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ArribaAbajoDiseño de análisis de la interferencia pragmática en la traducción audiovisual del inglés al español

Juan Gómez Capuz


Universidad de Alicante


ArribaAbajo1. Fundamentación teórica de la interferencia pragmática

De acuerdo con los principales estudiosos de los contactos de lenguas, la interferencia (o transferencia) lingüística puede afectar a diversos niveles lingüísticos: fónico, morfológico, sintáctico, léxico y semántico. Sin embargo, a medida que progresaba el análisis de las situaciones de contacto entre dos lenguas, algunos autores observaron la existencia de fenómenos de interferencia que no encajaban en los niveles tradicionales. Se trataba, en la mayor parte de los casos, de traducciones literales o calcos de unidades o estructuras pertenecientes al habla o sistema idiomático-normativo, y no de calcos sintácticos claramente detectables desde el sistema de la lengua. Además, estos fenómenos se daban tanto en el habla espontánea de los bilingües como en situaciones más elaboradas y diferidas de contacto entre dos lenguas, como es el caso de las traducciones y los doblajes cinematográficos. Desde ámbitos diversos (lingüística contrastiva, estilística comparada, traductología), los estudiosos intentaron dar una explicación coherente de estos fenómenos.

Una primera solución consistía en la creación de niveles lingüísticos y culturales ulteriores a los ya mencionados: el nivel fraseológico. En el ámbito franco-canadiense, J. Darbelnet (1965) (1976) planteó la existencia del anglicismo de imagen (nivel fraseológico) y del anglicismo de cultura. Este último, aunque en principio se refería a la adopción de elementos de una cultura extranjera (la anglosajona en el Québec), en un sentido más restringido se centraba en aspectos discursivos o pragmáticos, como las rutinas y reglas conversacionales: así, Darbelnet califica de anglicados el uso de merci al final de una conferencia o la costumbre de anunciar explícitamente las citas mediante la fórmula et je cite.

En el ámbito de la traductología, algunos estudiosos llegaron a esbozar una categoría similar, a partir de la consideración de que ciertas rutinas discursivas no podían traducirse literalmente de una lengua a otra.

E. Coseriu (1970) (1978: 106-109) señala que «no basta saber lo que podría decirse en una lengua; hay que saber también lo que se dice normalmente y en determinadas situaciones». En consecuencia, no se debe traducir la norma de una lengua por el sistema de otra, pues en tal caso se obtendrían resultados ininteligibles (al. Kein Eingang > esp. *Ninguna entrada). Por su parte, J.J. Montes Giraldo (1985: 47-48) distingue en su tipología del calco una categoría denominada calco de la norma, el cual suele pasar inadvertido porque no afecta al sistema lingüístico en sentido estricto, sino al sistema idiomático-normativo: es el caso de ¡olvídalo!, calco de forget it! en los doblajes de películas norteamericanas, usado en un contexto comunicativo en que lo normal son otras expresiones (despreocúpate, no tengas cuidado, etc.).

A pesar de estas interesantes aproximaciones, las primeras caracterizaciones globales de la interferencia pragmática (es decir, interferencia en el nivel pragmático) no llegan hasta 1970 y corren paralelas al desarrollo de disciplinas como la Etnometodología, Etnografía de la Comunicación y la propia Pragmática en sentido estricto.

El primer autor que plantea explícitamente la posibilidad de préstamos que afecten al nivel pragmático es M. Clyne en sus trabajos sobre el habla de los inmigrantes alemanes en Australia. En el primero de sus trabajos, Clyne (1972: 98-110) considera posible el estudio del «language contact at the discourse level», es decir, todo tipo de contacto interlingüístico producido en un nivel superior al de la oración. Este autor establece las siguientes categorías de «préstamos discursivos», siguiendo de cerca los postulados de Hasselmo (1970) en su estudio sobre el habla de los inmigrantes suecos en los Estados Unidos:

  1. Marcadores discursivosdiscourse markers»).
  2. Discurso repetido o ritualizadopreformulated discourse»).
  3. Reglas de hablaspeech rules») o rutinas discursivasdiscourse routines»).

En un trabajo posterior, Clyne (1977) se basa en diversos principios teóricos de la Pragmática y la Etnometodología para elaborar su marco de estudio de las transferencias pragmáticaspragmatic transfers») en el habla de los inmigrantes germanohablantes en Australia:

  1. Parte de la noción de competencia comunicativa en Hymes.
  2. Las diferencias que implica esta competencia comunicativa en diversos idiomas pueden conducir a un error comunicativocommunication breakdown») cuando la intención no es comprendida correctamente o incluso a un conflicto comunicativocommunication conflict») cuando esta mala comprensión deriva en algún tipo de fricción o conflicto.
  3. Sobre esta base teórica, Clyne (1977: 131-135) enumera diversas reglas de la competencia comunicativa, cuya divergencia en dos lenguas (y culturas) en contacto (alemán e inglés australiano en su caso particular) puede llevar al error o conflicto comunicativo: las fórmulas empleadas para un acto de habla pueden ser diferentes en ambas lenguas, o bien expresan una intención comunicativa opuesta, o bien una fórmula teóricamente equivalente se emplea para actos de habla diferentes en las dos lenguas, o bien la fórmula en cuestión no existe en la otra lengua; también son importantes las reglas que pertenecen a conceptos culturales generales (tiempo, honor, confianza) y las reglas de participación y roles honoríficos.

Finalmente, A. Wierzbicka (1991) proporciona un enfoque complementario de la interferencia pragmática en su monografía sobre la pragmática intercultural. La estudiosa polaca critica los planteamientos etnocentristas anglosajones y, a partir de un amplísimo corpus de actos de habla de diversas lenguas, extrae una serie de rasgos culturales comunes a las lenguas románicas (sobre todo, italiano y español) y eslavas, opuestos a la cultura anglosajona: afectividad, espontaneidad, sinceridad, dogmatismo, etc. Por su parte, todos estos rasgos culturales tienen su reflejo lingüístico en una serie de mecanismos pragmáticos, actos de habla y recursos morfosintácticos.




ArribaAbajo2. Variedades sociales y lingüísticas de la interferencia pragmática

Como hemos visto en las propuestas de Darbelnet y Clyne, la interferencia pragmática se produce de forma natural en el habla de los inmigrantes bilingües que tratan de interiorizar las pautas lingüísticas y culturales de una lengua extranjera socialmente superior; y en la gran mayoría de los estudios de campo, esta lengua superior es el inglés.

Sin embargo, en situaciones de préstamo cultural diferido entre las lenguas de cultura europea9, la interferencia pragmática puede darse, de una manera algo más artificial y con bastante menor intensidad, siempre y cuando actúen algunos factores comunes a las situaciones de bilingüismo oral comunal: traducción literal de un modelo extranjero y conversación cotidiana.

