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ArribaAbajoActo II

 

Sala en la torre del palacio de Martos, inmediata a las prisiones. Puerta en el foro, que es la general de entrada; otra a la derecha del actor, por donde entran y salen el REY y el Infante DON JUAN, y otra en frente de esta, que es la que guía a los calabozos, y al tribunal. A la parte exterior del foro se deja ver un centinela.

 

Escena I

 

DON JUAN. El CARCELERO.

 
DON JUAN
¿Qué hace el juez?
CARCELERO
Sin descansar
la pesquisa está formando.
DON JUAN
Van los presos declarando?
CARCELERO
Pronto los van a llamar.
DON JUAN
Bien. Traedme (es tiempo aún 5
a uno de aquellos dos hombres...
No recuerdo bien sus nombres.
CARCELERO
Gil Peláez y Fortún.
DON JUAN
Sí. Cualquiera de los dos.
El otro vendrá después. 10
CARCELERO
(¿Don Juan pone aquí los pies?
No es para servir a Dios.)


Escena II

 

DON JUAN.

 
¡Tal virtud en baja plebe!
A precio pongo sus cuellos,
y a declarar contra ellos 15
sólo un testigo se atreve,
Mas con un solo testigo
condenar no puede el juez.
Esos villanos tal vez
por evitar el castigo... 20


Escena III

 

DON JUAN. PELÁEZ.

 
 

(El CARCELERO conduce a PELÁEZ y se retira.)

 
PELÁEZ
Me envía aquí el Carcelero
DON JUAN
¿Cómo te llamas, buen hombre?
PELÁEZ
Gil Peláez es mi nombre.
DON JUAN
¿Y tu oficio?
PELÁEZ
Soy herrero.
DON JUAN
¿Qué tal lo pasas en él? 25
PELÁEZ
Perramente. El triste pan
apenas gano, don Juan,
y echo en la fragua la hiel.
DON JUAN
Aun por eso no es extraño
que aprendas otro mejor. 30
PELÁEZ
¿Cuál?
DON JUAN
El de conspirador.
PELÁEZ
Ese es el que medra hogaño.
Vos de alta sangre real
sabéis todo eso al dedillo.
DON JUAN
¡Villano! ¿Tú...?
PELÁEZ
Soy sencillo
35
y no lo digo por mal.
DON JUAN
Yo perdono a tu ignorancia.
PELÁEZ
Señor...
DON JUAN
Y a piedad me mueve
tu pena. Nunca a la plebe
traté yo con arrogancia. 40
PELÁEZ
¿Conque os doléis de mis males?
DON JUAN
Y libertarte procuro.
PELÁEZ
¿Cierto?
DON JUAN

 (Sacando una bolsa.) 

Sirvan de seguro
estos doscientos mercales.
PELÁEZ
Dadme...
DON JUAN
Paso. No hay presente,
45
si no lo ganas primero.
PELÁEZ
¿Qué me mandáis?
DON JUAN
Sólo quiero...
que sepas ser inocente.
PELÁEZ
Yo, señor, de buena fe
en la zambra me metí. 50
A los del barrio seguí;
gritaron, y yo grité.
DON JUAN
Mas al sedicioso enjambre
te condujo...
PELÁEZ
Fue mi guía
mi amor a Doña María 55
exaltado por el hambre.
DON JUAN
Si esa sola confesión
oye de tu boca el juez
no logras por esta vez
ni dinero ni perdón. 60
PELÁEZ
Pues ¿qué haré?
DON JUAN
Toda la historia
referir...
PELÁEZ
(Ya te comprendo.)
Ídmela vos refiriendo
que soy flaco de memoria.
DON JUAN
¿No os dijo anoche un compadre 65
—18→
que aquel insulto a la ley
fue por destronar al Rey
dando el gobierno a su madre?
PELÁEZ
Es verdad. (No lo sabía.)
DON JUAN
De ese crimen en descargo, 70
vos ignoráis sin embargo,
que es crimen de alevosía.
PELÁEZ
¿Y si me ahorcan, señor,
aunque ignorante haya sido?
DON JUAN
Se perdona al seducido 75
y se castiga al motor.
PELÁEZ
¿Al motor decís? Pues bien,
para hacer aquel entuerto
yo fui seducido; es cierto.
Ahora vos diréis por quién. 80
DON JUAN
¡Qué memoria tan fatal!
¿Quién pudo armar vuestras manos
sino los viles hermanos
Juan y Pedro Carvajal?
PELÁEZ
(¡Qué Infante tan embustero! 85
Mas su oro...) Tenéis razón;
ellos los traidores son.
Mi conciencia es lo primero.
DON JUAN
Y acaso por sus ardides
feneció... ¿Sabes por suerte 90
o viste tú quién dio muerte
a don Juan de Benavides?
PELÁEZ
Un Carvajal; mas por Dios
que hoy no puedo recordar
si Pedro o Juan...
DON JUAN
Por no errar...
95
PELÁEZ
Sí; le mataron los dos.
CARCELERO

