Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Anterior Indice Siguiente




ArribaAbajoJornada II

 

Sala en casa de DOÑA CECILIA.

 

Escena I

 

LISARDO, el ALFÉREZ; luego, DOÑA CECILIA, dentro.

 
ALFÉREZ
¿Hay tal regalo, hay tal cama,
tal limpieza, tal olor,
tan lindo gusto de amor,
siendo fregona la dama?
Lisardo amigo, ¿esto es sueño? 5
Que de gusto estoy sin mí.
Bien haya lo que perdí,
pues nos metió en este empeño.
LISARDO
Pues yo traigo el alma loca
de un pesar que la traspasa. 10
ALFÉREZ
¿Qué decís, siendo esta casa
libro de qué quieres, boca?
LISARDO
Aguirre amigo, mi amor,
que cuando aquí entramos fue
inclinación, ya en mi fe 15
se va pasando a furor.
ALFÉREZ
Pues ¿hay algo que aventure
vuestro amor en su hermosura?
¿Qué os ofende la locura,
sil tenéis quién os la cure? 20
LISARDO
Ya sabéis que Margarita
todas las noches me mete
de su ama en el retrete,
donde amor no me limita
el favor, la estimación 25
qué a doña Francisca debo.
A pintaros no me atrevo
el primor, la discreción
de su amor casto y discreto;
sólo explico el primor 30
con deciros que mi amor
ha vencido su respeto;
que, como es tan soberano
su discurso, la imagino
deidad, y con lo divino 35
no me atrevo a ser humano.
A la mayor indecencia
que mi pecho se ha atrevido,
a besar su mano ha sido,
y esto por ser reverencia. 40
Puse en ella el labio ufano;
Más mirad cuál es mi amor,
pues no me apaga el ardor
todo el cristal de su mano.
ALFÉREZ
Pues ¿de qué es vuestro pesar? 45
Que no se infiere del cuento.
LISARDO
Hasta aquí todo es contento,
mas ahora entra el azar.
Estando con ella, amigo,
de esta ventura en el centro, 50
le halló la tía allá dentro.
ALFÉREZ
Cuerpo de Cristo conmigo;
¿Anoche?
LISARDO
Sí.
ALFÉREZ
Y no en balde
lo sentís; y ¿halló a los dos?
LISARDO
Juntos.
ALFÉREZ
Menos mal, por Dios,
55
fuera que entrara un alcalde;
y ¿qué dijisteis?
LISARDO
Amigo,
cogióme tan de repente,
que no hallé cosa decente
de mi disculpa testigo; 60
mas sabiendo que ella es
tan amiga de afición,
dile por su inclinación,
y salió peor después.
Dije que de mi osadía 65
era disculpa el amor,
que ella me movió al error,
y que yo se le tenía;
que es cobarde el que se inclina;
y como no me atreví 70
a decirlo, me valí
del medio de su sobrina;
y que a pedirla había entrado
que ella mi amor la dijera.
ALFÉREZ
¡Que tal desatino hiciera 75
un hombre mozo y soldado!
¿A fingir amor se pasa
a una dueña?
LISARDO
¿Por qué no?
ALFÉREZ
Primero dijera yo
que entraba a robar la casa. 80
LISARDO
Pues ¿si el suceso me empeña?
ALFÉREZ
Más quisiera mi opinión
ser tenido por ladrón
que por galán de una dueña.
LISARDO
No es lo peor eso
ALFÉREZ
¿No?
85
Pues ¿qué?
LISARDO
Que lo acetó luego,
y llena de amante fuego,
a su cuarto me llevó,
y yo, fingiendo querella,
estuve pasando tragos; 90
y haciéndome mil halagos,
sin poder librarme de ella,
me tuvo la noche toda,
dando a su sobrina celos,
que temí, viven los cielos, 95
que fuese la de la boda.
De esto, amigo, resultó
que la sobrina al salirme
ni quiso verme ni oírme,
diciendo: «Esto se acabó.» 100
Y yo estoy en el tormento
de no verla, y de la tía,
que dice que en este día
se ha de hacer el casamiento.
Y el medio para vencella 105
sólo vos darle podéis,
pues con que la enamoréis,
podré yo librarme de ella.
ALFÉREZ
Jesús ¿eso habéis pensado?
¿Habéis perdido el sentido? 110
LISARDO
Pues ¿qué importa si es fingido?
ALFÉREZ
¿Yo de dueña enamorado!
LISARDO
Sólo eso este daño allana,
y por vos vivir espero.
ALFÉREZ
Vive Cristo, que primero 115
me eche por una ventana.
¿No sabéis que yo a una dueña
no la tengo por mujer?
LISARDO
¿Qué decís? Pues ¿qué ha de ser?
ALFÉREZ
No es mujer, sino cigüeña. 120
LISARDO
¡Que penséis tal desatino!
ALFÉREZ
Hermano, el temor me empeña,
porque yo en viendo una dueña,
pienso que es la de Tarquino.
¿En tocas meterme manda? 125
Que no es Flandes, advertid,
aqueste. Estando en Madrid,
¿queréis que muera en Holanda?
LISARDO
¿Fineza era tan extraña
la que mi amor os pidió? 130
ALFÉREZ
Pues ¿era san Jorge yo
para andar tras esa araña?
LISARDO
No es de la amistad indicio,
viendo que es mi pena más.
ALFÉREZ
Por vida de Satanás, 135
que me haréis perder el juicio.
Empeñadme vos de veras,
mandadme hacer de malicia
resistencia a la justicia,
aunque me echen a galeras, 140
o reñir en cosa hecha
con un zurdo, aunque yo acabe
a manos de quien no sabe
cuál es su mano derecha;
mas no amar viuda tan loca. 145
¿Soy yo ladrón negativo,
que queréis de alcalde esquivo
darme un tormento de toca?
LISARDO
¡Que en mujer tan principal
no sepáis poner el gusto! 150
ALFÉREZ
Hermano, yo no me ajusto
en no habiendo delantal
de picote, saya vieja,
sobre el guardapiés alzada,
la cintura a un lienzo atada, 155
lazo verde en la guedeja,
mantilla que me alborota,
con botón el zapatillo,
que descubriendo el tobillo,
la brujuleo como sota. 160
A éstas busco, a éstas pretendo,
que hablan claro. ¿Hay más que oír
una fregona decir:
«¿Ha visto el hombre? -¡No entiendo!-
Vaya adelante, Señor, 165
no se le acatarre el pecho.-
Ya aguardo, ángel. -¡Bien se ha hecho!-
¿Qué nos quiere? -Y eso ¿es flor?
¿Hace burla? -Andad con ellas.»
Y otras cosillas así, 170
que nacieron para mí,
o yo nací para ellas.
Y cuando está esquiva, más
del gusto es; más apacible
Ver rendir este imposible 175
con castañas y hipocrás.
LISARDO
Pues ¿qué he de hacer?
ALFÉREZ
Engañarla.
LISARDO
Y ¿de mi ángel la querella?
ALFÉREZ
Amarla y satisfacella.
DOÑA CECILIA

 (Dentro.) 