Por ello, es fácil advertir que una de las variedades de la traducción más proclives a la presencia de préstamos pragmáticos es el doblaje de películas y seriales extranjeros, ya que operan sobre una variedad lingüística que imita la conversación cotidiana (caldo de cultivo de la interferencia pragmática en situaciones de bilingüismo, como hemos visto en Clyne) y con frecuencia adoptan los valores culturales del modelo. Y esto es especialmente visible cuando el modelo es también -como en el habla de los inmigrantes bilingües- la poderosa cultura material norteamericana, conocida e imitada en toda Europa.

Ahora bien, conviene recordar que la introducción de anglicismos pragmáticos en España tuvo su origen en los doblajes realizados en México, Puerto Rico y Florida durante el período 1960-1975. Estos doblajes fueron la puerta de entrada de numerosos calcos fraseológicos y pragmáticos del inglés, advertidos por M. Estrany (1970), Ch. Pratt (1980) y E. Lorenzo (1996: 99-100). Entre los más conocidos destacan: ¡qué bueno que viniste!, calco de How good that you came!; ¡déjame solo!, calco de leave me alone!, en lugar de ¡déjame en paz!; ¡olvídalo!, calco de forget it!, en lugar de nada; descuida.

Desde 1975, la gran mayoría de los doblajes de películas y seriales norteamericanos se realizan en España. Como demostramos en un trabajo anterior (Gómez Capuz, 1996), los calcos sintácticos, fraseológicos y pragmáticos en los doblajes actuales son poco frecuentes y, en todo caso, no muy distintos de los que se suelen producir en elocuciones originales en español. Sin embargo, tomando como base un amplio corpus de doblajes, todavía es posible detectar una serie de casos de interferencia pragmática (algunos de ellos recurrentes, lo cual acentúa su gravedad). Y a la contaminación lingüística subyace, sin duda alguna, una contaminación cultural bastante más acusada.




ArribaAbajo3. Tipología de la interferencia pragmática en los doblajes de películas y seriales norteamericanos

Así pues, en este estudio nos plantearemos la reformulación pragmática de una serie de calcos tradicionalmente catalogados como sintácticos, fraseológicos, discursivos, estilísticos, anglicismos de frecuencia o, simplemente, errores de traducción. Por tanto, el presente trabajo constituye una propuesta de tipología de la interferencia pragmática, el diseño de un marco metodológico para poder abordar el amplio campo de estudio de la interferencia pragmática.

Es cierto que resulta bastante complicado diseñar una tipología detallada de la interferencia pragmática debido a los escasos estudios monográficos sobre esta cuestión y a la propia dificultad de determinar qué fenómenos pertenecen al nivel pragmático. En todo caso, a falta de propuestas más completas, tomaremos como punto de partida las categorías señaladas por Clyne (cf. §1), uno de los pocos autores que habla explícitamente de interferencia en el nivel pragmático. Por su parte, las restantes aproximaciones a la noción de interferencia pragmática examinadas en §1 también nos ayudarán a comprender la naturaleza heterogénea y la triple dimensión -lingüística, pragmática y cultural- de los fenómenos en los que se centra nuestro estudio:

  1. Se trata de construcciones que en principio -desde un punto de vista formal o estructural- son calcos sintácticos o fraseológicos (o incluso semánticos), y así han sido catalogados tradicionalmente por los estudiosos del préstamo y la interferencia.
  2. Sin embargo, pensamos que estos calcos van más allá de los niveles sintáctico y fraseológico, puesto que son capaces de condicionar la organización discursiva de un texto o acontecimiento comunicativo (en el caso de nuestro corpus, la «imitación» de la conversación cotidiana): en efecto, estos calcos alcanzan un nivel superior -que podemos denominar pragmático, discursivo o comunicativo- ya que funcionan como rutinas y reglas discursivas, cuyo valor viene determinado por la situación y contexto de uso, sobre todo en la conversación cotidiana.
  3. Y, finalmente, estos elementos poseen una significación cultural y etnometodológica que excede la mera consideración lingüística e incluso pragmática.

Así pues, en la parte restante del trabajo justificaremos teóricamente cada categoría de la interferencia pragmática y la ilustraremos con ejemplos procedentes de nuestro amplio corpus de doblajes de películas y seriales norteamericanos. En cada caso se ha analizado la versión doblada al español peninsular (en alguna ocasión, también la versión subtitulada) y la versión original inglesa10. Estos son los títulos y los códigos que utilizaremos al presentar los ejemplos:

a) Películas:

TÍTULO INGLÉS TÍTULO ESPAÑOL CÓDIGO
Aladdin Aladdin (A)
As good as it gets Mejor imposible (MI)
Dangerous Liasons Las amistades peligrosas (AP)
Disclosure Acoso (AC)
Ghost Ghost (G)
Green Card Matrimonio de conveniencia (MDC)
Home Alone Sólo en casa (SEC)
Hook Hook (H)
Indecent Proposal Una proposición indecente (UPI)
No Way Out No hay salida (NHS)
Pacific Heights De repente un extraño (DRE)
Sleepless in Seattle Algo para recordar (APR)
The fugitive El fugitivo (EF)
The Lion King El Rey León (ERL)
Wolf Lobo (L)
Working Girl Armas de mujer (ADM)

b) Seriales:

TÍTULO CANAL/FECHA DE EMISIÓN CÓDIGO
Bajo sospecha TVE 1, 18-8-97 (BS)
Hunter Tele 5, 13-11-97 (HU)
Príncipe de Bel-Air Antena 3, 19-8-97 (PBA)
Profiler Antena 3, 16-11-98 (PF 1)
Profiler Antena 3, 30-11-98 (PF 2)
Vigilantes de la playa Antena 3, 11-8-97 (VP)



ArribaAbajo4. Marcadores discursivos

Los marcadores discursivosdiscourse markers»), constituyen uno de los tipos principales de interferencia pragmática en la teoría de M. Clyne (1972: 98-99). Sin embargo, la propia investigación sobre marcadores discursivos ha tendido a integrar bajo esta denominación ejemplos muy heterogéneos que corresponden más bien a rutinas discursivas en el marco del diálogo (bien/bueno < well, eso es todo < that's all).

Así pues, una vez excluidos estos casos, los conectores o marcadores discursivos españoles que diversos estudiosos atribuyen a influjo del inglés se reparten en las siguientes funciones conectivas básicas:

  1. Resumen: o ambas cosas, calificado por Vázquez-Ayora (1977: 113) de «estribillo» calcado para traducir or both, sobre todo en posición final de enunciado.
  2. Ejemplificación: entre otras cosas, utilizado con excesiva frecuencia para traducir el latiguillo inglés among other things, según Vázquez-Ayora (1977: 114-115).
  3. Explicación: en otras palabras, registrado por E. Lorenzo (1995: 172) y Riquelme (1998: 78), como calco de in other words en lugar de fórmulas más tradicionales como esto es, es decir, o sea.
  4. Relación: al respecto en posición final de la frase, señalado por Pratt (1980: 57) como probable calco del latiguillo inglés about it.