 (A la puerta.)  

Peláez.
DON JUAN
Ya el tribunal
te llama.
PELÁEZ
De su balanza
dueño sois, que es mi fianza
una bolsa.

 (La toma.)  

DON JUAN
Y un puñal.
100

 (Requiere el que lleva al pecho.)  

PELÁEZ
No hay para qué. Tengo honor
y vuestra duda me ultraja.
DON JUAN
(¡El Peláez es alhaja!)
PELÁEZ
(¡El Infante es de mí flor!)


Escena IV

 

DON JUAN. FORTÚN.

 
 

(El CARCELERO conduce a FORTÚN y se retira.)

 
FORTÚN
¿Sois vos quien llama a Fortún 105
DON JUAN
Sí, y a sacarte me ofrezco
de la cárcel...
FORTÚN
Lo agradezco.
DON JUAN
Si me sirves...
FORTÚN
¿Yo? Según.
DON JUAN
Violando anoche la ley
sé que obraste sin malicia. 110
FORTÚN
Señor, quien pide justicia
ni a Dios ofende ni al Rey.
DON JUAN
Con máscara de lealtad
de un seductor el influjo...
FORTÚN
A mí nadie me sedujo. 115
Libre fue mi voluntad.
DON JUAN
Falso celo te engañó...
FORTÚN
Yo sé bien, aunque villano,
tan bien como un cortesano,
lo que es bueno y lo que no. 120
DON JUAN
Fiar suele el hombre bueno
del que virtudes le miente;
presume obrar libremente,
y obra por impulso ajeno.
¡Cuántos pasan por leales 125
y en su alma está la traición!
FORTÚN
Eso es verdad.
DON JUAN
Tales son
los hermanos Carvajales.
FORTÚN
Quien así los injurió
miente como un marroquí. 130
Si hay algún Judas aquí,
no es de su linaje, no.
DON JUAN
Autores son del insulto
que anoche...
FORTÚN
Es calumnia atroz
Antes su espada y su voz 135
atajaron el tumulto.
DON JUAN
Convictos los dos están.
Si los defiendes aún,
tú eres perdido, Fortún,
y ellos no se salvarán. 140
FORTÚN
¿Yo de falso testimonio
reo vil? Si al cielo plugo,
el cuello daré al verdugo,
pero no el alma al demonio.
El pueblo que hambriento gime 145
no ha menester consejeros
para demandar sus fueros
al tirano que le oprime.
Los que a lágrimas sin fin
para saciar su ambición 150
le condenan, esos son
los autores del motín.
Ni el pueblo, si en fiero bando
contra los traidores grita,
su cetro heredado quita 155
al nieto de san Fernando.
Justicia, Señor, implora,
pues por ella paga pechos,
y vuelve por los derechos
de una Reina a quien adora. 160
Es ya, más que torpe yerro,
crimen que pide venganza
que esté don Juan en privanza
y ella en injusto destierro.
DON JUAN
Don Juan tan sólo desea... 165
FORTÚN
Nunca la cara le vi,
pero tengo para mí
que debe de ser muy fea.
  —19→  
DON JUAN
¡Audaz villano...!
FORTÚN
Si vos
su amigo sois por desgracia, 170
decidle con eficacia
que tenga temor de Dios.
Decidle al Rey que no impío
al Rey de reyes enoje,
y que de su lado arroje 175
a ese condenado tío.
Y al error y al frenesí
la voz de la sangre venza;
que es una mala vergüenza
tratar a su madre así. 180
DON JUAN
Basta. En fin, ¿quieres perderte?
Adiós, imprudente mozo.
FORTÚN
Ni me aflige el calabozo
ni me acobarda la muerte.
DON JUAN
Ya que en la horca no mueras 185
si de ti se apiada el juez,
por diez años y otros diez
remarás en las galeras.
FORTÚN
Navegaré sin escote,
que el Rey me lo pagará; 190
y acaso el juez temblará
mientras ría el galeote.
CARCELERO

 (A la puerta.) 

