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Correspondencia relativa a la noticia histórica de la vida y escritos de don Thomas de Yriarte




1

Barcelona, 16 de Marzo de 99.

Mi amigo y Señor Dn. Bernardo: Acabo de recivir por el correo de ayer una carta de Vm. con fecha del 2 de Febrero, la que veo se há detenido todo este tiempo en Zaragoza adonde Vm. me la dirigió ignorando mi salida de aquel Pueblo para Barcelona. No comprehendo como han tardado tanto tiempo en remitirmela, pero esto ya me ha sucedido con otras cartas, y siento ciertamente que la de Vm. haya corrido igual suerte. Conozco que podria Vm. hacerme un justo cargo por no haverle dado mucho antes noticias de mi existencia; pero no ha sido por falta de buena voluntad, ni por olvido que no cabe en la amistad que profeso á Vm., sino porque siendo mi animo remitirle el Elogio de nuestro Dn. Tomas lo mas pronto possible, y haviendome estorvado en Zaragoza, primero la enfermedad de mi hermano, después otras bagatelas que me han hecho perder mucho tiempo, el corregirlo a mi satisfacción para que fuese menos indigno de comparecer delante del Publico, de unas en otras se me há dilatado esta satisfaccion mucho mas de lo que pensaba.

Ahora su carta de Vm. parece que viene á sacarme como de un letargo. Se me representa atan al vivo la temeridad de mi empresa en haverme metido en analizar, y juzgar las obras de uno de los mayores literatos de nuestra nacion, que a pesar del voto de Vm. y de algunos otros inteligentes a quienes há merecido aprobacion mi Elogio, desistiria del pensamiento de darle a luz; pues cada vez conozco mas y mas los muchos defectos en que abunda. Con todo ya no tiene remedio, y tendré que perder la vergüenza. Remitiré á Vm. el Elogio lo mas pronto que pueda por el conducto que me señala; pero supuesto tiene Vm. ya en su poder el Don de gentes con la Zarzuela, y ser ocasion oportuna para imprimir el Elogio la publicacion de estas Piezas, pienso que no devemos precipitamos, y asi hé de merecer á Vm. me conceda unos quince dias mas de termino para refundir de nuevo el Elogio, y copiarlo de mi propia letra, en cuya forma se lo embiaré á Vm. para que despues a su arbitrio le quite, añada, altere quanto le pareciere oportuno como cosa propia, en lo que me hará un gran favor, y me manifestará toda su amistad. Bien conozco que esto devia estar ya concluido hace tiempo; pero, amigo mio, disculpe Vm. a un Autor principiante, que está mui descontento de su trabajo, y se halla jnstamente desconfiado de sus propias fuerzas. Espero me hará Vm. el favor que le pido, y aguardo su contestacion. Voy a poner manos á la Obra, y despacharé lo mas pronto que pueda. Entretanto doy á Vm. la enhorabuena de haver redimido el pobre Don de gentes; le deseo mucha salud y prosperidades, y que mande Vm. á su afectisimo amigo que le estima mui de veras.

Carlos Pignatelli.

Sor. Dn.. Bernardo de Yriarte.




2

Madrid, 18 de Mayo de 1804.

Mi querido Amigo: Sea Vm. bien llegado á esa ciudad donde celebraré le vaya tan bien como yo deseo, y que no haya motivo de arrepentirse de esta determinacion. Aqui estamos ajustados con las muchas enfermedades que reynan, las quales son contagiosas, y aunque auguran que ya se han mitigado alguna cosa, sin embargo muere bastante gente. Yo tuve dias pasados una indisposicion que me dió al principio cuidado; pero gracias á Dios no pasó de una calentura reumática.

Hoy ha venido el hermano de Duran á avisarme que desde mañana empezarán á sacar los caxones de su libreria de Vm. para remitirselos. Hace Vm. bien en querer vivir entre libros.