Ocurre, además, que muchos de estos calcos no eran desconocidos en español: lo que sorprende es su inusitada frecuencia, la cual confiere al texto monotonía y escasa naturalidad. Se trata, en suma, de anglicismos de frecuencia en términos de Vázquez-Ayora (1977: 102-140) y E. Lorenzo (1996: 91-92). Sin embargo, en nuestro amplio corpus sólo hemos encontrado un ejemplo, correspondiente al marcador de relación about it:

(1)

S: Melvyn, ¿sabes en qué tienes suerte? En que sabes a quién quieres. Yo ocuparía tu lugar sin pensarlo. Así que haz algo al respecto. Vete a verla. Ahora. Esta noche. No lo medites


(MI)                


(S: Melvyn, do you know where you're lucky? You know who you want. I would take your seat any day. So do something about it. Go over there. Now. Tonight. Don't sleep on it)


A nuestro entender, la escasa incidencia de los marcadores discursivos en nuestro corpus parece deberse a un condicionante sociolingüístico: los marcadores discursivos citados parecen ser bastante más frecuentes en el habla culta de locutores, políticos y conferenciantes influidos por los hábitos anglosajones que en el doblaje de películas y seriales en los que se emplea una variedad lingüística más coloquial.




ArribaAbajo5. Reglas de habla y rutinas discursivas

Clyne (1972: 107) observaba que, incluso entre lenguas similares, existen notables diferencias por lo que respecta a las reglas de habla «speech rules» o rutinas discursivas «discourse routines», por lo cual no se pueden traducir literalmente los modelos o patrones «patterns» de una lengua a la otra. Como ha ocurrido con la mayor parte de las categorías de la interferencia pragmática, estas unidades han sido analizadas tradicionalmente en otros niveles lingüísticos, aunque algunos estudiosos ya han puesto de relieve su carácter idiomático, dialógico e ilocutivo, próximo por tanto a la Pragmática.

  1. A. Zuluaga (1980: 204-206) da el nombre de clichés a enunciados fraseológicos que sólo pueden funcionar en un tipo de discurso, en este caso la «lengua dialogada coloquial». Aunque los ubica en el ámbito de la fraseología, Zuluaga los aproxima al ámbito pragmático y discursivo al señalar que se suelen producir como «modalización [del enunciado]» y «fin de la emisión de uno de los interlocutores y el intercambio de papeles de hablante y oyente».
  2. Montes Giraldo (1985: 47-48) reconoce la especificidad de este tipo de calcos (¡olvídalo! < forget it!) al caracterizarlos como calcos de la norma (cf. §1).
  3. Wierzbicka (1991: 245-247) considera que la mayoría de estas expresiones fijasfixed expressions») poseen una fuerza ilocutiva muy clara y previsible.
  4. Siguiendo a Roos (1985) y Coulmas (1985), G. Corpas (1996: 175) las denomina «fórmulas estructuradoras del discurso», «fórmulas de dirección del discurso» o, simplemente, fórmulas discursivas.

Como vimos en §2, esta categoría de la interferencia pragmática está ampliamente documentada en los deficientes doblajes de películas y seriales estadounidenses realizados en Centroamérica, Puerto Rico y Florida en el período 1960-1975, donde eran frecuentes los calcos de fórmulas dialógicas y locuciones exclamativas inglesas con función interrogativa, conativa y apelativa, estrechamente vinculadas al contexto de la conversación: ¿Sí, John?, ¡qué bueno que viniste!, ¿cómo le gusta?, ¡no seas rudo!, ¡tú ves cosas!, ¡déjame solo!, ¡olvídalo!. Aunque hoy en día los doblajes peninsulares no caen en estos grotescos calcos, todavía perviven de forma recurrente algunos clichés anglicados que poco a poco van dejando de ser sentidos como peculiares o exóticos y se van incorporando a los hábitos lingüísticos de los hispanohablantes.

Clasificaremos los anglicismos pragmáticos registrados consistentes en clichés o expresiones fijas que verbalizan diversas rutinas discursivas propias del inglés norteamericano coloquial en función de las diversas partes o secuencias de la interacción conversacional.


ArribaAbajo5.1. Inicio del diálogo y fórmulas introductorias o fáticas

En español, como rutina discursiva al contestar a una llamada telefónica, se emplea la forma dígame. Sin embargo, la presión de los doblajes de películas norteamericanas ha difundido la fórmula fática propia del inglés americano, yes?, traducida como ¿sí?, pronunciado de forma prolongada e insegura, según vemos en Lapesa (1963: 198). Este sutil calco pragmático -apenas analizado por los estudiosos- se repite de forma constante en nuestro corpus de doblajes peninsulares actuales. Además, ha ampliado sus ámbitos de uso a contextos comunicativos similares a partir de la situación canónica de la respuesta a una llamada telefónica11:

a) Respuesta fática a una llamada telefónica:

(2)

A: ¿Sí? Sí, Brad, estupendo (H)


(A: Yes? Yes, Brad, that´s real good)


b) Respuesta fática a una llamada a través del interfono o portero automático:

(3)

A: ¿Sí?


C: Soy Will


(L)                


(A: Yes?

C: It's Will)


(4)

C: ¿La señora Fauré?

B: ¿Sí?

C: Me llamo Gorsky.


(MDC)                


(C: Mrs Fauré?

B: Yes?

C: My name is Gorsky)


c) Respuesta fática a una interlocución apelativa en presencia:

(5)

A: ¡Papá!

B: ¿Sí?

A: Te llaman por teléfono


(APR)                


(A: Dad!

B: Yes?

A: Someone on the phone for you)


(6)

E: Disculpe, señor Baldwin

B: ¿Sí?

E: le llaman por teléfono


(APR)                


(E: Ex cuse me, Mr. Baldwin

B: Yes?

E: There's a phone call for you)


(7)

D: ¿Bronte?

B: ¿Sí?

D: ¿En qué lado de la cama duermes?

B: En el derecho


(MDC)                


(D: Bronte?

B: Yes?

D: What side of the bed do you sleep on?

B: The right side)


(8)

A: ¿Sí?

E: Carter Hayes vive aquí, ¿verdad?


(DRE)                


(A: Yeah?

E: Carter Hayes lives here, doesn't he?)