¿Chichón?


Escena II

 

CHICHÓN. LISARDO, el ALFÉREZ.

 
CHICHÓN
Ya voy a buscarla.
180
¡Jesús, Jesús! ¡qué empujones!
Desde amanecer empieza;
«Chichón, Chichón.» La cabeza
tengo llena de chichones.
LISARDO
¿Qué es eso?
CHICHÓN
Mi ama, que toda
185
la mañana me ha molido;
parece que ha amanecido
rabiando de hambre de boda.
ALFÉREZ
Pues ¿qué ahora te ha mandado?
CHICHÓN
Me manda que venga a usté 190
y diga que voy...
LISARDO
¿A qué?
CHICHÓN
¿A qué? Ya se me ha olvidado.
LISARDO
¿Qué dices? ¿Qué te mandó?
CHICHÓN
Dijo; mas espere usté,
y se lo preguntaré. 195
¡Ah! sí, ya se me acordó.
Dijo, válgate el dimoño,
que al audiencia del Vicario
vaya, y llame a un perdulario
para que haga el matrimoño. 200
LISARDO
Notario diría.
CHICHÓN
Voltario,
sí, Señor, que se fatiga
por voltarios; que es amiga
de tener el gusto vario.
LISARDO
¿Habéis visto tal quimera? 205
No sé, por Dios, qué he de hacer.
ALFÉREZ
Paciencia habéis menester.
CHICHÓN
Ah, sí; ¿cómo dijo que era?
LISARDO
Notario habéis de llamar.
CHICHÓN
Ya ello suena a calandario, 210
campanario y boticario;
no se me puede olvidar;
mas ¿dónde vive el Vicario,
Señor?
LISARDO
No sé dónde es.
CHICHÓN
Pues iréme a San Ginés; 215
mas por Atocha es mejor.
LISARDO
¿A Atocha habéis de ir ahora?
CHICHÓN
Por allí no puedo errar.
LISARDO
¿Cómo?
CHICHÓN
Mire usted: rezar
primero a nuestra Señora, 220
que esto Dios me los reciba,
y irme a palacio despacio.
LISARDO
Pues ¿qué haréis luego en palacio?
CHICHÓN
Preguntar adónde viva.
ALFÉREZ

 (Aparte a LISARDO.) 

¿Qué os importa que lo yerre? 225
Dejadle ir; ¿qué se os da a vos?
LISARDO
Dices bien. Andad con Dios.
CHICHÓN
Mi ama está erre que erre;
voy a buscar el Vicario,
que ella en él tiene su gloria; 230
ya bien llevo en la memoria
que he de traer un almario.


Escena III

 

LISARDO, el ALFÉREZ; luego, DOÑA FRANCISCA y MARGARITA. Éstas vienen hablando sin reparar en aquellos.

 
LISARDO
¡Qué no me socorráis vos!
Yo he de perder el sentido.
ALFÉREZ
Doña Francisca ha salido. 235
LISARDO
No sé qué hacerme, por Dios.
 

(Salen DOÑA FRANCISCA y MARGARITA.)

 
DOÑA FRANCISCA
¡Margarita, esto ha de ser,
yo no he de sufrir más celos.
¿Toda la noche con ella
hablando en su casamiento? 240
MARGARITA
Estos soldados, Señora,
tienen alma de venteros.
Él quiere a tía y sobrina,
que en estando en Flandes, luego
traen del príncipe de Orange 245
bula para el parentesco.
Ellos comen carne en viernes;
yo pregunté al compañero
que por qué carne comían,
y dijo: «Señora, tengo 250
un hermano tuerto, fraile.»
DOÑA FRANCISCA
No, Margarita; su intento
es casarse con mi tía
por codicia del dinero.
MARGARITA
Pues, ¿tú no tienes buen dote? 255
LISARDO
Aguirre, ¿no oís aquesto?
ALFÉREZ
De celos trae una escuadra;
embistan los mosqueteros
con dos mangas de lisonjas,
que con eso huirán los celos; 260
que en la batalla de amor
son los caballos ligeros.
MARGARITA
Señora, aquí están los dos.
LISARDO
Aurora de mi deseo,
sol de mi verde esperanza, 265
día de mi pensamiento,
primavera de mi amor...
DOÑA FRANCISCA
Ten, Lisardo, quedo, quedo
de primavera y de sol;
que aunque yo a no te debo 270
ese amor que significas,
tampoco no te merezco,
sabiendo yo que son falsos,
la injuria de esos requiebros.
LISARDO
¿Que son falsos? ¿Que es injuria? 275
Dueño mío, no te entiendo.
DOÑA FRANCISCA
¿No te casas con mi tía?
LISARDO
Tan poco crédito tengo,
de discreto, que has creído,
que pudiera ser tan necio? 280
¿Yo a tu tía?
ALFÉREZ
Vive Dios,
que aunque él estuviera ciego,
no se pusiera en los ojos
a tu tía por remedio.
LISARDO
¿Yo a tu tía?
MARGARITA
Y preparada.
285
DOÑA FRANCISCA
Señor Lisardo, no vengo
a buscar en vos halagos
que satisfagan mi pecho;
admitir satisfacciones
de agravios es otro riesgo, 290
pues sólo es entrarme al alma
para herírmela de nuevo.
Sólo vengo a suplicaros
que os salgáis de casa luego,
porque ya que os hallo ingrato, 295
no es bien que os vea grosero.
Enamorar a mis ojos
a mi tía, cuando tierno
fingíais conmigo, os hace
ingrato y mal caballero. 300
Dos culpas son, y sufrirlas
no he de poder. Idos presto;
que por no sufrir el otro,
os perdono un desacierto.
El de ingrato a mí me ofende, 305
ese os perdona mi pecho;
el de grosero os ultraja,
ese es el que ver no quiero;
mirad vos lo que os estimo,
pues perdonándoos, os dejo 310
que os vais desagradecido,
por no veros desatento.
Ven, Margarita.
LISARDO
Señora,
espera, mi bien, mi dueño;
sabe el cielo que te adoro, 315
que te estimo y te venero.
DOÑA FRANCISCA
Él lo sabrá, mas yo no.
LISARDO
Pues ¿cómo puede ser eso?
Si tú lo dudas, Señora,
¿no puede saberlo el cielo? 320
Escúchame.
DOÑA FRANCISCA
No he de oíros,
LISARDO
Óyeme, Señora, y luego,
si no quedas satisfecha,
obedecerte pretendo.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

