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10

[«el» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 

11

[«vínculo» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 

12

[«veces» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 

13

Los que desean saber lo que se ha escrito con más juicio y solidez contra los teatros, deben procurarse las Cartas de Mr. Desprez de Boyssis sobre esta materia, en donde se halla una historia muy curiosa de las obras en favor y contra de los teatros. Estas Cartas, de que se acaba de dar la sexta edición en dos tomos en 12, anuncian un literato, tanto más digno de estimación, cuanto reúne a la sabiduría de los principios y solidez del razonamiento el mérito de un erudición muy vasta, y el talento de hacerla servir sin presunción. (N. del A.)



 

14

En efecto se ha verificado este pronóstico: dicho Abate ha publicado la nueva edición de su obra en diez volúmenes en 8 sumamente aumentada, impresa en Ginebra ya con su propio nombre Guillermo Thomas Raymal.

Ha salido en la forma que aquí se indica, algo corregida en sus falsedades contra los españoles; en cuanto a sus invectivas les viene a dejar al nivel de las demás naciones: encarnizándose ahora con más ahínco contra los portugueses, que antes había tratado mejor; y en todo lo demás habla con igual o mayor desenfreno que en su edición primera.

Por auto del Parlamento de París de 25 de mayo de este año de 1781, ha sido condenada a ser rasgada y quemada por mano del verdugo por impía, blasfema y sediciosa, &c. lo que se ejecutó el 29 del mismo mes, y condenado su autor a prisión, &c. según costumbre en semejantes casos. Se ha escapado de Francia, y en el actual mes de junio se halla en Spa, pueblo bien conocido de Alemania por sus célebres aguas.

Dicho auto del Parlamento contiene 14 páginas: en su relación expone M. Seguier la avilantez con que injuria el autor a todas las religiones o creencias de todos los pueblos: confunde la verdadera con las demás; y en fin hace de ella el objeto de su desprecio, y de su más sacrílega burla. Alza el grito contra las preocupaciones, entendiendo por preocupaciones cuanto hay de más sagrado en la religión cristiana y el estado; esto es, la forma de la administración pública, el gobierno civil, los dogmas y misterios de nuestra santa religión, los incontrastables fundamentos de la Iglesia y el respeto debido a sus ministros destinados a instruir los fieles en la moral del Evangelio, y en las verdades de la fe. Se esfuerza en multiplicar los elogios de la filosofía, pero entiende por esta expresión, no la ciencia sublime que realmente merece este nombre, sino esta audaz filosofía del siglo, que destruye y no edifica, y que no conoce otras reglas que sus caprichos.

En las observaciones que de paso hace este docto letrado sobre los alucinados partidarios de semejante filosofía y sus falsos principios, distingue aquélla de la verdadera, y condena éstos. No por eso, dice, dejamos de hacer justicia a las tareas de los hombres infatigables que procuran ilustrar su siglo. La sociedad debe a las ciencias y a los que las cultivan un reconocimiento sin límites por todos los descubrimientos que son hijos de sus laboriosas vigilias. Las artes y las letras se han unido como de concierto para fecundar el corto espacio de la vida humana.

Recorriendo ligeramente las atrocidades y errores en que se recrea el autor, y los absurdos, los falsos principios, la falta de pudor con que se ceba en sus continuas y amargas declamaciones, exclama M. Seguier, y éste es un hombre profeso en una orden religiosa (la extinta Compañía de Jesús) un hombre revestido del carácter y dignidad sacerdotal, un hombre que se califica de ciudadano y de amigo de todos los hombres; un hombre que pretende ser contemporáneo de todas las edades. Este hombre se atreve a propalar semejantes proposiciones.

Luego prosigue... la impiedad, la audacia, la irreligión, el espíritu de independencia, se hallan de tal modo en la obra, que excita en este momento nuestra reclamación, pudiendo decir con seguridad que el autor ha abusado de los más distinguidos talentos para formar de una historia interesante en sí misma e instructiva para todos los gobiernos un bárbaro código, que no lleva otro fin que el trastornar todos los fundamentos del orden civil. Este ligero extracto puede confrontarse con la sentencia de Lisboa ya referida, y con el juicio que por mayor se hace en esta carta, para formar un verdadero concepto de tan ruidosa obra en el mundo literario. (N. del A.)



 

15

[«propósito» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 

16

[«Velmont» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 

17

Ya sé que en este mismo año de 1780 va a darse al público una magnífica edición de D. Quijote por la Academia Española. (N. del A.)



 

18

Desde el 31 de mayo de este presente año de 1781 se publica en Madrid todos los jueves el papel periódico intitulado Correo literario de Europa, en el que se da noticia de los libros nuevos, de las invenciones y adelantamientos hechos en Francia y otros reinos extranjeros, pertenecientes a las ciencias, agricultura, comercio, artes y oficios, publicados en París desde el mes de noviembre de 1780.

También se publica en Madrid todos los jueves otra obrita periódica intitulada El Censor, desde principios de febrero de este mismo año de 1781. (N. del A.)



 

19

[«descasen» en el original, corregido de la fe de erratas. (N. del E.)]



 
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