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11

Sigo, en esta parte, a Carochi y Aldama, y no a Sandoval, que sólo concede un tiempo al imperativo. (Véase a Aldama, § 184 y siguientes).

Probablemente Sandoval acostumbrado a su idioma y los análogos, creyó impropio que el imperativo tuviese dos tiempos porque significa acción venidera y, en consecuencia, no debe tener presente. Reflexiónese, sin embargo, que una acción puede ejecutarse inmediatamente o después; verbi gratia, «trae un libro ahora, en el momento, sin tardanza», o bien «trae un libro dentro de un mes, un año, etc.». Lo que propiamente hay, pues, en mexicano, en el imperativo, es futuro próximo y futuro remoto; pero hay dos tiempos, y no uno como supone Sandoval. (N. del A.)

 

12

El presente de optativo es el mismo que el de imperativo, dice Carochi (pág. 26, vuelta); luego no hay razón para dar presente al optativo, como hacen Aldama y Sandoval, bastando explicar que esto modo se suple con el de imperativo, y se entiende por el contexto de la oración, o el tono, el acento. (N. del A.)

 

13

El presente de subjuntivo que pone Sandoval no es un tiempo, sino una oración formada de la conjunción intla, si, y del optativo, como explico en su lugar; es, pues, un supletorio que no debe figurar en la conjugación, sino explicarse por separado. (N. del A.)

 

14

A ésta llaman conjugación gerundiva o de gerundio los autores mexicanos, porque el verbo regido que con ella se expresa corresponde al gerundio acusativo en dum del latín; pero hablando en castellano y con gentes que hablan castellano ese nombre es impropio, pues en este idioma lo que resulta es una oración de infinitivo en la que rigen los verbos ir o venir. (N. del A.)

 

15

Aldama, en su suplemento (§ 353), no considera como verbo a tlaveliltik, citado como tal entre los irregulares por Carochi y Sandoval. (N. del A.)

 

16

Es de advertir que en los ejemplos anteriormente puestos en mexicano, donde ha concurrido verbo activo, no he puesto las partículas correspondientes, porque el lector no las hubiera comprendido. (N. del A.)

 

17

Algunos autores las llaman preposiciones, y otros postposiciones; yo admito el segundo nombre, como más lógico, puesto que siempre van después de la palabra con que se juntan. (N. del A.)

 

18

Duflot de Mofras, en la colección de padre nuestros que trae en su obra Exploración de California y el Oregón tomó por mexicano el huaxteco, cuya equivocación dio lugar a un escrito aclaratorio del padre Nájera (México, 1845). (N. del A.)

 

19

[«al de» en el original; corrección de la fe de erratas. (N. del E.)]

 

20

[«Soi» en el original; corrección de la fe de erratas. (N. del E.)]

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