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Del autor a los actores: El traslado de una comedia

Bernard P. E. Bentley


Universidad de Saint Andrews (Escocia)



La Biblioteca Nacional de Madrid posee un insólito manuscrito de la comedia Antes que todo es mi dama de don Pedro Calderón de la Barca1. El manuscrito Ms. 16807, que no es hológrafo, procede de la colección de Osuna2. En su posterior encuadernación consta de 67 hojas en cuarto, ya gastadas por los bordes, sin paginación ni foliación. No se puede averiguar el número exacto de pliegos que tiene sin deshacer la encuadernación, pero a primera vista éstos no parecen muy regulares, sin embargo no le faltan hojas al texto. El papel muestra dos filigranas distintas que hasta el momento no se han podido identificar. La primera se compone de dos círculos, uno encima del otro, el superior lleva inscrito el monograma «AN» y el inferior una «b» [?]. La segunda filigrana representa un escudo con cruz, con una corona encima y a ambos lados, tenantes, unos pegasos nacientes con dos patas y un ala de tres picos3. La primera página fue reforzada con otra pegada al verso antes de que se encuadernase el manuscrito, y reza «La Gran Comedia de | Anteƒ que todo eƒ mi dama | De | Don Pº Calderón | Trasladose en Málaga por Gusto | de la Compª de Margta Zuazo en | 20 de febº de 1678 | Para On | Villay». (Fig. 1)4. Esta fecha es posterior a la de la primera impresión conocida de la comedia en la Parte Diez y Siete de comedias nuevas, y escogidas de los meiores ingenios de Europa en Madrid y anterior a la Octava Parte de Vera Tassis5. La última página (fol. 67vo) lleva lo que parecen ser pruebas o ensayos de pluma (Fig. 2).

El manuscrito, que no está paginado ni foliado, presenta sin embargo una variedad de detalles interesantes aunque marginales. En el centro del margen superior de 103 páginas se encuentra una nota «J», hay siete páginas que llevan «H» y cuatro páginas que en vez de estos signos llevan una cruz «†», quedando veintidós páginas sin ningún encabezamiento. No hay un criterio que parezca determinar esta distribución y es muy probable que correspondan a la práctica de encabezar una obra, capítulo, jornada o página con una dedicación al Salvador «JHS». En el folio 58 se encuentra en la esquina superior derecha de un «l», y en el folio 62rº un «2». En siete ocasiones se ha puesto una erre, «r», en el margen izquierdo del texto, pero otra vez no parece responder a ningún criterio comprobable. En dos ocasiones se encuentra un «1/2» en el margen izquierdo, pero en el segundo caso falta la segunda parte del verso del romance6. De puntuación no hay rasgo salvo unas escasas ocasiones que no corresponden, claro está, a la sintaxis de la frase sino más bien a lo que sería una pausa dramática o un silencio muy eficaz para la representación en el contexto inmediato. Los folios 45vº y 46rº (Fig. 4) muestran esta carencia

de puntuación. Sólo se citará, a título de ejemplo, las dos ocasiones encontradas en la tercera jornada:

fol. 58 hdoMientraƒ llegan quisiera
  hacerte Vna pregunta si esto fuera
 Vn Sarao, Vn Combite, Vn Cumplimiento
 Vn A Companamiento
 senor en todo esto
 daríasme tu lado(III: 701-706; 569b)7

fol. 61rº liƒ...el tiene de mí dos quejas
  Vna que tomado aya
 De Vn amigo el nombre y otra
 que anoche me allo en Su Caƒa
 eƒcondido, y yo pretendo
 oy Satisfaçerle aen trambaƒ
 y por obligarle aquí
  me eƒCuche Con Mas templança
 hasta el fin quiero empeçar...(III: 843-851; 570b)

Las abreviaciones típicas son también escasas en este manuscrito, apenas unos cuantos «qu», pero sin embargo aparecen abreviaciones en la portada mencionada y siempre que se cita el nombre de un personaje delante de su discurso o intervención, tal y como se solía presentar en las sueltas.

