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ArribaAbajoActo III


Escena I

 

EULALIA.

 
 

(Aparece sentada en un banco.)

 
Mi tía no vuelve, y sola
con mis tristezas aquí,
en vano a dulce esperanza
quiero el corazón abrir.
¿En qué fundaba mi tía 5
aquel anuncio feliz?
Ese padre suspirado
¿de dónde me ha de venir?
Aquel coloquio secreto
con la Marquesa ¿qué fin 10
—509→
pudo tener? Por ventura
¿se trataría de mí?
Y aquel hombre misterioso
que tanto da que sentir
a las dos... Y la zozobra 15
de la una, el frenesí
de la otra... Mi razón
vaga confusa entre mil
conjeturas. Si se cumplen
tus oráculos así, 20
¡oh tía!, más me valiera
no haber venido a Madrid.


Escena II

 

EULALIA. SEBASTIANA.

 
SEBASTIANA

 (Llega apresurada.) 

¡Ay, Eulalia! ¡Ay, mi Sobrina!
EULALIA

 (Levantándose.) 

¿Qué sucede?
SEBASTIANA
Yo me ofusco...
No es el Corvina que busco 25
aquel don Pedro Corvina.
EULALIA
¿Cómo?...
SEBASTIANA
Sin duda algún mago,
algún moderno Cagliostro
ha trasformado su rostro,
si nunquam fallat imago; 30
porque juro por mi fe
que antes, al llegar aquí,
con estos ojos le vi
montar en un cabriolé.
O mi cabeza, gran Dios, 35
es ya torre de Babel,
o este miente, o miente aquel,
o los Corvinas son dos.
Iba yo sudando el quilo
en busca de mi traidor, 40
y me encuentro a un buen señor...
Quantum mutatus ab illo!
Y sin embargo, hazte cargo,
es Pedro y es coronel;
y sin embargo, no es él; 45
y es Corvina sin embargo.
Yo entré, vomitando furias,
él me recibió lo mismo,
y aquello fue un embolismo
de interjecciones e injurias. 50
Por fin in conspectu suo
veo con ojos asiduos
que de los dos individuos
uno es cisne y otro es búho;
y le pido mil perdones; 55
y él, que entiende la parodia,
al oír mi palinodia
reitera sus maldiciones.
Su despecho me da grima
y allí le dejo que charle, 60
mientras vengo a sincerarle
con la Marquesa su prima.
Y no está aquí la Marquesa,
y, mientras ella se oculta,
me estoy olvidando, stulta! 65
de lo que más me interesa.
Fuerza es buscar un ardid...
No creas que yo me engañe.
El Corvina que me atañe
está sin duda en Madrid. 70
Sé de memoria al malvado,
aunque se oculta de mí,

 (Con la mano en el pecho.) 

y, aere perennius, aquí
le tengo litografiado.
Viene a esta casa; es notorio; 75
yo le vi... Pues ¿a qué espero
que no dirijo al portero
prolijo interrogatorio?
Le describiré con fuego
al hombre y al cabriolé, 80
y tales señas daré
que le reconozca un ciego.
Sabré si mintió pseudónimo
a la Marquesa o a mí,
y qué nombre lleva aquí; 85
Cosme, Juan, Diego o Jerónimo.
Salgamos ya del barranco.
Véale yo y Dios resuelva.
Espera aquí hasta que vuelva.
No te muevas de ese banco. 90
Eleva a Dios justo y pío
tus plegarias incesantes...,
¡y guarda los importantes
secretos que te confío!;
que si el primer gaudeamus 95
en pos de tanto revés
consigo..., quizá después
paulo majora canamus.


Escena III

 

EULALIA.

 
¡Tía, oiga usted!... Pero, ¡tía
de mi alma!... Ya no me oye. 100
¡Me recomienda el silencio!,
mas debo de ser muy torpe,
o entre un flujo de vocablos,
más latinos que españoles,
ni una palabra me ha dicho, 105
ni una que sirva de norte
a mi discurso. ¡Oh! Bien puedo
decir su secreto a voces
sin comprometerla. ¡Ay Dios!
Mucho temo que la pobre 110
pierda el juicio antes que encuentre
al suspirado consorte.

  —510→  

Escena IV

 

EULALIA. CASIMIRA.

 
 

(Viene de lo interior del jardín por la izquierda.)

 
CASIMIRA
¡Estabas aquí! Pues, hija,
te ruego que no me estorbes.
EULALIA
Yo no pretendo...
CASIMIRA
Ya sabes
115
que aspiran dos amadores
a mi mano...
EULALIA
¿Qué me importa?...
CASIMIRA
Uno viejo, otro más joven...
EULALIA
En hora buena...
CASIMIRA
Los novios
suelen dar chascos atroces, 120
y, por si acaso, conviene
amar por partida doble.
EULALIA
¡Oh!...
CASIMIRA
Y pues don Pedro Corvina...
EULALIA
¿Corvina?... (¡Otra vez su nombre!
¡Qué pesadilla!)
CASIMIRA
Y pues ya
125
no quieren que me acomode
con mi tío, la otra boda
no es justo que se malogre.
EULALIA
Bien...
CASIMIRA
Y está en eso mamá,
y como yo soy tan dócil, 130
he enviado una cartita
a don Leoncio... ¿No me oyes?
EULALIA
¡Si digo que no me importa!...
CASIMIRA
(Pues lo has de oír hasta el postre,
envidiosilla.) Citándole... 135
EULALIA
Ocioso es que yo me informe...
CASIMIRA
Al jardín.
EULALIA
Pero...
CASIMIRA
Y vendrá
la verja, no lo noten
los criados y murmuren...,
o mi mamá se incomode... 140
Entornada está. No tiene
más que empujar, y... ¡Demontre!
¡Qué aturdida soy! Me vengo
sin el ramito de flores
que le quiero regalar. 145
Y ahora no recuerdo dónde
lo he dejado... Voy a ver...
En la gruta... No. En el borde
del estanque... Adiós. Si viene,
dile que espere y perdone. 150
 

(Empieza a anochecer.)

 


Escena V

 

EULALIA.

 
¡Qué torbellino de chica!
Parece que tiene azogue
en aquel cuerpo. ¡Y qué poca
reflexión! Mucho se expone
con ese afán de casarse 155
a dar con algún mal hombre
que la seduzca! ¡Si digo
que es tonta de capirote!
 

(Entra por la verja DON LEONCIO sin advertirlo EULALIA, que vuelve a sentarse cavilosa.)

 


Escena VI

 

EULALIA. DON LEONCIO.

 
DON LEONCIO
(Bien. La verja estaba abierta,
como en sus dulces renglones 160
me anunciaba Casimira,
y ya se acerca la noche
con su velo protector
de amantes y de ladrones.
No estará lejos la niña 165
cuya cara y cuya dote
no es lo que más me enamora;
aunque aquella no es mediocre
y esta debe ser cuantiosa
siendo ciertos los informes, 170
sino el marquesado ilustre
que hereda de sus mayores.
Un ex-proletario, un quídam
como yo, que hizo millones,
no los saborea bien 175
sin títulos y uniformes.
Busquemos...

 (Da algunos pasos.) 

Pero entregada
a dulces meditaciones
está allí...

 (Acercándose.) 

Prenda querida...
EULALIA

 (Levantándose.) 

¡Ah! ¿Quién es?...
DON LEONCIO
No te alborotes,
180
Casimira.
EULALIA

 (Cortada.) 

No soy yo
la...
DON LEONCIO
Tiene usted mil razones.
No había mirado bien...
(¡Qué hermosa muchacha!) Porque...
venía... Usted me dirá... 185
(sus ojos son como soles)
si es su parienta o su amiga,
o la diosa de este bosque.
EULALIA
No, señor. Yo soy... Eulalia...
DON LEONCIO
¿Eulalia? ¡Bonito nombre! 190
EULALIA
Permita usted...
DON LEONCIO
(¡Pobrecilla!
Se turba y se sobrecoge.)
—511→
No se vaya usted tan pronto,
que extático, absorto, inmóvil
al mirar esos hechizos... 195
(¡Me dan unas tentaciones!...)
EULALIA
Allí viene Casimira.
DON LEONCIO
(¡Juicio, Monturjo! No tornes
a las andadas...)


