo mundo sabe?
¡Que a un virrey de Cataluña,
marqués de Lombay, encarguen 730
que en una espuerta a la obra
ministre los materiales!
No lo permita, señor,
vuestra grandeza; no apague
la luz de su casa ilustre. 735
BORJA No tenéis razón, mi ángel,
que nunca más grande he sido
que en aquestas humildades.
Decidme, ¿el Verbo no era
Hijo del Eterno Padre, 740
no era tan Dios como Él,
no era su gloria y su imagen?
¿No era grande, no era rico?
Pues ¿cómo quiso humillarse
a servir a un carpintero, 745
a nacer de pobre madre,
ser juzgado como reo,
burlado en los tribunales,
vendido del traidor Judas
por solos treinta reales? 750
Y lo que asombra los cielos,
lo que estremece los ángeles,
hace temblar los querubes,
y temer las potestades,
quiso ponerse en la horca, 755
con el suplicio más grave,
la muerte más afrentosa,
que el mundo ha visto ni sabe.
Pues si un Dios tanto se humilla,
mucho gana en humillarse 760
un descendiente de reyes,
y el mismo rey que bajase.
Antes en el ministerio,
don Juan, habéis de ayudarme
en tener capa y sombrero 765
y espada: no me embaracen
para llevar con presteza
la arena, que ya me trae
la espuerta el hermano Marcos.
DON JUAN Señor, no es justo estorbarte 770
tan santas inspiraciones.
 
(Sale el HERMANO MARCOS.)
 
MARCOS Aunque es la espuerta algo grande,
no la llene vueselencia,
que sólo es para adiestrarle
en abatimientos propios. 775
BORJA Recibo espuerta y mensaje
como si de Dios viniera
y es cierto que de Dios sale,
pues es suya la obediencia.
MARCOS Adiós, pues, que se hace tarde. 780
 
(Vase el HERMANO MARCOS.)
 
BORJA Adiós, que voy a la obra. (Vase.).
DON JUAN ¿Quién hay que esto no le espante?
¡Oh prodigio, oh asombro, oh pasmo
de humildad! ¡Oh, lo que vale
un desengaño en un alma! 785
Llorando voy a mirarle
convertido en un peón
de marqués y duque y grande.
 
(Vase y sale SANSÓN.)
 
SANSÓN Que venga un hombre de bien
con esto por esas calles, 790
hecho blanco de muchachos,
que no me falta un adarme
para tirarles yo piedras
y dar con el juicio al traste.
Válgate Dios por rector, 795
que aquesto se le encajase
en el capricho. ¿No fuera
mejor y más importante
hacerme con una espuerta
servir estos azacanes 800
que están haciendo la obra?
 
(Sale BORJA cargado con la espuerta de tierra.)
 
BORJA Mi Dios, ¡qué bien colocaste
la tierra sobre la tierra!
Si yo en polvo he de tornarme
no me humilla mucho, siendo 805
polvo yo, tierra portátil,
Ni es mucho que lleve un hijo
en los hombros a su madre.
Desnudo de ella salí,
desnudo en ella he de entrarme. 810
Mi tumba llevo en mí mismo
y en ella mi origen frágil, [75]
y ojalá que esta memoria
nunca de mí se apartase.
SANSÓN Señor, señor de mi vida, 815
¡tú de esta suerte!
BORJA                               No extrañes
que quien merece un infierno
lleve pesos tan süaves;
prosigue en tu ministerio,
que yo hago el que me cabe. 820
SANSÓN Pues voy con mi vinajera,
y espero en Dios de llenarles
la medida a las tinajas
hasta los mismos brocales
dentro de doscientos años; 825
supla Dios los que faltare. (Vase.)
 
(De rodillas BORJA.)
 
BORJA Señor, mi pecho estimara
daros más, si más tuviera,
porque mil mundos os diera
si yo mil mundos gozara: 830
y nunca a pagar llegara
lo que vos me dais, mi Dios,
que en el trato de los dos
nada, Señor, os he dado,
pues os di sólo un ducado, 835
cuando un reino me dais vos.
 