Pignateli nos leyó á Cabrera y á mi el Elogio histórico que ha compuesto de su hermano de Vm. el Señor Dn.. Tomas; y como la intencion de Vm. era que se imprimiese al frente de la nueva edicion de sus obras, no puedo menos de decir á Vm. con la franqueza propia de mi amistad, que no me ha gustado, y que necesita de mucha lima, ó casi de refundirlo enteramente para que pudiese salir á luz. Lo mismo que yo ha opinado el amigo Cabrera; y uno y otro le hemos dicho á Carlitos que, suprimiendo ciertas cosas, y variando otras que señalamos, sacase una copia y la remitiese á Vm. para que le diese la ultima mano. En viendolo, podrá Vm. juzgar por si mismo, y ver si tomandose el trabajo de corregir, añadir y mudar algunas cosas, puede ponerse en estado de parecer al publico.

Pongame Vm. á los pies de mi Señora Doña Antonia y recibiendo ambos finas expresiones de mi Señora la Condesa del Montijo, Roca, Cabrera, mi sobrino, &c., manden quanto gusten á su afectissimo é invariable Amigo.

Estanislao de Lugo.

Amigo y Señor Don Bernardo Yriarte.




3

Madrid, 19 de Junio de 1804.

Mi querido Amigo: Celebro mucho la feliz llegada de mis huespedes, que harán á Vm. mui buena compañía, y disiparán los malos humores y disgustos que por todas partes nos acometen, luego que Vm. encuentre alojamiento donde colocarlos. Por de contado procure Vm. dexar quanto antes esa mala vecindad del cementerio, que es la mas peligrosa, particularmente en la presente estacion de las enfermedades epidemicas, que según noticias se han empezado á experimentar tambien en esa Ciudad. Aqui continuan con la mayor fuerza; el Viatico no cesa de salir á todas horas de todas las Parroquias, y aunque el numero de los que mueren no es comparable con el de los enfermos, sin embargo muere bastante gente. Yo estoi con la mayor pesadumbre y cuidado por mi amigo Dn.. Joseph Yereguy, que ha caido con el mismo mal que anda, y está casi sin esperanza. Sin embargo del presente estado de la salud publica, ha salido la orden para venir aqui la Corte el dia 30 del corriente. Nos anuncian que para entonces tendremos mejor pan, que de contado será un gran beneficio, pues el que tenemos, y hemos tenido de 3 ó quatro meses á esta parte, es pésimo, y segun la opinion de algunos facultativos, una de las causas de las enfermedades que nos afligen.

No he vuelto á hablar á Vm. del Elogio de su hermano porque no he podido escribir á Vm. después de mi ultima. Lo que principalmente me desagradó en el es el modo con que se recuerdan las disputas con Huerta, y Forner &c., de las quales creo que no se debia hablar, ó tocarlas solo con destreza, y presentandolas en terminos que no dexen la menor duda en el animo de los lectores. Ademas habia otras mil cosas que si se dexasen correr, mas bien podrian parecer satiras que elogios del Señor Dn.. Tomas. La intencion del autor ha sido y es la mejor, pero ó no ha alcanzado mas, ó no se ha querido tomar mayor trabajo. Vm. lo verá, y lo corregirá mejor que nadie, y me parece que ninguna ocupacion mas digna puede Vm. tener al presente para emplear los ratos de ocio que le presenta su actual situacion.

Pongame Vm. á los pies de mi Señora Antonia cuyas expresiones estimo, y recibiendolas ambos de mi señora la Condesa del Montijo, la de Villafranca, Cabrera, mi sobrino, y demas amigos, mande Vm. quanto quiera á su afectisimo

Lugo.




4

Valencia, _ de Junio de 1804.

Mi querido Amigo: Por la de Vm. de 19, quedo enterado del concepto que Vm. y el amigo Cabrera han formado del Elogio de Tomas. Lo que Vm. me apunta sobre el particular me servirá para evitar, por mi parte, quando llegue á mis manos, aquellas especies inoportunas y que puedan dar lugar á siniestras interpretaciones, sin recomendar al autor las depresiones de sus emulos literarios que ya no existen, y cuyos nombres y credito literario no gozan el concepto que...

(Inachevée)




5

Madrid, 28 de Agosto de 1804.