Uno de los hechos que hace al manuscrito más insólito es que cuenta con un gran número de versos truncados que, además, no se encuentran al final de la obra ni son consecutivos. Por ejemplo, al llegar al folio 12 se nota que a las seis últimas líneas de la página, así como a las ocho primeras líneas de la página siguiente (fol. 12), les faltan las palabras finales (I: 599-612; 552a/b, Fig. 3). Enseguida se nota un espacio en blanco en la parte inferior del folio 13vº. A continuación y hasta el final del cuadro (fol. 15vº; I: 762; 553b) faltan también las últimas palabras de cuarenta y tres versos, pero no son versos seguidos. Veintiocho de esos versos incompletos en el folio 14rº son el mismo personaje (I: 683-704; 553a) y sólo se escribió la primera sílaba de cada verso, una debajo de la otra, como dejando el espacio libre para añadir las palabras ausentes. Así que de los 3.566 versos de la comedia según el texto fijado por Vera Tassis, consta que al manuscrito le faltan tres versos completos, pierde dos cartas y tiene 559 versos truncados. Es decir que un 15,7% del manuscrito está defectuoso. La mayoría de los versos incompletos se encuentra en la tercera jornada (en concreto-Iª: 65 versos; IIª: 58 versos; IIIª: 436 versos). Los versos que faltan por completo según el texto de Vera Tassis se encuentran en la primera jornada (I: 752-754; 553b) pero en el folio 15rº ni siquiera se notan a primera vista. Al investigar por qué el manuscrito está defectuoso, concluí una hipótesis que confirma y contribuye a nuestros conocimientos actuales de las representaciones de las comedias en el siglo diecisiete8.

Fijándose en la caligrafía del manuscrito se comprueba que, aunque es trabajo de la misma mano en cursivas, se notan unos cambios bastante constantes en el trazado de las letras. Lo curioso es que estos cambios no se desarrollan progresivamente, a medida que se avanza en el manuscrito, y que la caligrafía no es uniforme en cada página, ni aún en el mismo renglón. Hay cambios que se registran en muchas páginas y hasta en un mismo verso. La primera variación evidente que se nota se debe a las plumas. Hay una pluma más bien gastada y usada que dejó huellas redondas y llenas. Hay otras letras escritas con una segunda pluma que parece apuntada correctamente y que formó unas letras de tamaño mediano como las que se ven en la primera página del manuscrito (Fig. 1). Una tercera pluma, más afilada, dejó letras muy finas y rasguñadas. Los folios 45vº y 46rº (fig. 4), por ejemplo, están escritos con la pluma más delgada salvo parte de unas cuantas líneas que presentan una muestra de la pluma mediana (fol. 45vº, 11.11-15 y 17-29; y fol. 46rº, 11.1-7 y 22-23). En el folio 46rº las enmiendas en las líneas 8 y 9 (la «o» y la «a» de la palabra «cosa» corrigiendo «casa», la «o» y la «y» cubriendo «esta» para que se lea «oy», y la corrección de «negada» por «negado») pudieron ser escritas por la primera pluma, más gastada, aunque es más probable como se verá abajo que fue con la segunda pluma mediana. En las líneas 4 y 7 las palabras «tado» y «su [suscrito] pensara», tachadas y sustituidas por «tanto» y «supiere», parecen escritas con la primera pluma. Evidentemente, por razones que se ven a primera vista y por otras que se mencionarán a continuación, no es posible que se trate de la misma pluma que se tallaba de vez en cuando a medida que se pudiera copiar el texto al desarrollarse la comedia: esto hubiera dejado menos cambios, más evidentes y más fáciles de registrar, y todos en una progresión que siguiese una escritura continua del texto.