ArribaAbajo5.2. Réplicas y fórmulas de acuerdo con carácter fático

A. Llorente Maldonado de Guevara (1980: 15) denuncia por artificial y anglicado el uso de ¡correcto! «como contestación equivalente a de acuerdo, está bien, bien, como quieras, etc.», siendo calco de la fórmula inglesa all right o simplemente right. Hemos encontrado numerosos ejemplos en los que la fórmula de acuerdo inglesa [all] right es traducida, de manera fácil y poco idiomática, como correcto, en detrimento de las múltiples opciones de que dispone nuestro idioma: de acuerdo, está bien, bien, como quieras o vale.

(9)

D: Está bien, está bien, dejadme adivinar lo que os han dicho: «aunque nos gustaría poder ayudarles, no podemos permitirnos ampliar el préstamo. No sería justo ni para nosotros ni para ustedes». ¿Correcto?

A: Correcto


(DRE)                


(D: All right, all right, let me guess what they said: «as much as we'd like to help you, we just can't afford to string out the loan. It wouldn't be fair to us and it wouldn't be fair to you». Right?

A: Right)


(10)

K: Señorita Johnson, sólo quiero aclarar una cosa. ¿El señor Sanders sugirió esa botella de vino?

L: Correcto [Así es en la versión subtitulada]

K: Pero la compró usted


(AC)                


(K: Miss Johnson, I just want to make clear one thing. Mr. Sanders suggested that bottle of wine

L: That's right

K: But you bought it)


Obsérvese en (10) la divergencia entre la traducción de la versión doblada y la de la subtitulada. Aunque no hemos podido proceder a un estudio contrastivo de ambos tipos de traducciones cinematográficas, la impresión general es que las traducciones del subtitulado son más correctas en el plano normativo pero más artificiales en el plano comunicativo (así es hubiera sonado demasiado formal en el español hablado, aunque tampoco es una mala elección si tenemos en cuenta que el diálogo se produce en un careo en un juzgado, lo cual implica necesariamente un cierto nivel de formalidad), mientras que las traducciones que aparecen en el doblaje resultan siempre más naturales, aunque a veces el precio de esa naturalidad es el servilismo hacia los modelos del inglés norteamericano coloquial.




ArribaAbajo5.3. Marcadores del cambio de turno

En el ágil y belicoso diálogo coloquial de los seriales norteamericanos, se emplea la expresiva fórmula fire away (cf. Carbonell Basset, 1995, s.v. fire) en una situación comunicativa muy determinada: un hablante A cede el turno al interlocutor B y se compromete a escuchar con atención alguna petición, pregunta o asunto delicado que le quiere plantear B (el cual pone en juego diversos mecanismos de cortesía para minimizar la tensión dialógica ocasionada por este asunto). En español empleamos en situaciones análogas las fórmulas adelante o te escucho. Ahora bien, en un caso aislado hemos detectado la traducción literal dispara, la cual parece difundirse poco a poco gracias a su innegable expresividad y plasticidad12:

(11)

B: Quería hacerte unas preguntas

A: Adelante, dispare


(BS)                


(B: I would like to make some questions to you

A: Come on, fire away)





ArribaAbajo5.4. Formas de cerrar el diálogo o de interrumpir/postponer un argumento

a) El marcador de cierre discursivo eso es todo, traducción literal del inglés that is all, es para E. Lorenzo (1994: 17, n. 5) un anglicismo de frecuencia que está desplazando poco a poco a la fórmula castiza nada más (con valor ilocutivo asertivo). Este marcador de cierre discursivo se presenta aislado (precedido de pausa) y ocupando la parte final de la intervención de un interlocutor:

(12)

A: Estamos en Navidad y siempre hay muchos robos en vacaciones. Estamos recorriendo el barrio para comprobar que se toman las medidas adecuadas. Eso es todo


(SEC)                


(A: It's Christmas time. There are always a lot of burglaries around the holidays. So, we're just checking the neighborhood to see if everyone is taking the proper precautions. That's all)


(13)

A: Escucha. Había una oportunidad y la aproveché. Tú tenías el dinero, tu intención era buena, pero llegaste tarde. Eso es todo


(UPI)                


(A: Listen. I saw an opportunity and I took it. You had the money, you had the rightest things, but you were too late. That's all)


b) Entre los numerosos anglicismos difundidos por los doblajes centroamericanos del período 1960-1975, los estudiosos han destacado la rutina de cierre de diálogo o postposición de argumento ¡olvídalo!, calco literal del inglés forget it!:

  • Estrany (1970: 203) lo registraba en el intercambio -¿Qué pasa? -Olvídalo y ofrecía como equivalente castellano correcto la fórmula nada;
  • Montes Giraldo (1985: 47) lo analizaba como ejemplo de la categoría de calco de la norma (cf. §1) en los doblajes y consideraba que «se está usando en un contexto en que lo normal son otras expresiones» como despreocúpate, no tengas cuidado;
  • Carbonell Basset (1995, s.v. forget), propone la traducción déjalo.

En efecto, traducciones como déjalo o despreocúpate hubieran resultado más idiomáticas en los siguientes contextos discursivos conflictivos, donde un interlocutor A en situación privilegiada -porque B le está pidiendo disculpas o porque A mismo está reprochando algo a B- prefiere no seguir con la discusión y emplea este mecanismo de cierre con un leve carácter atenuador (a veces marcado con please por A o reconocido por B con una señal fática de acuerdo como fine):

(14)

A: Escucha, ¿crees que puedes aparecer en mi vida y decirme cómo vivirla? No tienes idea de lo que he sufrido

B: Lo sabría si me lo contaras

A: ¡Olvídalo!

B: Bien


(ERL)                


(A: Listen, you think you can just show up and tell how to live my life? You don't even know what I've been through

B: I would if you'd just tell me

A: Forget it!

B: Fine!)


(15)

B: Ahora puedo decírtelo: no me gustaba Phil; agh, era tan formal

A: Phil y yo seguimos juntos

B: Oh, lo siento, no quería decir eso. Me cae muy bien Phil, tan preocupado por el medio ambiente y todo eso

A: Sí, así es

B: Es típico de mí. Siempre meto la pata

A: ¡Olvídalo!


(MDC)                


(B: I can say this now: I did not like Phil, so earnest, my God!

A: Phil and I are still very much together

B: Oh, I'm sorry! Im so embarrased! I mean, I like Phil, he's very concerned about the environment and all that

A: Yes, he is

B: Typical of me, putting my foot in it

A: Forget it!)


(16)

B: Lauren, siento haberte mentido

A: ¿A mí? ¿De qué estás hablando?

B: Bueno, no... no decírtelo. Y también no haberte invitado antes; eres mi mejor amiga

A: Por favor, olvídalo, Bronte


(MDC)                


(B: Lauren, I'm so sorry about lying to you

A: What are you talking about?

