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ArribaAbajo El zorro y el quirquincho meleros

8 versiones y variantes


Cuentos del 344 al 351


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344. El quirquincho y el zorro

SALTA

Diz que el quirquincho y el zorro si habían convidau para salir a meliar140. Y que dice el quirquincho:

-Yo tengo una lachiguana141. Y entonce dice el zorro:

-Entonce vamos a sacala.

Y el zorro, ya de cuanta le había sacau la lachiguana del quirquincho y se la había comido.

Y ya llegaron y no 'staba la lachiguana.

-Chey, ya me la habían robau a la lachiguana, y me la han comido. ¿Quién será?

-Yo no sé -le dice el zorro, y él se la había comido.

Y el quirquincho se daba cuenta que era el zorro, y dice:

-¡Ya ahora! ¡Ya van a ver lo que yo le voy a hacer al zorro!

-Chey, vamos a otra -le dice. Y se jueron.

Uno agarró por un camino y el otro por otro.

-Chey -le dice el quirquincho-, cuando encontrís alguna colmena, ya sea lachiguana o bala, me gritáis.

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Y entonce el quirquincho si había colgau de un gajo y se había hecho bolita, y si ha puesto a largar la caca, y le grita:

-Juan, aquí 'stá una bala142 -que le dice.

Y si ha veníu corriendo el zorro y no lo había encontrau al quirquincho. Y lo ve en el gajo, y dice:

-¿Y ésta será la bala? ¡Ésta es la bala! -que dice.

Y lo que le 'taba saliendo la caca al quirquincho, el zorro créiba que era la miel, y ha agarrau en un palito, un poco de caca y la ha probau, y que dice:

-¡Ah!, esta miel es muy hedionda, no sirve.

Y entonce si ha ido, y el quirquincho ha salíu, y se encuentran otra vez.

-Chey -que le dice el zorro-, adónde 'tá la bala, que la hi encontrau, pero la miel ha sido muy hedionda.

Entó que le dice el quirquincho:

-Es que no la hais encontrau.

Y siguen buscando. Y el zorro si ha dau cuenta de lo que le ha hecho el quirquincho, y si ha colgado él, y li ha gritado al compañero. Y el compañero ha venido y ha dicho que va a bajar la bala, y ha agarrado un palo y li ha pegado al zorro, y lo ha bajado.

Bernardino Zoto, 52 años. Obraje Las Hacheras. Las Víboras. Anta. Salta, 1952.



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345. El zorro y el quirquincho meleros

TUCUMÁN

Un quirquincho con un zorro eran compadres. El zorro era bastante pícaro y li hacía muchas picardías al quirquincho. Y el quirquincho dice un día:

-Lo voy a embromar a mi compadre.

El quirquincho lu invita al zorro a las lachiguanas. Y le dice:

-Yo me voy por este camino. Vos andate por el otro. Cuando hallís alguna lachiguana me gritás y yo te voy a gritar a vos cuando halle alguna.

El quirquincho le gana el camino y sigue, se sube arriba di un arbolito y si hace una bolita bien agarrau del árbol. Y llega el zorro con un palito que era un hurgunero143, y piensa qu' el quirquincho era lachiguana. Y le pega un grito al compadre. Y el compadre quirquincho no contesta. Y entonce piensa que se la va a comer solo. Y áhi ve cómo lo va a hincar pa comer la miel. Que el quirquincho 'taba con la cabeza arriba y la colita colgando. Y dijo el zorro:

-Esta lachiguana 'tá con la boquita pa abajo.

Lu empezó a tocar por la colita con el palito y sacaba y comía. Y claro, no le gustaba mucho, qu' era la caca del quirquincho. Y determinó seguir viaje. Y se dio cuenta de la picardía,   —212→   y más allá se colgó él como lachiguana, y va el quirquincho y dice:

-Ve, una lachiguana. La vua bajá.

Y agarra un palo y lo baja di un palo.

Y se van. Y le dice el quirquincho, después:

-Compadre, le vua hacé un regalito. Aquí no más espere, le vuá a trái una bolsa de gallinas.