Otra variación que se puede apreciar al consultar el manuscrito pero imposible de comprobar en las reproducciones, es el cambio de tintas. Éste también ocurre fuera de la secuencia cronológica que se supondría al escribir la comedia de un tirón y al volver la pluma al tintero, como lo haría un copista profesional. Hay una tinta que ha desteñido mucho con el tiempo, otra que permanece muy negra y una tercera que apenas se destiñó. Estas tres variaciones se deben probablemente a distintas mezclas de polvo y agua en el tintero, pero ni se corresponden con los cambios mencionados de la pluma ni siguen una lectura lógica y seguida de las palabras. Por ejemplo en el folio 45vº (Fig. 4) se puede ver que en las líneas 1-10 escritas con la misma pluma, las primeras letras, que pueden ser una palabra completa como 1.2 «Don», 1.3 «que», 1.4 «de», o una sílaba en 1.5 «her», o una palabra de más de una sílaba como 1.1 «Señor» o 1.11 «Salgamos», dos palabras en 1.6 «Su Vida», y en 1.6 todo el hemistiquio «que es esto», están todas escritas con la tinta que sólo se destiñó un poco. Sin embargo, todos estos versos (11.1-10) se terminan de escribir con la tinta más oscura. Los versos siguientes (11.11-20 y la línea 18 que quedó insertada posteriormente según los espacios en blanco de la página) se acaban con la tinta que se ha desteñido más. Puesto que no fue posible un análisis químico de las tintas, se apuntan por el momento estas observaciones sin buscar más detalles.

También se puede analizar el dibujo y tamaño de las letras en sí, si es preciso o descuidado, y el espacio tanto entre las líneas como entre las palabras. Tampoco encajan estas variaciones con las otras ya mencionadas arriba y se manifiestan independientes de aquellas. Sin embargo son más fáciles de explicar al tratarse probablemente de un cambio de velocidad o de cansancio por parte de la mano que iba escribiendo el texto, lo cual ocurre más frecuentemente en la tercera jornada como es de suponer. Estas características proporcionan otros detalles importantes que se habrán de tener en cuenta.

Sin embargo, todas estas variaciones no tienen nada que ver con la caligrafía que por lo general es bastante fácil de leer y demuestra ser de la misma mano en cursivas. Hay rasgos muy distintivos que son consistentes como las mayúsculas y las ligaduras, los tipos de «j», «p» y «q» «u/v/V», los puntos sobre las íes y los acentos cuando éstos se incluyen. De todo eso hay unas muestras bastantes típicas en las figuras reproducidas9.

Con los apuntes presentados se puede empezar a desenmarañar y tratar de explicar el cómo y el por qué del manuscrito defectuoso. Desde luego las variaciones mencionadas despistarían si uno se empeñase en una lectura ininterrumpida del manuscrito, de verso en verso, pero ya hay suficiente evidencia para asegurar que alguien empezó por leer la comedia en voz alta. En esta lectura se escribió la primera sílaba de cada verso, a veces un poco más de sílaba, así como el nombre del personaje que tenía que declamar el verso en las tablas. Así por ejemplo en el folio 46rº (III: 4-14; 565a; Fig. 4) es evidente que en este primer momento se escribió:

 de(1.1)
 salios 
 y mir 
 sin a 
 que aqui(1.5)
hdoJuro adiós 
 Vn hora mas si supensara 
 medrar con ser 
 negada a 
 por que que...(1.10)