B: I mean, not telling you, not having you over before; you're my oldest friend

A: Please, forget it)


c) J. Garrido Medina (1994: 248) considera que la rutina conversacional de interrupción del diálogo ¡dame un respiro! se debe a calco del inglés give me a break! en los doblajes de películas, y apunta además su progresiva difusión en el español hablado. Podríamos pensar que las fórmulas tradicionales son expresiones como ¡no me agobies! o ¡espera un momento! y que, efectivamente, ¡dame un respiro! se ha abierto paso como anglicismo pragmático. De hecho, hemos registrado diversos ejemplos en nuestro corpus de doblajes actuales, en los que un interlocutor emplea esta rutina conversacional cuando se siente agobiado tanto por las críticas o acusaciones (17) como por las alabanzas o lisonjas (18):

(17)

C: Claro que sí. Tengo un miembro ortopédico. Debí de matar a su mujer

B: Vamos, déme un respiro, ¿quiere?


(EF)                


(C: Well, hell, yes. I have a prosthetic arm. I must have murdered his wife, right?

B: Come on, give me a break, will you?)


(18)

C: Deja de mirar. Dibuja un jarrón

S: Pero si es precioso, Carol. Tu piel, tu largo cuello, la espalda, tu contorno. Por ti los cavernícolas grabaron las paredes.

C: Ya vale. Dame un respiro


(MI)                


(C: Stop staring. Do a vase

S: But you're beautiful, Carol. Your skin, your long neck... the back, the line of you. You're why the cavemen chiseled on walls

C: All right, give me a break)


d) La sintaxis inglesa, más afecta que la española a la nominalización, los períodos cortos y la yuxtaposición13, suele emplear como forma tajante de cerrar el diálogo (sobre todo, en secuencias argumentativas) expresiones con la estructura end of +sustantivo, que no se pueden verter tal cual en español. Así, end of the story no se puede traducir por fin de la historia, sino por fórmulas paratácticas introducidas por la copulativa y con valor de cierre de enumeración: y se acabó; y ya está; y ya no hablemos más [del asunto]. En los siguientes ejemplos, se copia literalmente tanto la construcción nominal inglesa (end of [the] story > fin de la historia y end of discussion > fin de la discusión) como la yuxtaposición del original:

(19)

A: Es una cuestión de control de la natalidad. Fin de la historia


(BS)                


(A: It's a matter of birth-control. End of the story)


(20)

A: No soy tan idiota. Oí un ruido y me marché. Fin de la historia


(HU)                


(A: I'm not such an idiot. I heard a noise and ran off. End of the story)


(21)

B: ¿El alquiler de Hayes ha llegado ya?

A: No, mañana probablemente

B: ¿Probablemente?

A: Sí, es que hubo una equivocación del banco. No te preocupes por eso (...) Escucha, yo te metí en este lío y yo voy a sacarte. Fin de la discusión


(DRE)                


(B: Hayes' rent didn't come, did it?

A: No, tomorrow probably

B: Probably?

A: Yes, it is a bank mix-up. Look, I'm on top of it. Don't worry about it. (...) Look, I got us into this, Patty. I'm going to get us out of it. End of discussion)







ArribaAbajo6. Fórmulas sociales o de fijación pragmática

Un tipo de anglicismo pragmático similar a las reglas de habla y rutinas discursivas vistas en el apartado anterior son ciertos tipos de citas usuales en el llamado discurso repetido o ritualizado, las cuales corresponden a uno de los pilares de la interferencia pragmática en la concepción pionera de Clyne (1972: 98-110): el preformulated discourse, representado por fórmulas de saludo, tratamiento, cortesía y despedida.

Los mismos estudiosos que aceptaban con ciertas reservas la naturaleza pragmática de las reglas de habla y rutinas discursivas (cf. §5), enfatizan ahora la vinculación de estas muestras de discurso repetido o ritualizado con los rasgos básicos de los mecanismos pragmáticos:

  1. A. Wierzbicka (1991: 245-247) considera que los ejemplos más evidentes de expresiones fijas poseedoras de fuerza ilocutiva clara y previsible son las fórmulas de saludo y despedida.
  2. A. Zuluaga (1980: 207-208) considera «clase aparte» respecto de la fraseología en sentido estricto una serie de «enunciados fraseológicos cuyo empleo está fijado a determinadas situaciones de la vida social»: buenos días, feliz cumpleaños, lo siento mucho. A. Zuluaga considera que este tipo de enunciados se caracteriza por su «fijación situacional» y propone denominarlos fórmulas de fijación pragmática, término que nosotros mismos adoptaremos para esta categoría de la interferencia pragmática.
  3. Por su parte, G. Corpas (1996: 175) -siguiendo nuevamente a Roos (1985: 77) y Coulmas (1985: 64-65)- habla de «fórmulas sociales» o «fórmulas de cortesía», componente principal de un grupo más amplio denominado fórmulas rutinarias, el cual -en rigor- comprendería también las rutinas o fórmulas discursivas examinadas en el apartado anterior.

En este sentido, consideramos que las principales diferencias que separan las fórmulas sociales o de fijación pragmática de las reglas de habla o rutinas discursivas son la mayor dependencia de las primeras respecto de la situación comunicativa (se trata de situaciones prototípicas y predecibles), su mayor fuerza ilocutiva (Corpas las clasifica en función del acto de habla predominante) y su mayor grado de ritualización (discurso repetido, pares mínimos), lo cual pone de manifiesto su estrecha vinculación con los constituyentes básicos de la Pragmática.

En nuestro corpus de doblajes, algunas fórmulas de fijación pragmática calcadas del inglés se presentan de manera recurrente, lo cual revela también que en determinadas situaciones comunicativas existe una fuerte tendencia a traducir literalmente ciertas fórmulas de fijación pragmática propias de la lengua y la cultura norteamericanas.


ArribaAbajo6.1. Tratamiento

Se trata de una de las más claras fórmulas de fijación pragmática y, también, una de las más proclives al préstamo o calco, bien para conferir al discurso un cierto color extranjerizante, bien para integrarse con mayor facilidad en la cultura dominante en casos de minorías alóglotas. Recordemos que Clyne (1977) ya tuvo en cuenta las «reglas de participación» y «roles honoríficos» en su estudio sobre la interferencia pragmática de los inmigrantes germanohablantes en Australia.

Por otra parte, también hemos advertido que, a veces, estos calcos de fórmulas de tratamiento se difunden en la lengua receptora como mecanismos más corteses, cultos y breves, es decir, más eficaces para los propósitos de la comunicación, desplazando con facilidad a las anquilosadas fórmulas tradicionales. A nuestro entender, este es el fundamento intralingüístico que explica el alarmante éxito de algunas fórmulas de tratamiento calcadas del inglés.

a) J.C. Santoyo (1996: 166) y F. Lázaro Carreter (1997: 624-625) consideran anglicismo difundido por los doblajes de películas norteamericanas el empleo de la fórmula de tratamiento de un presentado ante un auditorio damas y caballeros (< ladies and gentlemen), cuando en español la fórmula habitual de «invocación al auditorio indiscriminado» es señoras y señores. Ahora bien, podríamos aducir en su favor que la fórmula damas y caballeros no resulta chocante a los hispanohablantes, puesto que aporta un claro matiz de formalidad y cortesía frente al más neutro señoras y señores.

