Escena I
|
|
El teatro representa una sala corta, de
alojamiento militar.
|
|
DON ÁLVARO y
DON CARLOS
|
DON CARLOS | Hoy que vuestra cuarentena | | dichosamente cumplís, | | ¿de salud cómo os sentís? | 1350 | ¿Es completamente buena?... | | ¿Reliquia alguna notáis | | de haber tanto padecido? | | ¿Del todo restablecido, | | y listo y fuerte os halláis? | 1355 |
|
|
DON ÁLVARO | Estoy como si tal cosa; | | nunca tuve más salud, | | y a vuestra solicitud | | debo mi cura asombrosa. | | Sois excelente enfermero; | 1360 | ni una madre por un hijo | | muestra un afán más prolijo, | | tan gran cuidado y esmero. | |
|
|
DON CARLOS | En extremo interesante | | me era la vida salvaros. | 1365 |
|
|
DON ÁLVARO | ¿Y con qué, amigo, pagaros | | podré interés semejante? | | Y aunque gran mal me habéis hecho | | en salvar mi amarga vida, | | será eterna y sin medida | 1370 | la gratitud de mi pecho. | |
|
|
DON CARLOS | ¿Y estáis tan repuesto y fuerte, | | que sin ventaja pudiera | | un enemigo cualquiera...? | |
|
|
DON ÁLVARO | Estoy, amigo, de suerte | 1375 | que en casa del coronel | | he estado ya a presentarme, | | y de alta acabo de darme | | ahora mismo en el cuartel. | |
|
|
|
DON ÁLVARO | ¿Os enojáis | 1380 | porque ayer no os dije acaso | | que iba hoy a dar este paso? | | Como tanto me cuidáis, | | que os opusierais temí, | | y estando sano, en verdad, | 1385 | vivir en la ociosidad | | no era honroso para mí. | |
|
|
DON CARLOS | ¿Conque ya no os duele nada, | | ni hay asomo de flaqueza | | en el pecho, en la cabeza, | 1390 | ni en el brazo de la espada? | |
|
|
DON ÁLVARO | No... Pero parece que | | algo, amigo, os atormenta | | y que acaso os descontenta | | el que yo tan bueno esté. | 1395 |
|
|
DON CARLOS | ¡Al contrario!... Al veros bueno, | | capaz de entrar en acción, | | palpita mi corazón | | del placer más alto lleno. | | Solamente no quisiera | 1400 | que os engañara el valor, | | y que el personal vigor | | en una ocasión cualquiera... | |
|
|
|
DON CARLOS | (Con vehemencia.) | Las deseo. | |
|
|
DON ÁLVARO | A la descubierta vamos | 1405 | de mañana, y enredamos | | un rato de tiroteo. | |
|
|
DON CARLOS | La prueba se puede hacer, | | pues que estáis fuerte, sin ir | | tan lejos a combatir, | 1410 | que no hay tiempo que perder. | |
|
|
DON ÁLVARO | (Confuso.) | No os entiendo... |
|
|
DON CARLOS | ¿No tendréis, | | sin ir a los imperiales, | | enemigos personales | | con quien probaros podréis? | 1415 |
|
|
DON ÁLVARO | ¿A quién le faltan? Mas no | | lo que me decís comprendo. | |
|
|
DON CARLOS | Os lo está a voces diciendo | | más la conciencia que yo. | | Disimular fuera vano... | 1420 | Vuestra turbación es harta... | | ¿Habéis recibido carta | | de don Álvaro el indiano? | |
|
|
DON ÁLVARO | (Fuera de sí.) | ¡Ah traidor!... ¡Ah fementido!... | | Violaste, infame, un secreto, | 1425 | que yo, débil, yo, indiscreto, | | moribundo..., inadvertido... | |
|
|
DON CARLOS | ¿Qué osáis pensar?... Respeté | | vuestros papeles sellados, | | que los que nacen honrados | 1430 | se portan cual me porté. | | El retrato de la infame | | vuestra cómplice, os perdió, | | y sin lengua me pidió | | que el suyo y mi honor reclame. | 1435 | Don Carlos de Vargas soy, | | que por vuestro crimen es | | de Calatrava marqués. | | Temblad, que ante vos estoy. | |
