31
J. MARCHENA, Discurso... cit., p. 182.
32
Viages de Enrique Wanton a las tierras incógnitas australes, y el país de las monas por Gutierre Joaquín Vaca de Guzmán, Madrid, 1769-1778, 4 tomos. Véanse: J. ESCOBAL A. PERCIVAL, «Viaje imaginario y sátira de costumbres en la España del siglo XVIII: los Viages de E. Wanton al país de las monas». Aufsteg und Krise der Vernunft, Wein, Hermann Böhlaus Nachf, 1984, pp. 79-94; J. ÁLVAREZ BARRIENTOS, La novela del siglo XVIII, Madrid, Júcar, 1991, pp. 131-134 y 139-141.
33
J. MARCHENA, Discurso... cit., pp. 191-192.
34
Ibídem, p. 197.
35
Así juzga sus sainetes: «Los chisperos de Madrid los aplauden sin tasa, y en un país donde no tienen muchos de los grandes ideas más sanas, no ya del decoro teatral, mas ni de la decencia en el trato, no es milagro que hayan dado tanto gusto en la escena como leyéndolos. Y cierto si para merecer el dictado de ingenio cómico bastara representar con viveza y naturalidad las escenas más indecentes y torpes de miserables abandonados a los más repugnantes desórdenes, la prostitución sin disfraz, como sin freno, la ojeriza con todos cuantos dan muestra de mejor crianza, o pertenecen a menos baja jerarquía, la holgazanería sustentándose con la estafa y ejercitándose para el robo, presidiarios y rameras remendando el estilo de la tragedia, y matándose a puñaladas por la espalda, Don Ramón de la Cruz sería acreedor sin duda a este título: los que han leído a Terencio, Molière, Moratín, etc. dirán si lo merece» (Discurso, p. 210).
36
J. MARCHENA, Discurso... cit., p. 211.
37
Ibídem, p. 213.
38
Ibídem, p. 213.
39
Ibídem, p. 222.
40
Ibídem, p. 221.