(22)

D: Muchísimas gracias, damas y caballeros, amigos y colegas


(EF)                


(D: Well, thank you very much, ladies and gentlemen, my friends and colleagues)


(23)

D: Damas y caballeros, no se me ocurría ni en sueños empezar la subasta por debajo de 10.000 dólares


(UPI)                


(D: Ladies and gentlemen, I couldn't even dream of starting a bet below 10.000 dollars)


b) A. de Miguel (1985: 205) también considera anglicismo transmitido por los doblajes de películas el empleo de la fórmula de tratamiento sí, señor en el lenguaje castrense, al dirigirse a un superior. Aunque en inglés yes, sir es signo es suma formalidad y fórmula corriente en el lenguaje castrense, la fórmula habitual equivalente en español es a la orden de usted, mi +grado. Este anglicismo pragmático es de uso generalizado en los doblajes de películas norteamericanas de ambiente militar, desplazando por completo a la fórmula tradicional castellana. Podemos ver un ramillete de ejemplos en un par de escenas de la película No hay salida:

(24)

A: El vigía de proa se ha caído, señor (...)

B: Enfóquenlo con el receptor

A: Sí, señor


(NHS)                


(A: Forward watch is down, sir (...)

B: Get the spot on him

A: Yes, sir)


(25)

C: ¿Ha oído hablar de los submarinos Phantom?

B: Sí, señor


(NHS)                


(C: Are you aware of the Phantom submarine?

B: Yes, sir)


(26)

C: Comprobará que le estoy hablando con sinceridad

B: Sí, señor


(NHS)                


(C: You realize, of course, I'm speaking in complete candor

B: Yes, sir)


(27)

C: Usted los conseguirá

B: Sí, señor


(NHS)                


(C: Your job is to get it

B: Yes, sir)


A nuestro entender, la razón del amplio uso de sí, señor estriba en la búsqueda de la sincronización verbal y visual (cf. Agost 1999: 58-59) como requisito básico del doblaje, por encima incluso de consideraciones idiomáticas y normativas: en efecto, la necesidad de ajustarse a las dos sílabas del modelo inglés ha facilitado desde el principio la introducción de este giro anglicado, el cual tampoco resulta en exceso chocante o exótico debido a la existencia de la fórmula sí, señor en el lenguaje «civil».




ArribaAbajo6.2. Cortesía y petición

Un claro anglicismo difundido por los doblajes consiste en el empleo del imperativo reforzado déjeme decirle (< let me tell you), no como expresión de ruego o petición (uso tradicional en español), sino como fórmula enfática cuando el hablante quiere hacer un ofrecimiento o contar algo importante a su interlocutor, como observan Lorenzo (1996: 636-637) y Garrido Medina (1994: 248).

Si seguimos la detallada argumentación de E. Lorenzo (1996: 636-637), esta construcción reforzada es legítima en español cuando conserva su sentido recto de ruego o petición (déjeme leer esa carta = «le pido permiso para leer esa carta»). Ahora bien, cuando en inglés la forma let es simple refuerzo del imperativo, «la traducción literal resulta sumamente perturbadora»: así, let me know if you need anything else no se traduce por *déjame saber si necesitas algo más sino por dime si necesitas algo más; igualmente, let me tell you something no se traduce por *déjame decirte una cosa sino por te voy a decir una cosa o, mejor y más genuino, quiero que sepas. Por su parte, J. Garrido Medina (1994: 248) registra en un doblaje de televisión la frase ¡dejad que os diga algo, estúpidos!, traducción literal de let me tell you something (en lugar de os voy a decir una cosa) y recalca además la incongruencia pragmática de este calco: así, quien ha enunciado la frase es el jefe de los delincuentes, y no es lógico que, ostentando mayor «poder» (en términos de Brown y Gilman, 1960), les pida cortésmente permiso a sus subordinados para hablarles y, seguidamente, insultarles en calidad de jefe enfadado.

Aunque esta traducción literal resulta, en efecto, torpe, pesada y perturbadora, hemos registrado bastantes ejemplos de ella en nuestro corpus de doblajes actuales. Obsérvese, además, que muchos de ellos se concentran en una serie de expresiones casi fijadas, como es el caso de déjame adivinarlo (< let me guess); y son precisamente estos clichés los que contribuyen a dar un sabor artificial y anglicado al diálogo que escuchamos en los doblajes:

(28)

B: ¿Llamaron? ¿Cómo encontraron el número? Déjame adivinarlo: se lo diste tú


(APR)                


(B: They called? How did they get our number? Let me guess: you gave it too)


(29)

A: Creo que debería quedarse con el vestido. Deje que se lo compre


(UPI)                


(A: I really think you ought to have the dress. Let me buy for you)


(30)

B: Y, ¿quién es ella?

C: Déjame adivinarlo: es atractiva

D: ¿Y qué tiene que ver eso, Mark?


(AC)                


(B: Who is she?

C: Let me guess: she's attractive

D: What has that to do with it, Mark?)


(31)

D: Está bien, está bien, dejadme adivinar lo que os han dicho: «aunque nos gustaría poder ayudarles, no podemos permitirnos ampliar el préstamo. No sería justo ni para nosotros ni para ustedes». ¿Correcto?

A: Correcto


(DRE)                


(D: All right, all right, let me guess what they said: «as much as we'd like to help you, we just can't afford to string out the loan. It wouldn't be fair to us and it wouldn't be fair to you». Right?

A: Right)







ArribaAbajo7. Modalización del enunciado


ArribaAbajo7.1. Adverbios oracionales y modalización

G. Vázquez Ayora (1977: 116-118), E. Lorenzo (1996: 92) y Zaro y Truman (1999: 249) atribuyen a influjo inglés la excesiva frecuencia de ciertos adverbios en -mente, en posición inicial absoluta (o final absoluta) y aislados del resto de la oración (mediante comas, pausas o entonación).

En la lingüística inglesa se denominan sentence adverbs, aunque R. Quirk et al. (1972, §8. 78-88) los estudian bajo el nombre de disjuncts, entre los cuales distinguen dos grupos:

a) Style disjuncts, los cuales «convey the speaker's comment on the form of what he is saying»: truthfully, broadly.

b) Attitudinal disjuncts, los cuales «comment on the content of the communication»: certainly, obviously, really; understandably, wisely.

Se trata, en suma, de fórmulas modalizadoras que determinan una cierta actitud del hablante ante el significado veritativo de una oración.