Escena VII

 

EULALIA. DON LEONCIO. CASIMIRA.

 
CASIMIRA

 (A EULALIA, sin ver a DON LEONCIO y enseñándola un ramo.) 

Al fin
al pie de un albaricoque 200
le hallé. ¿Vino...? ¡Ah, que está ahí!
DON LEONCIO

 (A CASIMIRA.) 

Sí, vida mía... (¿Quién corre
dos liebres a un tiempo?)
CASIMIRA

 (Aparte a EULALIA.) 

¿Ves
qué buen mozo? Como un roble.
EULALIA
No sé... No he mirado... Adiós. 205
(Aunque mi tía se enoje,
no la espero aquí testigo
de peligrosos amores.)

 (Saluda y entra en la casa.) 



Escena VIII

 

CASIMIRA. DON LEONCIO.

 
DON LEONCIO
(¡Vaya si es linda!... ) Bien mío,
ya ves que acudo al reclamo. 210
CASIMIRA
Te doy en premio este ramo.
DON LEONCIO
Gracias. Yo a ti mi albedrío.
¿Qué señorita es aquella?...
CASIMIRA
Sólo sé de ella, a fe mía,
que es sobrina de su tía, 215
y más gazmoña que bella.
DON LEONCIO
(¡Sátira al canto! Es de ene.
Mujeres las dos...)
CASIMIRA
Aquí
vinieron hoy...; pero a ti
ni a mí ¿qué nos va ni viene?... 220
DON LEONCIO
Cierto.
CASIMIRA
Hablemos del asunto
que a los dos nos interesa.
DON LEONCIO
Sí. ¿Consiente la Marquesa
en que yo sea tu adjunto?
CASIMIRA
Ya no hay duda, y si eres fiel... 225
DON LEONCIO
En amarte me deleito.
Pues, según dices, el pleito...
CASIMIRA
Lo ha perdido el coronel.
Aquí ha habido unos misterios
que no te puedo explicar. 230
Parece que el militar
tenía otros gatuperios.
DON LEONCIO
¡Oiga!
CASIMIRA
Ello es que mi mamá
le ha dado ya pasaporte,
y ya no me hará la corte 235
ni a mi casa volverá.
DON LEONCIO
¿Es cierto lo que me dices?
A pesar del parentesco
¿le envía con viento fresco?...
CASIMIRA
Lo que oyes.
DON LEONCIO
¡Somos felices!
240
Ven, sentémonos los dos
en este banco.
CASIMIRA
Me siento,
pero no más que un momento.
¡Si viene mamá, gran Dios!...
 

(Siguen hablando en voz baja. Es ya enteramente de noche.)

 


Escena IX

 

CASIMIRA. DON LEONCIO. SEBASTIANA.

 
SEBASTIANA
(Ya sé el nombre del caribe: 245
Leoncio Monturjo. ¡Inicuo!
¡Qué proceder tan oblicuo!
Y sé también dónde vive.
Ya no estaba en casa... Bien;
más tarde vuelvo hacia allá 250
con la muchacha... Allí está
hablando con no sé quién.
¡Qué oscuridad! No distingo...)
DON LEONCIO
¿Me lo juras por tu nombre?
CASIMIRA
Sí, te lo juro.
SEBASTIANA
(¡Es un hombre!)
255
CASIMIRA
Tuya soy.
SEBASTIANA
(¡Santo Domingo!)
DON LEONCIO
(Pues, señor, seré marqués.)
CASIMIRA
Y tú ¿juras...?
SEBASTIANA
(¡Llega hoy,
y ya la muy...!)
DON LEONCIO
Como soy
Leoncio Monturjo...
SEBASTIANA

 (Gritando.) 

¡Él es!
260
CASIMIRA

 (Levántase dando un grito.) 

¡Ah!
DON LEONCIO

 (Levantándose.) 

¿Quién grita?
SEBASTIANA

 (Poniéndose en medio de los dos, desviando a CASIMIRA y asiendo de un brazo a DON LEONCIO.) 

¡Horror! ¡Incesto!
¡Maldición!
CASIMIRA

 (Dando otro grito y desapareciendo por el arbolado de la izquierda.) 

¡Ah!
SEBASTIANA
¡Estás convicto!
  —512→  
DON LEONCIO
¿Cómo!...
SEBASTIANA
¡Fragrante delicto!
DON LEONCIO
¡Eh! ¿Quién es usted? ¿Qué es esto?


Escena X

 

SEBASTIANA. DON LEONCIO.

 
SEBASTIANA
¿Quién soy yo? ¿No lo adivinas! 265
¿No me conoces, perjuro!
DON LEONCIO
¿Qué he de conocer a oscuras?
¿Soy murciélago? ¿Soy búho?
SEBASTIANA
¡Ah traidor!
DON LEONCIO
¡Suélteme usted!
(¿Será alma del otro mundo?) 270
SEBASTIANA
¿Soltarte? ¡No, fementido!
Aunque te salga un carbunclo,
como tenaz sanguijuela
asiré tu brazo impuro.
Non missura cutem nisi 275
plena cruoris hirudo!
DON LEONCIO
Faldas..., latines..., furores...
¡Perdido soy, sin recurso!
O eres el demonio o eres...
¡Sebastiana!
SEBASTIANA
¡Sí, verdugo!
280
Soy la ex-cándida paloma
que en pacífico tugurio
inocente vegetaba
entre adverbios y gerundios,
porque sólo conocía 285
a tu sexo infiel e injusto
por el máscula sunt máribus
que explicaba en el estudio,
hasta que tú me advertiste
con engañosos arrullos 290
que había otro formulario
más grato y menos insulso
de conjugar amo, amas,
y declinar tua, tuum.
Soy la que bisoña y crédula 295
consentí que en un crepúsculo
me robaras subjuntiva
a título de futuro.
Soy la que fui tu post data
caballera sobre un rucio 300
hasta saludar entrambos
el cartaginense muro;
y en fin, la que, nueva Ariadna
de otro Teseo más crudo,
te lloré prófugo amante 305
y te maldije fecundo.
DON LEONCIO
Bien; ya sé quién eres... (¡Mala
lanzada de moro zurdo!...)
Y aunque es algo problemático
averiguar quién sedujo 310
a quién, porque tú peinabas
por lo menos siete lustros
entonces, y yo podía
ser anchamente hijo tuyo,
y tú sabías latín, 315
y yo era un imberbe estúpido...
SEBASTIANA
Pérfido, no te valdrán
excusas ni subterfugios.
Yo sabré...
DON LEONCIO
Bien. No es razón
que armemos aquí un tumulto. 320
Yo que dejé la milicia
Y embarcado en un falucho
fui a Ultramar, de donde vuelvo
con medio millón de duros,
estoy pronto a subsanar... 325
SEBASTIANA
¿Subsanar! Un medio, uno
solamente...
DON LEONCIO
¡Eh! No alborotes.
Zanjaremos el asunto...
Pero suéltame; no crea,
si por aquí viene alguno, 330
SEBASTIANA
que soy ladrón...
¡Sí, de mi honra!
 

(Sale JUAN de la casa con una luz, enciende el farol que habrá a la inmediación del banco, y se retira.)

 
DON LEONCIO
¿Ves? Por allí viene un bulto
con luz...
SEBASTIANA
Bien. Pues figuremos...
DON LEONCIO
¿Qué?
SEBASTIANA
Que paseamos juntos
de bracero, como in illo 335
témpore...,

 (Pasean.) 

