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La ciudad de Santiago de Guayaquil.
Muy confusa anda en los cronistas la historia de las diversas fundaciones que ha tenido esta ciudad, y es lo cierto que hoy ni en los archivos de España ni en el Ecuador se conserva testimonio auténtico del hecho.
Pedro Cieza de León dice que la primera fundación la hizo en 1534 Sebastián de Benalcázar, en la boca del río Babahoyo; pero Alcedo sostiene que la verificó Francisco Pizarro un año antes en la bahía de Charapotó. Es constante que Benalcázar dejó allí por alcalde y capitán a un Diego Daza, y que, sublevados los indios, mataron a todos los españoles, con excepción de Daza y cinco o seis de sus compañeros que lograron escapar a Quito. Deseoso de escarmentar a los sublevados y de fundar de nuevo el pueblo, Daza regresó allí, en unión del Capitán Tapia y de algunos soldados, sin lograr su intento; y como ya por ese entonces Benalcázar había salido a nuevos descubrimientos por el norte, y Francisco Pizarro supiese lo que pasaba, despachó desde Lima, con el mismo propósito, al Capitán Zaera, quien estaba ya entendiendo en el repartimiento de los naturales de las vecindades cuando fue llamado a toda prisa para que acudiese al socorro de la capital, que tenían cercada los indios, y así hubo de despoblarse de nuevo aquel asiento.
En estas circunstancias fue cuando el mismo Pizarro despachó a Orellana, en 1538, para que con mayor número de soldados y caballos, como entonces se decía, hiciese la población en mejor sitio y más dispuesto, como lo ejecutó en la orilla occidental del río de su nombre. Cieza (Crónica del Perú, cap. IV), seguido de Herrera (Descripción de las Indias, pág. 37) dice que esta fundación tuvo lugar en 1537, fecha que está evidentemente equivocada, puesto que habiéndose dado a Orellana por Pizarro título para que verificase la conquista y población de la provincia después de la batalla de las Salinas (abril de 1538), la fundación no ha podido verificarse antes de este último año.
Vamos ahora a dar a conocer un documento que da fe de cómo desempeñó Orellana su cometido, y que confirma de la manera más amplia lo que dejamos establecido.
Es una
información rendida en San Francisco de Quito, en noviembre
de 1571, por Martín Ramírez de Guzmán, de los
servicios hechos por su padre Rodrigo de Vargas, en el cual se
encuentra la pregunta trece del interrogatorio, que dice
así: «Ítem, si saben que
después de la dicha población de la dicha ciudad
declarada en la pregunta antes desta, en las conquistas y entradas
que se ofrecieron, el dicho Rodrigo de Vargas sirvió en
ellas personalmente y a su costa; e acabada la batalla de las
Salinas, queriendo gratificar el Marqués don Francisco
Pizarro a algunas personas que de su parte se habían hallado
contra don Diego de Almagro, el dicho Marqués envió a
conquistar y poblar la provincia de Guayaquil, por caer en el
repartamiento de Yagual, al capitán Francisco de Orellana, e
con él vinieron otras personas señaladas para el
dicho efecto, y se mandó al dicho Rodrigo de Vargas que
viniese con él, para tener allí también su
repartimiento; y ansí vinieron, y en la conquista y
población de los chonos del río y la gente de la
dicha provincia, por ser belicosa y la tierra áspera, llena
de ciénagas e manglares, y en ello el dicho Rodrigo de
Vargas sirvió muy escogidamente, padesciendo muchos
trabajos»
.
He aquí lo que los testigos declararon al tenor de esta pregunta:
Gaspar Ruiz:
«que vido a Orellana contenido en la
pregunta que vino por teniente de la cibdad de Puerto Viejo, por
mandado de don Francisco Pizarro, y llegado que fue, fue con cierta
gente a conquistar la provincia de Guayaquil, que eran los
guancavelicas... lo cual sabe este testigo porque fue con el dicho
Orellana e vido que pasó lo que dicho tiene»
.
El capitán
Diego de Sandoval: «que viniendo de la
cibdad de Panamá, llegó a la cibdad de Puerto Viejo,
donde estaba por capitán de la cibdad el Capitán
Orellana, que había venido de donde la pregunta dice, e vido
ansí mismo al dicho Rodrigo de Vargas, que estaba en
compañía del dicho Orellana, e anduvieron en la
conquista de la dicha provincia»
...
Francisco de
Illescas dijo que «este testigo vino con
el capitán Zaera a la conquista de la provincia de
Guayaquil, y llegados que fueron a ella, como de la cibdad de
Puerto Viejo venía un capitán con cierto
número de gente para la conquista de la dicha provincia,
entre los cuales venía el dicho Rodrigo de Vargas, que
tenía en encomienda el pueblo de los lemos, se juntó
la una gente de españoles con la otra, y estando allí
el capitán Zaera acordó con su gente, e por mandado
del dicho marqués don Francisco Pizarro, a se volver a la
dicha cibdad de los Reyes al socorro della, porque tenía
nueva cómo estaban todos los naturales de estos reinos
alzados en compañía de Mango Inga, con el cual este
testigo se fue»
...