Fortún.
DON JUAN
¡El cielo te asista!
Pero haces mal, por mi fe...
FORTÚN
Ya he dicho a vuesa mercé 195
que a mí nadie me conquista.
Ni el oro me hará mentir,
pues que Dios me quiso dar
brazos para trabajar
y valor para morir. 200


Escena V

 

DON JUAN.

 
¡Qué tesón tiene el villano!
Mas con Peláez y el otro
me basta, y aun ambos sobran,
pues cuento con el enojo
del Rey. Él se precipita 205
y yo mi venganza logro.


Escena VI

 

DON JUAN. El REY.

 
REY
¡Que no se alcanzó a Gonzalo!
DON JUAN
És un águila su potro.
REY
¡Ay de él si a pisar se atreve
otra vez mi territorio! 210
Mas ya que rehenes me deja,
no se me dilate el gozo
de la venganza. ¿En qué estado
se halla la causa?
DON JUAN
Muy pronto
la terminará el Merino, 215
y como el crimen supongo
comprobado...
REY
Si lo está,
¿qué hace ese juez? ¿Es de plomo?
Urge el dar un escarmiento
a mi pueblo, y es forzoso 220


Escena VII

 

El REY. DON JUAN. LEIVA.

 
LEIVA
Señor...
REY
Entrad.
LEIVA
Ya se alojan
en Martos y sus contornos
las lanzas que de Jaén
envía Rodrigo Osorio,
y del terror dominada 225
yace la villa en reposo.
Mas, no os lo debo ocultar,
si el cielo oyera sus votos
libres los dos Carvajales
saldrían del calabozo. 230
REY
¿Tan queridos son en Martos?
LEIVA
No os debe causar asombro.
Esta villa es de la orden
de Calatrava: uno y otro
visten su hábito...
REY
¿Qué importa?
235
Más poder tiene mi trono
que esa cogulla insolente.
DON JUAN
El Maestre acosa al moro
con su hueste: sólo quedan
los ancianos y achacosos 240
en la encomienda, y si el fallo
se apresura...
LEIVA
Fuerte escollo
contrariar puede ese intento
si, como yo lo supongo,
rehúsan los Carvajales 245
ser juzgados por el foro
civil. Calatravos son,
y sólo los religiosos
del orden...
DON JUAN
Se les acusa
de sedición y soborno, 250
y de homicidio a las puertas
del alcázar. No conozco
cuando se juzga a traidores
otro fuero que el del solio.
REY
Si a mi poder soberano 255
se atreviese a poner coto
el orden de Calatrava,
yo de ese importuno estorbo
—20→
me sabría libertar;
que más fuertes y orgullosos 260
fueron ayer los templarios
y yacen hoy en el polvo.


Escena VIII

 

El REY. DON JUAN. LEIVA. El MERINO MAYOR.

 
MERINO
Los Carvajales, señor,
escudados con sus votos
y exenciones, se oponían 265
a declarar, testimonio
pidiendo de lo que llaman
incompetencia, despojo
de jurisdicción... No en vano
vuestro nombre en fin invoco, 270
y compelidos por mí
protestan que del trastorno
de anoche son inocentes;
que antes con lealtad y arrojo
entrambos lo contuvieron; 275
que ellos a don Juan Alfonso
Benavides no mataron;
y aunque era muy justo el odio
que le tenían, le hubieran
combatido rostro a rostro, 280
a la luz del medio día,
sin ventaja, sin desdoro
de su fama; no de noche
cual sicarios alevosos.
REY
¿Qué declaran los testigos? 285
MERINO
A serlo se niegan todos,
por temor de que los juzguen
cómplices del alboroto;
mas de tres que han declarado,
dos los acusan; el otro... 290
REY
Basta.
MERINO
Siguiendo del juicio
los trámites...
REY
Son ociosos.
El delito está probado;
la majestad de mi trono
fue hollada; corrió la sangre 295
de un vasallo generoso;
tal vez peligró la mía...
Haced, Merino, que pronto
la mi corte se reúna.
Luego a presidirla corro, 300
y desde el fallo a la pena
sólo un breve plazo otorgo.