¡pues!... cuando en mutuo
sabroso éxtasis...
DON LEONCIO
(Maldita
seas, amén.)
SEBASTIANA
¿Eh?
DON LEONCIO
(¡Qué apuro!)
Considera que no es este
el sitio más oportuno 340
para tratar...
SEBASTIANA
Sí, hijo mío.
Hablando con disimulo...
Mira: ya se fue el criado.
Sentémonos dos minutos
en ese banco...

 (Le lleva en dirección del farol.) 

Si tratas
345
de escapar, grito y aúllo,
y bramo...
DON LEONCIO
¡No, por la Virgen
santísima! Ya te escucho.

 (La mira a la luz del farol.) 

(¡Ah qué horrible catadura!)
SEBASTIANA
¿Qué es eso, mi bien? ¿Te asusto? 350
DON LEONCIO
¡Qué vieja estás, Sebastiana!
¡Qué de arrugas, qué de surcos
en la cara!
SEBASTIANA
Hijo, ¡sic transit
gloria mundi!, mas te juro
—513→
que mi corazón está 355
tan joven y tan robusto
como cuando tú te holgabas
de merecer su tributo.
DON LEONCIO
Lo creo, sí... (El corazón,
¡vaya!; mas ¿cómo apechugo 360
con lo demás?) Pero, dime,
cuando interrumpiste el dúo
que me halagaba y, a guisa
de un espectro furibundo
que se halla mal avenido 365
con el sueño del sepulcro,
te apareciste a mi lado,
¿por qué tu labio sañudo
habló de horror y de incesto?...
SEBASTIANA
¡Infeliz!, aquel capullo 370
de abril, aquella inocente
a quién tú, sátiro inmundo,
seducías...
DON LEONCIO
¡Nada de eso!
Sólo aspiro al casto yugo...
SEBASTIANA
Pues bien, gime y horripílate, 375
y tiembla, ¡Edipo segundo!
Esa mal aconsejada
doncella es vástago tuyo;
¡es tu hija!
DON LEONCIO
¡Cielo! ¿Qué dices!
Yo la contaba en el número 380
de los muertos. Un amigo
me lo escribió...
SEBASTIANA
No lo dudo.
En la triste precisión
de ocultar el tierno fruto
de un desliz que me exponía 385
a ser escarnio del vulgo
lenguaraz... Odi profanum
vulgus...
DON LEONCIO
¡Dale! ¡Es mucho flujo
de latines!...
SEBASTIANA
Yo supuse
que estaba entre los difuntos. 390
DON LEONCIO
Mas ¿cómo la encuentro aquí?...
SEBASTIANA
Es larga historia y con muchos
episodios. Más despacio
lo sabrás todo...
DON LEONCIO
Y, pregunto,
¿quién me certifica a mí 395
que es ella misma el producto
verdadero de mi amor,
(¡amor bárbaro y absurdo!)
y no hija de cualquier
Juan García o Pedro Rubio? 400
SEBASTIANA
¡Cruel!, si tienes memoria
y voluntad, y no es duro
como la roca Tarpeya
o el tridente de Neptuno
tu corazón, ¡ah!, tú mismo 405
has de decir: ecce opúsculum
meum!
DON LEONCIO
No soy tan feroz
como piensas. Dame al punto
las pruebas que necesito,
y esa niña, lo aseguro, 410
tendrá padre.
SEBASTIANA
¿Qué pronuncias!
Voy a enloquecer de júbilo
si es cierto...
DON LEONCIO
Sí. (Mas ¿casarme,
contigo? ¡Eso no! ¡Abrenuncio!)
SEBASTIANA
Pero, en fin, ¿cómo te llamas? 415
Cujum pecus...?; que aún fluctúo
entre el don Pedro Corvina
y el don Leoncio Monturjo.
DON LEONCIO
Soy...

 (Aparece la MARQUESA por la puerta de la casa.) 

¡Silencio! Viene gente.
Aunque me voy, no me oculto. 420
Vivo...
SEBASTIANA
Lo sé.
DON LEONCIO

 (Yéndose.) 

(¡Su marido!...
Primero me haré cartujo.)

 (Vase por la verja.) 



Escena XI

 

SEBASTIANA. La MARQUESA.

 
MARQUESA
(Hacia allí hablaban ahora...
Por la verja se retira
un bulto...)
SEBASTIANA
¿Quién...?
MARQUESA

 (Llamando.) 

¡Casimira!
425
¡Ah! Es Sebastiana.
SEBASTIANA
¡Ay, señora!
MARQUESA
¿Ha visto usted a mi niña?
Me han dicho que estaba aquí
SEBASTIANA
No sé. Estoy fuera de mí.
No en vano amor escudriña... 430
¡Ya ha parecido aquel hombre!
MARQUESA
¿Quién?
SEBASTIANA
Mi marido ante Dios.
Nos engañaba a las dos
la similitud del nombre.
Mi honor se reparará 435
sin discordia, sin litigio...
Corro a buscar -¡oh prodigio!-
a mi Eulalia.
MARQUESA
Arriba está.
SEBASTIANA
¿Sí?... Adiós.
MARQUESA
Pero ¿qué suceso...?
SEBASTIANA
Hablaremos más despacio. 440
Yo es el hombre tan reacio
como creí... Pierdo el seso.
Ya a su primo el coronel
puede usted volver el crédito.
MARQUESA
¿Cómo...?
SEBASTIANA
Es caso raro, inédito,
445
—514→
particular... Él... no es él.
No entiendo...
SEBASTIANA
¡Oh Dios! Yo venero
tu providencia divina.
MARQUESA
Pero...
SEBASTIANA
Hay un falso Corvina
y un Corvina verdadero. 450
La chica... ¡oh ventura inmensa!...
no es lo que ella se figura,
ni lo que usted conjetura...
Aquí nadie es lo que piensa.
Ya mis súplicas fervientes 455
oye el Señor sempiterno.
¡Respira, oh vástago tierno
cui non risere parentes!
¡Oh hija mía! ¡Oh dulce palma
después de tantos sonrojos! 460
¡Oh Corvina de mis ojos!
¡Oh Monturjo de mi alma!
Ya olvido acciones infames
y te amo constante y fina,
ora te llames Corvina, 465
ora Monturjo te llames.
MARQUESA
¡Oh!... Diga usted...
SEBASTIANA
¡Seré tuya!
Ya la esperanza me engorda
¡Adiós, adiós!... Súrsum corda!
Vuelvo... Alleluya, Alleluya! 470

 (Vase corriendo y entra en la casa.) 



Escena XII

 

La MARQUESA.

 
Saltando va de alegría.
Esa infeliz está loca.
Como todo lo disloca,
no entiendo su algarabía.
Ella a mi primo defiende, 475
ella habla de otro supuesto
Corvina... ¡Buen Dios!, ¿qué es esto?
¿Quién sus misterios entiende?
Pero también me nombró
a Monturjo... ¿Si será 480
aquel amante quizá
que un día la abandonó?...
Y habla de su hija... Estoy cierta;
sí. ¿Vivirá todavía?
Mas cuando crió la mía 485
lloraba la suya muerta.
¿Esa sobrina tal vez...?
¿O acaso...? Me hace temblar
esa mujer, a pesar
de tanta ridiculez. 490
Pero Casimira Aquí
bajó... ¿Por dónde andará?

 (Llamando.) 

¡Casimira!
CASIMIRA

 (Dentro.) 

¡Voy, mamá!
MARQUESA
Ven.
CASIMIRA

 (Más cerca.) 

¡Ya voy!...

 (Llega corriendo.) 

(¡Pobre de mí!)


Escena XIII

 

La MARQUESA. CASIMIRA.