Mi amigo y Señor Dn.. Bernardo: Ya es tiempo que satisfaga la deuda que há tanto tiempo contrahi (sic) con Vm. y la memoria de mi buen amigo su hermano Dn.. Tomas. Muchas veces hé reflexionado que la contrahi (sic) con demasiada ligereza, dexandome arrastrar de un justo entusiasmo por su indisputable merito, demasiado combatido en nuestra nacion. Me engañó el amor propio; y me supuse capaz de apreciar el merito literario de un grande hombre. Pero no hay remedio; Vm. me cogio la palabra, y es preciso cumplirla. Duran me aprieta y quiere hoy mismo remitir a Vm. el Elogio, o noticia historica, como Vm. quiera llamarlo, y me há parecido del caso escribir á Vm. quatro lineas con este motivo, renovandole mi buen afecto, y suplicandole me haga un favor. Vm. verá por la lectura del Elogio quanta razon he tenido para querer desistir de esa empresa. Pero en fin Vm. hará el uso de el que tenga por conveniente. Hé querido refundirlo de mil modos, por cuyo motivo no vá en limpio, sino con muchos borrones. Pero esto no importa para Vm., quien si encuentra alguna cosa que le agrade, podrá hacer uso de ella, omitiendo lo demas. El haver tenido mi espiritu mui agitado con mil embrollos, y disgustos particulares, me ha secado la poca vena, é imposibilitado el escribir una cosa menos indigna del Héroe de nuestra Literatura moderna. Siempre he pensado de este modo.

Dn.. Ramon Cabrera y Lugo a quienes ultimamente les leí mi trabajo, aunque no conformes en muchos piensos, han sido de parecer que Vm. se tome la molestia de corregirlo, de añadir, de quitar a su arbitrio, en la suposicion que yo me alegraré infinito, pues conozco que hay varias cosas que quitar, ó por inexactas, ó porque podrían bolver á encender rencillas ya olvidadas. Asi mismo hay bastantes descuidos en el lenguage que yo mismo conozco, pero que Vm. corregirá mejor que yo. En una palabra, Vm. disponga de ese Folleto como de cosa suya, y hableme con la mayor ingenuidad, en la suposicion que me dará en esto el mayor gusto, y me acreditará de nuevo su fina amistad.

Sirvase Vm. de ofrecerme a L. P. de la Señora, y disponga del afecto de su apasionadisimo amigo Q. S. M. B.

Carlos Pignatelli.

Señor Dn.. Bernardo de Yriarte.




6

Valencia, 1.º de Septiembre de 1804.

Mi estimado amigo y señor: Valgome de la fineza de Vm. y de la oportunidad del regreso a Madrid del correo de gabinete Dn.. Antonio Barisano para incluir a Vm. ese pliego dirigido al conserge de la Academia Dn.. Francisco Duran, que acudirá o enviará por el. Contiene algunos manuscritos de obras poeticas de mi hermano Tomas para la reimpresion de ellas, y por el correo ordinario enviaré a Vm. otra cosilla que me están copiando para las mismas obras, valiendome de su fineza.

Como está Vm. de salud? Deseamos la disfrute completa. A nosotros nos va bien en Valencia, y ya ve que hemos acertado en abandonar la residencia de Malaga, adonde, segun las ultimas noticias, morían 80 al dia. Es mucha la gente que había emigrado para no ser victima del nuevo contagio, que empezó y hacia los mayores estragos donde está la casa que habitabamos.

Del amigo Angulo he tenido carta poco ha. Subsistia en Lanxar.

Mi muger hace á Vm. sus expresiones, y la niña Rosarito sus monadas acostumbradas.

Cuente Vm. siempre con la amistad que le profesa

Bernardo Yriarte.

Sr. Dn. Juan Villa.




7

Valencia, 18 de Septiembre de 1804.

