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Documentos de Colón de la Casa Ducal de Veragua

Vicente Vignau y Ballester

Real Academia de la Historia (España)

Manuel Pérez Villamil

Juan Pérez de Guzmán y Gallo





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Con fecha del 6 de Septiembre del año de 1915, el Duque de Veragua representó al Ministerio de Instrucción pública y de Bellas Artes, que «ante el temor de que contingencias futuras pudieran ocasionar que los documentos que posee relativos á Cristóbal Colón y al descubrimiento de América sean disgregados ó cedidos al extranjero, se honraba en ofrecerlos al Gobierno de Su Majestad por si, respondiendo á su más vivo deseo, tenía á bien que fuesen perdurablemente unidos á otros que conserva como reliquias sagradas de tan glorioso suceso, á cuyo fin ha obedecido la constitución reciente del Museo Americano en el Archivo de Indias de Sevilla». Aunque al solicitante no se le ocultaba la dificultad de una tasación exacta del valor de los referidos documentos, y no habiendo de tomar por base de apreciación la que de ellos se hiciera por otros gobiernos ó entidades de países más favorecidos por la fortuna, ateniéndose al dictamen de persona de tan reconocida autoridad en la materia como el digno miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, D. Antonio Paz y Mélia, segundo jefe que fué algún tiempo de la Biblioteca Nacional, y durante muchos años jefe de su Sección de manuscritos, el cual, después de examinarlos y describirlos uno á uno, había estimado su valoración en un millón ciento cincuenta mil pesetas, en esta cantidad los ofrecía para su adquisición por el Estado, si con ella se conformaba éste, después de que el Ministerio agotase los trámites informativos de   —127→   todas las Corporaciones llamadas por la competencia superior de su propia naturaleza y en conformidad con las disposiciones vigentes para tales casos.

Por decreto del 7 de Septiembre, se dispuso informara sobre el particular el Archivo Histórico Nacional, cuyo director pidió al Duque de Veragua franquease los documentos referidos para poder examinarlos de visu á los oficiales jefes del Archivo, don Manuel Magallón y Cabrera y D. Miguel Gómez del Campillo, quienes en 26 de Febrero del año de 1916 emitieron su informe, en el cual, después de confirmar que la colección se compone de noventa y siete documentos y un libro, originales unos y con testimonio autorizado otros, de los que cuarenta eran autógrafos del Almirante, y de declarar que todos los referidos documentos se hallan en buen estado de conservación por la diligencia y esmero con que han sido cuidados por los ilustres antecesores del poseedor oferente, eran de parecer: 1.º, que los documentos que se ofrecen en venta tienen un valor excepcional por ser los documentos más importantes del descubrimiento de América, siendo, por tanto, evidente que d ben custodiarse en nuestros Archivos nacionales para evitar el riesgo de que fueran á enriquecer colecciones extranjeras; 2.º, que aunque dichos documentos han sido publicados y muchos hasta fotografiados en obras españolas y de otros países, principalmente en la de D. Martín Fernández de Navarrete, titulada Colección de viajes y descubrimientos, no por eso pierden su valor intrínseco, por ser los justificantes más inmediatos y precisos de aquel memorable suceso; 3.º, que en cuanto á la tasación, no tienen ni hay medios de hacer un examen comparativo del valor de dichos documentos con otros análogos que de presente ó con anterioridad hayan salido á la venta en los principales mercados del mundo, por lo que los mencionados informantes no se atrevían á confirmar ni á modificar la tasación que el oferente había expuesto con relación al Sr. Paz y Mélia, aun reconociendo la excepcional competencia de éste y su gran peso en estos asuntos, por cuya razón opinaban que se tuviese presente lo acontecido en la valoración propuesta para la adquisición del importante archivo de las casas ducales de Osuna y   —128→   del Infantado, en el que se había llegado á reunir como el compendio de la Historia de nuestras más principales instituciones, con multitud de documentos originales y autógrafos de personajes que directamente intervinieron en notables sucesos de nuestra Historia, y 4.º, que, por tratarse de documentos tan importantes y de la considerable suma que por ellos se pedía al Estado, entendían conveniente pasase el asunto á las corporaciones científicas y técnicas, es decir, á la Real Academia de la Historia y á la junta Facultativa del Cuerpo de Archiveros, los cuales, con sus especiales conocimientos y autoridad, podrían señalar el verdadero valor de tan venerables monumentos del glorioso descubrimiento de América.

Conformándose con este dictamen, la Subsecretaría de Instrución pública hizo pasar el expediente, en 10 de Marzo, á la Junta Facultativa de Archivos, Bibliotecas y Museos, la cual se limitó á hacer suyo el informe pericial de los dignos oficiales y jefe del Archivo Histórico Nacional; en cuya virtud, en 15 de Junio último se decretó informase esta Real Academia, más con la nota precisa de que había de tenerse en cuenta que no se trata tanto de la importancia de los documentos ofrecidos ni de la conveniencia de su adquisición, las cuales, «por referirse á una casa ilustre y á un acontecimiento principalísimo en la historia mundial, están fuera de toda controversia, sino de fijar con el mayor acierto la cuantía de la tasación».