 
MARQUESA
¡En el jardín a estas horas! 495
CASIMIRA
Bajé al caer de la tarde
cuando usted estaba fuera...,
¡y ojalá nunca bajase!
MARQUESA
¿Cómo...?
CASIMIRA
Dispuesta yo siempre
a hacer lo que usted me mande, 500
y como no quiere usted
que con mi tío me case,
y ha permitido que sea
mi marido el otro amante...
MARQUESA
¡Yo! ¿Cuándo...?
CASIMIRA
¡Qué! ¿Ya se olvida
505
usted?... ¡Vaya!, cuando el lance
de mi tío...
MARQUESA
O yo no supe
lo que me dije o soñaste...
En fin, ¿qué hacías aquí?
CASIMIRA
Lo primero... -no se enfade 510
usted- hablar con mi novio.
MARQUESA
¿Con don Leoncio?
CASIMIRA
Un instante...
MARQUESA
¡En ausencia mía!
CASIMIRA
Y luego
suspirar junto al estanque,
y maldecir mi fortuna, 515
¡y llorar gotas de sangre!
MARQUESA
¡Maldecir, llorar...! ¿Por qué?
¿Qué te ha sucedido?
CASIMIRA
¡Calle!
¿Es poco perder dos novios
en un día?
MARQUESA
¡Que nunca hables
520
de otra cosa! ¡Mal... Jesús!
CASIMIRA
¡Digo! ¿Si querrán que baile
después que...? Usted me prohíbe
querer a mi tío, me hace
consentir en la otra boda, 525
y esa dueña vergonzante,
que hoy vino a meter cizaña
y a descoser voluntades,
me impide hablar con Monturjo...
MARQUESA
¿Qué oigo!
CASIMIRA
Eso no hay quien lo aguante
530
MARQUESA
¡Ella!... Cuéntame...
Los dos
estábamos junto al sauce
en aquel banco sentados;
—515→
mas sin ofensa...
MARQUESA
Adelante.
CASIMIRA
De pronto exclama una voz: 535
«¡Él es!...» ¡Ay Virgen del Carmen!...
Y entre los dos aparece
esa mujer o ese cafre,
y dándome un empellón
se acerba a él, y agarrándole 540
furiosa de un brazo, grita:
«¡Horror! ¡Incesto!»
MARQUESA
¡Ah!
CASIMIRA
¿Qué diantre
viene a ser eso de...?
MARQUESA
¡Oh, calla!
Da gracias a Dios y al ángel 545
de tu guarda...
CASIMIRA
(¡Sí, después
que me he quedado cesante!)
MARQUESA
(Ya no hay duda. Don Leoncio
es el seductor infame
que la dejó abandonada 550
en Cartagena... ¡Ah! ¡Y el padre
de Casimira!)
CASIMIRA
(Se queda
pensativa. Acaso trate
de buscarme otro partido...
Yo me he de casar con alguien; 555
no hay remedio.)
MARQUESA
(Y Sebastiana
cometió el inicuo fraude
de darme a su propia hija
cuando aparentaba darme
una expósita. ¡Ah mujer 560
fementida! ¡Así abusaste
de mi confianza!)
CASIMIRA
(Es claro.
Ahora está formando planes...
Proponga, y sea quien fuere.
No hay miedo que la desaire.) 565
MARQUESA
(Mas si yo engañé, ¿por qué
me admiro de que me engañen?)
CASIMIRA
(Más vale casarse mal
que no casarse con nadie.)
MARQUESA
Oyendo a aquella mujer 570
y viéndotela delante,
¿qué hiciste tú?...
CASIMIRA
¿Yo? Escapar
de allí más veloz que el aire;
y ellos allí se quedaron,
y según algunas frases 575
que pude oír, la fantasma
decía mil tempestades
a don Leoncio.
MARQUESA
(Y él fue
quien huyó, por no encontrarse
conmigo, por esa verja. 580
Ahora comprender es fácil
los que antes me parecieron
enigmas. ¡Oh inescrutable
Providencia!)
CASIMIRA
Y ahora ¿quién
ha de ocupar la vacante? 585
MARQUESA
¡Villana!, sella ese labio,
o mi indignación...
CASIMIRA
Las carnes
me tiemblan...
MARQUESA
(¡Cómo descubre
la ruindad de su linaje!)
CASIMIRA
¿También usted se conjura 590
contra mí? Que me maltrate
aquella tía, tal cual;
pero ¡usted!
MARQUESA
¡Mira lo que haces,
desventurada! Habla de ella
con respeto; no la ultrajes. 595
CASIMIRA
¡Con respeto!...
MARQUESA
¿Sabes tú
quién es?
CASIMIRA
¿Qué sé yo? Una...
MARQUESA
¿Sabes
quién eres tú misma?
CASIMIRA
¿Yo!
Su hija de usted...
MARQUESA
¡Miserable!...
Lo fuiste.
CASIMIRA
¿Y ya no?
MARQUESA
No sé...
600

 (Yéndose.) 

¡Huye! ¡Déjame!...
CASIMIRA
¡Ay qué trance!
Por Dios, oiga usted...
MARQUESA
¡Aparta!

 (Entra en la casa.) 



Escena XIV

 

CASIMIRA.

 
¡Válgame el cielo! ¡Qué arranques
le dan hoy! ¿Se ha vuelto loca
o habla de veras? Que me aspen 605
si comprendo... Me ha parido,
vive, vivo yo; y no obstante...
Amanecí con dos novios,
buen Dios, ¡y anochezco in albis!
¡Sólo me faltaba ahora 610
quedarme también sin madre!

 (Entra en la casa.) 




  —516→  

ArribaActo IV


Escena I

 

La MARQUESA.

 
En vano quiero cerrar
los ojos a la evidencia.
Lo que dijo Sebastiana
y Casimira revela
son testimonios de aquellos 5
que duda ninguna dejan;
mas la suerte de esa niña
desdichada me interesa
en extremo, porque al cabo
madre he sido para ella. 10
Yo necesito adquirir
nuevas luces, otras pruebas...
Mas cuando subo afanosa
preguntando por la huéspeda,
me responden que ha salido 15
con su sobrina... ¡Paciencia!
Ella volverá: entre tanto
ya es alivio de mis penas
mi firme resolución
de obrar, venga lo que venga, 20
como la justicia manda,
como exige mi conciencia.


Escena II

 

La MARQUESA. JUAN.

 
MARQUESA
¿Qué hay?
JUAN
El señor don Leoncio
Monturjo.
MARQUESA
No le detengas.


Escena III

 

La MARQUESA.

 
Resignémonos. El cielo 25
siempre fue justo. ¡Ya empieza
mi expiación!


Escena IV

 

La MARQUESA. DON LEONCIO.

 
DON LEONCIO
Beso a usted
los pies, señora Marquesa.
MARQUESA
Sea usted muy bienvenido.

 (Toma una silla y ofrece otra a DON LEONCIO.) 