Ya está Lisardo perdido. 325
¿Que no sepa un majadero
querer con comodidad,
como yo? No sé qué tengo,
que si cada tercer día
no me mudo y me renuevo 330
el amor y la camisa,
se me ensucian al momento.
DOÑA FRANCISCA
Mirad que saldrá mi tía.
LISARDO
Alférez, estad atento.
ALFÉREZ
Yo me ofrezco a ser espía; 335
pero mientras hablan ellos,
remólquenme esa fragata,
que ya que espía me han hecho,
no quiero serlo perdida.
DOÑA FRANCISCA
Ve, Margarita.
MARGARITA
Eso quiero.
340
 

(Hablan LISARDO con DOÑA FRANCISCA, y con MARGARITA el ALFÉREZ.)

 
LISARDO
Si fue forzoso fingir,
para salir del empeño,
que la amaba, y ella al punto
me propuso el casamiento,
¿cómo pude yo excusarlo? 345
Este engaño ha de ser medio
con que nuestro amor los dos
mejor vamos disponiendo.
DOÑA FRANCISCA
¿Cómo ha de ser?
LISARDO
De esta suerte.
 

(Bajan la voz.)

 
ALFÉREZ
¿Que no crees que te quiero? 350
MARGARITA
Pienso que de mí haces burla.
ALFÉREZ

 (Aparte. 

Miren si mi gusto es bueno:
¿hay cosa como querer
a quien me tiene respeto,
y que en tenerla yo amor 355
piensa que la favorezco?)
Ven acá; y ¿qué harás de costa
cada año, si eres mi empeño?
MARGARITA
Eso con un calzadillo,
tal vez unos lazos nuevos, 360
y esto muy de tarde en tarde;
unos guantes, los del tiempo,
la gargantilla de vidrio,
y con eso me contento.
ALFÉREZ
Y ¿por eso me querrás? 365
MARGARITA
Me colgaré de tu cuello.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

Ahorcado tal barato.
DOÑA FRANCISCA
Si excusar el casamiento
me prometes, a sufrir
que finjas amor me ofrezco. 370
LISARDO
Yo te doy palabra y mano
de ser tuyo a un mismo tiempo.
 

(Danse los manos.)

 
DOÑA FRANCISCA
Y yo de esposo la admito.
ALFÉREZ
Pues la mano se dan ellos,
dámela también.
 

(Danse las manos.)

 
MARGARITA
Sí haré:
375
Alférez, toca esos huesos;
que yo seré la bandera.


Escena IV

 

DOÑA CECILIA, que observa desde la puerta. Dichos.

 
DOÑA CECILIA
¡Qué es lo que miro! ¡Qué veo!
Desafío es mano a mano.
ALFÉREZ

 (Aparte a LISARDO.) 

Hola, la tía; al remedio. 380

 (En alta voz.) 

Esta raya os significa
inclinada por extremo
a beber, y en el beber
habéis de tener un riesgo.
MARGARITA
Bien decís; y este es el trago 385
que me amenaza.
LISARDO
Convento
significa aquesta raya;
que habéis de ser monja es cierto.
DOÑA FRANCISCA
Vos me dais muy buenas nuevas,
porque eso es lo que deseo; 390
que yo estoy tan bien hallada
con este recogimiento
en que me tiene mi tía,
que esa es la elección que tengo.
DOÑA CECILIA

 (Saliendo.) 

¿Qué es eso?
ALFÉREZ
Curiosidades
395
que allá en Flandes aprendemos.
DOÑA CECILIA
¿En Flandes saben de manos?
ALFÉREZ
Pues ¿ahora dudáis eso?
Sin saber quiromancia
no puede uno ser sargento. 400
DOÑA CECILIA
Y ¿ha de ser monja Frazquita?
LISARDO
Tres señales tiene dello.
DOÑA CECILIA
Cierto que le está muy bien;
que hay tan malos casamientos,
que es una muerte un marido. 405
DOÑA FRANCISCA
Sí, Señora, mas yo pienso
que tú no temes morirte.
DOÑA CECILIA
Vivo bien y no lo temo.
Ea, entráos a hacer labor;
que aunque sea tan honesto, 410
parecen mal las doncellas
con los hombres.
MARGARITA
Eso es cierto;
pero también las viudas.
DOÑA CECILIA
¿Quién os mete a vos en eso?
DOÑA FRANCISCA
Tiene razón Margarita; 415
que tú te quedas con ellos,
y sabe Dios la que tiene
más malicia en el intento.
DOÑA CECILIA
Pues ¿qué malicia, atrevida?
Ea, entráos allá dentro, 420
no me hagáis descomponer.
DOÑA FRANCISCA
No haga tal, ya nos iremos;
que a quien trata de ser novia,
descomponerla es gran yerro.
 

(Vase con MARGARITA.)

 


Escena V

 

DOÑA CECILIA, LISARDO, el ALFÉREZ.