Escena IX

 

El REY. DON JUAN. LEIVA.

 
LEIVA
(¡Desventurados amigos!
No puedo daros socorro.)


Escena X

 

El REY. DON JUAN. LEIVA. CASTRO.

 
CASTRO
Señor, hablaros desea 305
una dama...
REY
¿Quién...?
CASTRO
Lo ignoro.
Calla, y el rostro velado...
REY
¿Si será...? Dejadme solo.


Escena XI

 

El REY. DOÑA SANCHA.

 
DOÑA SANCHA
A vuestros pies...
REY
Tened, que la corona
no me excusa el deber de caballero. 310
Yo, a quien rinden sumiso vasallaje
tanta y tanta provincia, a la hermosura
me gozo en tributar grato homenaje.
Alzad, señora, el envidioso velo.
No neguéis a mis ojos la ventura 315
de contemplar sin nubes ese cielo.
DOÑA SANCHA
Miradme. Sancha soy.
REY
No en vano el alma
me lo anunció desde que al eco blando
de vuestra dulce voz perdió la calma.
DOÑA SANCHA
Las lisonjas dejad, Rey don Fernando, 320
que si nunca me engríe su tributo,
hoy es ultraje a mi orfandad llorosa,
hoy es escarnio a mi infelice luto.
REY
El labio a su pesar... Perdón, hermosa.
—21→
Cuando anegado en lágrimas el rostro 325
y herido el corazón de dardo aleve
la sangre me pedís de vuestro hermano,
callar sus votos el amante debe
y su imperio ostentar el soberano.
Ora halaguéis con plácida esperanza 330
mi ardiente amor o le esquivéis impía,
no lloraréis, lo juro, sin venganza.
DOÑA SANCHA
¡Venganza! ¡Ah! No la pide mi amargura.
Justicia sí.
REY
No viola la justicia
el que venga a las leyes. Si sangriento 335
como lo fue la culpa es el castigo,
el nombre que le diereis poco importa.
Justa es el hacha si los brazos corta
que osaron desnudar viles puñales,
y con su sangre vengarán la vuestra 340
en justa expiación los Carvajales.
DOÑA SANCHA
Maldigo con horror al alevoso
que dio la muerte a mi infeliz hermano,
pues abrigó a los dos un seno mismo,
bien que fue para mí crudo tirano. 345
Mas ni al sagrado altar de la justicia,
ni a mi acerbo dolor fuera consuelo
de sangre no culpada el sacrificio.
Delincuentes no son los Carvajales
por más que la calumnia bajo el velo 350
de lealtad oficiosa los denuncie.
Yo lo juro, Señor, lo juro al cielo.
REY
¿Qué escucho! ¡Doña Sancha los defiende!
DOÑA SANCHA
Doña Sancha defiende a la inocencia.
Mal que le pese a la cobarde envidia, 355
jamás en tan hidalgos corazones
cupieron la vileza y la perfidia.
Sita mi reja en frente del alcázar,
desde ella vi la dolorosa escena,
y ya mi hermano el ay de la agonía 360
lanzaba, ¡oh Dios! en la sangrienta arena
cuando los dos valientes caballeros
paz gritando a la ciega muchedumbre
en medio se arrojaron del tumulto,
que tal vez a su ruego se deshizo. 365
Si no es verdad, persígame insepulto
de mi hermano el espectro noche y día.
REY
Vos ignoráis tal vez que don Gonzalo
poco antes de su Rey se despedía,
en guisa de rebelde y con sañudo, 370
provocador talante, que a fe mía
me inspiró menos ira que desprecio;
que no alcanza a turbar mi augusta frente
la estéril rabia del orgullo necio.
DOÑA SANCHA
¿Si fue Gonzalo audaz, si fue imprudente, 375
han de sufrir la pena sus hermanos?
Don PEDRO Carvajal es inocente.
Los dos: también don Juan.
REY
Más de una causa
muéveme a reputarlos enemigos.
Presos en la asonada entrambos fueron 380
y acordes los acusan dos testigos.
DOÑA SANCHA
Mienten. Su lengua vil se vende al oro.
¿No merece más crédito la mía?
¿Tal mi maldad sería y mi desdoro