Siéntese usted... (De vergüenza 30
no me atrevo a alzar los ojos.)
DON LEONCIO
(¿Cómo empezaré mi arenga?)
MARQUESA
(Turbado viene.)
DON LEONCIO
(No está
muy tranquila, segures señas.
Quizá ya sabe...) Señora..., 35
si mi labio titubea,
no extrañe usted... Es de tal
importancia la materia
de que vengo a hablar a usted...
MARQUESA
Yo también... (¡noche, funesta!) 40
hablar con usted deseo,
y he menester su indulgencia...
DON LEONCIO
Señora... (Ya está informada,
por lo visto, de la escena
del jardín. La hija del dómine 45
no se ha mordido la lengua.)
Casimira es el objeto
de mi visita, y es fuerza...
MARQUESA
Esa misma Casimira,
que tanto lloro me cuesta, 50
es la que me obliga ahora...
DON LEONCIO
Esa insinuación me alienta.
¿Podré preguntar a usted
si conoció en Cartagena
a una... doña Sebastiana 55
Querol?...
MARQUESA
Sí, señor.
DON LEONCIO
Quisiera
saber desde cuándo...
MARQUESA
Hará
diecisiete años.
DON LEONCIO
(La fecha
coincide.) ¿Está en Madrid?
MARQUESA
Hoy vino y aquí se hospeda. 60
DON LEONCIO
¿Está en casa?
MARQUESA
No, señor;
salió.
DON LEONCIO
(En la mía me espera
sin duda; pero inquirir
conviene antes que me vea...)
MARQUESA
¿Tuvo usted con ella antiguas 65
relaciones?...
DON LEONCIO
¡Sí, y muy serias!
Yo era un joven inexperto...
MARQUESA
No obstante la inexperiencia,
supo usted fingir un nombre...
DON LEONCIO
Sí. ¡Qué quiere usted!... Flaquezas... 70
MARQUESA
Si no es que lo finge ahora.
DON LEONCIO
No, señora; soy de veras
Leoncio Monturjo.
MARQUESA
Al cielo...
—517→
-¡respeto su Providencia!-
plugo bendecir un lazo 75
que no bendijo la iglesia.
DON LEONCIO
Yo no creí que tuviese
tan formales consecuencias...
MARQUESA
Pero usted debió aceptarlas,
pues mediaba una promesa 80
sagrada...
DON LEONCIO
Es verdad: confieso
que fui un loco, un calavera.
MARQUESA
¡Algo más! ¿Pero qué digo!
¿Es justo que yo reprenda
culpas de nadie? ¡Yo! Usted 85
me ha de perdonar...
DON LEONCIO
¡Marquesa!...
Yo no amaba a Sebastiana;
me estremecía la idea
de llamarme esposo suyo,
y sin pensar en la prenda 90
que dejaba entre sus brazos,
una noche pongo tierra
de por medio..., es decir, agua,
pues me embarqué para América.
El recuerdo de la niña 95
luego que me hice a la vela
me atormentaba... -¡Tu voz,
oh santa naturaleza,
aunque la esquive el oído,
harto en el alma resuena!- 100
Pero detenido en Cádiz
para algunas diligencias
forzosas, por el correo
me dio un amigo la nueva
inesperada de haber 105
muerto mi niña hechicera.
Después no tuve noticia
de su madre, hasta que horrenda
se me apareció esta noche...
MARQUESA
Lo sé.
DON LEONCIO
Pidiéndome cuentas
110
atrasadas...
MARQUESA
¡Ah! ¡No hay plazo
que no se cumpla, ni deuda
que no se pague!
DON LEONCIO
Y me dijo...,
¡juzgue usted de mi sorpresa!,
era Casimira...
MARQUESA
¿Quién?
115
DON LEONCIO
La hija que lloro muerta.
MARQUESA
¡Ah, don Leoncio!
DON LEONCIO
¿Qué veo!
¡Llora usted! ¡Clava en la tierra
los ojos!... ¿Será posible?...
MARQUESA
¡Dadme, oh cielos, fortaleza! 120
No es hija mía esa joven...
DON LEONCIO
¿Cómo?...
MARQUESA
Aunque ella así lo crea.
DON LEONCIO
Y la edad conviene...
MARQUESA
¡Ah! Sí.
Otra criatura tierna
que yo había dado a luz, 125
¡ay triste!... murió en ausencia
de mi marido; oculté
mi desgracia, y con presteza
puse en su cuna otra niña
que recibí...
DON LEONCIO
¿De quién? ¿De ella?
130
MARQUESA
¡Sí, de Sebastiana!
DON LEONCIO
¡Cielos!
¡Era la mía! ¿Qué prueba
más evidente? ¡Ah, señora!
¡Cuánto debo a usted! ¿Qué fuera
sin usted, sin su bondad, 135
de una infortunada huérfana?
MARQUESA
¿Mi bondad? ¡Ah! No merece
alabanzas lisonjeras
una mujer tan culpable
como yo.
DON LEONCIO
Bondad inmensa,
140
¡sí, señora! En quien recibe
un beneficio es vileza
por rebajarlo indagar
sus motivos con rastrera
ingratitud. No es posible 145
que sombra de infamia quepa
en un corazón tan noble
como el de usted. Imprudencias
tal vez, errores... No quiero
saber más, no, y la defensa 150
de usted será para mí
una obligación eterna,
sagrada, si hay un cobarde
que a mancillarla se atreva.
MARQUESA
¡Ah, que es usted demasiado 155
generoso!...
DON LEONCIO
Alguien se acerca.
¡Silencio!


Escena V

 

La MARQUESA. DON LEONCIO. CASIMIRA.

 
CASIMIRA

 (Viene por la puerta de la derecha.) 

Mamá... (No puedo
llamarla de otra manera.)
DON LEONCIO
(¡Mi hija!)
MARQUESA
¿Qué hay?
CASIMIRA
El escribano
ha entrado por la otra puerta 160
en ese cuarto...

 (Muestra la habitación de donde viene.) 

Está bien.

 (A DON LEONCIO.) 

Si usted me da su licencia...
DON LEONCIO
¡Señora!...
MARQUESA
Quédate a hacerle
compañía.
CASIMIRA
Sí, y que venga
aquella..., aquella señora 165
y me... ¡Jesús!
MARQUESA
Nada temas,
ella se holgará de verte
en compañía tan buena.

  —518→  

Escena VI

 

CASIMIRA. DON LEONCIO.

 
DON LEONCIO
Ven, hermosa niña,
acércate más...
CASIMIRA
¡Si usted no me quiere!...
170
DON LEONCIO
¿Quién ha dicho tal?
Si antes eran móviles
de mi voluntad
afectos que aspiran
a lazo nupcial, 175
deberes muy santos,
que ahora sabrás,
ya amarte me mandan
con mayor afán.
CASIMIRA
¿Aunque lo prohíba 180
la vieja tenaz
que nos hizo el coco
y hecha un Barrabás
nos trató con tanta
arbitrariedad? 185
DON LEONCIO
¡No hayas miedo que ella
se ofenda jamás
de que tú me ames.
CASIMIRA
¡Es particular!
Según eso ¿todo 190
se ha compuesto ya?
DON LEONCIO
Golpes de fortuna
que vienen y van...
Como yo te amo
ella te amará. 195
CASIMIRA
¿Y cómo me mira
con tanta bondad,
si antes semejaba
al genio del mal?
Pero no me admiro 200
de esa novedad;
que, a mi juicio, el suyo
no está muy cabal;
y pues tú me quieres
pelillón al mar. 205
DON LEONCIO
¡Oh! Ven a mis brazos...
CASIMIRA
¿A abrazarme vas?
DON LEONCIO
Ven; tengo permiso...
CASIMIRA
¿De quién?... ¿De... mamá?
DON LEONCIO
Sí, de la Marquesa. 210
CASIMIRA
Si es eso verdad,
y si hemos de ir pronto
los dos al altar...,
¡vaya!, por mi parte
no hay dificultad. 215

 (Se abrazan.) 