 
DOÑA CECILIA
¿Qué es lo que dices, Francisca? 425
LISARDO
Si tratas del casamiento
tan en público, que envías
por el notario, ¿qué exceso
hace en decírtelo ella?
DOÑA CECILIA
Pues dígalo; que hoy intento 430
desposarme, si es posible;
que todo lo hace el dinero
y el Nuncio. Tú, dueño mío,
¿no irás luego a disponerlo?
¿Qué es lo que dices, querido? 435
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

¡Voto a Dios, que pierdo el seso!
¡Que haya hombre que oiga a una dueña
amores, sin que primero
vaya a meterse ermitaño!
LISARDO
Señora, por ti te advierto 440
que, sin que hayas dado estado
a tu sobrina, es gran yerro
publicar que tú te casas.
DOÑA CECILIA
Casémonos de secreto.
¿Hay más de que no se sepa? 445
LISARDO
Tú me aprietas tanto en eso,
que es forzoso, aunque lo sienta,
que te declare el secreto.
DOÑA CECILIA
¿Qué secreto?
LISARDO
Que los dos
ser casados no podemos. 450
En la carta de tu hermano
¿no dice que yo le debo
más que mucha obligación?
DOÑA CECILIA
Pues bien, ¿qué se infiere de eso?
LISARDO
Señora, yo vine aquí 455
por un intento encubierto,
que ya se ha desvanecido,
y declarártelo puedo.
Yo soy hijo de tu hermano,
que allá en sus años primeros 460
me tuvo en madama Blanca,
que en todo el país flamenco
no hubo dama más hermosa.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

Vive Dios, que halló remedio.
DOÑA CECILIA
Pues ¿eso es inconveniente, 465
sobrino? Ahora te quiero
mucho más; dame los brazos
por nueva que tanto aprecio;
que eso lo hacen mil ducados
de dispensación.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

Laus Deo.
470
Miren que presto saltó
el foso del parentesco.
LISARDO
Señora, ese inconveniente
no es el mayor que yo tengo.
DOÑA CECILIA
Pues ¿hay otro?
LISARDO
Sí, y mayor.
475
Ya sabré lo que yo debo
a Aguirre, que el ser mi alférez
en su amistad es lo menos;
y aseguro que en Vizcaya
su sangre es la de más precio. 480
Él me ha dicho que de ver
vuestra gracia y vuestro aseo,
se ha enamorado de vos.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

¡Qué es lo que escucho!
Esto es bueno. 485
Hombre, ¿has perdido el sentido?
LISARDO
Esto, Señora, es lo cierto,
y el mayor inconveniente;
porque yo tanto le quiero,
que sólo por él hiciera 490
la fineza de perderos.
Pero sólo me consuela
lo que mejoráis en esto.
¡Mirad qué talle y qué brío,
qué bizarría y qué aliento! 495
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

¡Está borracho Lisardo?
LISARDO
Y es tan grande caballero
como yo, aunque por mi madre
del conde Curcio desciendo.
ALFÉREZ

 (Aparte.) 

Señores, si ella lo cree, 500
de aquí me he de ir al infierno
antes que oírla un bien mío.
DOÑA CECILIA
Alférez, pues ¿cómo es eso?
¡Vos me queréis?
ALFÉREZ
No, Señora.
¿Yo? Ni por el pensamiento. 505
 

(Hablan aparte el ALFÉREZ y LISARDO.)

 
LISARDO
Fingidlo, amigo.
ALFÉREZ
¿Estáis loco?
LISARDO
Fingidlo por mí.
ALFÉREZ
No puedo.
LISARDO
Mirad que me dais la vida.
ALFÉREZ
Ya os he dicho que no quiero.
LISARDO

 (A DOÑA CECILIA.) 

Señora, él, de buen amigo, 510
disimula; más es cierto
que yo le hago gran pesar.
DOÑA CECILIA
Alférez, ¿qué decís desto?
ALFÉREZ
Señora, yo os vi sin tocas,
y me enamoré, mas luego 515
se me fue el amor al punto
que con tocas volví a veros.
DOÑA CECILIA
Pues si esto es así, ¿qué quieres?
LISARDO
Si él no da licencia de ello,
yo no le he de hacer pesar; 520
que sé que lo está encubriendo.
ALFÉREZ
Yo no encubro tal, Señora;
licencia doy al momento.
DOÑA CECILIA
Pues sobrino, ¿qué más quieres?
LISARDO

 (Aparte. 

Ello, aquí no hay más remedio 525
que de la dispensación
me valga el plazo.) Si es cierto
que lo permite el Alférez,
Señora, luego al momento
por dispensación se envíe. 530
DOÑA CECILIA
Pues dame los brazos fuego,
y no me lo regatees.
LISARDO
Y el alma también con ellos.


Escena VI

 

DOÑA FRANCISCA, MARGARITA. Dichos.

 
DOÑA FRANCISCA
Ya voy, Señora, ¿qué quieres?
Pero ¡qué es esto que veo! 535
Señor Lisardo, pues ¿vos
con mi tía descompuesto?
Y ¿aun por eso me llamabas?
Es muy grande atrevimiento.
MARGARITA
Y muy gran bellaquería, 540
y muy atrevido exceso
abrazará mi señora,
que es de virtud un ejemplo,
y nos enseña a nosotras
el recato que tenemos. 545
DOÑA CECILIA
¿Qué es lo que dices, Francisca?
Esto no es atrevimiento;
que Lisardo es mi sobrino,
y, le he abrazado por eso.
DOÑA FRANCISCA
¡Jesús! ¿Sobrino? ¿qué dices? 550
¿Eso, Señora, hay de nuevo?
Pues si por tía le abrasas,
por prima también yo puedo.
DOÑA CECILIA
Detente, no puedes tal;
que no es tanto el parentesco, 555
que dispensación no quepa.
DOÑA FRANCISCA
Tú la tendrás, según eso.
DOÑA CECILIA
Yo ¿de qué la he de tener?
DOÑA FRANCISCA
O la tienes, o a lo menos
querrás enviar por ella. 560
DOÑA CECILIA
Ya has escuchado el concierto.
MARGARITA
Eso, por aquel resquicio.
DOÑA CECILIA
Pues es verdad: ¿qué tenemos?
¿No me puedo yo casar?
DOÑA FRANCISCA
Sí puedes, pero con esto 565
sabré yo que tus recatos,
tus voces y tus encierros,
tus riñas y tus enojos
no son por mis galanteos,
sino porque no son tuyos 570
los galanes que yo tengo.
Yo te tenía por piedra,
mas, ya que mujer te veo,
también lo he de ser, que soy
más niña yo para serlo. 575
Tú, que me estás predicando
que sea monja, ¿este ejemplo
me das? Pues yo te lo admito,
y pido el mismo convento.
Que es una muerte un marido 580
dices, y a morir te has vuelto;
o el morirse no es muy malo,
o es el marido muy bueno.
¿Tú, que lo sabes, te casas,
y me predicas el riesgo? 585
¿Quieres que en mí sea temor
lo que en ti no es escarmiento?
¿Cómo he de creer las ansias
que siempre me estás diciendo
que pasabas con tu esposo, 590
si aquí las buscas de nuevo?
«¡Qué vida tan trabajosa
pasé con mi esposo muerto!»
¡Válgate Dios por trabajo,
que al gusto deja deseos! 595
Si tú vuelves a esta vida,
sin duda hay algún contento
que es mayor que sus trabajos,
pues tú atropellas por ellos.
Pues, tía, yo he de casarme; 600
que ya por saber me muero
un mal, que ponderas tanto,
y un gusto que le hace menos.
Y si preguntas por qué
en tal peligro me meto, 605
respóndele tú; que yo
me tomo aquí el argumento.
Quien la culpa que condena
comete, pague su yerro
o absuélvale, pues por mí 610
le cometió en el ejemplo.
Y habiendo yo de casarme
(esto es lo peor), te advierto
que si quieres a Lisardo,
nos encontramos en eso. 615
Yo también le quiero, tía,
y si entrambas le queremos,
tú le querrás por tu gusto,
más yo por mi honor le quiero;
que no soy yo tan liviana, 620
ni mi honor tan poco cuerdo,
que a quien no fuera mi esposo
diera entrada en mi aposento.
Él me ha dado la palabra;
mira lo que haces en esto; 625
porque yo tengo testigos,
y ha de cumplírmela luego.