(Descuélgase de una nube una mitra pontifical sobre su cabeza y por una tramoya con música baja al aire un paraninfo.)

 
PARANINFO Por eso poco que has dado,
Borja, quiere Dios pagarte
desde este mundo con darte
el sumo pontificado. 840
BORJA Eso no, que es muy pesado
y muy flaca mi persona;
mi indignidad no lo abona;
no lo sufre mi bajeza;
y, en fin, no tengo cabeza 845
para tan grande corona.
PARANINFO El cielo te hace el presente.
BORJA Pues yo el presente no admito.
PARANINFO Tu dignidad solicito.
BORJA La humildad no lo consiente, 850
que presume de valiente
quien las honras apetece.
PARANINFO Pues ¿quién a ti te enflaquece?
BORJA Mi propio conocimiento.
Déle Dios aquese asiento 855
a quien mejor le merece.
Huyendo me vine aquí
de las honras y concluyo
 
que si admito lo que huyo,
se reirá el mundo de mí. 860
Siempre los solios temí
que ocasionan vanidad,
y si he de decir verdad,
llego de suerte a afligirme,
que quisiera más morirme 865
que verme con dignidad.
 
Es terrible una grandeza
a quien es de fuerzas falto;
que a un ángel, viéndose en alto,
se le anduvo la cabeza. 870
A Adán le turbó la alteza
porque se vido ascender;
yo más fuerte no he ser,
y mejor me está advertir,
que si no llego a subir, 875
no tendré de 'onde caer.
 
Estoy muy escarmentado
de ver el fausto en que para,
desde que le vio la cara
a la muerte mi cuidado. 880
La pompa no tiene estado,
corre más veloz que el viento,
y es osado pensamiento
sujetarme en tanto daño
o a la fuerza de un engaño, 885
o al rigor de otro escarmiento.
PARANINFO Tu humildad a los cielos
pasma, Francisco.
Y a tus glorias y triunfos
cantan el vítor. 890
 
(Canta la música esto mismo y desaparece todo.)
 
BORJA Válgame Dios, ¿si he tardado
con la oración divertido,
en haber presto cumplido
lo que me han encomendado?
Perdone Dios, si he faltado, 895
mi descuido y negligencia:
vamos a hacer la obediencia.
Tierra, que de cargas dos,
muchos menos pesáis vos
que el cargo y la preeminencia. 900
 

(Al irse le sale al encuentro DON GASPAR.)

 
DON GASPAR ¡Señor!
BORJA              ¿Qué es? [76]
DON GASPAR                              Pues vueselencia.
BORJA Dejad eso. ¿Habéis traído
la licencia que he pedido
al César?
DON GASPAR Ya la licencia
                        está aquí. 905
BORJA Tened paciencia,
y llamad luego al momento
quien me escriba un testamento.
Señor, ya puedo dejar
mi estado a Carlos y entrar 910
en mi dulce encerramiento. (Vase.)
DON GASPAR Quién no se enternece viendo
un príncipe soberano
que a la pompa da de mano,
y una obra está sirviendo; 915
en él se está conociendo
lo poco que el mundo es,
la nada que es su interés,
pues Borja en tanta bajeza
pone el polvo en la cabeza 920
y la grandeza a los pies.
 

(Vase y sale SANSÓN con unos anteojos de caballo.)

 
SANSÓN Jesús, Jesús ¡qué pesar!
Lleve el diablo los anteojos.
¿Para qué tenemos ojos
si no habemos de mirar? 925
¿Que cómo si fuera alzallos,
con modestias o inmodestias,
acción de solas las bestias
nos conviertan en caballos?
Ello es que ya me condeno 930
de un caballo a las libreas:
si ando mucho, a unas maneas,
y si hablo un poco, a un freno.
Hay tal mortificación,
válgame Dios, donde voy. 935
¿Quién me dirá dónde estoy?
 