que de mi sangre misma a los verdugos 385
—22→
yo osara defender?
REY
Y alma de tigre
tendría el juez que condenar pudiera
a quien vos defendéis.
DOÑA SANCHA
¿Qué escucho! ¡Oh gozo!
¿Será... serán absueltos? ¡Infelices!
Sí, saldrán del oscuro calabozo 390
donde gime aherrojada su inocencia,
y ambos bendecirán, y yo con ellos
bendeciré, Señor, vuestra justicia.
¿Calláis? ¡Ah! no os agravie mi impaciencia.
Decid: «Yo los absuelvo; sean libres.», 395
o si aún dudáis, desde el excelso trono
suene la grata voz de la clemencia.
Decid, señor, decid: «Yo los perdono.»
REY
¡Oh Sancha, Sancha!... El corazón te vende.
No inspiran la piedad ni la justicia 400
esa ardiente elocuencia, ese abandono.
Sólo el amor, y amor profundo, ciego
habla... y delira así; y el llanto, el ruego
disfraza en vano el labio temeroso
cuando el silencio mismo nos delata, 405
y amor asoma al párpado lloroso,
y el rubor de la frente lo retrata.
DOÑA SANCHA
Bien decís: si mi rostro lo descubre
si mi amor es legítimo, inocente,
¿a qué negarlo? Sí, yo amo a don Pedro. 410
O ha de callar mi lengua, o nunca miente.
REY
¡Vos a don Pedro amáis!
DOÑA SANCHA
Feliz le amaba.
¿Queréis que en la desgracia le abandone?
REY
¡Oh furor!
DOÑA SANCHA
Os irrito cuando callo;
si hablo os irrito más. ¡Ay de mí triste! 415
Por la vuestra juzgad si un alma tierna
a la pasión fatídica resiste
en que cifra su bien. ¡Ay! En mal hora
contemplaron amantes vuestros ojos
a esta infeliz...
REY
Y en hora más aciaga
420
encona de mi pecho la honda llaga
la dicha de un rival a quien detesto
aún más que os amo a vos; rival funesto
que de la sangre ahoga el grito santo
en vuestro corazón. Vos, que sin llanto 425
veis de un hermano la horrorosa herida,
¡lloráis de amor indigno poseída,
y el alma os cubre de mortal espanto
el peligro del bárbaro homicida!
DOÑA SANCHA
¡Faltaba entre los viles detractores 430
la bastarda ojeriza de los celos,
linaje ruin de impúdicos amores!
¿No caben dos afectos por ventura
dentro de un corazón? Lloro al hermano
y Dios ve mi dolor y mi amargura; 435
¿mas le habré de inmolar al fiel amante
porque ose denigrarle la impostura?
Si deberes la sangre nos recuerda,
también el corazón tiene sus leyes,
y a contrastar su imperio no es bastante 440
el tirano capricho de los reyes.
REY
¡Fatal imperio que a la incauta lengua
tales acentos deslumbrado inspira!
—23→
¡Creed al corazón desventurada,
que en vez de mitigar mi justa ira, 445
enardecerla más ciego os ordena!
DOÑA SANCHA
¡Señor!... ¿Qué he dicho...? ¡Ay Dios! Si me enajena
el dolor que me oprime, sed piadoso,
y no un amante a mi pesar quejoso;
óigame en vos un rey justo y clemente; 450
óigame un caballero generoso.
REY
Vos, oh Sancha, que sois tan indulgente
con vuestro corazón, pensad os ruego,
que es vano empeño y loco desvarío
lo que al vuestro negáis pedir al mío. 455
Oídme y resolved. Si en vuestro labio
halaga a mi pasión dulce esperanza,
de las leves el justo desagravio
yo a vuestros pies sacrificar prometo,
y mi orgullo y mi encono y mi venganza. 460
Mas que el amor con halagüeños lazos
os una a mi rival aborrecido
y me escarnezca luego en vuestros brazos,
¡no lo esperéis de mí! Vivo, en buen hora;
vuestro, jamás. Hasta espirar el día 465
su juez seréis. Si es grande el sacrificio,
no es leve el don. Mi dicha... o su suplicio.