|
|
DON ÁLVARO | No sé temblar... Sorprendido, | 1440 | sí, me tenéis... |
|
|
|
DON ÁLVARO | Y usurpar con un engaño | | mi amistad, ¿honrado ha sido? | | ¡Señor marqués!... |
|
|
DON CARLOS | De esta suerte | | no me permito llamar, | 1445 | que sólo he de titular | | después de daros la muerte. | |
|
|
DON ÁLVARO | Aconteceros pudiera | | sin el título morir. | |
|
|
DON CARLOS | Vamos pronto a combatir, | 1450 | quedemos o dentro o fuera. | | Vamos donde mi furor... | |
|
|
DON ÁLVARO | Vamos, pues, señor don Carlos, | | que si nunca fue a buscarlos, | | no evito los lances de honor. | 1455 | Mas esperad, que en el alma | | del que goza de hidalguía, | | no es furia la valentía, | | y ésta obra siempre con calma. | | Sabéis que busco la muerte, | 1460 | que los riesgos solicito, | | pero con vos necesito | | comportarme de otra suerte, | | y explicaros... |
|
|
DON CARLOS | Es perder | | tiempo toda explicación. | 1465 |
|
|
DON ÁLVARO | No os neguéis a la razón, | | que suele funesto ser. | | Pues trataron las estrellas | | por raros modos de hacernos | | amigos, ¿a qué oponernos | 1470 | a lo que buscaron ellas? | | Si nos quisieron unir | | de mutuos y altos servicios | | con los vínculos propicios, | | no fue, no, para reñir. | 1475 | Tal vez fue para enmendar | | la desgracia inevitable, | | de que no fui yo culpable. | |
|
|
|
DON ÁLVARO | ¿Teméis que vuestro valor | 1480 | se disminuya y se asombre | | si halla en su contrario un hombre | | de nobleza y pundonor? | |
|
|
DON CARLOS | ¡Nobleza un aventurero! | | ¡Honor un desconocido! | 1485 | ¡Sin padre, sin apellido, | | advenedizo, altanero! | |
|
|
DON ÁLVARO | ¡Ay, que ese error a la muerte, | | por más que lo evite yo, | | a vuestro padre arrastró!... | 1490 | No corráis la misma suerte. | | Y que infundados agravios | | e insultos no ofenden, muestra | | el que está ociosa mi diestra | | sin arrancaros los labios. | 1495 | Si un secreto misterioso | | romper hubiera podido, | | ¡oh..., cuán diferente sido...! | |
|
|
DON CARLOS | Guardadlo, no soy curioso; | | que sólo anhelo venganza | 1500 | y sangre. |
|
|
|
|
DON ÁLVARO | Salgamos sin más tardanza. | | (Deteniéndose.) | Mas, don Carlos... ¡Ah! ¿Podréis | | sospecharme con razón | 1505 | de falta de corazón? | | No, no, que me conocéis. | | Si el orgullo, principal | | y tan poderoso agente | | en las acciones del ente, | 1510 | que se dice racional, | | satisfecho tengo ahora, | | esfuerzos no he de omitir, | | hasta aplacar conseguir | | ese furor que os devora. | 1515 | Pues mucho repugno yo | | el desnudar el acero | | con el hombre que primero, | | dulce amistad me inspiró. | | Yo a vuestro padre no herí; | 1520 | le hirió sólo su destino. | | Y yo, a aquel ángel divino, | | ni seduje, ni perdí. | | Ambos nos están mirando | | desde el cielo; mi inocencia | 1525 | ven, esa ciega demencia | | que os agita condenando. | |
|
|
DON CARLOS | (Turbado.) | ¿Pues qué?... ¿Mi hermana?...