Esta prueba es aún más clara en las páginas donde sólo se escribió el principio de cada verso, en una columna a la izquierda de la página todavía esperando que alguien los completase. Ya sé mencionó el folio 14rº (I: 683-704; 553a) donde se encuentran veintiocho versos seguidos con sólo las primeras sílabas de las palabras escritas unas debajo de las otras. Fue también durante esta primera lectura cuando se encabezaron las páginas con la jota, hache o cruz. La tinta y rasgos de pluma de estos encabezamientos suelen ser los mismos que los de las primeras sílabas o palabras de los versos. Esto se comprueba claramente en el folio 4rº donde al completar el primer verso de la página en una lectura posterior, puesto que la primera sílaba quedaba demasiado alta, la jota aparece en medio del primer verso «por maior nos J dimos quenta (subrayando lo escrito en la segunda lectura). Se puede observar de paso en la parte inferior del folio 3vº que en la primera lectura, en vez de trasladar las primeras sílabas de cada verso en la columna a la izquierda de la página, parece que se trató de escribir las últimas sílabas de los versos en romance a la derecha de la página. Pero este caso, que no es posible afirmar con toda certeza, sería un caso aislado porque no es tan fácil completar el verso empezando por el principio de la línea, y se prefirió por lo general apuntar en esta primera lectura las primeras sílabas de los versos. Desde luego no se leyó el texto tan despacio como para poder escribir todo el verso de un tirón, aunque es claro que en este primer momento se registraron las escasas acotaciones que lleva el manuscrito, sin incluir nunca indicio de los apartes. Se hicieron también unas pausas suficientemente largas entre las jornadas para permitir el dibujo de las mayúsculas y subrayar el encabezamiento de la nueva jornada (fol. 22rº) «[raya] | Iornada Segunda | [raya] | Salen Mendoza y hdo Con Vna luz | [raya]» y (fol. 45vº, Fig. 4) «[raya] | Tercera Iornada I [raya] | Salen Felis y Lisardo con las espadaƒ en | la mano, y Mendoza y hdo tur bad [¿o?] s | [raya]».

Las alteraciones mencionadas indican una segunda lectura cuando después de unas cuantas páginas dictadas, apuntando el principio de cada verso en una columna al margen izquierda de la página, se volvió a repetir lo leído para completar el verso dictado. Esta segunda redacción debió de ser más lenta porque había más palabras que escribir. Esto es lo que se puede deducir de la secuencia discontinua de las tintas y de los marcados cambios de pluma. Esta segunda redacción no se empezó al acabar la comedia, ni al final de una jornada o de un cuadro cuando se llegaba a una mutación, ni siquiera a la «francesa» cuando un personaje sale o entra, sino que acontece en trozos más irregulares y menos previsibles como se nota en los folios 10vº, 30vº, 49vº que son casos certeros, aunque hubo otros que no se pueden precisar con tanta confianza. Con esta segunda lectura se trataba de trasladar el verso entero. En el folio 45vº (II: 1245; 565a; Fig. 4), se puede ver otra muestra de este proceso de dictado con varias lecturas. Si es que se tenía el mismo texto que el de Vera Tassis, aunque éste todavía no había preparado su Octava parte, en la primera lectura se leyó «Dentro Clara. | Clara Señor | Don Iñigo, acudid preƒto, | [q] dàn la muerte à mi hermano.» y se escribió «d. C. Senor | Don | que». Durante la lectura se añadió una tilde a la ene de «Señor» y a continuación el «don Ynigo». Por supuesto al oír el verso siguiente se cuenta que el «Señor» era métricamente la rima asonante del romance en «É-O» y el final del verso esticomítico anterior, así que se tachó el «don Ynigo» de la primera línea para añadir en la segunda línea «Ynigo acudid presto».

También hay evidencia de una tercera lectura para asegurarse de que no quedaban errores en el texto que se escribía. La evidencia de esta tercera lectura se manifiesta más claramente cuando lo escrito durante la segunda lectura queda tachado y corregido en el manuscrito. En estos momentos se nota que la tinta y los rasgos de las plumas son distintos de los utilizados en la segunda redacción. Por ejemplo en el folio 46rº (Fig. 4), en la cuarta línea y ya en parte comentado, «tado» está tachado y corregido en «tanto» con tinta y pluma distinta, en la línea 5 «don felix» parece añadido en el momento de esta tercera lectura, dos líneas más abajo se observa un «su» suscrito que predecería a «pensara», ambas palabras están tachadas y seguidas con la enmienda «supiese», la cual concuerda con el texto de Vera Tassis. Las correcciones de las líneas 8 y 9 parecen hechas por la pluma y tinta de la segunda lectura, tal como se sugirió arriba. Parece también que las líneas 22 y 23 del folio 46vº se acabaron en el momento de la tercera lectura.