DON LEONCIO
¡Qué bella! ¡Qué cándida!...
CASIMIRA
¡Mi bien!
DON LEONCIO
(Mas quizá
tiene más de simple
que de angelical.)
CASIMIRA
¡Esposo!...
DON LEONCIO
Hija mía,
220
no puedo negar
que son dulces nombres
esposo y galán;
pero... (Ya es preciso
decir la verdad.) 225
CASIMIRA
Pero... ¿Qué? ¿Me engañas?
¿Te vuelves atrás?
DON LEONCIO
Ser yo esposo tuyo
no es posible...
CASIMIRA
¡Ay!
DON LEONCIO
Porque lo prohíbe 230
la ley natural.
CASIMIRA
¿Qué escucho!
DON LEONCIO
Y no obstante,
¿quién fuera capaz
de quererte tanto 235
como yo?
CASIMIRA
¡Bah, bah!
O usted se chancea,
o es un hombre audaz
que de esta inocente
pretende abusar. 240
DON LEONCIO
¿Yo!
CASIMIRA
Amor es un grave
pecado mortal,
si no lo autorizan
cura y sacristán.
DON LEONCIO
¿Y si fuese el mío 245
amor... paternal?
CASIMIRA
¿Cómo?... ¿Usted?... ¡Ay Virgen
santa del Pilar!
DON LEONCIO
Sí, yo soy tu padre.
CASIMIRA
Pues ¿de cuándo acá? 250
DON LEONCIO
Desde que naciste.
CASIMIRA
¿Y el otro que en paz
descanse...?
DON LEONCIO
Es historia
larga de contar.
CASIMIRA
Pero no comprendo... 255
DON LEONCIO
(¡Con qué frialdad
lo escucha!) Hija mía,
como de esas hay
que las cría Pedro
siendo hijas de Juan. 260
CASIMIRA
(¡Aun por eso abajo
me dijo mamá
cosas tan extrañas
con tono... así... tan...)
DON LEONCIO
(Me adoraba novio, 265
y ahora... ¡Es singular!
A ser yo discípulo
del buen doctor Gall,
examinaría
por curiosidad 270
cómo tiene el órgano
del amor filial.)
En breve tus dudas
se disiparán,
aunque mi palabra 275
te debe bastar,
porque bien conoces
que ningún mortal
con hijas ajenas
desea cargar. 280
CASIMIRA
Sí, señor, yo creo...
—519→
(Vamos, soy fatal.)
DON LEONCIO
(Ya obrará la sangre
después...) ¿No me das
otro abrazo?
CASIMIRA
¡Vaya!
285
 

(Se abrazan otra vez y a este tiempo aparece por el foro DON PEDRO.)

 
DON PEDRO

 (Desde la puerta.) 

¡Bravo! (¡Voto a san...!)


Escena VII

 

DON LEONCIO. CASIMIRA. DON PEDRO.

 
CASIMIRA
¡Mi tío!
DON LEONCIO
¡Ah!... Saludo...
DON PEDRO

 (Con sequedad.) 

Tenemos que hablar,
caballero.
DON LEONCIO
¿A solas?
CASIMIRA
(¡Qué cara de agraz!) 290
DON PEDRO
A solas.
DON LEONCIO
(Aún piensa
que soy su rival.)
¿Ahora?
DON PEDRO
Sí, ahora.
Tengo que esperar
aquí a la Marquesa, 295
y yo soy puntual.
DON LEONCIO
Bien. Déjanos solos.
DON PEDRO
(¡Con qué autoridad
la manda!)
CASIMIRA
Obedezco.

 (Yéndose.) 

(Bien dice el refrán: 300
cuando flautas pitos,
cuando pitos flau...
¿Marido querías?
¡Pues toma papá!)

 (Entra por la puerta de la izquierda.) 



Escena VIII

 

DON LEONCIO. DON PEDRO.

 
DON LEONCIO
Ahora, señor veterano, 305
diga usted...
DON PEDRO
(Hoy le descrismo.)
¿Tiene usted por ahí a mano
su partida de bautismo?
DON LEONCIO
¿A qué viene esa... indirecta?
DON PEDRO
Yo sé bien lo que reclamo. 310
DON LEONCIO
Pero...
DON PEDRO
¿Ignora usted o afecta
ignorar cómo me llamo?
DON LEONCIO
Yo no husmeo jerarquías
y no hay por qué usted se asombre...
DON PEDRO
Y sin embargo hace días 315
que conoce usted mi nombre.
DON LEONCIO
Jamás lo oí, señor mío,
aunque lo venero mucho...
DON PEDRO
Pues me llamo...
DON LEONCIO
(¡Vaya un tío!...)
DON PEDRO
Pedro Corvina.
DON LEONCIO
¡Qué escucho!
320
DON PEDRO
(¡Hola! Ya se turba el hombre.)
Confiese usted sin empacho...
DON LEONCIO
Sí, señor, del mismo nombre
me serví siendo muchacho.
Yo le inventé inadvertido... 325
DON PEDRO
¡Para echarlo por el lodo!
DON LEONCIO
Sin pensar que hombre nacido
se llamase de ese modo.
DON PEDRO
Segunda vez, hombre ambiguo,
me aja usted con esa frase. 330
Ya era mi linaje antiguo
antes que usted lo inventase.
DON LEONCIO
Protesto que yo ignoraba...
DON PEDRO
Desciendo de altos varones,
y es la cruz de Calatrava 335
el menor de mis blasones.
DON LEONCIO
Casualidad imprevista...
DON PEDRO
Probaré, si usted lo exige,
que vengo de Íñigo Arista.
DON LEONCIO
(Acerté cuando lo dije.) 340
DON PEDRO
Y aun si el nombre respetable
que llevo servido hubiera
para alguna acción laudable;
indiferente siquiera...
Pero ¡usurparlo traidor 345
para exonerar doncellas
y abandonarlas -¡qué horror!-
después de burlarse de ellas!
DON LEONCIO
Usted no sabe quizá,
pues de ese modo se exalta, 350
que estoy decidido ya...
DON PEDRO
¿A qué?
DON LEONCIO
A reparar mi falta.
Hoy que me habla la conciencia,
hoy que el cielo me ilumina,
Monturjo hará penitencia 355
de las culpas de Corvina.
DON PEDRO
¿Mis culpas? ¡Voto a un mortero!...
Corvina pide venganza,
que siempre fue caballero
y arreglado a la ordenanza. 360
DON LEONCIO
Hablo del otro Corvina,
del que inventó mi mal tacto;
no del que usted imagina.
DON PEDRO
Bien, pero... no me retracto.
DON LEONCIO
No armemos otro embolismo. 365
Ya a ningún Corvina copio.
Quiero decir que yo mismo
me corregiré a mí propio.
Ni pudo ser mi intención,
convénzase usted, ¡por Cristo!, 370
ultrajar con mi invención
a quien yo no había visto;
y, en fin, si de esta manera
no queda usted satisfecho,
—520→
riñamos cuando usted quiera; 375
que a nadie escondo mi pecho.
DON PEDRO
Basta; excusemos la lid,
que me temo un quid pro quo
si se sabe por Madrid
la causa de que nació; 380
y algunos cambiando el freno
dirán tal vez, ¡buen regalo!,
que es usted Corvina el bueno
y yo soy Corvina el malo.
Mas me remueve la ira 385
otro agravio muy reciente.
DON LEONCIO
¿Cuál es?
DON PEDRO
Yo amo a Casimira.
DON LEONCIO
Yo también.
DON PEDRO
Perfectamente.
Pero ese adorado encanto
siendo ingrata a mis desvelos 390
le ama a usted.
DON LEONCIO
Cierto.
DON PEDRO
Y por tanto...
yo estoy que rabio de celos.
DON LEONCIO
Mal hecho. Ya no disputo
la novia; antes bien me obligo
a ceder el usufruto... 395
DON PEDRO
¡Gracias, mil gracias, amigo!
Yo no me trago esa torta.
¡Después que he visto a los dos
abrazarse!...
DON LEONCIO
Eso no importa.
DON PEDRO
¿Que no importa? ¡Voto a briós!... 400
¿Hay mayor iniquidad?
DON LEONCIO
Pero...
DON PEDRO
(Agarraría un palo...)
¡Atroz inmoralidad
digna de Corvina... el malo!
DON LEONCIO
No hay aquí objeto de riña, 405
ni inmoralidad, ni afrenta.
Agrade usted a la niña
y déjelo por mi cuenta.
DON PEDRO
¿Qué enigma...?
DON LEONCIO
No me está bien
descifrarlo por ahora 410
si no lo permite...
DON PEDRO
¿Quién?
 

(Sale la MARQUESA de la habitación de la derecha.)

 
DON LEONCIO
Justamente esa señora.


Escena IX

 

DON LEONCIO. La MARQUESA. DON PEDRO.

 
MARQUESA
Muy buenas noches.
DON PEDRO

 (Con seriedad.) 