¿Leonor?... | | (Que con vos aquí no está | | lo tengo aclarado ya.) | 1530 | Mas ¿cuándo ha muerto?... ¡Oh furor! | |
|
|
DON ÁLVARO | Aquella noche terrible, | | llevándola yo a un convento, | | exánime y sin aliento, | | se trabó un combate horrible | 1535 | al salir del olivar | | entre mis fieles criados | | y los vuestros, irritados, | | y no la pude salvar. | | Con tres heridas caí, | 1540 | y un negro de puro fiel | | (fidelidad bien cruel) | | veloz me arrancó de allí, | | falto de sangre y sentido; | | tuvo en Gelves larga cura, | 1545 | con accesos de locura, | | y apenas restablecido, | | ansioso empecé a indagar | | de mi único bien la suerte; | | y supe, ¡ay Dios!, que la muerte | 1550 | en el oscuro olivar... | |
|
|
DON CARLOS | (Resuelto.) | ¡Basta, imprudente impostor! | | ¿Y os precias de caballero?... | | ¿Con embrollo tan grosero | | queréis calmar mi furor? | 1555 | Deponed tan necio engaño: | | después del funesto día, | | en Córdoba, con su tía, | | mi hermana ha vivido un año. | | Dos meses ha que fui yo | 1560 | a buscarla, y no la hallé, | | pero de cierto indagué | | que al verme llegar huyó. | | Y el perseguirla he dejado, | | porque sabiendo yo allí | 1565 | que vos estabais aquí, | | me llamó mayor cuidado. | |
|
|
DON ÁLVARO | (Muy conmovido.) | ¡Don Carlos!... ¡Señor!...
¡Amigo!... | | ¡Don Félix!... ¡Ah, tolerad | | que el nombre que en amistad | 1570 | tan tierno os unió conmigo | | use en esta situación! | | Don Félix, soy inocente; | | bien lo podéis ver patente | | en mi nueva agitación. | 1575 | ¡Don Félix!... ¡Don Félix!...
¡Ah!... | | ¿Vive?... ¿Vive?... ¡Oh, justo Dios! | |
|
|
DON CARLOS | Vive. ¿Y qué os importa a vos? | | Muy pronto no vivirá. | |
|
|
DON ÁLVARO | Don Félix, mi amigo, sí. | 1580 | Pues que vive vuestra hermana, | | la satisfacción es llana | | que debéis tomar de mí. | | A buscarla juntos vamos; | | muy pronto la encontraremos, | 1585 | y en santo nudo estrechemos | | la amistad que nos juramos. | | ¡Oh!... Yo os ofrezco, yo os juro | | que no os arrepentiréis | | cuando a conocer lleguéis | 1590 | mi origen excelso y puro. | | Al primer grande español | | no le cedo en jerarquía, | | en más alta mi hidalguía | | que el trono del mismo sol. | 1595 |
|
|
DON CARLOS | ¿Estáis, don Álvaro, loco? | | ¿Qué es lo que pensar osáis? | | ¿Qué proyectos abrigáis? | | ¿Me tenéis a mí en tan poco? | | Ruge entre los dos un mar | 1600 | de sangre... ¿Yo al matador | | de mi padre y de mi honor | | pudiera hermano llamar? | | ¡Oh, afrenta! ¡Aunque fuerais rey! | | Ni la infame ha de vivir. | 1605 | No, tras de vos va a morir, | | que es de mi venganza ley. | | Si a mí vos no me matáis, | | al punto la buscaré, | | y la misma espada que | 1610 | con vuestra sangre tiñáis, | | en su corazón... |
|
|
DON ÁLVARO | Callad, | | callad... ¿Delante de mí | | osasteis?... |
|
|
|
DON ÁLVARO | ¿El qué?... Continuad. | 1615 |
|
|
DON ÁLVARO | La muerte de la malvada, | | en cuanto acabe con vos. | |
|
|
DON ÁLVARO | Pues no será, ¡vive Dios!, | | que tengo brazo y espada. | | Vamos... Libertarla anhelo | 1620 | de su verdugo. Salid. | |
|
|
|
DON ÁLVARO | Demandad perdón al cielo. | |
|
|
Escena II
|
|
El teatro representa la plaza principal de
Veletri; a un lado y otro se ven tiendas y cafés; en medio, puestos de
frutas y verduras; al fondo, la guardia del principal, y el centinela
paseándose delante del armero; los oficiales en grupos a una parte y
otra, y la gente del pueblo cruzando en todas direcciones.