Amigo Duran: Después de haberme dado bastantes malos ratos y trabajado en corregir la Noticia historica, Elogio o Critica y censura de las obras de Tomas, de su persona, caracter, y persecuciones y envidias que experimentó, suprimiendo parrafos enteros, he tenido por mas acertado y prudente, excusar la publicacion de un Discurso que tal vez volveria á dispertar la emulacion y a excitar la maledicencia y expondria el concepto del mismo Tomas como de sus escritos, dando ocasion a que los que pensasen bien de él y de su caracter y prendas, se entibiasen, o dudasen por el hecho mismo de la defensa y prolixos discursos de Pignatelli, y que algún mal intencionado saliese con algun papelon discolo, que revolviese caldos y frios, e intentase deprimir el mérito de las mismas Obras, el credito y estimacion que se han adquirido y en sí tienen, y la buena memoria del Autor. Por otra parte abundan en el Discurso ó Noticia los lugares comunes, y disertaciones prolixas sobre cada genero de Poesia, con descender a examinar y comparar lo mejor que han hecho en ellos respectivamente los poetas de otras naciones y tiempos. Asimismo como desciende a lo que los emulos de Tomas hablaron, escribieron é hicieron contra él, especialmente Forner, y estos no existen ya, podria tal vez parecer mal se acometiese á los muertos, y ya que se hablase del tal Segarra seria forzoso sacar a plaza el Libelo infamatorio que califica su malvada memoria y quiso imprimir solicitando por tres veces la licencia para saciar su encono hasta con las cenizas de Dn. Juan de Yriarte, y con otros dos sobrinos de este literato, que en Madrid y en Viena servian al Rey y al Estado, sin escribir libros en prosa ni en verso. Agregaré que no obstante ser, como en realidad es, el autor del Elogio un amigo de Tomas, habria malsines, o gente injusta y ligera, que me le atribuian a mí, o, a lo menos, lo que en él se dixese; y esto a nadie estaría bien, ni al elogiado, ni al verdadero elogiador, ni a mí mismo. Yo no quiero sonar en nada, ni que haya quien (á lo menos ciertas gentes) se acuerde de que existo.

Por esto y por todo lo demas, omitiremos imprimir el Elogio o Noticia compuesta por Pignatelli. A su tiempo le escribiré yo para quedar bien con él como es justo. Entretanto quede esta determinacion, y todo lo que a Vm. digo en confianza, entre Vm. y yo solamente, sirviéndole para su gobierno quando se emprenda la edicion de las Obras.

La mayor parte de las gentes me atribuiran a mí el Elogio o que habia influido en él. Yo no quiero que me traigan en lenguas.

Como no puede dexar de hablarse de las persecuciones literarias que experimentó y de Forner, me levantarán alguna rabia diciendo que revuelvo los huesos de un muerto, y habrá quien quiera revolver los de mi hermano tomando pretexto para zaherirlo, etc.

He tomado pues el partido de callar. Todos creeran que Vm. y yo procedemos de acuerdo y que Vm. ha dicho lo que yo he querido.

(En marge, de haut en bas:) Habia mucho que decir acerca del picaron de Forner y de su persecucion. O decirlo todo, o nada, y esto es lo m[ejor].




8

Madrid, 20 de Septiembre de 1804.

Mi amigo y Señor Dn.. Bernardo: Recivi la apreciable carta de Vm. que me causó gran satisfaccion por las buenas noticias que me proporcionaba de su salud y de la de esa Señora. Celebro que Vm. se halle tan bien hallado en ese Pais, que ciertamente es uno de los mas agradables de España en mi concepto, pues hé pasado en el una temporadita de la que no estoy enteramente arrepentido. No celebro menos que se haya Vm. libertado de la mala vecindad de la Laguna estigia, que no deve ser menos desagradable en este mundo que en el otro. Bien hizo Vm. ciertamente en abandonar aquella infeliz ciudad sobre la que parece se ha desatado la colera celeste y de la que tenemos cada vez peores noticias. Es verdad que no las tenemos tampoco nada buenas de otras partes. Como ha de ser! no hay mas que dezir con el buen Horacio Durum, sed laevius fit patientia, etc. Mi hermana há agradecido mucho las expresiones de Vm. y me há encargado se las debolviese á Vm. mui finas, añadiendo que há recivido la carta de que Vm. habla; que el dia de San Bernardo havia pensado escribir á Vm. con motivo de sus dias, pero que no lo havia verificado por sus desazones. Dice también que se alegra mucho haya Vm. encontrado casa a su gusto, pues le há sido mui sensible no haver podido servir á Vm. con la suya como era su intencion. Su salud está tal qual y no es poco lograr con la vida que lleva, y lo poco que se anda.