Se va el quirquincho y trái una bolsa de perros. Y el zorro le dice:

-Soltalas a todas juntas pa divertirme. Vamos ande ha sembrau aquél, áhi 'ta peladito.

Y le suelta en el campo pelau todos los perros. Y lo sacan al compadre zorro te pillo y no te pillo, hasta que el zorro se mete en una cueva. Y áhi se salvó. Y adentro 'taba descansando y coqueando, y prende un cigarrillo. Y los perros 'taban calladitos en la boca de la cueva. Y el zorro se empieza a mirarse el traje y se ve lo pantalones muy sucios y hediondos con el susto, y que decía:

-¡Cómo será de cochina esta cola, ve lo que ha hecho!

Y los perros 'taban sintiendo. Y áhi decía:

-¡Pus! ¡Pus! Cola cochina. Comela caschis144. Comela caschis.

Y se pusieron en guardia los perros y asomó la cola ajuera, y lo pillaron de la cola y lo sacaron, y lu hicieron charqui.

Y un día dice el quirquincho:

-Voy a velo a mi compadre quí hace en la cueva.

Y él ya sabía lo qu' iba a pasar. Va y lu encuentra en el sembrau, el esqueleto blanco ya por el sol. Y que lo que le ve los dientes blanquiando le dice:

-Pero, compadre, ¿pórque se ríe tanto?

Roque Guido Tarifa, 23 años, Tucumán, 1951.

Peón de campo. Ha cursado los grados de la escuela primaria.

A este cuento se agrega el motivo del zorro que, refugiado en la cueva, saca la cola sucia hacia afuera y lo matan los perros.



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346. El quirquincho y el zorro meleros

TUCUMÁN

Éste es el cuento de la bala, cuando lu hizo comer guano el quirquincho al zorro.

Primero iban los dos, el quirquincho y el zorro a meliar, a buscar panales de abejas para juntar miel. Y el quirquincho pícaro se colgó y le pegó el grito al zorro:

-Compañero, ¡una bala!

Y el zorro corrió y vio esto colgado y creyó que era una bala. Y con un palito le hurgaba, y el quirquincho comenzó a largar el guano y el zorro comía:

-¡Ah, qué linda miel! -dice.

Pero después se dio cuenta el zorro que no era bala, y el quirquincho si ha largau riendosé del zorro.

De vuelta, el zorro ha hecho lo mesmo. Y cuando si ha colgau le ha pegau el grito al quirquincho, y el quirquincho ha agarrau un palo. Y con el palo lo ha bajau para abajo.

-¡Ah! ¡qué linda bala! -ha dicho-. ¡Áura la bajo! -y li ha pegau, le dio un palo y claro, lo bajó al zorro.

Moisés Medina, 59 años. Tacanas. Leales. Tucumán, 1970.



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347. El zorro y el quirquincho que salieron a melear

TUCUMÁN

Diz que el zorro y el quirquincho han salido a buscar lachiguanas. Y di áhi, en el camino, que han dicho:

-Vamos uno por un lado y otro por otro lado. Se juntaremos luego, cuando alguno encuentre una lachiguana.

Y el quirquincho había pasau adelante y se había prendíu a un palo, y se había colgau como si juera una lachiguana. ¡Y claro!, entre las ramas parecía una lachiguana llenita 'e miel.

Y que ha llegado el zorro y ha visto la lachiguana, y que le ha gritado al quirquincho:

-¡Compañero, aquí está una lachiguana!

Y diz que el zorro áhi agarró un palito y que le hincaba por todas partes, pa ver si estaba mieluda. Y áhi que le ha hincau abajo 'e la cola y que el quirquincho ha hecho aguas mayores y menores. Y diz que el zorro ha dicho:

-Parece muy mieluda esta lachiguana.

Y áhi ha probado. Al principio que se saboriaba crendo que era miel, pero al fin se ha dado cuenta lo que era y ha pensado en vengarse del quirquincho. Se va adelante el zorro y se cuelga, él también. Y áhi que le grita:

-¡Compañero, una lachiguana!...