El manuscrito presenta otras idiosincrasias que merecen mencionarse porque se puede atribuir a descuidos, o más bien a algún mal oído, y confirman por lo tanto que se trató de dictado y no de copia. Por ejemplo al examinar el manuscrito por primera vez y con cuidado parecía, cotejando las variantes con el texto fijado por Vera Tassis, que faltaban siete versos, en los folios 14vº, 15rº, 59vº y 60vº. En el primer caso (fol. 14vº) durante la primera lectura se omitieron las primeras sílabas de un verso en redondillas (I: 721; 553a) sin dejar espacio en blanco, peor luego en el momento de la tercera lectura, según los rasgos de las tintas y de las plumas, se añadió al final del verso (I: 720 según Vera Tassis) y el principio del verso siguiente (I: 721) como parte del verso anterior «[1.ª lectura:] baia [2.ª lectura:] si a de ir [3.ª lectura:] abuscarle luego». Así que el verso I: 721 está incluido pero incompleto. En el segundo caso cuando habla la dama a su criada (fol. 15rº; I: 752-754; 553b) no parecía que faltaran versos según el sentido lógico de la frase y porque tampoco se dejó espacio para llenarlo en una lectura posterior, pero se perdían las rimas de las redondillas de la dama. La réplica de la criada «Bolando boi» («lo» en la primera lectura en la columna a la izquierda de la página, corregido y añadido en la segunda lectura) se parea con el verso siguiente «[1.ª lectura:] que [2.ª lectura] para mentiras oi», o sea que se trata de un versso esticomítico y completa el verso anterior de la primera dama. Éste es el único lugar de la comedia donde de hecho faltan versos completos. Los otros dos casos (fol. 59vº; III: 769; 570a; y fol. 60vº; III: 817; 570a) presentan un mismo error de oído pero no se trata de omisiones. Como ejemplo se ofrece el segundo de éstos puesto que ya se ha citado el fol. 60vº. Como se comentará enseguida, los versos del barba suelen estar truncados, y en vez de escribir en la primera lectura las primeras sílabas del verso (III: 817 según Vera Tassis) se escribieron las últimas del verso anterior «Nada | por | de hacer», donde Vera Tassis tiene «Nada | por mi honor dexar de hazer | quiero, dezid» (III: 816). Pero a continuación contesta el galán «Pues [2.ª lectura:] la Causa», lo que completa la rima asonante en «Á-A». Otra vez no falta verso sino que se trata de un pequeño tropiezo en el dictado del verso esticomítico que aquí se completa. Esta clase de errores y de enmiendas así como otros detalles curiosos y difíciles de explicar de otra manera suelen ocurrir con los versos esticomíticos. Sin embargo hay otros claros ejemplos que reflejan un error de oído, mejor explicado por un dictado que por un copiar apresurado de algún manuscrito. Por ejemplo en el folio 44vº (II: 1197; 564b) dice el barba «que no puede» en vez de, según Vera Tassis, «no pudo», ocho líneas más abajo contesta el galán «disimular en la ofensa» en vez de «diƒimulàran la ofenƒa» (II: 1205; 564b) y «fue el turbarme» por «fue turbarme».

Los distintos tipos de tinta y rasgos de pluma, así como las enmiendas o correcciones, han justificado suficientemente las tres lecturas. Sin embargo lo más importante es explicar por qué el texto no está completo, y ver si este hecho responde a algún criterio o si es absolutamente arbitrario. Pero antes de proseguir conviene, a manera de pausa, identificar los personajes que hablan en la comedia para facilitar la comprensión de lo que sigue. Intervienen tres galanes, don Félix de Toledo, Lisardo y don Antonio, hermano de la primera dama doña Clara. Hay dos graciosos, Mendoza y Hernando, lacayos respectivos de los galanes principales don Félix y Lisardo. Estos dos caballeros cortejan cada uno a su dama, Laura y doña Clara, cada una servida respectivamente por las criadas Beatriz y Leonor. Intervienen también un barba, don Íñigo, padre de Laura y contrapeso para don Antonio, y unos papeles menores y de participantes. En apuntar esta lista de representantes se puede fácilmente imaginar la trama y el conflicto dramático que se desarrollará pero no los pormenores de los enredos.