EL TENIENTE,
EL SUBTENIENTE y
PEDRAZA se reunirán a un lado de la escena,
mientras los
OFICIALES 1.º, 2.º, 3.º y 4.º
hablan entre sí, después de leer un edicto que está fijado
en una esquina, y que llama la atención de todos.
|
OFICIAL 1º.-
El rey Carlos de Nápoles no se
chancea; pena de muerte nada menos.
|
OFICIAL 2º.-
¿Cómo pena de
muerte?
|
OFICIAL 3º.-
Hablamos de la ley que se acaba de
publicar, y que allí está para que nadie la ignore, sobre
desafíos.
|
OFICIAL 2º.-
Ya; ciertamente es un poco dura.
|
OFICIAL 3º.-
Yo no sé cómo un rey tan
valiente y tan joven puede ser tan severo contra los lances de honor.
|
OFICIAL 1º.-
Amigo, es que cada uno arrima el ascua
a su sardina, y como siempre los desafíos suelen ser entre
españoles y napolitanos, y éstos llevan lo peor, el rey que al
cabo es rey de Nápoles...
|
OFICIAL 2º.-
No, ésas son fanfarronadas,
pues hasta ahora no han llevado siempre lo peor los napolitanos; acordaos del
mayor Cariciolo, que despabiló a dos oficiales.
|
TODOS.-
Eso fue una casualidad.
|
OFICIAL 1º.-
Lo cierto es que la ley es dura: pena
de muerte por batirse, pena de muerte por ser padrino, pena de muerte por
llevar cartas; qué sé yo. Pues el primero que caiga...
|
OFICIAL 2.º-
No, no es tan rigurosa.
|
OFICIAL 1º-
¿Cómo no? Vean ustedes.
Leamos otra vez.
(Se acercan a leer el edicto y se adelantan
en la escena los otros.)
|
SUBTENIENTE.-
¡Hermoso día!
|
TENIENTE.-
Hermosísimo. Pero pica mucho el
sol.
|
PEDRAZA.-
Buen tiempo para hacer la guerra.
|
TENIENTE.-
Mejor es para los heridos
convalecientes. Yo me siento hoy enteramente bueno de mi brazo.
|
SUBTENIENTE.-
También parece que el valiente
capitán de granaderos del rey está enteramente restablecido.
¡Bien pronto se ha curado!
|
PEDRAZA.-
¿Se ha dado ya de alta?
|
TENIENTE.-
Sí, esta mañana.
Está como si tal cosa; un poco pálido pero fuerte. Hace un rato
que lo encontré; iba como hacia la Alameda a dar un paseo con su amigote
el ayudante don Félix de Avendaña.
|
SUBTENIENTE.-
Bien puede estarle agradecido; pues,
además de haberlo sacado del campo de batalla, le ha salvado la vida con
su prolija y esmerada asistencia.
|
TENIENTE.-
También puede dar gracias a la
habilidad del doctor Pérez, que se ha acreditado de ser el mejor
cirujano del ejército.
|
SUBTENIENTE.-
Y no lo perderá; pues,
según dicen, el ayudante, que es muy rico y generoso, le va a hacer un
gran regalo.
|
PEDRAZA.-
Bien puede; pues, según me ha
dicho un sargento de mi compañía, andaluz, el tal don
Félix está aquí con nombre supuesto, y es un
marqués riquísimo de Sevilla.
|
TODOS.-
¿De veras?
|
|
(Se oye ruido; se arremolinan todos mirando
hacia el mismo lado.)
|
TENIENTE.-
¡Hola! ¿Qué
alboroto es aquél?
|
SUBTENIENTE.-
Veamos... Sin duda, algún
preso. Pero, ¡Dios mío!, ¿qué veo?
|
PEDRAZA.-
¿Qué es aquello?
|
TENIENTE.-
¿Estoy soñando?...