Me pregunta Vm., amigo mio, que es de mi persona.Tengo salud, gracias a Dios, pero se há mudado de tal modo la escena que me hacia vivir aqui con algun gusto, que si no fuera por mi hermana, hace tiempo que huviera abandonado esta capital, y me huviera retirado a algún rinconcito lexos del bullicio. Pero no se puede todo lo que se quiere. Con todo, ahora tengo ciertos proyectillos que me andan por la cabeza de hacer un viagecito, para desenfrailar un poco, y ver alguna cosa de las cosazas que diz que pasan por esta gran bola. No sé lo que resultará, pero ya se lo avisaré á Vm.

En quanto al Elogio, repito que me alegraré infinito que le dé Vm. un limpion general, pues lo necesita mui mucho. Nadie lo conoce mejor que yo. Con todo, pasando por sus manos de Vm. podrá quedar regular. Algunas ideas no están bastante desembueltas, sin embargo y que son exactas; hay ademas algunas faltas de lenguage, etc. Yo lo huviera corregido de nuevo, pero nadie lo puede hacer mejor que Vm., y pasaré por todo lo que disponga. Quisiera haverlo hecho mejor; pero no he podido. Admita Vm. la buena intencion, seguro de que es y será siempre su mas apasionado amigo de Vm.

Carlos Pignatelli.



Tenga Vm. la bondad de ofrecerme á L. P. de esa Señora, cuya memoria agradezco infinito. Sepa Vm. que Cabrera se há marchado con el Marqués de Tolosa á viajar. Lugo también está en Bañeras con la condesa del Montijo. Bonells, y su yerno agradecen mucho las memorias de Vm. y se las debuelven.

Señor Dn. Bernardo de Yriarte.




9

Madrid, 5 de Marzo de 1805.

Mi querido Amigo: Celebraré que continue Vm. bien en su convalecencia, y que haya acabado de desechar los restos de la enfermedad, de que yo no tuve noticia hasta que por carta de la de Contamina á su Madre supe la mejoría que después confirmó Vm. mismo por su carta á esta Señora, que leí con el mayor gusto. Considerando el estado de delicadeza de Vm., me he abstenido de escribirle, contentandome con informarme de su salud por otras partes, y por temor de que se quisiese tomar la molestia de responderme. Pero suponiendo que se hallará Vm. yá mas recobrado, voy á hablarle de un asunto que no le será desagradable, y que aunque pide contestacion puede Vm. hacerlo en dos palabras y de mano agena.