Escena XII

 

DOÑA SANCHA.

 
¡Cruel! No hay dicha para ti en el mundo
si la esperas de Sancha. Y cuando fuera
tanta mi mengua, que a tu vil deseo 470
mi acrisolado honor prostituyera,
jamás la vida a precio tan infame
comprara Carvajal. ¡Oh dueño mío!
¡Antes mil veces la segur derrame
tu ilustre sangre, y en tu mármol frío 475
yo fallezca de amor y de despecho!
Que tú también en mi angustiado pecho
antes quisieras ver punzante daga
que de antojo brutal la torpe huella
en mi llorosa faz. ¡Ay trance amargo! 480
¡Ay desdichada la que nace bella!
No temas, no. Si mi dolor inmenso
no me afea a los ojos del tirano,
yo mi cabello mesaré furiosa
y este rostro ajará mi propia mano. 485
Sólo a tus ojos parecer hermosa
pudiérame halagar, ¡y ya en tus ojos
no me puedo mirar embelesada!
¿Quién abrirá a mi llanto esos cerrojos?
¡Oh si al menos mi boca enamorada 490
el postrimer adiós pudiera darte!
Mas una idea... Sí... No desespero.
¡Oh amor!, protege mi inocente engaño.
Probemos... ¡Ah de casa! ¡Carcelero!

  —24→  

Escena XIII

 

DOÑA SANCHA. El CARCELERO.

 
CARCELERO
¿Quién llama?
DOÑA SANCHA
¿Me conocéis?
495
CARCELERO
Sí. ¿No sois la hermana vos
del difunto Benavides?
DOÑA SANCHA
Bien lo muestra mi dolor.
Afán de justa venganza
me conduce a esta mansión. 500
Sé que ha sido un Carvajal
el asesino feroz,
mas como el crimen horrendo
niegan tenaces los dos,
mi labio ignora a quién debe 505
fulminar su maldición.
En esta estancia no ha mucho
el Rey mis quejas oyó.
Vos lo sabéis.
CARCELERO
A mi oído
llegó el eco de su voz. 510
DOÑA SANCHA
(¡Cielo!) ¿Oísteis...?
CARCELERO
No, señora,
que el respeto me alejó,
y a fuer de buen carcelero
ciego y sordo-mudo soy.
DOÑA SANCHA
Yo a los presos he de ver. 515
Así su propio terror
descubrirá al delincuente.
CARCELERO
Señora...
DOÑA SANCHA
El Rey lo mandó.
CARCELERO
Créolo así, pero... a solas...
DOÑA SANCHA
¿Temes? Armada no estoy 520
de puñal, ni me vengara
con él, que es sobrado honor
para un asesino infame.
CARCELERO
(Esta mujer es atroz.)
Pues sois la parte contraria, 525
y hay guarda, y vigilo yo,
y el Rey lo ordena, y no hay riesgo...
Pero tened compasión
de ellos, que al cabo son prójimos...
DOÑA SANCHA
¡Andad!...
CARCELERO
A traerlos voy.
530


Escena XIV

 

DOÑA SANCHA.

 
¡Bien haya un hombre tan necio
que no advierte cuánto son
forzados en lengua amante
los acentos del rencor!


Escena XV

 

DOÑA SANCHA. DON PEDRO CARVAJAL. DON JUAN CARVAJAL.

 
 

(DON JUAN CARVAJAL se sienta retirado y medita.)

 
PEDRO CARVAJAL
¿Qué veo! ¡Sancha! ¿Es posible...? 535
DOÑA SANCHA
Deteneos...
PEDRO CARVAJAL
¡Grato don
de los cielos! ¡Sancha mía!
DOÑA SANCHA

 (Se acerca a la puerta de las prisiones y mira.) 