(Salen FLORA y BELISA juntas.)
 
FLORA Aquí está.
BELISA                  Sansón.
FLORA                               Sansón.
SANSÓN Dios les dé lo que desean.
BELISA Aquí veré si te ufanas.
SANSÓN ¿Qué mandan nuestras hermanas 940
que tanto me sansonean?
BELISA Tú para hoy nos citaste:
sácanos de aqueste engaño.
FLORA Acaba ya el desengaño,
pues que tú nos enredaste. 945
SANSÓN Quítenme aquestos anteojos
para poderlas hablar.
FLORA Pues ¿quién te puede estorbar
quitártelos de los ojos?
SANSÓN No quitarlos me ordenaron 950
y diré a quien lo mandó,
que no me los quité yo
sino que me los quitaron.
FLORA Pues ya sin ellos estás.
 
(Quítanle los anteojos.)
 
SANSÓN Que ya sin ellos estoy, 955
pues adiós.
BELISA                    ¿Qué haces?
SANSÓN                                         Me voy.
FLORA ¿Pues cómo? ¿No hay más?
SANSÓN                                                No más.
BELISA Bueno está, por vida mía,
¿y Borja, ruin alcahuete?
SANSÓN ¿Borja?
BELISA                Sí.
SANSÓN                      Borja se mete 960
padre de la Compañía.
FLORA ¿Cómo es eso? ¿Y el papel?
SANSÓN ¿El papel? ¡Tú lo tendrás!
BELISA ¿Y el mío?
SANSÓN                    Tendrás otro más.
BELISA ¿Y lo que me escribe en él? 965
SANSÓN Que se cumpla.
BELISA                          ¿Cómo así?
SANSÓN ¿Tiénesle ahí?
BELISA                         Aquí está.
SANSÓN Pues dame el papel acá.
 
(Dale BELISA el papel.)
 
SANSÓN ¿Y tú traes el tuyo?
FLORA                                 Sí.
SANSÓN Dámelo acá y dime ahora, 970
 
(Dale FLORA su papel.)
 
¿te casarás con su dueño?
FLORA Aquese ha sido mi empeño.
SANSÓN ¿Y tú también?
BELISA                           En buen hora.
SANSÓN Lleváis muy gentil aliño. [77]
 

(Destruécalos.)

 
Toma aquéste, y tú el que resta; 975
y cásate tú con ésta
y tú con aqueste niño. (Vase.)
BELISA Yo este papel escribí.
FLORA Y yo escribí el que aquí tengo.
¿Que aquesta injuria no vengo? 980
BELISA ¿Que un loco me burle así?
Ambas habemos corrido,
amiga, aquí una fortuna.
FLORA Aunque es la suerte importuna
en ella he de ver cumplido 985
el deseo de conocerte.
¿Quién eres?
BELISA                        Yo, la Hermosura.
FLORA ¡Oh, qué dichosa ventura
he tenido en poseerte,
pues yo soy la Vanidad! 990
BELISA ¡Oh, quién lo hubiera sabido!
A haberte antes conocido,
profesara tu amistad.
FLORA Yo a Borja quise en la corte
con blanduras atraerle. 995
BELISA Yo emprendí desvanecerle
y lo estorbó su reporte.
Hermosura y Vanidad:
extremado casamiento.
FLORA Van al menos a un intento 1000
tu ambición y mi beldad.
Vamos, que soy muy gozosa.
BELISA Yo contigo muy ufana,
que está cerca de ser vana
la que sabe que es hermosa. 1005
 

(Vanse. Corren una cortina, aparece el santo de rodillas vestido en traje de la Compañía con un Cristo.)