Y va el quirquincho y lo halla al zorro que se ha colgau. ¡Y claro!, no tenía la forma de lachiguana, ni se parecía. Y di áhi que va y corta un palo, y le tira con todas sus juerzas, mordiendosé,   —215→   y le pega un palo en las costillas. Y áhi que se ha largau el zorro con las costillas rotas y medio muerto, y que le decía:

-¡No mi haga así, compañero!

Y diz que el quirquincho li ha dicho que estaba crendo que era una lachiguana. Y que casi lo ha muerto.

Miguel Ángel López, 76 años. Tafí del Valle. Tafí. Tucumán, 1951.

Lugareño rústico. Gran narrador.



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348. El quirquincho y el zorro meleros

SANTIAGO DEL ESTERO

Diz que habían salíu el quirquincho con el zorro a buscar lachiguanas, a meliar. Entonce el quirquincho ha ido por un lau y el zorro por otro. Así que convienen que el que encuentre colgau lechiguana le iba a gritar al otro.

-Así se ayudamos -han dicho.

Entonce ha ido el quirquincho, ha ido y se ha colgau de un gajo, hecho una pelotita. Y así se ha quedau, que parecía una lechiguana. Y así le ha gritau al zorro:

-Compañero, aquí está un colgau145.

Entonce el compañero ha veníu y ha encontrau el colgaíto que estaba en un gajo.

Entonce el zorro ha veníu y lo ha hincau, lo ha chuciau con un palito a la lechiguana por todas partes, y lo ha acertau abajo de la colita, y diz que probaba y que decía:

-¡Misqui! ¡Misqui146!

Y que le salía agüita y otra cosa al quirquincho por esa parte. Y el quirquincho se ha pegado una carcajada y el zorro se ha retirau avergonzado.

Y se han ido otra vez. Y el zorro ha ido y se ha hecho un colgado y le ha gritau al quirquincho:

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-Compañero, aquí 'tá un colgau.

Pero claro, 'taba con la cola peluda que le daba al suelo, qué iba parecer un colgau. Y ha veníu el quirquincho y ha agarrau un palo para bajar el colgau y le ha dau un palo al zorro, que lo descolgó del gajo.

Felipe Lascano, 73 años. Media Flor. Capital. Santiago del Estero, 1951.



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349. El zorro y el quirquincho meleros

CATAMARCA

El zorro y el quirquincho salieron a meliar. Se separaron y se pusieron di acuerdo que el que encuentre primero miel tenía que llamar al otro para comer los dos.

El quirquincho lo que iba por un caminito pensó que lo iba a joder al zorro, que siempre era mal compañero y li hacía picardías. Entonce se subió en un palo y se hizo rosquita y se quedó colgau como si juera una bala, en el caminito por donde iba a pasar el zorro.

Y ha gritau el quirquincho:

-¡Amigo zorro, amigo Juan, una bala, deviso una bala!

Entonce ha llegado el zorro, ha visto la bala y ha pensado que se la iba a comer solo y que no le iba a dar nada al compañero. Y ha buscado un palito y li ha metido por la cola, por el aujero del quirquincho. El quirquincho ha empezau a largar las aguas menores y el zorro ha créido que era miel. Y después ha largado las aguas mayores. Y el zorro pinchaba con el palito y probaba. Y probaba y probaba y encontraba mal gusto a la miel, y al fin se ha dado cuenta que 'taba probando orines y escremento. Y si ha bajau el quirquincho riendosé del amigo. Entonce ha dicho el zorro:

-Ya mi ha embromau mi amigo quirquincho. Ya lo guá joder yo también.

Y va el zorro y en un palo se enrosca como una lachiguana. Llega el quirquincho y se da cuenta que era el zorro y pega el grito:

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-Amigo Juan, ¡una lachiguana, una lachiguana! Ya no más la voy a voltiar -dice, y agarra un palo y pega un garrotazo.

-¡Cuá! -dice el zorro y ha cáido al suelo medio muerto.

Y así lo embromó el quirquincho al zorro.