El texto no está completo y como se dijo falta un 15,7% del manuscrito si se compara con el texto de Vera Tassis. Aunque la mayoría de los versos defectuosos se encuentra en la tercera jornada, se reparten en las tres jornadas y no están seguidos. Sin contar los tres versos que faltan por completo en la primera jornada (fol. 15rº; I: 752-754; 553b), hay 44 páginas donde se encuentra un total de 559 versos truncados. En cuatro de estas páginas, todas en la tercera jornada, no hay ni siquiera un verso completo, sólo está escrito el principio de los versos. Pero también hay siete páginas donde sólo falta un hemistiquio (o menos de uno) en toda la página, o sea dos páginas en la segunda y cinco en la tercera jornada10. Como queda dicho esto ocurre por primera vez en el folio 12rº. Aquí en las seis últimas líneas de la página, así como en las ocho primeras de la página siguiente (fol. 12vº, Fig. 3), faltan todos los segundos hemistiquios de un soneto de doña Laura cuando comenta sus sentimientos amorosos a su criada Beatriz (I: 599-612; 552 a/b). En la primera lectura se escribió la primera o dos primeras palabras del verso, y el primer hemistiquio fue acabado en el momento de la segunda lectura. En la página siguiente (fol. 13vº; I: 673; 552c-553a) se encuentra el espacio en blanco en la parte inferior de la página. Este espacio vacío estaría destinado a una carta que don Íñigo lee en este momento y sólo están escritas la acotación «lee» y las dos primeras palabras «la Confiança» y, después del espacio necesario por si se quería añadir el texto de la carta, la firma de «Don Diego de Toledo». Enseguida se continúa con la transcripción de los versos de don Íñigo pero cuatro de los versos están defectuosos (se subraya los de la segunda lectura):

fol. 13vºpor Dios
 mi desengano y que este
 a qui don felis bere
 de [se corrige la e en] onde dice el sobre eƒcrito
 a don felis detoledo mi hijo
 en la calle
 sa
fol. 14rºbien se la posada queeƒ
 frente de donde Vivía

Los tres versos siguientes, redactados en dos lecturas, están completos y son de la dama, Laura. Sigue don Íñigo con veintidós sílabas una debajo de la otra al margen izquierdo de la página para dejar el espacio libre para las palabras que faltan. Los nueve versos al pie del folio 14rº, repartidos entre Laura y don Íñigo y escritos en las dos primeras lecturas, también están incompletos. Desde la lectura de la carta (fol. 13vº; I: 673; 552c) hasta el final del cuadro (fol. 15rº; I: 762; 553b) se encuentran 43 versos defectuosos pero no seguidos, y faltan también los tres versos enteros (fol. 15rº; I: 752-754; 553b). Desde aquí los versos que siguen están completos hasta el folio 19rº cuando don Íñigo vuelve a salir a las tablas: sólo tiene tres versos que declamar y los tres están truncados (I: 994-996; 555a). A la primera jornada no le faltan más versos. Eso servirá de ejemplo detallado. En concreto durante la comedia la presencia de don Íñigo en las tablas se extiende a 42 páginas del manuscrito con 542 versos que declamar, y 78 de éstos son esticomíticos, pero de ellos no tiene más que 212 versos que están copiados por completo. Sus versos están incompletos en 31 páginas, y se suman a 330 versos, o sea que el 65,2% de los versos de don Íñigo están defectuosos. En unas páginas sólo faltan unas palabras (I: 13vº, 19rº; II: 26vº-28vº; III: 48rº, 50rº, 56vº, 60rº, 66rº), y en los 17 folios donde los versos se encuentran íntegros es importante apuntar que muchos se completaron en la tercera lectura, y no en la segunda11. Parece pertinente preguntarse por qué le faltan tantas palabras al papel de don Íñigo.

