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1

Ello trae consigo, al analizar la literatura noticiera hispanoitaliana del saco de Roma, el juicio muy desfavorable de Fernández Murga, 1979, pp. 66-67.

 

2

Es el primero en servirse de la historia internacional (no sólo nacional) para fines dramáticos. Los sucesos de la presa de Roma ofrecían inmensas posibilidades de aprovechamiento dramático. Algunas de las omisiones, invenciones y alteraciones de los hechos pueden obedecer a motivos dramáticos; otras a un deseo expreso de conducir a su público hacia la reflexión sobre hechos de su propio tiempo. Aunque el género no había comenzado con él, sí fue el primero en ofrecer temas históricos para un público y un escenario amplios.

 

3

Lo pone de relieve admirablemente J. Canavaggio, 1997. Para Sito Alba, 1983, p. 329, la Comedia del saco de Roma«representa una valiosa aportación. [...] Creo que es una de sus creaciones de mayor interés. He de insistir que en nuestra valoración cuenta ante todo la eficaz contribución del texto escrito a la representación».

 

4

«Huimos la observancia que forzaba / a tratar tantas cosas diferentes / en término de un día que se daba» (Cueva, Ejemplar poético, vv. 523-525). Aunque en esta comedia deseche la unidad de acción, la ligazón se logra siguiendo los desplazamientos del ejército. En la I jornada plantea el tema conflictivo; en la II lo desarrolla e insiste en la maduración de algunos caracteres; en la III se confirma la mayoría de los supuestos previos y se avanza la solución, que llega definitivamente en la IV jornada.

 

5

Guerrieri Crocetti, 1936, p. 58; se sirve de la octava real en contextos graves, de la estancia en los solemnes, de las redondillas en los narrativos rápidos y en los risueños, o cuando hablan mujeres (salvo en la II jornada). Alcanzan gran variedad en esta comedia las combinaciones de endecasílabos y heptasílabos, y Morby, 1940, p. 214, destacó cómo es uno de los dos únicos casos en que la estrofa de comienzo de la obra es la redondilla; el resto de los rasgos generales que él distingue en los dramas de Cueva (ibid., pp. 214-216) se cumplen. Véase también Hermenegildo, 1961, p. 290 y 1973, p. 285.

 

6

Así lo vio, aunque en el análisis de La muerte del rey Don Sancho, Wardropper, 1955, p. 151, como «prueba de que la obra va destinada, más que a la representación, a la lectura en casas particulares» y probablemente con escenario múltiple.

 

7

Es la tesis de Watson 1971, en especial pp. 200-201: Cueva «used the past as documentation for political theory and for the light which it might throw on contemporary political problems and thus serve as a guide for present political behaviour».

 

8

Froldi, 1999, pp. 28-29.

 

9

Hermenegildo, 1961, p. 289; Ly, 1983.

 

10

«[...] the eventual emergence of a "comedia" that might be comic or tragic and was frequently both» (Morby, 1937, p. 391); véanse Icaza, 1917, p. XLII; Morby, 1940, p. 217; Hermenegildo, 1961, pp. 292 y 316; 1973, p. 287; 1994, pp. 250, 255; 2003, p. 494; Sito Alba 1983, p. 335; Froldi, 1998, p. 22; Scelfo Micci, 1993, p. 113, n. 4 y p. 117, n. 15. Para los posteriores afinamientos y relaciones complejas entre comedia y tragedia en el s. XVII, Vitse, 1988, en especial pp. 333-341.