¿No es el capitán de granaderos del rey el que traen preso?
|
TODOS.-
No hay duda, es el valiente don
Fadrique.
|
|
(Se agrupan todos sobre el primer bastidor de
la derecha, por donde sale el capitán preboste y cuatro granaderos, y en
medio de ellos preso sin espada ni sombrero,
DON ÁLVARO; y atravesando la escena, seguidos
por la multitud, entran en el cuerpo de guardia que está al fondo;
mientras tanto, se desembaraza el teatro. Todos vuelven a la escena, menos
PEDRAZA, que entra en el cuerpo de guardia.)
|
TENIENTE.-
Pero, señor, ¿qué
será esto? ¿Preso el militar más valiente, más
exacto que tiene el ejército?
|
SUBTENIENTE.-
Ciertamente es cosa muy rara.
|
TENIENTE.-
Vamos a averiguar...
|
SUBTENIENTE.-
Ya viene aquí Pedraza, que
sale del cuerpo de guardia, y sabrá algo. Hola, Pedraza,
¿qué ha sido?
|
PEDRAZA.-
(Señalando al edicto, y se
reúne más gente a los cuatro oficiales.) Muy mala causa
tiene. Desafío... El primero que quebranta la ley: desafío y
muerte.
|
TODOS.-
¡Cómo! ¿Y con
quién?
|
PEDRAZA.-
¡Caso
extrañísimo! El desafío ha sido con el teniente coronel
Avendaña.
|
TODOS.-
¡Imposible!... ¡Con su
amigo!
|
PEDRAZA.-
Muerto le deja de una estocada
detrás del cuartel.
|
TODOS.-
¡Muerto!
|
PEDRAZA.-
Muerto.
|
OFICIAL 1º.-
Me alegro, que era un botarate.
|
OFICIAL 2º.-
Un insultante.
|
TENIENTE.-
¡Pues señores, la ha
hecho buena! Mucho me temo que va a estrenar aquella ley.
|
TODOS.-
¡Qué horror!
|
SUBTENIENTE.-
Será una atrocidad. Debe haber
alguna excepción a favor de oficial tan valiente y
benemérito.
|
PEDRAZA.-
Sí, ¡ya está
fresco!
|
TENIENTE.-
El capitán Herreros es, con
razón, el ídolo del ejército. Y yo creo, que el general y
el coronel, y los jefes todos, tanto españoles como napolitanos,
hablarán al rey... y tal vez...
|
SUBTENIENTE.-
El rey Carlos es tan testarudo... y
como este es el primer caso que ocurre, el mismo día que se ha publicado
la ley... No hay esperanza. Esta noche misma se juntará el consejo de
guerra, y antes de tres días le arcabucean... Pero, ¿sobre
qué habrá sido el lance?
|
PEDRAZA.-
Yo no sé, nada me han dicho. Lo
que es el capitán tiene malas pulgas, y su amigote era un poco caliente
de lengua.
|
OFICIALES 1º. y 4º.-
Era un charlatán, un
fanfarrón.
|
SUBTENIENTE.-
En el café han entrado algunos
oficiales del regimiento del Rey, sabrán sin duda todo el lance; vamos a
hablar con ellos.
|
TODOS.-
Sí, vamos.
|
Escena III
|
|
El teatro representa el cuarto de un oficial de
guardia; se verá a un lado el tabladillo y el colchón, y en medio
habrá una mesa y sillas de paja. Entran en la escena
DON ÁLVARO y
EL CAPITÁN.
|
CAPITÁN | Como la mayor desgracia | | juzgo, amigo y compañero, | 1625 | el estar hoy de servicio | | para ser alcaide vuestro. | | Resignación, don Fadrique, | | tomad una silla os ruego. | | (Se sienta
DON ÁLVARO.) | Y mientras yo esté de guardia | 1630 | no miréis este aposento | | como prisión... Mas es fuerza, | | pues orden precisa tengo, | | que dos centinelas ponga | | de vista... |
|
|
DON ÁLVARO | Yo os agradezco, | 1635 | señor, tal cortesanía. | | Cumplid, cumplid al momento | | con lo que os tienen mandado, | | y los centinelas luego | | poned... Aunque más seguro | 1640 | que de hombres y armas en medio, | | está el oficial de honor | | bajo su palabra... ¡Oh cielos! | |
(Coloca el capitán dos centinelas; un
soldado entra luces, y se sientan
EL CAPITÁN y
DON ÁLVARO junto a la mesa.)