Felices.
DON LEONCIO

 (A la MARQUESA.) 

Tenemos aquí un negocio
pendiente... ¿Permite usted 415
que yo disponga a mi modo
de la mano de... su hija?
MARQUESA
Sí, señor. Yo no me opongo
a un derecho tan legítimo.
DON PEDRO
(Ya comprendo. El don Leoncio 420
se va a casar con la madre...
¡Y abraza a la hija! ¡¡¡Monstruo!!!)
¿Sabe usted, ¡oh prima!. a quién
traspasa de motu propio
su materna autoridad? 425
¿Sabe usted que es el demonio
ese hombre?
MARQUESA
Señor don Pedro,
yo he menester; me es forzoso
hacer a usted una triste
revelación.
DON PEDRO
(¿Otro embrollo?)
430
MARQUESA
Es un doloroso arcano
que ha muchos años escondo
en mi corazón.
DON PEDRO
¿Qué escucho!
MARQUESA
Secreto infausto que es tósigo
de mi vida, y sin embargo 435
sin valor me reconozco
para decírselo a usted
de palabra y rostro a rostro.
DON PEDRO
Pero señora... (Sin duda
es algún pecado gordo.) 440
MARQUESA
Entre usted en aquel cuarto
de la derecha. (¡Ah qué oprobio!)
En la mesa hay una carta
donde lo declaro todo
y otros papeles de mucho 445
interés...
DON PEDRO
(¡Yo estoy absorto!)
MARQUESA
Lea usted... ¡y compadezca
a una desdichada!...
DON PEDRO
¿Cómo!
Yo no atino... En fin, iré...
(Hoy van a volverme loco.) 450

 (Entra a la habitación de la derecha.) 



Escena X

 

La MARQUESA. DON LEONCIO.

 
MARQUESA
¿Ha venido Sebastiana?
DON LEONCIO
Todavía no. Supongo
que espera en mi casa...
SEBASTIANA

 (Dentro.) 

Entremos...
DON LEONCIO
Pero ¿no es su voz la que oigo?


Escena XI

 

La MARQUESA. DON LEONCIO. SEBASTIANA. EULALIA.

 
SEBASTIANA
¡Aquí está! ¡Aquí está!

 (Echándose en los brazos de DON LEONCIO.) 

¡Bien mío!
455
  —521→  
DON LEONCIO

 (Con despego.) 

¡Oh!...
SEBASTIANA
¡Abraza a esa criatura!
DON LEONCIO
¡Yo! ¿A quién?...
SEBASTIANA

 (A EULALIA.) 

¡Abraza a tu padre!
EULALIA

 (Abrazando a DON LEONCIO.) 

¡Padre mío!
MARQUESA
¿Usted se burla,
señora!
SEBASTIANA
¡Ah, no!
DON LEONCIO
¿Qué tramoya
es esta?
EULALIA
¡Padre!
SEBASTIANA
Ninguna.
460
DON LEONCIO
¿Pariste acaso dos hijas?
MARQUESA
¿No es Casimira la suya?
SEBASTIANA
¡No!
DON LEONCIO
Esta es la joven que, llena
de modestia y de dulzura,
se me apareció esta tarde 465
en el jardín.
EULALIA
Sí. ¡Oh fortuna!
SEBASTIANA

 (Hablando con ansiedad y precipitación.) 

Oídme. El error fue mío.
Mientras yo volaba en busca
del padre, dejé a la niña
sentada junto a unas murtas 470
en el jardín, con encargo
de esperarme... Em... Se me anudan
las palabras... Em... La chica
por no presenciar locuras
amorosas, viendo a un hombre, 475
en la casa se refugia,
según me contó después;
cuando yo vuelvo está a oscuras
el jardín; oigo una voz
femenina que articula 480
acentos de amor; responde
otra voz viril, robusta:
«lo juro a fe de Leoncio
Monturjo»; no bien pronuncia
ese nombre que servía 485
a mis pesquisas de brújula,
¡él es! exclamo y, creyendo,
¡tanto me cegó la furia!,
que es la hija de mis entrañas
a quien conquistar procura, 490
me abalanzo a él y a ella,
y grito como energúmena,
y hago presa de Leoncio,
y la cómplice se fuga,
y... Tú sabes lo demás. 495

 (A la MARQUESA.) 

Permítame usted que escupa.
DON LEONCIO
¡Marquesa!
MARQUESA
¡Era Casimira
la que usted oyó!...
SEBASTIANA
Sin duda.
MARQUESA
Y yo, engañada por mil
indicios y conjeturas, 500
creí que usted me entregó
en vez de mi hija difunta
a la de usted.
SEBASTIANA
¡No, señora!
En medio de mi amargura,
mi noble orgullo materno 505
no hubiera sufrido nunca
que otra mujer me usurpase
mis derechos, mis augustas
funciones. Tengo yo una alma,
aunque ilustre no es mi cuna, 510
más elevada, más grande
de lo que usted se figura.
Sí, yo preferí criarla
humilde, pobre y oscura
con los escasos ahorros 515
de mi sangre y de mi industria;
¡pero mía, sólo mía!;
y aunque pude, más astuta
que honrada, hacerla heredar
los bienes que otra disfruta, 520
no hay mayor bien para mí
que una alma inocente y pura;
y mal reprimidos celos
abierto hubieran mi tumba
si ella hubiera dividido, 525
¡ella, mi consuelo, mi única
esperanza!, sus caricias
con usted ni con ninguna.
EULALIA

 (Abrazándola.) 

¡Oh, madre mía!
DON LEONCIO
(¡Sublime
mujer!... Pero ¡tan vetusta!...) 530
MARQUESA
¡Ah, Sebastiana! ¡Qué herida
ha abierto usted tan profunda
en mi corazón!
SEBASTIANA
Señora,
no he querido hacer injuria
a nadie. Perdone usted 535
a mi larga desventura
ese involuntario arranque
de materno amor. Oculta
la tuve luego a mi lado
y, a pesar de mi ternura, 540
no osaba decir a un ángel:
yo a quien sagrada coyunda
no absuelve de su flaqueza,
soy tu madre, y el que nubla
mis ojos en lloro amargo, 545
padre cruel, ¡te repulsa,
te abandona!
DON LEONCIO
¡No, jamás!
Si es cierto lo que me anuncian
tu lengua... y mi corazón...
SEBASTIANA
Una madre te lo jura, 550
y pruebas tengo, papeles...
Mas si mi llanto recusas,
si ya la naturaleza
no te mueve, no te impulsa...
DON LEONCIO
Sí, me conmueve una dulce 555
sensación que nunca, ¡oh!, nunca
—522→
latió en mi seno, y no puede
hablar una madre intrusa,
cual tú has hablado.

 (Abraza otra vez a EULALIA.) 

¡Hija mía!
¡Padre amado!
MARQUESA
(Su ventura
560
envidio.)
SEBASTIANA
Gloria in excelsis...
Gloria a Dios en las alturas.
Ahora, querido esposo...
Pero ¿qué veo? Repugnas
mirarme, tuerces el gesto... 565
DON LEONCIO
(¡Es tan vieja y tan lechuza!)
Sebastiana, mi deber
confieso, mas... disimula...
Yo no sé cómo decirte...
SEBASTIANA
¡Me destronas!... Me repudias!... 570
DON LEONCIO
Yo reconozco a tu hija.
¿Qué más quieres? (¡Tanta arruga!...)
No convienen nuestros genios...
Figúrate que eres viuda...
Yo te daré cuanto quieras; 575
dinero..., joyas...
SEBASTIANA
¡Me insultas
de ese modo! ¡Ay! ¿Es posible
que así tu promesa cumplas!
Mori me denique cogis!
¡Tú me abres la sepultura! 580
EULALIA
¡Padre!
MARQUESA
¡Señor don Leoncio!...
DON LEONCIO
(¡Eh! ¡Si es una boda absurda!...)
SEBASTIANA
¡Callas!... ¡Infiel, porque yo
declino..., tú no conjugas!...
No importa. Sé para Eulalia 585
padre amoroso, y te indulta
mi corazón resignado,
y fiat voluntas tua.
Yo también seré dichosa,
ya que digna no me juzgas 590
de tu mano, si a lo menos
sufres que vivamos juntas...,
aunque el título de esposa
cambie en el de esclava tuya,

 (Llorando.) 