 
BORJA Mi Dios, ya para aplacaros
me arrepiento de ofenderos,
y quisiera al fin temeros,
ya que no he sabido amaros.
Señor, dejad ablandaros, 1010
no salga mi temor vano,
aunque sé que es muy villano
el con que a vos me volví;
pues sólo fue porque os vi
con el azote en la mano. 1015
 
En él muy blando anduvisteis,
pues cuando me amenazasteis
con alzarle os contentasteis
y nunca el golpe me disteis.
Pero si vos recibisteis 1020
por mí cinco mil, mi Dios,
¿qué mucho, si de los dos
yo el azote no sentí,
que el amago se hizo a mí
y os dieron el golpe a vos? 1025
 
Tan libremente he triunfado,
tan sin castigo he vivido,
como si no hubiera habido
Dios que viese mi pecado;
y aun quizá hubiera dudado 1030
si le huía, más advertí
que antes perdonarme así
os acredita más Dios;
pues por serlo tanto en vos
no lo parecéis en mí. 1035
 
Lloren, pues, los ojos míos,
mis años tan mal vividos,
vivan siempre convertidos
en el caudal de los ríos;
ahoguen tantos desvaríos 1040
de tiempo tan mal pasado,
que en sus ondas engolfado
no recelo el anegarme,
que antes pretendo escaparme
en mi llanto mismo a nado. 1045
 

(Suena música y aparecen en dos bofetones un ÁNGEL y la Compañía.)

 
ÁNGEL Sagrada Compañía,
a quien el cielo ha dado
en términos tan breves
edad de muchos años,
de ver tus crecimientos 1050
el cielo está pasmado,
que apenas has nacido
del fervoroso Ignacio,
cuando ya por el mundo
de suerte has penetrado, 1055
que todos te conocen
desde el oriente a ocaso.
El pontífice sumo,
de la Iglesia vicario,
de Dios te hizo dedo, 1060
y de ella diestro brazo.
La mínima te nombras,
y más te acreditaron
tus mismas humildades,
teniendo ser tan alto. 1065
Un hijo de tu espíritu
en Borja has granjeado,
que en sí tan grande ha sido,
y en ti se humilla tanto.
En él tus descendientes 1070
tendrán un simulacro,
donde a humillarse aprendan [78]
al más profundo estado.
En él tendrán del mundo
todos los potentados, 1075
de necias ambiciones
prudentes desengaños.
Será tu general,
hará tu nombre claro,
de España hasta las Indias 1080
tus hijos enviando.
Será tan prodigiosa
su vida y sus milagros,
que al fin ha de gozarle
la lista de los santos. 1085
El parabién recibe,
que el cielo me ha mandado
que de su parte traiga
a tus progresos claros.
COMPAÑÍA Celeste paraninfo, 1090
de cuyos dulces labios
mi indignidad recibe
favores tan sagrados,
al cielo le agradezco
las honras que me ha dado 1095
y sacras oblaciones
de sus mercedes hago.
Si el duque de Gandía,
huyendo de los faustos
del mundo, se ha acogido 1100
debajo de mi manto,
su lustre me ennoblece,
y con él me honro tanto,
que son mis pequeñeces,
con él, blasones sacros. 1105
Si desde España Borja
a México ha enviado
mis hijos, a él le debe
la gloria de gozarlos.
Y porque a Borja estimo 1110
con tan estrechos lazos
de amor, su conversión
a un príncipe consagro,
que en México ha querido
dar honra a mis teatros. 1115
A un duque le dedico
de un duque los extraños
prodigios, que en España
viven tan admirados.
Con un grande he querido, 1120
hoy, grande, celebraros,
y que un virrey a otro
ofrezca mis aplausos.
Si en este reino todos
su amor os han mostrado, 1125
mi amor os muestro yo
con cuanto soy y valgo.
Seáis tan bienvenido,
cual fuisteis deseado,
por sol que al Nuevo Mundo 1130
difunde nuevos rayos.
Recibid mis deseos,
las faltas perdonando,
y aquí dan fin de Borja
los nobles desengaños. 1135
 
FIN

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