El zelosísimo Duran me envió el otro dia á su hermano para suplicarme el pronto despacho de los dos tomos de obras inéditas del Señor Dn.. Tomas, que se trata de imprimir ahora con los otros seis de obras sueltas, cuya edicion se ha acabado: y como si necesitase yo de empeños quando se trata de cosa de Vm. ó de su hermano, cuya memoria me es taDn..n apreciable, me ha dado mucha prisa para que se evacue quanto antes la censura. Efectivamente el Consejo me los remitió para este fin de alli á poco, y al momento hubieran sido despachados si el mismo interés que tomo en la cosa no me la hubiese hecho suspender hasta escribir á Vm. y esperar su resolucion. Es el caso que con motivo de ver las piezas ineditas que Vm. quiere publicar en estos dos tomos, y habiendo leido la advertencia que ha de ir al frente, en que se dá á entender que Vm. no tiene en su poder mas poesias de su hermano por haberse extraviado, se me ocurrio reconocer un legajo de varias poesias, y otras composiciones en prosa que yo conservo de su hermano de Vm., las mas copiadas de mi letra de los originales que el me comunicó, y otras de copias duplicadas que el mismo me regaló, y he encontrado muchas que no estan publicadas, ni comprehendidas en las que Vm. destina para dichos dos tomos. Todas ellas merecían publicarse con las demás, ó á lo menos el mayor numero en caso de que por ciertas consideraciones se omitiese por ahora la publicacion de alguna, lo qual nadie lo puede decidir mejor que Vm. Aunque de prisa, por no perder este correo, he hecho una separacion de lo ya impreso, y sacado la adjunta nota de lo inedito que tengo y con que podria enriquecerse esta nueva edicion, para que en su vista disponga Vm. lo que tenga por conveniente. Si Vm. gusta de que le envie todos estos papeles antes de decidirse, lo haré con su aviso; y sino respecto á que Vm. debe acordarse de ellos por el solo titulo, podrá determinar desde ahi quales deben agregarse á los que Vm. ha presentado al Consejo, cuya agregacion la podré hacer yo mismo de suerte que sobre todos recaerá la censura. De todos modos he tenido el mayor gusto en haber conservado por mi afecto al Señor Dn.. Tomas estos preciosos monumentos de su ingenio, que una mano infiel ó enemiga, segun Vm. se explica, habia robado ó extraido de sus papeles al tiempo de su fallecimiento, pues quando no sean todos, á lo menos es una parte bien estimable. En cambio pienso pedir á Vm. en otra ocasion dos cosas suyas que debe Vm. tener, y de que quisiera sacar copia. No tengo ahora tiempo para extenderme mas. Mis finas expresiones á mi Señora Da. Antonia y recibalas Vm. del amigo Roca y de mi Señora la Condesa que me lo ha encargado expresamente esta tarde.

De Vm. siempre fino

Lugo.

Señor Dn.. Bernardo Yriarte.




10

Valencia, _ de __ de 1805.

Mi estimado amigo y señor:

Dn.. Francisco Duran entregará a Vm. un exemplar de la 2.ª edicion de las obras de mi hermano Tomas. Advertirá Vm. que no se ha dada a luz el Elogio que Vm. se tomó la molestia de escribir, dando al autor y a mi una prueba bien decidida de su amistad, y que al principio del primer tomo hago enunciativa de ello.

Varias reflexiones me decidieron á omitir por ahora la publicacion del Elogio. Los discolos y émulos mal intencionados habrian tomado ocasion del examen mismo que se hace de las obras y talento del autor, de la defensa de ellas, y de la crítica de los libelos compuestos contra ellas mismas y contra él para sacar de nuevo las cabezas de hidra, y presentarse con algunos escritos dictados por la malevolencia y envidia literaria que todavía pulula sin que hayan bastado la Muerte y su guadaña para extinguir el encono y humillacion irritada de los ingenios noveles á quienes la sombra de Iriarte aterra, anxiosos de enterrar su memoria y su fama, qual ya lo están sus cenizas: especialmente como una de las criticas á que se desciende en el Elogio recae sobre Forner o sea Segarra, o mas bien Cegarra, y si Vm. quiere Cigarra, renovaria el recuerdo del libelo infamatorio de los Gramáticos chinos, dirigido no solo contra Tomas, sino contra el credito y fama postuma de mi tio Dn.. Juan Yriarte, comprehendiendo á sus dos sobrinos Domingo y Bernardo, que en Madrid y en Viena servian al Rey y al Estado sin publicar obras de literatura; libelo de que existen copias en manos de varios sujetos, no obstante haberse mandado recoger todas en virtud del real Decreto puesto al margen de una consulta del Consejo, y archivarse el original presentado al Tribunal en solicitud de licencia para imprimirle, denegada antes en Valencia y despues en Madrid por los respectivos jueces de imprentas.

Agregaré que no obstante ser en realidad el autor del Elogio un amigo tan verdadero de Tomas como Vm., habría malsines y gente injusta y ligera que me le atribuirian a mi, o, á lo menos, parte de su concepto, lo qual ni estaria bien al elogiado ni al elogiador, y menos a mí mismo, que en mi actual situacion en nada debo ni quiero sonar, pues solo anhelo a que [no] haya quien se acuerde de mi existencia.