Pero también otros personajes de la comedia tienen versos incompletos. En los folios 11rº-15vº de la primera jornada (I: 527-762; 551c-553b), como quedó indicado, la primera dama, Laura, tiene un total de 24 versos defectuosos, 25% de un total de 96 versos, y en el folio 15rº le faltan tres versos y un cuarto esticomítico (I: 752-755; 553b). La criada Beatriz, que está en las tablas con Laura, sólo tiene seis versos defectuosos (7,5%) en el folio 14vº (I: 719, 721, 734-737; 553 a/b) de un total de 80 versos12. En la segunda jornada, además de don Íñigo, también Laura y su criada Beatriz tienen versos truncados. Las dos dominan la segunda mitad de la segunda jornada (fol. 34rº-45vº; II: 641-1262; 560b-565a), y de los 166 versos que tiene la primera dama veintidós son versos defectuosos (13,3%), y Beatriz tiene siete versos defectuosos (12,1%) de un total de 58 versos.

En la tercera jornada, como se apuntó, 38,1% de los versos están defectuosos. En los folios 52rº-56vº (III: 355-606; 567a-568a), Laura y su criada dominan el cuadro pero ninguna de ellas tiene un verso completo, a menos que sea un verso esticomítico, así que la dama tiene 106 versos incompletos (96,4%) y la criada 35 (92,1%). Cuando don Íñigo está con su hija, y como se apuntó arriba no tiene tampoco un sólo verso (ver la nota 11), don Félix visita la casa y entrega una carta a don Íñigo antes de hablar con su dama (fol. 53rº-56vº; III: 434-606; 567c-568c) pero tiene tres versos incompletos en el fol. 56rº (III: 572-574 según Vera Tassis). En lo que queda de la jornada siguen incompletos los versos de don Íñigo (ver la nota 11) y los de la primera dama y de su criada cuando vuelven a las tablas para el desenlace, lo que corresponde a los folios 65rº-66vº (III: 1051-1146; 571c-572c), pero también se la oye en la página anterior (III: 1025 según Vera Tassis). Aunque la criada Beatriz no tiene nada que decir, todos los veinte versos de Laura que no son esticomíticos están truncados. Parece que estas omisiones son bastante consecuentes, dejadas a posta, y que el propósito del manuscrito no era sacar una copia íntegra de la comedia.

Aunque el texto de los otros papeles, que son figuras menores, está copiado íntegramente, hay ocho palabras repartidas en cinco versos que también faltan según la versificación de la obra y un cotejo con el texto de Vera Tassis. A don Félix le faltan tres palabras de su texto: en el folio 51rº donde hay el «1/2» al margen izquierdo «el auerƒe» según Vera Tassis (III: 318; 566a) y en el folio 62vº «ninguno» (III: 935; 571a) además de los versos defectuosos en el folio 56rº (III: 572-574; 568c). A Lisardo le faltan según Vera Tassis «a caƒa» en el folio 45vº (III: 1; 565a) y en el folio 61vº el pronombre «yo» (III: 863; 570b). Finalmente a Hernando, el gracioso de éste, le faltan dos palabras en el folio 61rº «el camarada» según Vera Tassis (III: 836; 570b). Pero en estos casos no creo que la omisión fuera adrede y premeditada como en los casos anteriores, sino que se trata de un descuido o de dos momentos de inatención, puesto que hubo dos lecturas después de la primera, cuando se apuntó el principio de cada verso.