 (Vase.) 



Escena VII

 

DOÑA CECILIA, MARGARITA, LISARDO, el ALFÉREZ.

 
DOÑA CECILIA
¿Qué es lo que dices, Francisca?
Margarita, ¿qué es aquesto?
MARGARITA
Yo, Señora, soy testigo, 630
y lo juraré a su tiempo.
DOÑA CECILIA
¿Tú testigo? ¿Tú lo has visto?
MARGARITA
Con estos ojos no menos,
que se han de comer la tierra.
DOÑA CECILIA
¿Tú has de hacer tal juramento? 635
Lo contrario has de jurar.
MARGARITA
¿Yo he de jurar falso? Arredro.
Y ¿el alma, Señora mía?
Pues ¿no sabes que hay infierno?
DOÑA CECILIA
¿Qué es infierno?
MARGARITA
Donde hay tías.
640
DOÑA CECILIA
Sobrino, ¿es aquesto cierto?
LISARDO
Yo señora...
MARGARITA
Yo testigo,
y lo juraré a su tiempo.

 (Vase.) 

DOÑA CECILIA
¿Qué es esto, Lisardo? Alférez,
hablad; ¿de qué estáis suspenso? 645
ALFÉREZ
Yo soy testigo también,
y lo juraré a su tiempo.

  (Vase.) 



Escena VIII

 

DOÑA CECILIA, LISARDO.

 
DOÑA CECILIA
¡Qué es lo que escucho! Lisardo,
idos de casa al momento;
idos, no deis ocasión 650
que a mis parientes y deudos
dé cuenta de esta traición,
y os hagan pedazos luego.
LISARDO

 (Aparte.) 

Esto es peor, vive Cristo,
porque con esto perdemos 655
comodidad y regalo,
sin saber dónde tenerlo;
y de malograr mi amor
me pongo a evidente riesgo
si ella avisa a sus parientes; 660
engañarla es el remedio.
DOÑA CECILIA
¿Qué esperáis aquí, Lisardo?
LISARDO
Señora, el sentido pierdo
viendo tan gran falsedad,
cuando yo sólo soy vuestro. 665
DOÑA CECILIA
¿Qué dices?
LISARDO
Que aquesto afirmo.
DOÑA CECILIA
Pues ¿quién mueve este embeleco?
LISARDO
¡Cómo he de saberlo yo,
Señora! Viven los cielos,
que es engaño; pues ¿por qué 670
queréis que finja que os quiero,
si no fuera la verdad?
DOÑA CECILIA
Pues si es sólo atrevimiento
de mi sobrina, enojada
porque casarla no quiero, 675
sobrino, ven al instante
y llevarás el dinero
para la dispensación;
y como mi esposo, y dueño
de esta casa, en su desorden 680
pon el instante remedio.
LISARDO
Remedio y castigo y todo.
DOÑA CECILIA
Pues entra luego por ello.


Escena IX

 

CHICHÓN, llorando; trae unos papeles. Dichos.

 
CHICHÓN
Ay de mí, pobre Chichón;
que vengo ya medio muerto. 685
¡Oh, lleve el diablo la viuda,
que me envió a tal enredo!
DOÑA CECILIA
¿Qué es eso, Chichón? ¿Qué trae?
CHICHÓN
¡Ay Señora! Muerto vengo.
Fuí a la audiencia del Vicario, 690
que es en un patio muy lleno
de mesas, con tanta gente
y tantos gritos entre ellos.
Llegué a una donde unos mozos
allí estaban escribiendo, 695
y con mucha cortesía
dije, quitado el sombrero:
«¿Quién es aquí el perdulario
para hacer un casamiento!»
Y apenas tal hube dicho, 700
cuando conmigo embistieron,
y a puñadas y patadas
me remendaron el cuerpo.
DOÑA CECILIA
¿Qué dice, Chichón?
CHICHÓN
Señora,
no soy Chichón, que antes vengo 705
todo lleno de chichones;
mire usté qué bien viene esto
con decirme a mí mi padre
que tener hijos no puedo,
si traigo aquí más de treinta 710
Chichoncitos.
DOÑA CECILIA
¡Que tan necio
sea, que olvide mi recado!
CHICHÓN
¡Ay Señora! Que no es eso.
DOÑA CECILIA
¡Que sea tan mentecato,
que a nada enviarle puedo, 715
que en vano siempre no sea!
CHICHÓN
Pues ahora en vano no vengo.
DOÑA CECILIA
Pues ¿qué ha hecho?
CHICHÓN
¿Qué? Aquí traigo
dos papeles que me dieron
para Frazquita.
LISARDO
¿Qué dices?
720
CHICHÓN
Pues ¿qué, manda para eso?
¿Quiere usté saber acaso
lo que a la otra escribieron?
LISARDO
Suelta, necio.
CHICHÓN
No haré tal;
que me lo han dado en secreto. 725
LISARDO

 (Toma los papeles.) 