Ramona Virginia Villafañe de Coronel, 86 años. Catamarca, 1968.

La narradora es una curandera de gran popularidad.



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350. El zorro y el quirquincho meleros

SAN LUIS

Se juntaron el zorro y el quirquincho. Andaban conversando para juntarse y salir a buscar comida.

Un día 'taban sentados a la sombra viendo qué iban hacer, y el zorro, como más activo, propuso que jueran a buscar panales y juntaran miel para comer. Y se pusieron di acuerdo para repartirse entre los dos, todo lo que encontraran.

Iban los dos por un caminito y vieron un panal grandote de lechiguana, colgado. Y áhi dijo el zorro, como pícaro que es:

-¡Mirá, mirá, un panal! Sacalo vos que sos más livianito y que tenís más habilidá.

Entonce el quirquincho quiso sacar el panal y se paró en dos patitas, y tocó el panal para bajarlo. Y áhi las avispas lo agarraron por todas partes y lo picaron por todas las partes blandas que tiene el quirquincho. Se le pusieron como un racimo encima. Bueno... Algo pudieron comer cuando las avispas dejaron abandonado el panal. Claro, comió más el zorro, porque el pobre quirquincho tenía tan hinchada la boca que casi no la podía abrir.

Bueno... El quirquincho no dijo nada, pero empezó a pensar cómo se podía vengar. Entonce le dijo al zorro:

-Me parece que nos va a convenir que cada uno tome un camino distinto. Vos vas por un lado y yo por otro. El primero que encuentre un panal que le grite al otro para sacarlo entre los dos y comer juntos la miel.

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-Di acuerdo, di acuerdo. Nos vamos a repartir como buenos compañeros.

El quirquincho salió ligerito, si adelantó por el caminito que iba el zorro, y en un gajo grueso se colgó en tal forma que parecía un panal del lado que venía el zorro.

Cuando el zorro vio de lejo este panal, en seguida pensó que no l'iba a decir nada al compañero y que lu iba a comer solo.

El quirquincho se orinó y también se guanió147 un poco. Las moscas venieron al olor y se le empezaron a asentar encima. D'e lejo, el zorro se convenció más que era un panal, y que las moscas eran las avispas que revolotiaban alrededor. Entonce el zorro si acercaba y iba diciendo entre dientes, cuando vio que le gotiaba algo:

-¡Un panal! No le guá decir nada a mi compañero. Y ¡qué mieludo que 'tá!

Llegó el zorro y li hace una pichaniada148 con la cola para espantarle las avispas. No vía bien porque 'taba medio oscuro ande si había metido el quirquincho. Entonce agarró un palito y empezó a pasarle por donde gotiaba, y prueba. No le parecía muy dulce al zorro, esa miel, y li hace una pinchadura al quirquincho en la cola. Entonce l'hizo dos pinchaduras más, el quirquincho no pudo más sufrir la risa y se pegó una carcajada, y se largó del árbol. Entonce le dice al zorro:

-Te jodí, compañero. Te tomastes mis aguas149 creyendo que eran miel. Eso te pasó por mal compañero.

Y áhi se vengó el quirquincho y se deshizo la sociedá.

José Agustín Quiroga, 61 años. Estancia Grande. La Capital. San Luis, 1967.

El narrador, nativo del lugar, aprendió este cuento de su madre, también nativa del lugar.



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351. El mataco y el zorro

CÓRDOBA

El mataco y el zorro eran compadre. Salieron a buscar qué comer, tristes porque 'taban con mucho hambre. Se hablan entre ellos:

-Vos vas a salir por este camino del norte y yo voy por el del sur -dijo el zorro-. Donde hallemos qué comer, cualquiera, nos gritamos.

Así anduvieron todo un mediodía. El mataco no encontró nada. El zorro a poco de andar había encontrado unas riendas de lonja, pero no gritó, una porque tenía mucho hambre, y otra porque para el mataco no es alimento. Así que decidió comerselás solo no más, y siguió adelante. El mataco cansado de andar por el camino que iba se volvió por el rastro del zorro. A poco andar encuentra los vestigios a donde había comido las riendas150 don Juan y dice:

-¡Con que este canalla ha hecho un almuerzo y no me ha dicho nada, le voy a dar una buena!