A pesar de esta terminante recomendación de la Subsecretaría de Instrucción pública á la Academia, los Académicos designados para llevar á efecto este estudio, no hubieran podido desempeñar tan difícil cometido sin un nuevo estudio de la documentación ofrecida y sin una nueva apreciación de la importancia intrínseca de la misma, pues lo primero correspondía á la fe de su intervención en este asunto, y lo otro á los fueros de su propia competencia. Así, pues, del examen practicado por la Comisión de la Academia resultan los hechos siguientes, que había que tomar en cuenta para proceder á su posible valoración. La colección de los documentos ofrecidos, comprende noventa y siete relativos á Colón: 1.º, una Provisión original dada   —129→   por Cristóbal Colón (núm. 40 del Catálogo hecho por el Sr. Paz y Mélia); 2.º, trece cartas autógrafas de Cristóbal Colón (números 46, 47, 48, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58 y 59); 3.º, una minuta autógrafa de Colón (núm. 41), y una carta original del mismo (núm. 60); 4.º; una copia de carta de Colón á Su Santidad (núm. 44); 5.º, sesenta cartas originales, en su mayoría de los Reyes Católicos y del Emperador-Rey Carlos V, algunas del Cardenal Ximénez de Cisneros y otras del Rey de Portugal, todas ralativas á Colón (núms. 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 27, 28, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 42, 43, 45, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 69, 70, 71, 72, 75, 76, 77, 78, 81, 82, 83, 91, 92, 93 y 94); 6.º, diez documentos testimoniales relativos al Almirantazgo de Sevilla; 7.º, treinta notas autógrafas de Colón puestas al dorso de los documentos (núms. 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 17, 18, 19, 20, 21, 25, 26, 28, 29, 30, 32, 33, 35, 36, 38, 39, 42, 43 y 44) y, finalmente, un Libro de los privilegios otorgados á Colón, que contiene traslados de documentos relativos al mismo.

La Real Academia de la Historia, como depositaria de las memorias insignes de la Nación, como Cuerpo científico destinado á honrar con las luces de la erudición y de la investigación documental y crítica las glorias patrias, ni puede, á nuestro juicio, tasar esas reliquias del honor nacional, cuyo valor de erudición y de crítica está ya descartado en el palenque de la historia americana, ni menos entrar en regateos y ajustes con el heredero del Almirante que puso en las manos de España la llave del Nuevo Mundo, para que estas reliquias pasen de su Archivo familiar al tesoro de la nación, y no á formar parte de su acervo histórico, donde ya existen, á disposición de los investigadores y críticos, sino de su patrimonio monumental, y aun, si esto es poco, del altar en que todo español rinde el homenaje de su amor y su veneración á la madre patria.

Si el dueño de tan sagradas reliquias les ha señalado un valor numérico, si ha hecho de ellas un avalúo conforme á sus aspiraciones personales ó al dictamen de personas de su estimación propia, bien está y digno es de todo respeto, sin que nos toque   —130→   á los demás penetrar en el terreno de esas altas y nobilísimas afecciones. Lo que á nuestro juicio cabe en este caso singular, por las circunstancias del oferente y las del Estado, que ha de aceptar la oferta, es que el Duque de Veragua y el Ministro de Instrucción pública busquen una solución armónica, aportando el primero su alto patriotismo y sus gloriosas tradiciones de familia, para sacrificar á España una parte de sus pretensiones, atendidas las circunstancias por que estamos pasando, y el otro, ó sea el representante del poder público, el conocimiento exacto de los medios de que hoy dispone el Estado para hacer, por su parte, otro sacrificio en aras de la honra nacional. Sólo así entienden los Académicos que suscriben podrá llegarse á una solución satisfactoria; pues la Academia de la Historia, con su alta sabiduría, ni puede saber, ni mucho menos tasar, el sacrificio de que sea capaz el ilustre Duque y los recursos de que hoy puede disponer el Estado para una obra de carácter moral en que no se cruzan por de pronto las necesidades urgentes de la vida pública.

Son tan altas y calificadas las entidades que concurren á este asunto, es de suyo tan complejo y tan afectivo, tan ajeno á las prácticas de la contratación mercantil, que terciar en él, ni parece respetuoso para los que intervienen, ni propio de una Corporación científica como la Academia de la Historia. Bástela á ésta declarar y repetir que esos documentos, por el valor moral que representan para la Historia de España y del mundo, no deben salir de nuestro solar patrio, aunque impongan un sacrificio, que ella no puede tasar, á la Hacienda pública, pues, según sentencia de Quevedo, más conviene perder intereses que ganar deshonra.

Tal es el parecer de los Académicos que suscriben, que someten respetuosos al de la Academia.

Madrid, 1.º de Diciembre de 1916.





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