¿Quién te dio aquestos papeles?
CHICHÓN
Ahí lo verán en ellos:
el letrado y don Martín.
DOÑA CECILIA
Léelos.
LISARDO
Eso pretendo.
CHICHÓN
Señores, miren lo que hacen; 730
que sabe más que Galeno
el letrado, y nos podrá
poner después algún pleito,
que nos cueste nuestra hacienda.
LISARDO
Del letrado es el que leo. 735

  (Lee.) 

«Señora, muchos litigantes van por nuestro parecer; pero el contrato de amor ha de ser in solidum, y no de mancomún. Un soldado tenéis en casa, y aunque sea primo, yo entiendo mejor que vos De militibus, capite sexto. Si enviáis por dispensación para casaros, yo lo he de estorbar, que para esto tengo a Salgado, De retentione. Y con esto, vale. Fecha, ut supra. -El licenciado Celedón de Ampuero

DOÑA CECILIA
¡Viose tan gran desvergüenza!
CHICHÓN
Mire usté si bien le advierto.
¡Tome, y los tiestos que sabe!
LISARDO
El de don Martín ver quiero.

  (Lee.) 

«Señora, muy congojado estoy de lo mucho que ha que no os doy palabra de casamiento. Tres cédulas os he enviado, y por si el término de ellas se ha acabado, lo prorrogo en esta. -Digo yo, don Martín de Herrera, regidor que fuí de la villa de Arnedo, que doy palabra de casarme con doña Francisca Maldonado, a su voluntad, a quien debo estas finezas, por tantas de contado; y así lo juro a Dios y a esta cruz. -Don Martín de Herrera, regidor de Arnedo.»

DOÑA CECILIA
Lisardo, ¿qué es lo que dices? 740
¡Que a tales atrevimientos
ocasión de mi sobrina!
Ya a ti te toca el empeño.
LISARDO
Yo pondré remedio en todo,
y castigaré este exceso. 745
DOÑA CECILIA
Y el chichón ¿es alcahuete?
CHICHÓN
¿Alcahuete? ¡Santos cielos!
¡Alcahuete me han llamado
a mí, que un hermano tengo,
que va a caballo delante 750
del Rey!
DOÑA CECILIA
Pues ¿qué es?
CHICHÓN
Su cochero;
y tengo dos primos yo
sacristanes en Oviedo.
¿Yo alcahuete? ¡Jesucristo!
Págueme usté mi dinero; 755
que no quiero estar en casa.
DOÑA CECILIA
¿Qué dice?
CHICHÓN
Lo que la cuento.
¿Yo deshonrar mi linaje?
LISARDO
Él no tiene culpa de ello.
CHICHÓN
Sepa su merced que soy 760
más hidalgo que un torrezno;
y si fue bruja mi madre,
no tuve yo culpa dello;
que ya por eso en Logroño
la dieron su salmorejo. 765
No he de parar más en casa.
LISARDO
Sosiéguese, que el remedio
pondré yo en quien tiene culpa.
CHICHÓN
No hay que tratar, esto es hecho.
¿A mí me llama alcahuete, 770
que soy Chichón de Barrientos,
de Gil e Barrientos hijo,
y de Lain Lainez nieto,
Bisnieto de Sancho Sánchez
y chozno de Méndez Mendo? 775
Eso, como el A B C
sé yo todos mis abuelos.
DOÑA CECILIA
Ven al momento, sobrino,
y luego lleva el dinero;
y mira por nuestro honor, 780
pues ya el de todos es nuestro.
LISARDO
Vamos pues, Señora.
DOÑA CECILIA
Vamos.
LISARDO

 (Aparte.) 

¿Mil ducados? Tomarélos;
que ellos servirán de ayuda
para lograr mis intentos. 785
 

(Vase con DOÑA CECILIA. Empieza a oscurecer.)

 


Escena X

 

CHICHÓN.

 
¿A mí alcahuete? A mí teniendo abuelos?
En la garganta, cielos,
toda la honra se me ha hecho un nudo,
y aquí me temo ahogar si no estornudo.
En un libro leí los otros días 790
que hay un viejo que llaman Matatías;
pues Chichón, luego de buscarle trata,
y si le hallo, sabré a cómo las mata;
que quiero, por honor de mis pasados,
vengarme, aunque las mate a cien ducados. 795
Porque ya ha anochecido y hace lodos,
no le voy a buscar; mas si los codos
del hambre me sé comer, he de buscalle.
¿Piensa que lo ha con bobos? Pero calle:
ello ¿no hay Matatías? ¡Oh gran viejo! 800
Pues hoy ha de valerme su consejo.
A todo el mundo hará gran beneficio;
no tiene el Rey que dar mejor oficio.
Pero en la sala pasos he sentido;
no puedo ver quién es, que ha oscurecido. 805


Escena XI

 

El LICENCIADO. CHICHÓN.

 
LICENCIADO
Del papel vengo a ver si hallo respuesta,
que me ha costado hoy toda la siesta
de estudio, porque fuese bien escrito.
CHICHÓN

 (Aparte.) 

¿Quién va?
LICENCIADO
¿Chichón amigo?
CHICHÓN
¡El letradito!
LICENCIADO
¿Qué hay del papel? 810
CHICHÓN

 (Aparte.) 

¡Ay Dios! ¿Si hará prenderme
en sabiendo lo que hay? ¡No sé qué hacerme!
LICENCIADO
¿Qué dices?
CHICHÓN
Me costó mil embarazos.
LICENCIADO
¿Cómo?
CHICHÓN
La tía le ha hecho mil pedazos.
LICENCIADO
Pues ¿cómo tú el secreto has revelado? 815
CHICHÓN
¿Revelar? Sepa usted, señor letrado,
que yo soy más leal, sin duda alguna,
que el paje de don Álvaro de Luna.
LICENCIADO
Ya lo sé yo.
CHICHÓN
La tía lo ha rompido,
y me llamó alcahuete.
LICENCIADO
¿Qué eso ha habido?
820
CHICHÓN
¿Quiere usted ordenarme una querella
para el juez Matatías contra ella?