Francisco
Pérez de Bivero: «que sabe e vio
cómo el dicho marqués don Francisco Pizarro
envió al capitán Francisco de Orellana con gente para
que viniese a conquistar esta provincia de Guayaquil, adonde
vinieron e mandaron al dicho Rodrigo de Vargas e a otros vecinos de
la dicha cibdad de Puerto Viejo, que tenían sus
repartimientos de indios en esta provincia de Guayaquil, viniesen y
se hallasen en la conquista della»
...
Juan de Vargas,
que al parecer fue hijo del capitán de su mismo nombre y
apellido que acompañó a Orellana en su viaje por el
Marañón abajo, dijo: «que
después que este testigo llegó a la dicha cibdad de
Puerto Viejo, vido cómo, por mandado del dicho
marqués don Francisco Pizarro, el dicho capitán
Francisco de Orellana con gente vino a la conquista e
pacificación de esta dicha cibdad de Guayaquil, a la cual
por caer el repartimiento de Yagual del dicho Rodrigo de Vargas, e
en su término y jurisdicción, le mandaron se viniese
a hallar en la conquista y pacificación de la dicha
tierra»
...
Francisco Perdomo:
«que vino en compañía del
dicho capitán Francisco de Orellana a la dicha conquista
desta provincia, que vino a la hacer por mandado y comisión
del dicho marqués don Francisco Pizarro»
...
Guayaquil, sin
embargo, no subsistió en el sitio elegido por Orellana: se
trasladó después a la parte que llamaron
«ciudad vieja», y últimamente, en 1693, al
paraje donde hoy está; «y por
haberse aumentado considerablemente su vecindario, manifiesta
Alcedo, forman una de las dos, que son como barrios
separados»
... (Diccionario de América,
t. II, pág. 330).
En la obra de don Dionisio de Alcedo y Herrera, titulada Compendio histórico de la provincia, partidos, ciudades, astilleros, ríos y puerto de Guayaquil, Madrid, 1741, 4.º, a pesar de lo que de su título y autor podía esperarse, no se halla una palabra relativa a las fundaciones de la ciudad.
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La Villa Nueva de Puerto Viejo fue fundada, bajo la advocación de San Gregorio, el 12 de marzo de 1535, por Gonzalo de Olmos, en nombre de Pizarro. Situada en su origen a orillas del mar, se trasladó en 1628 a cuatro leguas de distancia, por haber sido saqueada por el corsario L'Heremite (Alcedo, Diccionario geográfico de América, t. III, pág. 317. Dionisio Alcedo, Compendio histórico de Guayaquil, pág. 55).
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Don Francisco
Pizarro, a quien se ha llamado Marqués de Charcas, y muy
generalmente de Los Atavillos. La verdad es, sin embargo, que
Carlos V, al crearle marqués, no le señaló
tierras ni designación alguna al título. En
cédula firmada en Monzón a 10 de octubre de 1537, le
dice, en efecto, el Emperador, después de manifestar que
encarga al Obispo Valverde que le informe de la parte donde le
podrían señalar vasallos: «Solicitaréis que con brevedad se haga,
para que, venido, yo vos mande enviar el título y
provisión de la dicha merced, y entre tanto llamaros eis
Marqués, como yo os lo escribo, que por no se saber el
nombre que terná la tierra que se os dará, no se
envía agora el dicho título»
.
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Desde aquí existe una laguna en la copia de Muñoz.
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...«Que temían lo matasen (a Orellana) como
habían hecho a otros que habían ido con muy gran
copia de gente»
... Creemos que con estas palabras el
P. Carvajal sólo puede referirse
a Gonzalo Díaz de Pineda, que, como dice Herrera, en 1536
pasó la gran cordillera, «entró en la tierra de los Quijos y la
Canela, y fue el primero que lo hizo y la
reconoció»
... (Década V,
lib. X, cap. XIV). «Este con cantidad de españoles,
añade Oviedo, allegó descubriendo hasta unas sierras
muy grandes, y en las faldas dellas salieron muchos indios a le
defender el paso adelante, y le mataron algunos españoles, y
entre ellos un clérigo»
.
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Hasta aquí llega la laguna de la copia de Muñoz.
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Otras veces se lee Aparian, o simplemente Parian.
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Alcántara (Juan de).- Hubo entre los compañeros de Orellana dos del mismo nombre y apellido, como ya lo hizo notar Fernández de Oviedo: éste que aquí se cita, y otro Juan de Alcántara del Maestrazgo de Santiago. A uno de éstos fue a quien Gonzalo Pizarro confió el bergantín luego de construido. Ambos fallecieron durante el viaje.
9
Sebastián Rodríguez.- Su firma se registra al pie del documento de requerimiento, en que los compañeros de Orellana le piden seguir aguas abajo de aquel río hasta encontrar el mar. Que era natural de Galicia es lo único que sabemos por el testimonio del P. Carvajal.
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Doscientas, dice la copia de Muñoz.