Ahora bien, cotejando el texto del manuscrito con las dos impresiones conocidas del siglo diecisiete (ver la nota 5), se pueden añadir tres observaciones a la evidencia presentada. En primer lugar los tres textos se parecen lo suficiente para poder afirmar que proceden de un mismo manuscrito o estema. El supuesto original de la comedia de Calderón, hológrafo o no, está hoy perdido. De los tres textos el que contiene más variantes es el manuscrito que se presenta aquí. Éste incluye errores e imperfecciones que se notan por los versos incompletos, una versificación a veces imperfecta y en algunos casos unos versos carentes de sentido, lo que indicaría que fue la copia menos cuidada de las tres. Al examinar las variantes es asombroso que tantas se expliquen por razones fonéticas, lo que confirma que se trata de una copia por oído, o sea, de un dictado. Como se dedujo por los rasgos de las plumas y por cómo se destiñeron las tintas, el texto se estableció en tres lecturas. La segunda observación que se hace al cotejar los tres textos, es que en el manuscrito los versos que contienen proporcionalmente menos errores son los de los dos primeros galanes, don Félix y Lisardo, y de sus lacayos, Mendoza y Hernando; o sea, que los versos de estos papeles están registrados con mucho más cuidado. Aquí cabe añadir otra reflexión evidente al consultar los rasgos de las plumas y las tintas del manuscrito: mientras los versos de estos cuatro papeles se complementan por lo general en la segunda lectura, y se corrigen en la tercera, los de los otros papeles suelen completarse, si es que se completan, en la tercera lectura.

En conclusión y recuperando los detalles enumerados, se puede conjeturar que este manuscrito, incompleto a propósito, fue escrito al dictado quizás por uno de los actores de la tropa de Margarita Zuazo, y que fue uno de los dos galanes principales o uno de los dos graciosos. Es probable que el manuscrito fuera redactado para que los cuatro, o uno de los cuatro, pudieran memorizar su papel13. Desde luego este manuscrito no podía servirles al barba, don Íñigo, ni a su hija Laura, ni tampoco a la criada Beatriz, ni tenía el propósito de servirles a ellos. No se puede por el momento saber con seguridad si la lectura y la copia de la comedia se hicieron el 20 de febrero de 1678 o si la fecha del manuscrito precisara el día de la representación, porque el verbo «trasladar» que se emplea en la primera página podía tener el sentido tanto de «traducir», «transcribir» o «copiar», como «mudar de sitio»14. En este sentido el verbo se referiría a la representación misma de la comedia, porque se puede afirmar que la comedia tuvo su estreno años antes en Madrid, y aunque no se puede precisar la fecha parece que fue en el salón de palacio ante el rey15. Lo más probable, según los tiempos verbales, es que cuando se iba a presentar la comedia en Málaga y a empezar los ensayos, se hicieran copias del texto. Uno o unos leían el texto por trozos, tres veces, mientras otros escribían. La primera lectura del trozo escogido servía para apuntar por lo menos la primera sílaba del verso. Luego se hizo una segunda redacción para completar el texto requerido. Finalmente se leyó el original una tercera vez para corregir los errores y a lo mejor, quizás para no aburrirse demasiado antes de proseguir al trozo siguiente, para rellenar unos cuantos espacios correspondientes a los otros papeles. Pero estos últimos versos fueron escritos sin mucho cuidado puesto que se trataba del papel de otros personajes que, probablemente, preparaban su propio manuscrito a partir de este mismo dictado.

Todos estos detalles, sobre todo la atención más cuidada y constante prestada a los papeles de los galanes y de sus lacayos, la evidencia de tres lecturas que no trataban de acabar la obra entera de un tirón sino por pasajes más cortos y seguidos, y las escasas abreviaciones, confirman que no se trata del borrador de un memorión trabajando en un corral pero sí permiten sugerir que se trata del traslado de un texto del autor a los actores para que éstos pudiesen memorizar sus versos. Sin embargo, por falta de documentos, no se puede precisar si esto fue un caso único, la práctica corriente de los actores de esta misma tropa, o si era un procedimiento frecuente de todas las compañías en aquel siglo áureo del teatro español cuando no se podía cargar el sueldo de un copista en la cuenta del rey16.

Imagen del manuscrito de Montalbán, Antes que todo es mi dama

Figura 1. Antes que todo es mi dama: portada

Imagen del manuscrito de Montalbán, Antes que todo es mi dama

Figura 2. Antes que todo es mi dama: última página

Imagen del manuscrito de Montalbán, Antes que todo es mi dama

Figura 3. Antes que todo es mi dama: folios 12vo y 13ro

Imagen del manuscrito de Montalbán, Antes que todo es mi dama

Figura 4. Antes que todo es mi dama: folios 45vo y 46ro





 
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