Escena XII

 

DON MARTÍN. Dichos.

 
DON MARTÍN
Mientras es hora de otro galanteo,
vengo a ver si se logra mi deseo
con el papel, que a tantas que prometo 825
casamiento, en alguna tendrá efeto.
CHICHÓN

 (Al LICENCIADO.) 

¡Ay, Señor, grande mal si es el sobrino!
LICENCIADO
¿Qué he de hacer?
CHICHÓN
Esconderos a este lado.

  (Escóndele.) 

LICENCIADO
Sácame de aquí presto, hombre del diablo.
CHICHÓN
Yo os sacaré. ¿Quién va?
DON MARTÍN
Yo soy.
CHICHÓN
¡San Pablo!
830
¿A qué viene, Señor? Gran mal sospecho.
¿No sabe el caldo que el papel ha hecho?
DON MARTÍN
¿Qué caldo?
CHICHÓN
De alcaparras.
Váyase, no tengamos la de marras.
DOÑA CECILIA

 (Dentro.) 

Hola, Chichón.
DON MARTÍN
¿Quién es?
CHICHÓN
¡Santa María!
835
DON MARTÍN
¿Es el soldado?
CHICHÓN
No, sino la tía,
que es peor que soldado y bandolero.
Mira que viene.
DON MARTÍN
Aquí esconderme quiero.

 (Va a esconderse donde está el LICENCIADO.) 

CHICHÓN
¿Dónde va?
DON MARTÍN
A esconderme.
CHICHÓN
En otro nido;
que en este está otro pájaro escondido. 840
 

(Escóndese DON MARTÍN en otra parte.)

 


Escena XIII

 

DOÑA CECILIA. CHICHÓN; el LICENCIADO y DON MARTÍN, ocultos.

 
DOÑA CECILIA
Chichón, ¿qué es eso? ¿Con quién hablaba ahora?
CHICHÓN
Rezo mis devociones; que ya es hora.
DOÑA CECILIA
Yo he sentido aquí pasos de otra planta.
CHICHÓN
¿Pasos ahora? ¿Es Semana Santa?
DOÑA CECILIA
Yo pasos he sentido y visto un bulto; 845
señal que alguno hay por aquí oculto.
CHICHÓN
Pues eso es la verdad; que se me ha hinchado
no sé qué, y tengo un bulto en este lado.
DOÑA CECILIA
Sacad luces. ¡Francisca, Margarita,
sobrino, hola!
CHICHÓN

 (Aparte. 

Tu lengua sea maldita.)
850
¿Qué hace, Señora? Calle, no le llame;
que topará con ellos.
DOÑA CECILIA
¿Cómo, infame?
¡Francisca, Margarita!


Escena XIV

 

DOÑA FRANCISCA, MARGARITA, con luz; LISARDO, el ALFÉREZ. Dichos.

 
DOÑA FRANCISCA
¿Qué nos quieres?
LISARDO
¿Qué das voces, Señora?
DOÑA CECILIA
Pues ¿no infieres
el riesgo de mi voz? Aquí he sentido 855
Un hombre con Chichón y está escondido.
CHICHÓN
Señores, que se engaña y precipita;
que son dos por aquesta cruz bendita.
DOÑA CECILIA
¿Qué es lo que dices, simple?
CHICHÓN
Aquí está el uno.
 

(Saca al LICENCIADO.)

 
LICENCIADO
¿Qué haces, tonto?
CHICHÓN
No sea usté importuno.
860
DOÑA CECILIA
¡Qué es lo que miro! ¿En mi casa
un hombre escondido está?
Sobrino, a tu honor le importa;
este hombre se ha de casar
con mi sobrina al instante. 865
LISARDO

 (Aparte.) 

No me faltaba a mi más.
DOÑA FRANCISCA
¿Qué es lo que dices, Señora?
DOÑA CECILIA
Contigo se ha de casar.
MARGARITA

 (Aparte.) 

Válgate el diablo por tía,
fondo en suegra.
LICENCIADO
Eso me está
870
muy bien a mí; esta es mi mano.
CHICHÓN
Téngase, que hay mayor mal;
que no se remedia nada
con eso.
DOÑA CECILIA
¡Hay tal necedad!
¿Qué es lo que dices, simplón? 875
CHICHÓN
Pues el otro que allí está
¿hase de casar conmigo?
LISARDO
¿Otro hombre escondido hay?
CHICHÓN
Sí, Señor; véle usté aquí.

 (Saca a DON MARTÍN.) 

DON MARTÍN
Calla, hombre de Satanás. 880
CHICHÓN
Calle él con dos mil diablos;
que tiene por qué callar.
DOÑA CECILIA
¡Qué es lo que miro! Sobrino,
vuestro honor perdido está
si uno de ellos no se casa. 885
LISARDO
Bueno.
ALFÉREZ
¿Qué llama casar?
Lisardo, mueran entrambos.
DOÑA CECILIA
Alférez, mi honor mirad;
que eso es hacer más mi afrenta.
MARGARITA

 (Aparte.) 

¡Que haga esta tía infernal, 890
el viejo de la comedia!
LICENCIADO
Para mí dicha será
darla al instante la mano.
DON MARTÍN
Darla yo os importa más;
que es dicha mía y aun suya. 895
DOÑA CECILIA
Lisardo, escoge tú cuál,
porque de los dos el uno
casado aquí ha de quedar.
DOÑA FRANCISCA

 (Aparte a LISARDO.) 

Mira lo que haces, Lisardo.
LISARDO

 (Aparte. 

Así lo quiero estorbar.) 900
El que fuere de los dos
de más mérito capaz
se ha de casar con mi prima.
LICENCIADO
Pues ¿en eso hay que dudar?
Yo he sido de San Clemente 905
Alcalde mayor, demás
de que yo entré aquí el primero,
como ese hombre lo dirá;
y la ley primi ocupantis
por derecho me la da. 910
DON MARTÍN
¿Qué ley? Pues ¿un licenciado
se quiere ahora igualar
con un regidor de Arnedo?
LICENCIADO
¿Cómo regidor? ¿No es más
ya grado de bacalauro? 915
CHICHÓN
No es más, sino mucho más
el grado de bacallao.
ALFÉREZ
El remedio que aquí hay,
es que salgan a campaña,
y al que allí valiere más 920
le deis a vuestra sobrina.
DON MARTÍN
Yo lo aceto, salga ya;
tome armas, seor Licenciado,
que yo lo espero en San Blas.