¡aunque tenga que esconderme 595
para besarla! Es la última
merced que te pido, ingrato.
¡Mátame si la rehúsas!
EULALIA
¡Oh! No será tan cruel
mi padre amado. Si funda 600
su dicha en mí, no querrá
darme una madrastra adusta.
No será víctima triste
de una afrentosa repulsa
la pobre mujer que a costa 605
de mil afanes y angustias
le ha conservado una hija;
y si tal es su conducta,
yo no le amaré.

 (Abrazando a SEBASTIANA.) 

A usted sola
consagraré mi ternura. 610
DON LEONCIO
¡Eulalia!... (Ya se me saltan
las lágrimas. Vaya, ¡es mucha
crisis la mía! El deber
por un lado me estimula;
por otro... ese frontispicio... 615
Mi amor propio escaramuza
con el ajeno... ¡Eh, qué diablo!
Hagamos un día alguna
cosa buena, y mas que luego
me silben en las tertulias.) 620

 (Aparte las tres mujeres.) 

SEBASTIANA
Vacila...
EULALIA
Calla...
MARQUESA
Medita...
SEBASTIANA
¡Ay Dios!...
EULALIA
Me mira...
SEBASTIANA
Calcula...
DON LEONCIO
(Ea pues, cierro los ojos
y abro el corazón.) ¡Tú triunfas!
He aquí mi mano.
SEBASTIANA

 (Tomándola.) 

¡Oh delicia!
625
EULALIA
¡Oh buen Dios!
SEBASTIANA
¡Oh non plus ultra
del placer!
MARQUESA
¡Bien, don Leoncio!
DON LEONCIO

 (A SEBASTIANA.) 

Tu pasión heroica, hercúlea,
merece esta recompensa
(¡y este castigo mis culpas!) 630
Venid las dos; abrazadme;
nuestras lágrimas confunda
el gozo.
EULALIA
¡Padre!
SEBASTIANA
¡Monturjo!
MARQUESA
(¡Y quién las mías enjuga!)


Escena XII

 

La MARQUESA. SEBASTIANA. EULALIA. DON LEONCIO. DON PEDRO.

 
DON PEDRO
¡Prima!...
MARQUESA

 (Quiere echarse a los pies de DON PEDRO, y él la recibe en sus brazos.) 

¡Ah, don Pedro!
DON PEDRO
¡Detente!...
635
Mas ¿qué miro! Ese maestro
abraza a diestro y siniestro
a toda mujer viviente.
DON LEONCIO
El paterno amor me excusa.

 (Mostrando a EULALIA.) 

—523→
Es mi hija.
SEBASTIANA
¡Es mi marido!
640
DON PEDRO

 (A la MARQUESA en voz baja.) 

¿Conque es decir que ha salido
la otra chica... de la inclusa!

 (La MARQUESA baja los ojos.) 

Buen ánimo, ¡voto a briós!
Has sido más desgraciada
que culpable.
MARQUESA
¡Ah!...
DON PEDRO

 (Interrumpiéndola.) 

¡Chito! ¡Nada!...
645
Quédese esto entre los dos.
DON LEONCIO
Si a Casimira abracé
fue un error involuntario...
DON PEDRO
No siendo ya mi adversario,
¿a qué se disculpa usté? 650

 (Aparte con la MARQUESA.) 

Ya a casarme no me allano,
aunque me hiele en invierno;
pero si no soy tu yerno,
¿qué importa? Seré tu hermano.
MARQUESA
¡Qué bondad!
DON PEDRO
La niña es bella,
655
pero ignoro su extracción,
y, hazte cargo, no es razón
que ya me case con ella;
porque ¿cómo se concilia...?
¡Imposible! ¿Quién se atreve...? 660
Es negocio, en fin, que debe
tratarse... con la familia.


Escena XIII

 

La MARQUESA. SEBASTIANA. EULALIA. DON LEONCIO. DON PEDRO. CASIMIRA.

 
CASIMIRA
(Me cansaba de estar sola...)
DON PEDRO

 (Aparte con la MARQUESA.) 

Aquí está la pobrecilla.
MARQUESA
¡Ah! Su presencia me humilla. 665
DON PEDRO
¿Por qué?
CASIMIRA
(¿Hay concilio? ¡Hola, hola!
Yo no sé a quién me dirija...)
DON LEONCIO

 (Aparte con SEBASTIANA y EULALIA.) 

¡Infeliz!
SEBASTIANA
¡Me da un pesar...!
DON PEDRO

 (Después de una breve pausa en que todos se miran unos a otros.) 

¿Es a mí a quien toca hablar?

 (A CASIMIRA.) 

¡Grandes novedades, hija! 670
CASIMIRA
¿Cómo! ¿Qué?...
DON PEDRO
Ese ciudadano
tu esposo no puede ser,
porque tiene ya mujer.
CASIMIRA
Sí, señor, ya sé que en vano...
DON PEDRO
Yo... tampoco.
CASIMIRA
¿Y por qué, tío?
675
DON PEDRO
Porque moriré soltero.
CASIMIRA
(¡Qué idea!...)
DON PEDRO
Y porque prefiero
ser tu padre.
CASIMIRA
¿Padre mío?
¿Usted también...? ¡Ay María
santísima!... Hoy pierdo el seso... 680
¡Padre mío! ¿Cómo es eso?
Pues...

 (Mostrando a DON LEONCIO.) 

¿Y el señor?
DON LEONCIO

 (Apretando la mano de EULALIA.) 

¡Hija mía!
CASIMIRA

 (Desconcertada.) 

¡Ah!...
MARQUESA
No olvidaré jamás
ese noble rasgo...
DON PEDRO
Así
obra un veterano.

 (A CASIMIRA.) 

Sí,
685
mi hija adoptiva serás.
CASIMIRA

 (Asombrada.) 

Pero...
DON PEDRO
Deja que yo hable.

 (A la MARQUESA.) 

Y usted no emigra, señora...,
o la seguimos...

 (Bajando la voz.) 

Ahora
mando yo aquí.
MARQUESA
¡Hombre admirable!
690
SEBASTIANA
¿Qué escucho! Tan duro fallo
usted misma...
DON PEDRO
¡Chit!... Suplico
a usted... Cerremos el pico;
que peor es meneallo.
DON LEONCIO
Será eterno mi sigilo... 695
DON PEDRO
¡Bien! ¡Bien! ¡Chit!...
CASIMIRA
Yo me aturrullo,
y nunca he visto un barullo
tan... así..., por este estilo.
DON PEDRO
Desatose al fin el nudo
y no hay para qué analices... 700
¡Ya todos somos felices!
  —524→  
TODOS
¡Sí!
CASIMIRA
¿Y yo también?
DON PEDRO
Sí.
CASIMIRA
(¡Lo dudo!)
DON PEDRO

 (Mirando el reloj.) 

El ayudante me espera...
¡Adiós!...

 (Todos le saludan, acompañándole hasta la puerta del foro.) 

Volveré, hija mía.
CASIMIRA
¡Ah!... Tres padres en un día..., 705
¡y ni un marido siquiera!
DON PEDRO

 (A CASIMIRA, volviendo.) 

Hija, hay cosas delicadas
que uno... En fin, aunque lo sientas,
este es un corte de cuentas...
CASIMIRA

 (Alelada.) 

¡Cuentas!...
DON PEDRO
Cuentas atrasadas.
710




 
 
FIN DEL TOMO SEGUNDO