Ahora bien, lo relevante para nuestro estudio es que Vázquez Ayora, E. Lorenzo y Zaro y Truman consideran que, en textos traducidos, muchos de estos adverbios de modus son en el fondo anglicismos de frecuencia. Las razones son dos: por un lado, la derivación adverbial en -mente en español presenta más restricciones que el proceso análogo en inglés con el sufijo -ly; por otro, el español presenta una marcada tendencia a sustituir los adverbios largos en -mente por locuciones adverbiales, más expresivas e idiomáticas. Es decir, que para conseguir un resultado más idiomático, estos adverbios ingleses se deberían traducir por una locución adverbial o -en un estilo más formal- por determinadas construcciones verbales, pero rara vez por un adverbio largo equivalente.

Debido a su condición de anglicismo de frecuencia, resulta difícil determinar cuándo un adverbio oracional inglés no puede ser traducido literalmente por un adverbio español en -mente. En todo caso, los comentarios de G. Vázquez Ayora y E. Lorenzo apuntan a determinados adverbios privilegiados en las traducciones literales del inglés. Uno de ellos es obviamente, calco de obviously en posición inicial o final absoluta, en detrimento de la construcción española es obvio que:

(32)

A: Es la mejor de todas, sin duda alguna

B: ¿La mejor de todas? ¿Has dicho la mejor de todas? No lo entiendo

A: Es la mejor del club del millón de dólares, obviamente


(UPI)                


(A: She is the best, absolutely14. You are the best of all

B: The best of all? You said the best of all? I don't understand

A: She's the best of the million dollar club, obviously)


(33)

A:... y la posición de los cuerpos: no fueron tirados, fueron colocados. No tenía prisa; se tomó su tiempo.

B: Y, obviamente, no se encontró las fundas de la almohada allí: iba preparado

A: Lo que sugiere que fue planeado


(PF 2)                


(A:... and the position of the bodies; they weren't thrown there, they were places. He wasn't in a hurry; he took his time

B: And, obviously, the pillow cases weren't found there. He was prepared

A: Which makes me think it was planned)


Así pues, vemos que obviamente es un «attitudinal disjunt» que modaliza el valor de verdad de una oración y en español resulta más natural expresarlo mediante una construcción impersonal con verbo ser donde el adverbio se convierte en el adjetivo correspondiente.




ArribaAbajo7.2. Formas de expresar la negación

E. Lorenzo (1996: 92) calificaba de anglicismo de frecuencia la fórmula de réplica ¡oh no! cuando presentaba el valor ilocutivo que en español solía desempeñar la fórmula ¡qué va!. En términos pragmáticos, se trata de una negación reforzada (usada con frecuencia en las respuestas para rechazar una presuposición contenida en la pregunta previa o expresar desacuerdo).

(34)

B: Es extraordinario, ¿no?

A: Quizá. A mí me parece perfectamente vulgar

B: ¡Oh no!, os lo aseguro


(AP)                


(B: It's extraordinary, isn't it?

A: Is it? It sounds to me perfectly commonplace

B: Oh no! I assure you)







ArribaAbajo8. Intensificación y atenuación15


ArribaAbajo8.1. Enfatizadores o intensificadores

En los doblajes de películas norteamericanas se introducen extrañas traducciones literales de algunos enfatizadores ingleses. Uno de los casos más evidentes, registrado en nuestro corpus, es el adverbio condenadamente como enfatizador de un adjetivo, traducción literal de damn/damned con valor adverbial16. En efecto, condenadamente no es usual como recurso enfatizador en el español hablado, ya que conserva todavía un matiz semántico negativo. En cambio, en inglés damned tiene matiz peyorativo como adjetivo, mientras que como adverbio (a veces en la forma apocopada damn) es un puro intensificador y el matiz positivo o negativo depende del adjetivo al que modifique17:

(35)

B: Había olvidado lo condenadamente guapo que eres


(ADM)                


(B: I'd forgotten how damn handsome you are)





ArribaAbajo8.2. Atenuadores

E. Lorenzo (1996: 633) considera que el latiguillo de alguna manera/de algún modo es un calco innecesario del inglés somehow (en rigor, un anglicismo de frecuencia según el propio autor), ya que en español bastaría con en cierto modo o incluso nada (procedimiento de omisión en la traducción oblicua). En nuestro corpus este latiguillo aparece varias veces, aunque con un matiz bastante más impreciso y expletivo -como también ha observado F. Lázaro Carreter (1997: 160-163)- que propiamente atenuador:

(36)

A: No sé cómo. Es un recuerdo borroso, pero de algún modo lo agarré y lo saqué del autobús


(EF)                


(A: I don't know how. It's still a kind of hazy but somehow I grabbed him and pushed him out of the bus)


(37)

M: ¿Llamó usted a alguien entonces?

L: No, no sabía qué hacer. Empecé a repasar el día mentalmente para saber si de alguna manera todo había sido culpa mía


(AC)                


(M: Did you call anyone afterwards?

L: No, I didn't know what to do. I kept remembering the day in my mind, trying to find out if somehow it was my fault)


(38)

D: ¿Esa es su Juana de Arco? No es tan realista como el resto de su trabajo ¿Dónde están las llamas y el crucifijo?

E: No pretendo fanfarronear, pero de algún modo he perfeccionado el acto


(PF 2)                


(D: Is this your Joan of Arc? It's not as realistic as the rest of your wor. Where are the flames and the crucifix?

E: I don't mean to boast, but somehow I have perfected the act)







ArribaAbajo9. Deixis

Los recursos para marcar la deixis personal, temporal o espacial constituyen otro de los principales ámbitos de estudio de la Pragmática18. A. Torrent dels Prats (1976) (1989, s.v. this [pron]) denuncia algunos calcos literales del empleo del pronombre deíctico inglés this que no se corresponden con el uso habitual que el español hace de su correlato éste/ésta/esto. Así, a la construcción presentativa inglesa This is my brother le corresponde la fórmula tradicional española le presento a mi hermano o, acercándose al valor deíctico de this, aquí mi hermano, pero nunca *éste es mi hermano. Sin embargo, este anglicismo pragmático se convierte en una solución fácil en los doblajes por razones de sincronización visual (debido a la larga extensión de la fórmula tradicional española, difícil de ajustar a los movimientos de los labios) y su constante repetición lo asimila a los hábitos lingüísticos de los hispanohablantes:

(39)

A: Hola, papá. Esta es Jessica

B: Encantado de conocerte, Jessica


(APR)                


(A: Hi, dad. That is Jessica

B: Well, nice to meet you, Jessica)


(40)

B: Éste es Georges

E: Hola

D: Hola

B: Hace chapuzas


(MDC)                


(B: This is Georges

E: Hello

D: Hi

B: A handyman)


(41)

H: ¡Al fin!

E: Hola, madre. Éste es Georges Fauré

D: Hola

H: ¡Oh!