 (Vase.) 

DOÑA CECILIA
Alférez, ¿qué es lo que hacéis? 925
LISARDO
Esto es más autoridad
de nuestro honor; bien ha dicho,
Licenciado, ¿qué esperáis?
LICENCIADO
Señor, yo reñir no quiero;
que vengo a casarme en paz. 930
ALFÉREZ
¿Cómo no? Viven los cielos,
que lo habéis de pelear,
o se la han de dar al otro.
LICENCIADO
Dénsela con Barrabás;
que yo no quiero reñir. 935
LISARDO
¿No veis que infame quedáis?
LICENCIADO
Señor mío, ¿no hay aquí
tomallo u dejallo? Más,
yo no he menester mujer
que la haya de sustentar 940
con la espada y la comida.
DOÑA CECILIA
Dice bien, y pues se va
el otro, este no ha de ir
sin casarse.
DOÑA FRANCISCA
Eso será
si quiero yo, y con ninguno 945
de los dos me he de casar.
LISARDO
¿Cómo no? Viven los cielos,
que la mano habéis de dar
al que de los dos venciere.
Licenciado, ¿qué aguardáis? 950
LICENCIADO
Yo me voy, mas no a reñir.
LISARDO
Pues ¿dónde os vais?
LICENCIADO
A cenar.

 (Vase.) 

DOÑA CECILIA
¿Qué es esto, Lisardo? ¿Cómo
entrambos a dos se van
sin casarse? Pues ¿mi honor? 955
LISARDO
Eso a mí me importa más.
DOÑA CECILIA
¿Cómo importar? Detenedle,
Alférez; que esto es quedar
toda mi casa sin honra.
LISARDO

 (Al ALFÉREZ.) 

Detenéos; ¿dónde vais? 960
DOÑA CECILIA
No le detengáis.
LISARDO
Sí quiero.
¿Yo a mi prima la he de dar
a quien rehúsa un desafío?
DOÑA CECILIA
Pues vos ¿cómo así me habláis?
LISARDO
Porque el honor de mi prima 965
es mío. Y me importa más
a mi que a vos, y porque
yo soy vuestro esposo ya,
y a quien los daños de casa
toca sólo el remediar; 970
y vos no habéis de tener
más dueño que yo. Ea, entrad
a cuidar de lo que os toca
dentro de casa; que acá
yo sabré lo que me importa. 975
DOÑA CECILIA
Pues ¿cómo así me tratáis?
LISARDO
¿No soy vuestro esposo?
DOÑA CECILIA
Sí.
LISARDO
Pues ¿por qué no he de mandar
a mi mujer?
DOÑA CECILIA
Es razón.
LISARDO
Pues entráos. ¿Qué aguardáis? 980
DOÑA CECILIA
Ya os obedezco, marido.
Oigan, de fuera vendrá
quien nos echará de casa.

 (Vase.) 

DOÑA FRANCISCA
¿Cómo, ingrato y desleal?
¿Tú marido de mi tía? 985
LISARDO
Sí, Señora; ¿lo dudáis?
Y vos de quien yo quisiere
lo habéis de ser.
DOÑA FRANCISCA
Eso es más.
LISARDO
Entráos vos también adentro.
MARGARITA
¿A mi señora tratáis 990
de ese modo?
ALFÉREZ
¿Quién la mete
a ella aquí? Vaya a fregar
y a prevenirnos la cena;
que Lisardo es su amo ya,
si fue huésped hasta aquí. 995
MARGARITA
Bueno, de fuera vendrá
quien nos echará de casa.

 (Vase.) 

CHICHÓN
Pues ¿de esa suerte tratáis
a mi mujer?
ALFÉREZ
¿Qué mujer?
CHICHÓN
Margarita, que lo es ya; 1000
que ya no quiero ser virgen,
sino mártir, y mirad
que es mi esposa.
ALFÉREZ
Y vos también
idos al punto a limpiar
la caballeriza.
CHICHÓN
¿Yo?
1005
ALFÉREZ
Sí, vos.
CHICHÓN
De fuera vendrá
quien nos echará de casa.
LISARDO
Esto lo acredita más.
Alférez, a mis criados
vos no mandéis ni riñáis; 1010
idos de aquí.
ALFÉREZ
¡Yo también!
LISARDO
Vos también.
ALFÉREZ
Pues el refrán
también se hizo para mí.

 (Vase.) 

DOÑA FRANCISCA
Dueño esquivo de mi mal,
¿qué es esto? ¿Con tal traición 1015
tú me has venido a engañar?
¿Tú te casas con mi tía?
LISARDO
Mi bien, yo no intento tal.
Saben los cielos divinos
que tú sola la deidad 1020
eres que el alma venera.
DOÑA FRANCISCA
Pues ¿qué es esto?
LISARDO
Dar lugar
a que nuestro amor se logre.
DOÑA FRANCISCA
Pues ¿cómo tomado has
para la dispensación 1025
mil ducados?
LISARDO
Para dar
más logro al intento mío
con este engaño, y verás
como luego en una joya
te los vuelvo.
DOÑA FRANCISCA
No hagas tal;
1030
deja joyas, la firmeza
sólo de tu amor me da.
LISARDO
Esa en el alma la tienes.
DOÑA FRANCISCA
¡Ay Lisardo! ¿Eso es verdad?
LISARDO
Pues ¿tú lo dudas?
DOÑA FRANCISCA
Lo temo.
1035
LISARDO
Tuyo soy.
DOÑA FRANCISCA
Dicha será;
pues con eso...
LISARDO
¿Qué pretendes?
DOÑA FRANCISCA
Los pensamientos que están
tristes en mi corazón,
a los alegres que ya 1040
entran en él, dirán luego...
LISARDO
¿Cómo?
DOÑA FRANCISCA
De fuera vendrá
quien de casa nos echará.
 

(Vanse.)

 



Anterior Indice Siguiente