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11

Cfr. este juicio de Augusto Belín: «Todo cuanto Sarmiento combatía provenía de España; la tiranía misma de Rosas la conceptuaba un engendro de la Inquisición y del absolutismo español» ( op. cit., p. 57).

 

12

Nótese también esa reflexión: «Las colonias españolas tenían su manera de ser y lo pasaban bien bajo la blanda tutela del rey... (p. 57).

 

13

«En mi vida tan destituida, tan contrariada, y sin embargo tan perseverante en la aspiración de un no sé qué elevado y noble, me parece ver retratarse esta pobre América del Sur... (p. 201).

«También quería yo, como otros, elevarme. Pero quería elevarme sin pecar contra la moral, y sin atentar contra la libertad y la civilización» (p. 260).

 

14

En Sarmiento anecdótico abundan ejemplos de personajes a quienes Sarmiento desairó o desahució por su arribismo.

 

15

Cfr. su filípica contra la doctrina de la resignación predicada por Silvio Pellico en su libro Las prisiones (p. 235).

 

16

«... aquella distinción exquisita de maneras [...] que da Oro a los modales cultos sin hacerlos descender a la vulgaridad» (p. 97).

 

17

«Oro ha dado el modelo y el tipo del futuro argentino, europeo hasta los últimos refinamientos de las bellas artes, americano hasta cabalgar el potro indómito; parisiense por el espíritu, pampa por la energía y los poderes físicos» (p. 97).

 

18

Cfr. también estas declaraciones, tal vez no del todo inocentes y desinteresadas: «Yo he sido el intérprete de los deseos de la parte pensadora de mi país. [...] El pensamiento y el interés general lo convertí en un pensamiento y en un interés mío, y ésta es la única honra que me cabe» (pp. 88-89).

 

19

Michel Beaujour («Autoportrait et autobiographie», en Miroirs d'encre, Paris, Le Seuil, 1980, pp. 7-26) establece un distingo entre el «autorretrato», que expone lo que una persona es, y la «autobiografía», que recuerda lo que ha hecho. Por participar los Recuerdos... de lo uno y de lo otro, William J. Nowak («La personificación en Recuerdos de provincia: la despersonalización de D. F. Sarmiento», en Revista Iberoamericana, Número especial dedicado a Domingo Faustino Sarmiento, n.º 143, abril-junio 1988) prefiere utilizar la voz «autorrepresentación».

 

20

Cuenta A. Belín Sarmiento que el 24 de febrero de 1852, dirigiéndose a Mitre, habría pronunciado Sarmiento esas proféticas palabras: «-Mitre, será Vd. el primer Presidente de la República; pero no se olvide que me reservo la segunda presidencia... ( op. cit., p. 77).