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101

Se puede en contra explicar, a beneficio de una analogía con los fines inmediatos de la naturaleza de que hemos hablado, ciertas combinaciones, pero que se hallan más bien en la idea que en la realidad. Así es que en una gran revolución que un gran pueblo acaba de emprender, se ha servido muchas veces y con mucha justicia de la palabra organización para designar la disposición de las magistraturas y de otras cosas de este género, y aun de todo el cuerpo del Estado. En efecto, en un todo semejante, cada miembro debe ser a la vez medio y fin, y cooperando todo en él a las posibilidad del todo, hallar él mismo en la idea de este todo su puesto y su función.

 

102

Se ha dicho en la parte estética, que miramos la belleza en la naturaleza como un favor, refiriendo a su forma una satisfacción completamente libre. En efecto, en este simple juicio del gusto, no consideramos para qué existen estas bellezas de la naturaleza, si es para excitar en nosotros un placer, o si no hay entre ellas y nosotros ninguna relación de este género. Mas en un juicio teleológico consideramos esta especie de relaciones, y podemos mirar como un favor de la naturaleza, el haberse mostrado propicia a la cultura de nuestro espíritu, exponiendo ante nosotros tan bellas formas.

 

103

La palabra alemana vemerssen, es una palabra excelente y llena de sentido, un juicio en el que se desatiende la extensión de sus facultades (del entendimiento), puede aparecer alguna vez muy humilde, y sin embargo, levantar grandes pretensiones y merecer este epíteto. Tales son la mayor parte de los juicios, por los cuales es se pretende ensalzar la sabiduría divina, dándole en las obras de la creación y en la conservación de estas obras, aspectos que no deben verdaderamente hacer honor más que al que juzga de este modo.

 

104

Nomothetisch.

 

105

Unabsichtlich.

 

106

Casualitat.

 

107

Se ve con esto que en la mayor parte de las cosas especulativas de la razón pura, las escuelas filosóficas han ensayado todas las soluciones dogmáticas posibles sobre una cierta cuestión. Así para explicar la finalidad de la naturaleza, se ha recurrido ya a una materia inanimada y a un Dios inanimado, ya a una materia viviente, ya a un Dios viviente. No nos resta más que abandonar, si es necesario, todas estas aserciones objetivas, y examinar críticamente nuestro juicio en su relación con nuestras facultades de conocer, a fin de dar a su principio un valor dogmático, al menos el de una máxima, que basta a dirigir de una manera segura la razón.

 

108

Ein Vermogen eine, volligen Spontaneiat.

 

109

Naturlehre, ciencia de la naturaleza: este es el sentido etimológico de la palabra física, de que yo me sirvo aquí para mayor simplicidad. -J. B.

 

110

Se puede llamar una hipótesis de este género un golpe atrevido*, de la razón, y hay pocos naturalistas a quienes no haya pasado por la mente. Porque no es precisamente absurda como esta generación equívoca que explica la producción de un ser organizado por el mecanismo de la materia bruta e inorgánica. Ella conserva siempre la generación unívoca en el sentido más general de la palabra, porque no admite un ser orgánico más que como producto de otro ser orgánico, aunque pretenda derivar de un mismo principio seres específicamente diferentes, como si por ejemplo, ciertos animales acuáticos se transformasen poco a poco en animales pantanosos, y después, conforme a ciertas generaciones, en animales terrestres. A juzgar a priori por la sola razón, no hay en esto nada de contradictorio. Solamente la experiencia no suministra ningún ejemplo. Al contrario, en todas las producciones que conocemos, la generación es homogénea, y no simplemente unívoca. No solamente se distingue de esta generación, que sería el producto de una materia no organizada, sino en la organización misma; el producto es del mismo género que el principio productor, y no se encuentra en ninguna parte la generación heterogénea tan lejos a donde pueda llegar nuestro conocimiento empírico de la naturaleza.

*Abentener.