Bajad, don Pedro, la voz.
PEDRO CARVAJAL
Nadie nos oye. ¿Qué objeto
te conduce a mi prisión? 540
DOÑA SANCHA
Ya el carcelero se aleja.
¿Quién, Pedro, sino el amor
me trajera aquí?
PEDRO CARVAJAL
¡Bien mío!
 

(Se abrazan.)

 
¿Es cierto, o soñando estoy?
¡Tú en mis brazos! Luz divina 545
disipa el lóbrego horror
de mi cárcel, y en ti veo
al ángel de redención.
DOÑA SANCHA
¡Ay Pedro!
PEDRO CARVAJAL
¡Qué! ¿Ya no queda
esperanza?
DOÑA SANCHA
¡Sólo en Dios!
550
PEDRO CARVAJAL
¿Todos nos culpan? ¿No hay ya
justicia en la tierra?
DOÑA SANCHA
¡No!
Testigos para acusaros
compra el oro corruptor.
Si alguien osa defenderos, 555
segura es su perdición.
¿Y cuando el juez es verdugo,
cómo aplacar su rigor?
PEDRO CARVAJAL
Si el Rey...
DOÑA SANCHA
Postrada a sus pies
con elocuente aflicción 560
defendí vuestra inocencia...,
y su pecho se apiadó.
PEDRO CARVAJAL
¿Cómo pues...?
DOÑA SANCHA
Mas ¡qué piedad!
PEDRO CARVAJAL
¡Sancha!
DOÑA SANCHA
La muerte es mejor.
PEDRO CARVAJAL
¿Qué escucho!
DOÑA SANCHA
Pone en mis manos
565
tu suplicio o tu perdón.
PEDRO CARVAJAL
¿Y tu respuesta...?
DOÑA SANCHA
¡Oh Dios mío!
Nunca fue tanto mi amor,
mas él te ofrece la vida...,
¡y yo la muerte te doy! 570
PEDRO CARVAJAL
Tiemblo de oírte.
DOÑA SANCHA
El secreto
de mi alma sorprendió,
y este amor que era tu gloria
tu mayor delito es hoy.
PEDRO CARVAJAL
¡Desventurado de mí! 575
—25→
Acaba. ¿Y su labio osó...?
DOÑA SANCHA
¡Pacto infame! No mi lengua;
dígatelo mi rubor.
PEDRO CARVAJAL
¿Y no hay rayos en el cielo?
JUAN CARVAJAL

 (Se levanta.)  

No acuses, blasfemo, a Dios. 580
PEDRO CARVAJAL
¡Triunfa ese monstruo execrable
que el negro abismo abortó,
triunfa, y la muerte o la infamia
nos reserva su furor!;
¿y no he de quejarme al cielo? 585
¡Ah! no hay en mi corazón
tanta virtud.
JUAN CARVAJAL
Los arcanos
respeta del Criador.
¡Feliz quien se alza inocente
a la celeste región 590
y se sienta entre los ángeles
como Abel y como Job!
Muere sereno y no envidies
el triunfo del pecador.
¿Qué es una vida acosada 595
de remordimiento atroz?
Vuela y le aguarda en la tumba
eterna condenación.
DOÑA SANCHA
Piensa, mi bien, que muriendo
salvas tu fama y mi honor. 600
JUAN CARVAJAL
¿Ves? Débil mujer alienta
al esforzado varón.
DOÑA SANCHA
(¡Ah! ¡Yo serena me finjo
y muerta de pena estoy!)
No es tanta de nuestra estrella 605
la cruel persecución,
pues abrazados podemos
darnos el último adiós.
 

(Se abrazan.)

 
PEDRO CARVAJAL
Sancha, esa dulce ternura
roba a mi pecho el valor 610
para morir. ¡Ser amado,
y con tanta abnegación,
nutrir risueña esperanza,
y verla agostada en flor!
DOÑA SANCHA
¡Ah! no morirás tú solo; 615
que yo de mármol no soy.
La tumba nos unirá
ya que los altares no.
PEDRO CARVAJAL
¡Cuán cariñosa y cuán bella!
Mírame así, dulce amor; 620
roba su presa al verdugo,
y muera en tus brazos yo!
JUAN CARVAJAL

 (Los separa y queda entre los dos.)  