| Y en Veletri, ¿qué se dice? | | ¿Mil necedades diversas | 1645 | se esparcirán, procurando | | explicar mi suerte adversa? | |
|
|
CAPITÁN | En Veletri, ciertamente, | | no se habla de otra materia. | | Y aunque de aquí separarme | 1650 | no puedo, como está llena | | toda la plaza de gente, | | que gran interés demuestra | | por vos, a algunos he hablado... | |
|
|
DON ÁLVARO | Y bien, ¿qué dicen? ¿Qué piensan?
| 1655 |
|
|
CAPITÁN | La amistad íntima todos, | | que os enlazaba, recuerdan, | | con don Félix... Y las causas | | que la hicieron tan estrecha, | | y todos dicen... |
|
|
DON ÁLVARO | Entiendo. | 1660 | Que soy un monstruo, una fiera, | | que a la obligación más santa | | he faltado. Que mi ciega | | furia ha dado muerte a un hombre, | | a cuyo arrojo y nobleza | 1665 | debí la vida en el campo, | | y a cuya nimia asistencia | | y esmero debí mi cura, | | dentro de su casa mesma. | | Al que como tierno hermano... | 1670 | ¡Como hermano!... ¡Suerte horrenda! | | ¿Cómo hermano?... ¡Debió serlo! | | Yace convertido en tierra | | por no serlo... ¡Y yo respiro! | | ¿Y aún el suelo me sustenta? | 1675 | ¡Ay! ¡Ay de mí! |
|
|
|
(Se da una palmada en la frente, y queda en la
mayor agitación.)
|
CAPITÁN | Perdonadme | | si con mis noticias necias... | |
|
|
DON ÁLVARO | Yo lo amaba... ¡Ah cuál me aprieta | | el corazón una mano | | de hierro ardiente! La fuerza | 1680 | me falta... ¡Oh Dios! ¡Qué bizarro, | | con qué noble gentileza, | | entre un diluvio de balas | | se arrojó, viéndome en tierra, | | a salvarme de la muerte! | 1685 | ¡Con cuánto afán y terneza | | pasó las noches y días | | sentado a mi cabecera! | |
|
|
|
| (Pausa.) |
CAPITÁN | Anuló sin duda tales | | servicios con un agravio. | 1690 | Diz que era un poco altanero, | | picajoso, temerario, | | y un hombre cual vos... |
|
|
DON ÁLVARO | No, amigo; | | cuanto de él se diga es falso. | | Era un digno caballero, | 1695 | de pensamientos muy altos. | | Retóme con razón harta, | | y yo también le he matado | | con razón. Sí, si aún viviera, | | fuéramos de nuevo al campo; | 1700 | él a procurar mi muerte, | | yo a esforzarme por matarlo. | | O él o yo sólo en el mundo, | | pero imposible en él ambos. | |
|
|
CAPITÁN | Calmaos, señor don Fadrique; | 1705 | aún no estáis del todo bueno | | de vuestras nobles heridas, | | y que os pongáis malo temo. | |
|
|
DON ÁLVARO | ¿Por qué no quedé en el campo | | de batalla como bueno? | 1710 | Con honra, acabado hubiera, | | y ahora, ¡oh Dios!, la muerte anhelo, | | y la tendré... pero ¿cómo? | | En un patíbulo horrendo, | | por infractor de las leyes, | 1715 | de horror o de burla objeto. | |
|
|
CAPITÁN | ¿Qué decís?... No hemos llegado, | | señor, a tan duro extremo; | | aún puede haber circunstancias | | que justifiquen el duelo, | 1720 | y entonces... |
|
|
DON ÁLVARO | No, no hay ninguna. | | Soy homicida, soy reo. | |
|
|
CAPITÁN | Mas, según tengo entendido | | (ahora de mi regimiento | | me lo ha dicho el ayudante), | 1725 | los generales, de acuerdo | | con todos los coroneles, | | han ido sin perder tiempo | | a echarse a los pies del rey, | | que es benigno, aunque severo, | 1730 | para pedirle... |
|
|
DON ÁLVARO | (Conmovido.) | ¿De veras? | | Con el alma lo agradezco, | | y el interés de los jefes | | me honra y me confunde a un tiempo. | | Pero ¿por qué han de empeñarse | 1735 | militares tan excelsos, | | en que una excepción se haga | | a mi favor de un decreto | | sabio, de una ley tan justa, | | a que yo falté el primero? | 1740 | Sirva mi pronto castigo | | para saludable ejemplo. | | ¡Muerte, es mi destino, muerte. | | Porque la muerte merezco, | | porque es para mí la vida | 1745 | aborrecible tormento! | | Mas, ¡ay de mí sin ventura!, | | ¿cuál es la muerte que espero? | | La del criminal, sin honra, | | ¡en un patíbulo!... ¡Cielos! | 1750 |
|
|
|
(Se oye un redoble.)