Estas consideraciones sobrarán para que Vm. se convenza de los justos [y] prudentes motivos que me han retrahido de la publicacion del Elogio. Mi gratitud será siempre la misma a la fineza de Vm. y al testimonio tan decidido de amistad y aprecio que tributó á Tomas de Yriarte después de su inexistencia.

Queda de Vm. &.,

B. Yriarte.

Sr.. Dn.. Carlos Pinatelli.




11

Madrid, 24 de Septiembre de 1805.

Mi estimado amigo y mi dueño: Hé tardado en contestar a su mui apreciable carta por dos razones, la una varios disgustos y desazones que me han sobrevenido, y la otra porque hé querido repasar con un poco de tiempo, la nueva y preciosa coleccion de las obras de su apreciabilisimo hermano de Vm. Y empezando por dar á Vm. las mas expresivas gracias por el apreciable don que me ha hecho de un exemplar de dichas obras, que me há entregado Dn.. Francisco Duran, se las doy todavia mas expresivas por la memoria honrosa que ha tenido a bien hacer de mi y del Elogio que compuse, en la advertencia que ha puesto a la cabeza de la nueva coleccion, Vm. me hace a mi, y al Elogio mucho mas favor del que merezco. Ciertamente huviera salido dicho Elogio digno del Autor elogiado, si mi talento y mi pluma huviesen ido a la par con mis deseos, con mi afecto a su difunto hermano, y con mi admiracion hacia sus obras, pues en esta parte no cedo a nadie. No ha sido asi; pero la indulgencia de Vm. es mucha,y por lo que me dice veo que estaba resuelto a imprimirle a no ver las justas consideraciones que ha hecho, y que ciertamente me convencen. Yo havia hecho también algunas de ellas, y eran en parte el motivo que me hacia desconfiar de mi trabajo y retardar la entrega de el, pues veia que era casi indispensable refundirle de nuevo, dandole nueva forma. Por otra parte no me agradaba pasar absolutamente en silencio a los Cegarras ó a los Cigarras y a otros de la misma calaña; pues las persecuciones que han suscitado en todos tiempos semejantes escritorcillos a los mas celebres escritores é ingenios, hacen una parte no pequeña de la vida de los Literatos, y no sirve de poca utilidad el trasladarlas a la Posteridad. En fin Vm. há juzgado mejor que yo, quien tendría aun mucho mas que decir. Y una vez que no conviene rebolver caldos, callemos por ahora, hasta quando Vm. quiera, pues ya sabe que el Elogio es una propiedad suya, de que puede disponer como mas le plazca, añadiendo, y trinchando como le parezca; pues es una especie de arsenal donde se encuentran armas bastante buenas, por mas que necesiten pulirse.

Por lo que hace a la coleccion, me há parecido mui bien, por de contado correcta, de un tamaño manejable y que reúne todo lo precioso que salió de la Pluma de nuestro Dn.. Tomas. Lo que Vm. ha añadido de obras inéditas es mui digno de la atencion del Publico; particularmente la comedia del Don de gentes, y el papelito de los Literatos en quaresma, en donde se vé quan solida, y vasta erudicion tenia ya su hermano de Vm. en la edad en que dio a luz aquel papel, que creo fue a la edad de 21 años.

Finalmente, amigo mio, solo me resta decir á Vm. que há dado a los emulos de su hermano, que, como dice Vm. mui bien, todavia pululan, con esta nueva edicion un nuevo hueso que roer. Tienen el desconsuelo de ver que las Obras de Yriarte por todas partes se buscan, y se aprecian; que todas sus producciones tienen un gran despacho, que sus Fabulas se saben de memoria, como asi mismo otros muchos versos, y que su nombre es ya clasico en la Literatura española. Mucha rabia les da; pero que tengan paciencia, y digan con Marcial: Rumpatur quisquis, rumpitur invidia.

Yo me alegro que su salud de Vm. se mantenga tan buena igualmente que la de su Señora, a quien hago presentes mis respetos, agradeciendo su buena memoria. Mi hermana y mi hermano Juan que se halla aqui, dicen á Vm. mil cosas, y repitiendo yo á Vm. las gracias por su fina atencion, le repito lo que ya sabe, que es y será siempre su afectisimo amigo.





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