Y siguió atrás él. Cuando ya lo iba a alcanzar, cruzó por entre el monte y se cuelga de las ramas de un árbol. Era un colgado o una bala como también le llaman al panal de abejas del campo. Claro, el cuerpo del quirquincho parece un panal de esas abejas. Y el zorro llega, ve, y dice:

-Ve, himos dau con un colgau.

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Entonce empezó a llamar al amigo Matías -que el mataco se llama Matías, el tigre don Idelfonso y la rata doña Paiconsa.

-¡Amigo Matías! ¡Amigo Matías!

Al fin al ver que no era respondido dice:

-Bueno, voy a hacer lo mismo que con las riendas, me lo voy a comer solo. Se ve que 'tá el panal llenito 'e miel.

Se arma de un palito y lo va a pinchar en la cola al mataco. El mataco se hace una necesidá y el zorro prueba el palito y dice:

-¡Tá rica la miel! -con tanta hambre como 'taba no se daba cuenta que eran los orines del mataco.

Vuelve a querer pinchar con el palito y se ríe el mataco y se mueve. El zorro se da cuenta de la picardía y queda abochornado. Y siguen el camino. Por áhi se vuelven a separar y entonce dice el zorro:

-Yo también me voy a burlar de este trompeta.

A todo esto ya era tarde. Y en una de ésas se va el zorro, siempre pensando en la burla del mataco, más adelante, y en una vuelta del camino se prendió de una jarilla. Á'hi 'taba colgau de arriba, llegó el mataco y lo vio. Claro, qué iba a parecer panal el zorro, peludo, con la cola larga y con una forma de cuerpo tan distinta a la bala... ¡Qué colgado iba a ser ése!

Y entonce, de pícaro el mataco, empezó a gritar:

-Amigo Juan, acá 'tá un colgau.

Y el zorro gozando de la burla no se movía. Entonce el mataco que dice:

-Como no contesta mi amigo Juan, lo saco yo no más al colgado y me lo como.

Agarra un palo de quebracho colorado y le pega un golpe en la cabeza y lo mata.

Francisco Villarroel, 53 años. La Costa. Los Hoyos. Río Seco. Córdoba, 1952.

Campesino. Buen narrador.



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ArribaAbajoNota

El cuento de El zorro y el quirquincho meleros es una creación de nuestro pueblo. Pertenece a la serie de los cuentos de animales en los que el zorro es burlado por un animal más pequeño y menos inteligente. Sus motivos esenciales son:

A. El zorro y el quirquincho salen a melear, a buscar miel de las abejas silvestres del bosque. El zorro, cada vez que puede, come las colmenas sin participar al compañero.

B. El quirquincho se adelanta y se prende de las ramas de un árbol simulando una colmena colgante. Llega el zorro, trata de comerla y comienza por hurgar al quirquincho por la cola. El quirquincho va soltando orines y excrementos que el zorro prueba hasta darse cuenta de la burla tremenda.

C. El zorro trata de vengarse y se prende también de las ramas de un árbol. El quirquincho llega, simula alegría ante la torpemente figurada colmena y la baja de un palo.

Difusión geográfica del cuento

Difusión geográfica del cuento

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Los personajes del cuento son meleros, prácticos de un antiguo trabajo campesino de las zonas boscosas del noroeste argentino, que aún se mantiene; tuvo gran importancia por la venta de la miel hasta el siglo pasado. Abundan en esta región las colmenas colgantes de abejas silvestres. El área de difusión del cuento coincide con la del trabajo del campesino melero: Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y zonas norteñas de San Luis y Córdoba.

Han publicado cuentos recogidos de esta región: Chertudi, I, N. º 9, Di Lullo, 266-267, Dávalos, 39-43, entre otros.

El cuento de El zorro y el quirquincho meleros no figura en otra clasificación científica general fuera de la de Hansen ** 68, A, que la ha tomado de cuentos argentinos.