|
Escena VI
|
|
DON ÁLVARO,
EL CAPITÁN
|
CAPITÁN | ¡Hola, amigo y compañero!... | |
|
|
DON ÁLVARO | ¿Vais a darme alguna nueva? | | ¿Para cuándo convocado | 1810 | está el Consejo de guerra? | |
|
|
CAPITÁN | Dicen que esta noche misma | | debe reunirse a gran priesa... | | De hierro, de hierro tiene | | el rey Carlos la cabeza. | 1815 |
|
|
DON ÁLVARO | ¡Es un valiente soldado! | | ¡Es un gran rey! |
|
|
CAPITÁN | Mas pudiera | | no ser tan tenaz y duro, | | pues nadie, nadie lo apea | | en diciendo no. |
|
|
DON ÁLVARO | En los reyes, | 1820 | la debilidad es mengua. | |
|
|
CAPITÁN | Los jefes y generales | | que hoy en Veletri se encuentran | | han estado en cuerpo a verle | | y a rogarle suspendiera | 1825 | la ley en favor de un hombre | | que tantos méritos cuenta... | | Y todo sin fruto. Carlos, | | aun más duro que una peña, | | ha dicho que no, resuelto, | 1830 | y que la ley se obedezca, | | mandando que en esta noche | | falle el Consejo de guerra: | | Mas aún quedan esperanzas: | | puede ser que el fallo sea... | 1835 |
|
|
DON ÁLVARO | Según la ley. No hay remedio, | | injusta otra cosa fuera. | |
|
|
CAPITÁN | Pero ¡qué pena tan dura, | | tan extraña, tan violenta!... | |
|
|
DON ÁLVARO | La muerte, como cristiano | 1840 | la sufriré; no me aterra. | | Dármela Dios no ha querido | | con honra y con fama eterna, | | en el campo de batalla, | | y me la da con afrenta | 1845 | en un patíbulo infame... | | Humilde la aguardo... Venga. | |
|
|
CAPITÁN | No será acaso... Aún veremos... | | Puede que se arme una gresca... | | El ejército os adora... | 1850 | Su agitación es extrema, | | y tal vez un alboroto... | |
|
|
DON ÁLVARO | ¡Basta! ¿Qué decís? ¿Tal
piensa | | quien de militar blasona? | | ¿El ejército pudiera | 1855 | faltar a la disciplina, | | ni yo deber mi cabeza | | a una rebelión?... No, nunca, | | que jamás, jamás suceda | | tal desorden por mi causa. | 1860 |
|
|
CAPITÁN | ¡La ley es atroz, horrenda! | |
|
|
DON ÁLVARO | Yo la tengo por muy justa; | | forzoso remediar era | | un abuso... |
|
|
|
(Se oye un tambor y dos tiros.)
|
|
|
CAPITÁN | El desorden ya comienza. | 1865 |
|
|
|
(Se oye gran ruido; tiros, confusión y
cañonazos, que van en aumento hasta el fin del acto.)
|