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Grupo de intelectuales que basándose en las ideas filosóficas del alemán Karl Christian F. Krause pretenden la reforma espiritual, moral y cultural de España, intentando conciliar el racionalismo con la fe religiosa. Vid. los conocidos y clásicos estudios de J. López Morillas, El krausismo español. Perfil de una aventura intelectual, México, Fondo de Cultura Económica, 1980; A. Jiménez-Landi, La Institución Libre de Enseñanza, Madrid, Taurus, 1973, y V. Cacho Viu, La Institución Libre de Enseñanza (1860-1881), Barcelona, Rialp, 1962.

 

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No debemos olvidar que la preocupación por la educación de la mujer recibe un impulso importante durante el siglo XVIII, cuando algunas de las figuras más relevantes de la Ilustración -Feijoo, Jovellanos, Cadalso...- intervienen en defensa de la capacidad intelectual de la mujer. Apoyo importante, pero en cierto sentido infecundo, pues sus propuestas terminarán encaminándose más a reformar costumbres y corregir vicios que a dotar a las mujeres de esa adecuada formación intelectual reclamada. Vid. M. Ortega López, «La defensa de las mujeres en el Antiguo Régimen», en Feminismo en España: dos siglos de historia, Madrid, Ed. Pablo Iglesias, 1988, pp. 3-28.

Los hombres del siglo XIX heredarán de estos ilustrados la preocupación por la instrucción femenina, algo verdaderamente evidente con s ó lo tener en cuenta el gran número de libros y revistas dedicadas a orientar el comportamiento femenino que aparecen a lo largo del siglo. Vid. María C. Simón Palmer, «La mujer en el siglo XIX. Notas bibliográficas», en Cuadernos Bibliográficos, núm. 31, 1974, pp. 141-198, y núm. 32, 1975, pp. 109-150; «Revistas españolas femeninas del siglo XIX», en Homenaje a D. Agustín Millares Carlo, Caja Insular de Ahorro de Gran Canaria, 1975, t. I, pp. 401-445.

 

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Otras materializaciones consolidadas por los krausistas son, entre otras, la fundación en 1869 de la Escuela de Institutrices; Asociación para la mujer (1870); Escuela de Comercio (1878); Escuela de Correos y Telégrafos (1883); Escuela Primaria (1884), etc., centros escolares con fines puramente profesionales que van a ser frecuentados por una exigua minoría femenina perteneciente a la burguesía madrileña.

 

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Giuliana di Febo, «Orígenes del debate feminista en España. La escuela krausista y la Institución Libre de Enseñanza (1870-1890)», en Sistema, 12 enero 1976, pp. 49-82.

 

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En algunas de estas conferencias dominicales encontramos contenidos pro fundamente innovadores y radicales, como sucede en la intervención de Rafael María de Labra, La mujer y la legislación castellana, en la que por primera vez se invoca la necesidad de una emancipación real de la mujer. El orador anima a ésta a no resignarse con la situación, proponiendo su participación activa en la vida política. Labra, además, se muestra partidario del sufragio femenino y consecuentemente solicitará una reforma de la ley electoral en este sentido, a la vez que critica duramente los artículos del Código Civil que anulan la capacidad jurídica de la mujer casada.

 

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Las españolas pintadas por los españoles, Madrid, Imprenta a cargo de J. M Morete, 2 vols., I, 1871; II, 1872.

 

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Las mujeres españolas, portuguesas y americanas, Madrid-La Habana-Bueno Aires, Imprenta y Librería de D. Miguel Guijarro, editor, 3 vols., I, 1872; II, 1873 y III, 1876.

 

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Las mujeres españolas, portuguesas y lusitanas pintadas por sí mismas, Barcelona, s. a.

 

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Álbum del Bello Sexo o las mujeres pintadas por sí mismas, Madrid, Imprenta del Panorama Español, 1843. Esta breve publicación fue la primera derivación que trajo consigo Los españoles pintados por sí mismos. Tan sólo se publicaron dos entregas. La primera aparece firmada por Gertrudis Gómez de Avellaneda -La dama de gran tono-; la segunda, por Antonio Flores, con el nombre de La colegiala. La colección debía de constar de dos volúmenes con cuarenta tipos cada uno. Desconocemos las causas que pudieran motivar la suspensión de la misma, ya que con la publicación de A. Flores se da por finalizada la colección. La presencia de este autor está en contradicción con la intencionalidad de la obra, pues el título especifica bien claro que la antología estaría encomendada a pluma femenina.

 

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Introducción, p. I.

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