¡Apartad, desventurados!
No ofendáis al Redentor.
Desterrad de vuestro pecho 625
toda humana sensación,
¡que el trance final se acerca
y el tiempo corre veloz!
PEDRO CARVAJAL
Mi amor es cándido, es puro,
que su virtud lo inspiró. 630
Pues para amarnos nacimos,
y somos libres, y voy
a morir, ¿quién mis halagos
culpará...?
JUAN CARVAJAL
La Religión.
Apartaos; yo os lo ordeno, 635
yo, ministro del Señor.
PEDRO CARVAJAL
Tú me acuerdas un bien
que en mi horrible situación
ya no esperaba. Señora,
pues a mí el cielo os guió, 640
he aquí mi mano. El que ahora
os la ofrece en la prisión,
os la ofreciera lo mismo,
cumpliendo lo que juró,
si daros pudiera en arras 645
todo el imperio español.
DOÑA SANCHA
Yo sé despreciar grandezas,
que me basta un corazón.

  (Tendiendo la mano.)  

Pobre preso, he aquí la mía.
Con orgullo te la doy. 650
PEDRO CARVAJAL

 (A su hermano.)  

¡Sacerdote!, todo es templo
cuando se alza el alma a Dios.
El caballero se humilla:
bendiga el comendador.
 

(DON PEDRO CARVAJAL y DOÑA SANCHA se arrodillan.)

 
JUAN CARVAJAL
¿Si Dios permite benigno 655
que de infame delación
triunfe Pedro y libre vuelva
a gozar la luz del sol,
seréisle fiel, doña Sancha?
DOÑA SANCHA
¡Oh, sí! Eternamente.
JUAN CARVAJAL
¿Y vos
660
de caballero y cristiano
cumpliréis la obligación?
PEDRO CARVAJAL
Siempre.
JUAN CARVAJAL
En nombre del Eterno,
que vuestros votos oyó,
los acojo yo, su ungido. 665
Recibid mi bendición.
Si aquel que con soplo leve
hizo polvo a Jericó
del impío rey nos libra
y el juez prevaricador, 670
bendecidle luengos años
en casta y plácida unión;
mas si una precaria vida
nos demanda el Salvador,
cumplamos su voluntad 675
como el padre de Jacob.
Y vosotros, ofrecedle
con pía resignación
la suspirada ventura
que os roba muerte precoz. 680
Mayor será vuestra dicha
en otra vida mejor.

  —26→  

Escena XVI

 

DOÑA SANCHA. DON JUAN CARVAJAL. DON PEDRO CARVAJAL. El CARCELERO.

 
 

(Llega el CARCELERO sin ser visto por los demás interlocutores y, como dominado por el prestigio del acto que presencia, se arrodilla también. DON JUAN CARVAJAL prosigue.)

 
JUAN CARVAJAL
De ese humano sacrificio
Dios os dará el galardón,
y en aquel glorioso edén 685
que a los justos reservó
flores de eternal aroma
brotarán para los dos.
Alzad.
 

(DON PEDRO CARVAJAL y DOÑA SANCHA se levantan y se abrazan.)

 
DOÑA SANCHA
¡Bien mío!
CARCELERO

 (Levantándose.) 

¿Qué escucho?
PEDRO CARVAJAL
¡Esposa mía!
CARCELERO
¡Traición!
690
PEDRO CARVAJAL
¡Engañarme así...!
CARCELERO

 (Separándolos.)  

¡Apartad!
PEDRO CARVAJAL
¡Un momento!
DOÑA SANCHA
¡Por favor...!
CARCELERO
No hay favor.
PEDRO CARVAJAL
¡Adiós!
CARCELERO
Ya basta.
DOÑA SANCHA
¡Adiós!
CARCELERO
¡Ea, a la prisión!
JUAN CARVAJAL
Ya obedecemos. ¡No más! 695
PEDRO CARVAJAL
¡Amargo instante!
DOÑA SANCHA
¡Oh dolor!
CARCELERO

 (Medio enternecido.)  

(¡Pobrecillos!... ) Acabemos.

 (Separándolos con violencia.)  

Entrad presto. Salid vos.



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