(MDC)                


(H: At last!

E: Hi, mother. This is Georges Fauré

D: Hi

H: Oh!)


(42)

B: Éste es Drake. Éstos son Billy y Amy

A: Hola, encantado de conoceros


(DRE)                


(B: Honey! This is Drake. This is Bill and Amy

A: Hi, nice to meet you)





ArribaAbajo10. Interjecciones

Aunque siempre ha sido conflictivo el estatuto y la ubicación de las formas conocidas como interjecciones, en algunos trabajos recientes -como los de R. Almela Pérez (1990: 93-108) y A. Wierzbicka (1991: 285-339)- se apunta la posibilidad de incluir las interjecciones en el nivel pragmático.

Por otra parte, las interjecciones son una de los pocas categorías de la interferencia pragmática en la que predominan los casos de importación o préstamo integral frente a los de sustitución o calco19. Este condicionante determina una fuerte prevención de los traductores ante las interjecciones, pues el préstamo integral siempre ha sido sentido como una «claudicación» o «reconocimiento de impotencia» en el proceso de traducción, según vemos en Vinay y Darbelnet (1958: 47) y García Yebra (1982: 336).

Así pues, es comprensible que en nuestro corpus de doblajes se evite escrupulosamente la copia de interjecciones inglesas como okay, hurra y hey, pero a su vez nos sorprende la frecuencia de aparición de guau, adaptación fónica aproximada de wow. J.A. Pascual (1985) señala que la introducción de guau en español se debe al doblaje de películas norteamericanas y a los tebeos o historietas gráficas, y su fuerza ilocutiva contiene un matiz semántico de alegría y sorpresa positiva y que comienza a calar hondo en el habla de los jóvenes, donde asume un cierto papel de marcador de integración en el grupo. Por ello, es de uso frecuente en películas y serie dedicadas a un público esencialmente juvenil:

(43)

B: Se están diciendo a sí mismos: «Guau, qué divertido es esto»


(PBA)                


(B: They're saying to themselves, «Wow, how amusing this is»)


(44)

B: No está mal

C: Guau, cariño, ¿qué te parece?


(UPI)                


(B: What about that

C: Wow, dearie, what do you think?)


(45)

A: Guau, creo que esta noche hemos conseguido progresar mucho


(VP)                


(A: Wow, I think we've made a lot of progress tonight)


Pero la nómina de interjecciones parece no acabarse aquí. En un reciente repaso a los errores de traducción en el doblaje de material televisivo, Castro (1997: 421) señala la frecuencia de aparición de la interjección impropia ¡bingo!. Collins (1991, s.v.) la define como «an expression of surprise at a sudden occurrence or the successful completion of something: and bingo!, the lights went out». Rodríguez y Lillo (1997, s.v.) la caracterizan expresamente como interjección y la definen como «expresión exclamativa de júbilo tras un golpe de suerte». Con este valor ilocutivo, se trata de una interjección próxima a la tradicional exclamación de ¡eureka!, a la que parece estar empezando a desplazar del uso (ya que ¡eureka! es sentida como pedante y anticuada, sobre todo por los más jóvenes). Este valor ilocutivo y su posición destacada en el enunciado (inicial o final, exclamativa y aislada del resto por pausas o entonación suspendida) se cumplen en nuestro corpus:

(46)

B: Mola, ¿eh? Es un software de reconocimiento de objetos: clasifica billones de bits por segundo... ¡bingo!: una cabaña, hecha a medida, la leña, el lago, la bandera y en la forma en que Roberts la colgaba


(PF 1)                


(B: It's cool, ain't it. It's a pattern recognition software. It classifies billions of bits per second... bingo!: a cabin, made-to-fit, firewood, the lake, the flag and the way in which Roberts used to hang it)


(47)

C: Cinco y mil, cuatro y mil, tres y mil, dos y mil y... ¡bingo!

T: Cuarenta y medio [de fiebre]

C: Vamos a dar un paseíto en taxi


(MI)                


(C: Five-one-thousand, four-one-thousand, three-one-thousand, bingo!

T: One-o-four point nine

C: We're gonna treat ourselves to a cab ride)





ArribaAbajo11. Conclusiones

En resumen, podemos afirmar que la interferencia pragmática en los doblajes peninsulares actuales de películas y seriales norteamericanos no es muy acusada en el aspecto cuantitativo, aunque en el aspecto cualitativo hemos podido documentar casos de influencia angloamericana en casi todos los ámbitos discursivos que hoy en día constituyen objeto de estudio de la Pragmática: marcadores discursivos; reglas de habla y rutinas discursivas relativas a diversas partes o secuencias de la interacción conversacional (inicio y fórmulas fáticas, réplicas, fórmulas de acuerdo, cambio de turno y cierre discursivo); fórmulas de fijación pragmática vinculadas a diversos rituales de la vida social (tratamiento, cortesía y petición); procedimientos de modalización del enunciado (adverbios oracionales y negación); intensificación y atenuación; deixis (presentativa) e interjecciones. En este sentido, una de las principales aportaciones de este trabajo es la reformulación como casos de interferencia pragmática de diversos tipos de calcos que tradicionalmente han sido catalogados -con dificultad y de manera poco rigurosa- como calcos léxicos, sintácticos, fraseológicos, como anglicismos de frecuencia (lo cual sigue siendo válido como matización del grado de arraigo, pero no como clasificación principal) o como simples errores estilísticos o de traducción. Por ello, creemos que este trabajo puede sentar las bases para futuros estudios sobre traducción audiovisual y sobre otros ámbitos comunicativos de relevancia discursiva.

Por otra parte, volviendo a la intensidad del influjo angloamericano, resulta algo preocupante la excesiva reiteración de ciertos anglicismos pragmáticos en los doblajes. En efecto, el empleo de ¿sí? (< yes?) como rutina discursiva al contestar una llamada (telefónica o de otro tipo), la fórmula de acuerdo correcto (< [all]right), las fórmulas de cierre discursivo ¡olvídalo! (< forget it!), eso es todo (< that's all) y fin de la historia (< end of the story), las fórmulas de tratamiento damas y caballeros (< ladies and gentlemen) y sí, señor (< yes, sir), la falsa construcción imperativa déjeme decirle (< let me tell you); el latiguillo atenuador de alguna manera/de algún modo (< somehow), la fórmula presentativa éste es X (< this is X) y las interjecciones guau (< wow) y bingo con valor ilocutivo de sorpresa y alegría parecen haber calado hondo, al menos en lo que Amando de Miguel (1985: 205) denomina «esa circunstancia del castellano que hablan vicariamente los actores en la ficción cinematográfica». Y con ellos, la conversación cotidiana del español va perdiendo poco a poco su carácter genuino para convertirse en un pálido reflejo de los hábitos conversacionales y de los valores culturales del inglés norteamericano coloquial.




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